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La decisión fue tomada por la Cámara Federal porteña en la causa por el
choque del tren el 19 de octubre de 2013 en Once. Además ratificó la acusación
por "descarrilamiento culposo agravado por haber causado lesiones en 105
personas", además de "sustracción de medios de prueba".
La Cámara Federal porteña confirmó el procesamiento por
"descarrilamiento culposo" del maquinista Julio Benítez, quien
conducía la formación ferroviaria que el
19 de octubre pasado chocó en la estación de Once con un saldo de 105 heridos.
El Tribunal tomó la medida tras confirmar que no existieron fallas
mecánicas en el tren y que en cambio se trató de un error humano de Benítez
dado que éste “ingresó a la cabecera en evidente exceso de velocidad y, sin
haber mediado aplicación de los frenos disponibles y a su alcance”.
Los camaristas Horacio Cattani, Eduardo Farah y Martín Irurzun tuvieron
en cuenta además testimonios que hicieron referencia a “la rapidez y el modo
abrupto en que frenó la formación a lo largo del recorrido”.
Los jueces también valoraron que una “junta médica integrada por el
Cuerpo Médico Forense y la perito de la defensa, determinó que el imputado no
presenta patología o padecimiento de orden psíquico”.
Según la pericia del GSP de la formación y los testimonios recogidos en
la causa “corroboran el exceso de velocidad verificado en diferentes momentos
del trayecto y, en particular, la inmediatez de su reducción al arribar a
determinados lugares”.
El procesamiento había sido dictado por el juez federal Ariel Lijo en
octubre del año pasado tras investigar el choque contra las contenciones del
andén 2 de la estación.
Durante la investigación se constató que el disco rígido que capta las
imágenes de cabina, fue retirado y luego hallado en una mochila propiedad de
Benítez lo que dio lugar fundado a la sospecha que intentó sustraerlo para
borrar la pruebas, al punto que algunas imágenes no se pudieron recuperar
debido a que estaba dañado.
“Ningún elemento permite presumir razonablemente que, en ese intervalo,
una persona pudiese haber ingresado a la cabina de mando, accedido al gabinete
de monitoreo, forzar el frente, extraer el disco rígido, colocarlo en la
mochila del motorman y retirarse del lugar sin ser visto”, consideró la Cámara
Federal.
Antes bien, la preocupación que Benítez evidenció por mantener en todo
momento a su lado la mochila luego del impacto, aspecto que fue resaltado en
los diversos testimonios recibidos al personal que actuó en las tareas de
aseguramiento y rescate, refuerzan la interpretación aquí efectuada”, añadió el
tribunal.
La pericia médica sobre el maquinista Benitez descartó que padeciera
patología previa alguna que hubiera producido su error aunque verificó la
existencia de un cuadro de estrés postraumático”.
Por ello, la Sala II de la Cámara ordenó que se “ponga nuevamente en
conocimiento de las autoridades y responsables de la operación del servicio
ferroviario la necesidad de adecuar las funcionalidades del servicio a
condiciones de operatividad efectiva que garanticen suficientemente la
seguridad de sus pasajeros”. Telam
La mafia ferroviaria
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