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La
denuncia sostiene que jefes de áreas y un puntero del PRO prometían una casa
del IVC a los trabajadores, que les adelantaban hasta 150 mil pesos. Pero todo
era trucho. Hay unos 350 damnificados por casi 35 millones de pesos. Metrovías
deslindó responsabilidades.
El
legislador de Nuevo Encuentro José Cruz Campagnoli presentará hoy una denuncia
penal contra integrantes del personal jerárquico de Metrovías y contra un
supuesto puntero del PRO por presunta estafa. Según la denuncia, la mecánica
consistía en ofrecerles a trabajadores del subte viviendas construidas por el
Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC) a un precio muy barato. Les
entregaban boletos de preadjudicación con firmas apócrifas de las autoridades
del IVC a cambio de un depósito inicial que iba de 70 a 150 mil pesos. Nadie
recibió la vivienda prometida. La estafa alcanzaría a 350 trabajadores y
llegaría a los 35 millones de pesos.
La
denuncia de Campagnoli –a la que accedió Página/12– señala que “desde fines de
2014, cientos de trabajadores del subte recibieron la oferta de adquirir
inmuebles del Gobierno de la Ciudad y firmaron documentos que eran presentados
como boletos de preadjudicación”. Este diario pudo observar uno de los boletos
(ver facsímil), que lleva la supuesta firma del presidente del IVC, Emilio
Basavilbaso, y del gerente general del IVC, Iván Kerr. También figura Mauricio
Devoto certificando las firmas desde la escribanía general del IVC. Campagnoli
señaló en la denuncia que presume que las firmas son apócrifas. En el caso de
algunas viviendas –vinculadas con el traslado de habitantes de la cuenca
Acumar– utilizan la firma del presidente de ese organismo, Homero Máximo
Bibliani, quien dejó el cargo en 2010.
“Nos
llegó una denuncia de un vecino e iniciamos una demanda penal para que se
investigue el caso”, señaló Basavilbaso al ser consultado por este diario. “Lo
mejor en este caso es que investigue un juez. Por supuesto que ni bien se pueda
demostrar que hay un empleado del IVC involucrado, tomaremos las medidas que hay
que tomar”, remarcó.
Campagnoli
imputa por esta presunta estafa a “un grupo de trabajadores de sectores
jerárquicos. Entre quienes son mencionados por los trabajadores se encuentran
el jefe de Estacionamiento de la Línea C, dos supervisores de la misma línea y
el jefe de Estaciones de la Línea B”.
El
legislador de Nuevo Encuentro indica que “del relato de los trabajadores surge
también que un supervisor de limpieza de la Línea C era quien facilitaba el
acceso a los modelos de boleto de preadjudicación utilizados para la estafa, en
virtud de su relación familiar con una persona que supuestamente trabajaría en
la actualidad en el IVC”. “Los trabajadores del subte mencionaban a otra
persona como un ‘puntero del PRO’, quien tendría relación con la administración
del dinero de las ventas”, indicó.
En
la denuncia se describe la operatoria con la que se habría llevado a cabo la
estafa: les proponían la venta de las viviendas a un precio bajo –-en virtud de
un contacto interno en el IVC– y los convocaban a una oficina en el Centro.
Allí les hacían firmar papeles en blanco y luego les entregaban el boleto “a
cambio de un depósito inicial que oscilaba entre los 70.000 y 150.000 pesos”.
Las viviendas que ofrecían eran de los terrenos de Casa Amarilla (Pi y Margall
al 900), de Acumar (Luzuriaga 837) y Lafuente 64/70. En la mayoría de los
casos, las viviendas ya estaban adjudicadas por una orden judicial o por el
IVC.
Campagnoli
comentó a este diario que se enteró del presunto ilícito por el secretario
general de los metrodelegados, Roberto “Beto” Pianelli. “Se comunicó conmigo
Beto Pianelli frente a la denuncia que le llegó de algunos trabajadores de
estar frente a una situación que parece constituir una estafa. Se habla de 350
personas estafadas. En promedio pusieron 100 mil pesos. Eso nos daría 35
millones de pesos”, destacó. “No sabemos si hay elementos del IVC involucrados
y gente vinculada con el PRO. Vamos a hacer la denuncia penal correspondiente y
un pedido de informes. Esperamos que las autoridades del Gobierno de la Ciudad
puedan brindarnos explicaciones e investigar si hay responsabilidad de un
funcionario porteño”, destacó.
Pianelli,
por su parte, indicó: “Nos enteramos a través de compañeros que se estaban
vendiendo edificios que estaba construyendo la Ciudad de una manera anormal.
Nos comentan que no se los entregaban. Nos dan las carpetas. Empezamos a
averiguar qué tenía de verídico. Y ahí nos enteramos de que ya estaban
adjudicados. Algunos de los firmantes no estaban más como funcionarios. Ahí nos
dimos cuenta de que estamos en presencia de una posible estafa generalizada”.
Pianelli reclamó que “se investigue esto y se tomen las medidas necesarias para
ver qué complicidades hay. Metrovías hasta ahora no tomó ninguna medida. Las
personas siguen en su cargo”.
La
empresa del Grupo Roggio emitió un comunicado interno en el que advirtió que
recibieron consultas “que dan cuenta de la presencia de personas que invocarían
el carácter de promotores de planes de vivienda para el personal”. “La empresa
no tiene ninguna relación con planes de vivienda ni con acciones comerciales o
promocionales de ningún tipo –se atajaron–. La empresa no auspicia ni tiene
relación alguna con las gestiones.”Página12.com
Che, no veo a los PRO boys indignandose y llenando de comentarios basura acá!
ResponderEliminarConseguite una cómoda poltrona y esperá sentadito, que tenés para un laaaargo rato si vas a esperar que los esbirros de Don Mierdicio se indignen con esto.
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