Nota de Opinión
Por: Norberto Rosendo (para Crónica Ferroviaria)
El ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, ha dado acabadas muestras, primero, no conocer el tema que debe administrar, y ahora ha dado testimonio que directamente es un impresentable total, que digámoslo de paso, hace juego con un gobierno de tan impresentables como él.
Comencemos con la inauguración del tramo hasta City Bell de los trenes eléctricos de la Línea Roca, la idea de estos "illuminati" del transporte (lo de "illuminati" es porque son antiguos, son una secta y están desactualizados, ver cualquiera de los libros de Dan Brown para mayores referencias), lo que debió ser una carta de triunfo lo transformaron en un escándalo creciente; veamos por qué.
Estos "illuminati" del transporte quieren dar imagen de modernidad, para eso deben mostrar, o por lo menos ellos creen que deben mostrar, algo al respecto, y bueno el ramal Plaza Constitución - La Plata tiene un tiempo mínimo de viaje de 45 minutos, el viejo atómico con tracción de vapor lograba cómodamente esa marca todos los días.
Los "illuminati" quieren entonces mejorar la marca, lo cual simplemente es imposible para un servicio eléctrico como el que hoy tenemos, que debe parar en todas las estaciones para sacarle el mayor provecho posible al sistema. Tal y como lo hacen los "bárbaros" pueblos de Alemania, Francia, o aún, la Lejana China.
Pero no aquí, los "illuminati" han decidido que el viaje a La Plata debe durar 40 minutos, ni uno más ni uno menos, claro que para eso deben sacar del medio algunas estaciones donde el tren directamente no parará y las candidatas, parecerían ser Pereyra y Hudson, en primer término, y luego seguirán tal vez por Tolosa, Villa Dominico, Bernal y quien sabe que otra con tal de lograr el resultado político de los 40 minutos.
Pero, por ahora, la gente de Hudson y Pereyra se niegan a que la dejen fuera de la fiesta del tren nuevo, y allí tenemos un conflicto en donde deberíamos tener una fiesta para todos.
No contento con generar esta conflictividad social innecesaria, el impresentable jefe de los "illuminati" del transporte, nos referimos al ministro Dietrich para ser mas explícitos, fue al Congreso de la Nación y anunció el nuevo plan de obras viales.
Mas allá de "pifiarle" a los números en el discurso, el nuevo plan es un disparate manifiesto que nos costará como país muchos millones de dólares, que embolsaran los amigos de nuestro "illuminati" ministro, pero ese es tema para la próxima semana.
Pero para adelantar la cosa, digamos que el costo directo de este dislate será de unos 33.000 millones de dólares los cuales saldrán, como no podía ser de otra forma de nuestra ya abultada deuda externa y el costo interno, es decir: lo que los argentinos dejaremos de tener por encarar obras que no nos convienen sólo en combustibles serán de 70.000 millones haciendo un análisis conservador del tema.
Por: Norberto Rosendo (para Crónica Ferroviaria)
El ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, ha dado acabadas muestras, primero, no conocer el tema que debe administrar, y ahora ha dado testimonio que directamente es un impresentable total, que digámoslo de paso, hace juego con un gobierno de tan impresentables como él.
Comencemos con la inauguración del tramo hasta City Bell de los trenes eléctricos de la Línea Roca, la idea de estos "illuminati" del transporte (lo de "illuminati" es porque son antiguos, son una secta y están desactualizados, ver cualquiera de los libros de Dan Brown para mayores referencias), lo que debió ser una carta de triunfo lo transformaron en un escándalo creciente; veamos por qué.
Estos "illuminati" del transporte quieren dar imagen de modernidad, para eso deben mostrar, o por lo menos ellos creen que deben mostrar, algo al respecto, y bueno el ramal Plaza Constitución - La Plata tiene un tiempo mínimo de viaje de 45 minutos, el viejo atómico con tracción de vapor lograba cómodamente esa marca todos los días.
Los "illuminati" quieren entonces mejorar la marca, lo cual simplemente es imposible para un servicio eléctrico como el que hoy tenemos, que debe parar en todas las estaciones para sacarle el mayor provecho posible al sistema. Tal y como lo hacen los "bárbaros" pueblos de Alemania, Francia, o aún, la Lejana China.
Pero no aquí, los "illuminati" han decidido que el viaje a La Plata debe durar 40 minutos, ni uno más ni uno menos, claro que para eso deben sacar del medio algunas estaciones donde el tren directamente no parará y las candidatas, parecerían ser Pereyra y Hudson, en primer término, y luego seguirán tal vez por Tolosa, Villa Dominico, Bernal y quien sabe que otra con tal de lograr el resultado político de los 40 minutos.
Pero, por ahora, la gente de Hudson y Pereyra se niegan a que la dejen fuera de la fiesta del tren nuevo, y allí tenemos un conflicto en donde deberíamos tener una fiesta para todos.
No contento con generar esta conflictividad social innecesaria, el impresentable jefe de los "illuminati" del transporte, nos referimos al ministro Dietrich para ser mas explícitos, fue al Congreso de la Nación y anunció el nuevo plan de obras viales.
Mas allá de "pifiarle" a los números en el discurso, el nuevo plan es un disparate manifiesto que nos costará como país muchos millones de dólares, que embolsaran los amigos de nuestro "illuminati" ministro, pero ese es tema para la próxima semana.
Pero para adelantar la cosa, digamos que el costo directo de este dislate será de unos 33.000 millones de dólares los cuales saldrán, como no podía ser de otra forma de nuestra ya abultada deuda externa y el costo interno, es decir: lo que los argentinos dejaremos de tener por encarar obras que no nos convienen sólo en combustibles serán de 70.000 millones haciendo un análisis conservador del tema.