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25 de agosto de 2015

Ex secretario de Transporte declarará este martes por la tragedia ferroviaria de Once

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Juan Pablo Schiavi pidió declarar sobre algunas cuestiones que se dijeron durante el juicio y no tiene previsto contestar preguntas de las partes. Este lunes un perito dijo que los números de TBA eran "muy desordenados". El accidente ocurrido en 2012 provocó 51 muertes

 ex secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi declarará este martes por segunda vez en el juicio oral por la tragedia ferroviaria de Once, en la murieron 51 personas y más de 700 resultaron heridas, que este lunes cerró la etapa de prueba.

Fuentes judiciales informaron a DyN que Schiavi y otros cuatro acusados, entre ellos el ex funcionario kirchnerista Eduardo Sícaro, de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), harán una declaración indagatoria ante el Tribunal Oral Federal 2 (TOF2).


Dos testigos declararon en la audiencia de este lunes y este martes comenzarán las indagatorias de los acusados que pidieron hacerlo, para luego ingresar en la etapa de alegatos en la que la Fiscalía y las querellas pedirán las penas para los acusados por el siniestro ferroviario del 22 de febrero de 2012.

En la audiencia de este lunes declaró el perito contable oficial Oscar Fernández, quien advirtió que la contabilidad de la empresa TBA "no estaba discriminada, ni por costos ni por línea de trenes. Estaba muy desordenada".

Además de Schiavi y Sícaro, declararán este martes Roque Cirigliano, gerente de material rodante de la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA); Carlos Lluch, apoderado de TBA; y Luis Ninona, gerente de la línea Sarmiento de trenes.

Schiavi, quien ocupaba el cargo de secretario de Transporte cuando ocurrió la tragedia, pidió declarar sobre algunas cuestiones que se dijeron durante el juicio y no tiene previsto contestar preguntas de las partes, adelantaron allegados al ex funcionario.

Esta será la segunda vez que el ex secretario de Transporte declara ante el tribunal, dado que lo hizo por primera vez el 21 de abril de 2014 cuando se inició el juicio.

"El secretario de Transporte no tiene potestad para controlar la administración de una concesión. Eso se hace a través de la CNRT. Mi trabajo no era el de auditor el material rodante o si los fondos del Estado eran aplicados. No tenía competencia sobre esto, sí para la supervisión del control, que se hizo y se hizo muy bien", dijo Schiavi en esa oportunidad y agregó: "El Sarmiento no era un sistema de viaje inseguro".

La tragedia de Once ocurrió la mañana del 22 de febrero del 2012 cuando un tren de la línea Sarmiento chocó con el andén 2 de la estación de Once.
Al día siguiente del accidente, Schiavi dijo que "si esto hubiera ocurrido ayer, que era un día feriado, seguramente ese coche hubiera impactado y hubiera sido una cosa mucho menor".

En total 28 personas están siendo juzgadas, entre ellas el ex titular de TBA, el empresario Claudio Cirigliano; el también ex secretario de Transporte Ricardo Jaime, antecesor de Schiavi en el cargo; el ex titular de la CNRT Pedro Ochoa Romero; ex gerentes de TBA; y el maquinista que conducía el tren siniestrado, Marcos Córdoba.

El juicio empezó hace un año y cinco meses con 29 acusados, pero en mayo pasado falleció Antonio Luna, ex subsecretario de Transporte Ferroviario.

Todos están siendo juzgados por los delitos de descarrilamiento culposo, agravado por muerte y defraudación.IPrfoesional.com

Paolo Menghini: "La reconversión ferroviaria se hizo a partir de los 52 muertos de Once"

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A tres años y medio de la Tragedia de Once, terminaron de declarar este lunes los últimos dos testigos en el marco del juicio oral que investiga el hecho ocurrido el 22 de febrero de 2012, que dejó un saldo de 51 víctimas fatales y 789 heridos.

La querella apunta a una doble responsabilidad por parte del Gobierno Nacional y de las concesionarias frente a las irregularidades en el control de las contrataciones ferroviarias. Estas anomalías que implican una oscura trama de corrupción entre el exsecretario de Transporte kirchnerista, Ricardo Jaime, y  el extitular de Trenes de Buenos Aires (TBA), Claudio Cirigliano.


“Consideramos que está absolutamente probado que la tragedia tuvo que ver con el abandono que se hizo en los trenes por parte del Estado y de los concesionarios”,  dijo a NOVA Paolo Menghini, padre de una de las víctimas fatales. Su hijo, Lucas, se encontraba en uno de los vagones de la formación de la línea Sarmiento que chocó con el andén de  la estación “Once de septiembre”.

La condena que se espera es por el delito de estrago doloso seguido de muerte, “ya que existió un abandono con absoluta conciencia de lo que podía generar, llevado adelante por los funcionarios del Gobierno nacional, los hermanos Cirigliano y los gerentes de la línea”, agregó.

En este sentido, si bien desde el Ejecutivo intentaron desde el primer momento deslindarse del incidente –y acusaron a los medios de influenciar la opinión de víctimas y familiares- los denunciantes sostienen que  tiene una inherente participación en el choque mortal: “Los trenes nunca dejaron  de ser estatales: el servicio estaba concesionado, con un contrato que debería haber sido supervisado para que se cumplan las normas de seguridad, inversión y cuidado al pasajero. Si esto lo hubiese hecho el Gobierno Nacional, probablemente la tragedia se hubiera evitado”, disparó Menghini. 

En tanto, el padre de Lucas recordó la condonación del gobierno kirchnerista a las multas de la empresa TBA “que permitieron mantener la concesión”. “El exsecretario de Transporte Ricardo Jaime tiene causas pendientes con la Justicia por enriquecimiento ilícito de todo orden, incluso hay un juicio penal por dádivas recibidas por los hermanos (Mario, Roque y Sergio) Cirigliano: se trata de un contexto de corrupción muy grande que queda demostrado”, afirmó.

Con respecto a las consecuencias del juicio oral que se lleva a cabo, Menghini opinó que el primer efecto del lamentable episodio fueron los cambios producidos en la industria ferroviaria: “Aunque el Gobierno nunca haya asumido como tal, la reconversión ferroviaria con los trenes nuevos que compraron fue a consecuencia de los 52 muertos de Once: no fue una política de Estado ni una política que se haya definido de ninguna otra manera”, explicó.

“El Gobierno tuvo todo el tiempo y dinero para encararlo, pero decidió hacerlo cuando 52 personas murieron arriba de un tren. Tampoco reconoce la responsabilidad en la tragedia, que para nosotros está absolutamente demostrada”, insistió.

“Lo que esperamos es que a partir de ahora es que gobierne quien gobierne, los encargados de llevar adelante políticas públicas tengan conciencia de que nada bueno sale de los negociados entre los poderes políticos y económicos, y que el Estado tiene que mantener  un control férreo sobre  las concesiones que se hagan, sin ningún tipo de  contemplaciones. Y si hay que sacar concesiones, se sacan y se penalizan.  Esperamos que nunca más la corrupción entre en los despachos y deje librado a su suerte a los usuarios y a los ciudadanos en general”, concluyó.

Los imputados

El juicio oral que investiga las responsabilidades en el choque comenzó en marzo de 2014.  Con las dos declaraciones del lunes habrá pasado por este proceso un total de 216 testigos de los 376 aceptados (el resto fueron desistidos o dados de baja). Se trata de una etapa definitoria, ya que una vez que se hagan algunas ampliaciones declaratorias solicitadas, se pasa a los diez días hábiles previos a los alegatos.

El proceso es encabezado por el Tribunal Oral Federal N° 2 de la Capital, integrado por los jueces Jorge Alberto Tassara, Jorge Luciano Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Ana D'Alessio, esta última en calidad de jueza sustituta. Según informó el Centro de Información Judicial, se encuentran imputados Sergio Claudio Cirigliano, Marcelo Alberto Calderón, Carlo Michele Ferrari, Carlos Alberto Lluch, Sergio Daniel Tempone, Jorge Álvarez, Guillermo Alberto D’Abenigno, Jorge Alberto de los Reyes, Alejandro Rubén Lopardo, Carlos Esteban Pont Vergés, Daniel Fernando Rubio, Víctor Eduardo Astrella, Oscar Alberto Gariboglio, Francisco Adalberto Pafumi, Pedro Roque Rainieri, Roque Ángel Cirigliano, José Doce Portas, Juan Pablo Schiavi, Ricardo Raúl Jaime, Antonio Guillermo Luna, Pedro Ochoa Romero, Laura Aída Ballestero, Antonio Marcelo Ricardo Suárez, Miguel Werba, Daniel Guido Lodola, Luis Alberto Ninoná, Antonio Eduardo Sícaro, Marcos Antonio Córdoba y Mario Francisco Cirigliano.

De acuerdo al requerimiento fiscal de elevación a juicio se les imputa a todos, a excepción de Córdoba, los delitos de defraudación contra la administración pública (previsto por el artículos 174 -inciso 5°- en función del 173 -inciso 7°- del Código Penal) y descarrilamiento culposo (196 -primer y segundo párrafos-). Según el Código Penal, esos delitos tienen una escala de pena de 2 a 6 años de prisión y de 1 a 5 años de prisión, respectivamente.NOVAArgentina.com

27 de mayo de 2015

Demoledor informe de la Auditoria sobre la compra de trenes a China

Actualidad

Los auditores detectaron sobreprecios, falta de planificación y comisiones excesivas a las empresas chinas CSR, CNR y CITIC.

Tras la polémica planteada con el último relevamiento sobre el manejo de los fondos de “Futbol Para Todos” que los representantes del oficialismo lograron neutralizar parcialmente, la Auditoría General de la Nación (AGN) se apresta ahora a aprobar otro informe que deja mal parado al Gobierno y pone sobre el tapete las millonarias compras de trenes a China.

El trabajo, que podría aprobarse por la mayoría de los auditores en las próximas horas cuestiona tanto el accionar de los ex secretarios de Transporte, Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, como el papel que tuvo el actual ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo en los primeros meses de su gestión en los negocios cerrados con las empresas ferroviarias chinas.


Hasta último momento el auditor por el oficialismo, Vicente Brusca intentó frenar la aprobación del informe e impulsó el tratamiento de un trabajo alternativo que apuntaba a morigerar los cuestionamientos con una amplia reseña de todas las compras de equipos ferroviarios que hizo la administración kirchnerista en los últimos dos años para poder modernizar los servicios de pasajeros.

La jugada de Brusca de realizar un informe alternativo, chocó con la negativa de los oficialistas Javier Fernández y Oscar Lamberto, quienes decidieron no acompañar con sus firmas el informe alternativo.

De esa manera habría quedado el camino despejado para la aprobación del informe que es esperado por varios referentes de la oposición que vienen cuestionando fuertemente las compras directas y la “asociación estratégica” con China que promueve el kirchnerismo, aunque no se descarta que de acá a este miércoles al mediodía cuando se supone debe votarse, el Gobierno logre diluir algunos de los cuestionamientos más urticantes.

El relevamiento de la AGN abarcó el período que va desde enero de 2004—cuando las riendas de Transporte estaban a cargo del polémico Ricardo Jaime—hasta diciembre de 2012, alcanzando los primeros seis meses de gestión de Randazzo.

Los técnicos de la AGN focalizaron sus tareas en “las actuaciones y los controles realizados en las contrataciones ferroviarias a las empresas chinas CSR (locomotoras y coches de la línea San Martín), CNR (trenes de larga distancia) y CITIC (coches de subtes)”.

Tras analizar los convenios de adquisición de trenes de larga distancia, de la línea San Martín y de la red de subtes, el informe de la AGN detectó las siguientes irregularidades:

--El incumplimiento de las previsiones relativas al régimen de Inversión Pública no constatándose informes de factibilidad, ni dictámenes de calificación técnica sobre las compras efectuadas.

-- El tratamiento otorgado a los créditos relacionados con las adquisiciones de material rodante, su inclusión en el Programa de Inversiones Prioritarias (PIP) y su imputación presupuestaria, además de evidenciar criterios contradictorios en su asignación y distorsionar el resultado económico del ejercicio, pusieron de manifiesto deficiencias en la programación presupuestaria.

--La utilización generalizada de Órdenes de Pago sin Imputación Presupuestaria en los pagos correspondientes a Anticipos, Primas de Seguro y Comisiones.

--La adquisición de 220 coches y 20 locomotoras de larga distancia se concretó sin establecerse con antelación un plan de explotación ferroviaria específico.

--La inexistencia de un proyecto integral para la puesta en servicio del nuevo material adquirido para la ex línea San Martín, manifestada en la falta de coordinación entre la provisión del material rodante y la conclusión de las adecuaciones de infraestructura necesarias, produjo una subutilización de los trenes.

--Los análisis de razonabilidad de precios pagados por el material rodante a las empresas chinas CNR y CSR resultan parciales e incluyen valores tomados como referencia sin su debido sustento.

--Los estudios previos al contrato con CITIC por la compra de coches de subtes no incluyeron un análisis de razonabilidad de precios. En contrataciones posteriores al mismo proveedor se acordaron precios que fueron 21% inferiores.

--Los pagos de las comisiones de compromiso a CSR, CITIC y CNR resultaron superiores a los estimados originalmente.

--En la negociación de los trenes de la línea San Martín se constató la intervención de un representante sin atribuciones legales y en manifiesta oposición de intereses.

--En el caso del ministro Randazzo, no hay ninguna norma que avale expresamente la competencia de su ministerio para la V Addenda que se suscribió con la empresa CSR por los trenes del San Martín.DiarioElAnalista.com

11 de mayo de 2015

La Auditoría General de la Nación, entre la parálisis y la política

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Obstruido por sus miembros oficialistas y con varias investigaciones aplazadas, el principal organismo de control público vive un momento de dilaciones derivado del año electoral y las internas propias. Un informe crítico sobre Jaime y Schiavi será clave esta semana.

Nadie sabe bien qué pasó. Pero a juzgar por los resultados es más que evidente que la armonía dentro de la Auditoría General de la Nación (AGN), el vital organismo encargado de revisar a la administración pública, se quebró. Y si la lupa se posa sobre las últimas maniobras internas, la respuesta es concluyente: el bloque oficialista, conformado mayoritariamente con cuatro miembros, fanatizó mucho más su simpatía oficial.

La ruptura en la sinergia entre los miembros del bando peronista –conformado por Vicente Brusca, Vilma Castillo, Javier Fernández y Oscar Lamberto- y el radical –la minoría, integrada por el presidente, Leandro Despouy, Alejandro Nieva y Horacio Pernasetti- volvió a quedar desnuda la semana anterior, tras la decisión de la mayoría oficialista de aplazar la votación de un informe sobre la compra de material rodante a China, vinculada con la política ferroviaria del Gobierno.


Los auditores del radicalismo se sorprendieron por partida doble. No solo porque el aplazo empieza a volverse una constante, algo inédito en los últimos años, acostumbrados a avalar casi todas las auditorías realizadas. Sino porque el informe sobre la administración ferroviaria machacaba con más énfasis en las gestiones de Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, ya condenadas al desastre, y no tanto en la labor de Florencio Randazzo, actual ministro del Interior y Transporte. El propio Randazzo, por caso, envió a la Auditoría un descargo demasiado light, casi sin darse por aludido.

Para el termómetro interno será clave la reunión del último miércoles de mayo, el 27, en la que los siete auditores volverán a reunirse para redundar en dicho informe. Algunas fuentes de la AGN aseguran que un sector del bloque oficialista –"peronista", como prefieren rotularse, por las dudas- trabaja contrarreloj en la confección de un nuevo borrador, mucho más benévolo con la gestión de compra de trenes del Gobierno.

Pero también será fundamental la postura adoptada por los cuatro auditores peronistas de cara a un trabajo que los especialistas del organismo terminan de delinear y que está relacionado a Ferrobaires, la empresa de transporte del estado bonaerense, solventada en diversas inversiones con presupuesto nacional. Dicho documento, con diversos cuestionamientos, según adelantaron a Infobae, alcanzaría a Daniel Scioli, con importantes chances de suceder a Cristina Kirchner a partir de diciembre próximo.

Más allá de los resultados, tanto radicales como oficialistas lo visten con el sayo de la ruptura a Brusca, un veterano del peronismo porteño cuyo mandato finaliza a fin de año. Dentro del organismo abundan las versiones que dan cuenta de que el auditor busca revalidar su legajo profesional. Qué mejor que congraciarse con el kirchnerismo.

Brusca ya había enviado señales en noviembre del año pasado: fue el único en reprobar el duro informe que dejó al descubierto un déficit de casi 1.000 millones de dólares en la estatal Aerolíneas Argentinas. No se contentó solo con eso. Defendió públicamente la gestión de La Cámpora al frente de la aerolínea.

El auditor volvió a reincidir a mediados del mes pasado, luego del escandaloso archivo de la auditoría preliminar sobre el contrato entre el Estado y la AFA por el Fútbol Para Todos, una medida inédita de la AGN. Fue la primera vez, en muchísimos años, que el colegio de auditores manda un borrador al archivo, para colmo cerca de ser aprobado. Fue la gota que rebasó el vaso. La piedra fundacional de la nueva Auditoría que sucumbió en un estado de parálisis permanente. "No hay irregularidades que haya detectado la Auditoría que justifiquen una denuncia penal. El Fútbol Para Todos es bueno, llega, hace campañas y suple las limitaciones de comunicación que tiene el Gobierno", se habló encima Brusca en los estudios de Infobae TV. "Está más convencido de ser funcionario del Gobierno que auditor de la Nación", respondió Nieva, en los mismos estudios.

El informe preliminar relacionado a la vinculación entre el Gobierno y el fútbol había sido enviado a la jueza María Romilda Servini de Cubría, que investiga diversas irregularidades del contrato. Era lapidario en cuanto al manejo discrecional de los fondos que solventan ese programa.

El sincericidio brutal de Brusca provocó un cimbronazo interno, que se materializó con una supuesta carta de renuncia de Lamberto al bloque, en la que lamentó la forma en que el oficialismo defendió la gestión estatal en el Fútbol Para Todos. "Es una carta privada. Sería una deslealtad al amigo y compañero peronista, con el que disiento", explicó Brusca a Infobae en aquel momento. Es que Lamberto es un añejo dirigente peronista que no comulga demasiado con el kirchnerismo. Al revés de Castillo, que participó en la génesis de la gestión estatal en Aerolíneas Argentinas, y cuya lealtad al Gobierno es su carta de presentación.

Lo de Fernández, el restante auditor del bloque mayoritario, es un tanto más complejo. Lobbista judicial por excelencia, simpatizante del echado Horacio Antonio Stiuso, las versiones en torno al futuro de Fernández en la AGN, tras el desplazamiento del espía, arreciaron hace un mes y medio atrás. En el entorno del auditor ventilaron, por las dudas, que el radicalismo no acompañaría con los votos en el Senado, donde se define la suerte de los auditores. Ahora, la permanencia de Fernández parece más que garantizada.

Lo que nadie garantiza por estos días es cómo continúa el funcionamiento del organismo, atravesado como nunca por la política. Es que en época de campaña, para colmo, el trabajo suele mermar. Como para no confundir los tiempos electorales.InfoBae.com

22 de febrero de 2015

Ordenan megaperitaje sobre manejo de subsidios de trenes

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TBA tiene a cargo las líneas ferroviarias del Sarmiento y Mitre.

La Justicia ordenó una megapericia sobre el manejo de subsidios estatales que hicieron los distintos operadores ferroviarios entre 2003 y 2012, entre ellos la concesionaria Trenes de Buenos Aires (TBA) que explotó la línea Sarmiento.

Es el otro tramo de la investigación por la Tragedia de Once, pues en lo que hace al accidente en sí y las responsabilidades de empresarios y funcionarios del área de Transporte se está realizando un juicio oral y público, mientras que aún sigue en curso una causa sobre los subsidios estatales que recibía TBA, a cargo de las líneas Sarmiento y Mitre.


La empresa hoy tiene a toda su cúpula en juicio de la mano de Claudio Sergio Cirigliano, y fue el Gobierno el que le revocó la habilitación para operar tiempo después de ocurrido el accidente ferroviario de Once, el 22 febrero de 2012, y del cual este lunes se cumplen tres años.

La causa por la tragedia ferroviaria se inició en el Juzgado de Claudio Bonadio, pero fue la Sala II de la Cámara Federal la que le quitó la investigación sobre el tramo de los subsidios estatales y la trasladó al magistrado Sebastián Ramos, a raíz de que éste venía investigando desde antes el manejo de los fondos públicos que recibían las concesionarias.

Fueron los abogados defensores los que objetaron que había a la par dos causas en trámite y el juez Ramos quedó a cargo de la investigación por los subsidios que recibía la empresa TBA al anexarla a una causa anterior.

Dos años antes del accidente, el 20 de abril de 2010, fueron los entonces diputados de la Coalición Cívica Juan Carlos Moran, Elsa Quiroz, Horacio Piemonte, Héctor Flores y Sebastián Cinquerrui, quienes presentaron una denuncia para que se investiguen los subsidios al transporte ferroviario de pasajeros y lo que hace respecto a los fondos recibidos por TBA quedó anexado a esa otra pesquisa.

La investigación en poder de Ramos apunta a determinar qué destino se le dio a los subsidios y si hubo complicidad política, de funcionarios del área de Transporte, en la falta de control de los mismos.

Concretamente se intenta determinar si fue irregular la entrega de esos subsidios y si hubo desvío del fin original que tenían, que era el mantenimiento y mejora del servicio ferroviario.

Ni bien Ramos asumió el Juzgado hace pocos años llevó adelante una gran cantidad de medidas para recolectar pruebas y documentación, no sólo de TBA sino de otros concesionarios ferroviarios, como Metrovías, Ferrovias S.A y UGOFE S.A.

Respecto a TBA dispuso un total de 43 puntos de pericia para conocer el destino de los subsidios estatales: específicamente si la empresa tenía obligación de llevar un registro contable, si existía método de control alguno y si una vez que los fondos públicos ingresaban a las arcas de la empresa perdían su carácter como tal y pasaban a ser patrimonio de la concesionaria.

Sobre la pericia, ordenada por el juez a fines de diciembre pasado pero que se conoce hoy, se notificó a los acusados exsecretarios de Transporte Juan Pablo Schiavi y Ricardo Jaime, así como a otros exfuncionarios y el directorio de TBA.

Se trata de los mismos acusados que son actualmente juzgados por el accidente desde comienzos del 2014 y por el cual el Tribunal Oral Federal 2 pretende llegar a un veredicto a mediados de este año.

En el juicio se los juzga a todos por los delitos de descarrilamiento culposo y administración fraudulenta, excepto al motorman Marcos Córdoba que sólo se lo hace por el primero de ellos.

También dispuso similares puntos de pericia sobre el resto de los concesionarios, Metrovías (por la explotación de la línea Urquiza, los subterráneos de Buenos Aires y el Premetro); y UGOFE (por el tren de la ex línea Roca), entre otros.

Incluso, el juez pidió en la pericia que se señale si los concesionarios cumplieron con las cuestiones de mantenimiento y seguridad requeridas, a raíz de los subsidios recibidos.

Esta causa se encuentra en un estado incipiente, en tanto que la otra está mucho más avanzada y está cerca de conocerse un veredicto a mediados de este año sobre los exfuncionarios involucrados y empresarios, así como el motorman que condujo la formación siniestrada.Terra.com

15 de enero de 2015

En vía muerta: la increíble compra de trenes a España y Portugal

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En cuatro o cinco galpones donde han decidido esconderlos. Quizá sea por vergüenza ferroviaria; quizá por algo de pudor que aún queda en el mundo de los trenes. A 10 años de haberse firmado los acuerdos multilaterales, allí están tirados los vagones importados de España y Portugal, verdaderos cadáveres de acero que ilustran cómo se piensa el transporte en la Argentina de estos tiempos. Un paraíso de desconocimiento, sospechas y comisiones millonarias a sociedades que investiga la Justicia por supuestas relaciones con los funcionarios de entonces.


Todo empezó el 25 febrero de 2005, cuando el gobierno argentino rubricó con España un acuerdo sobre Cooperación en Materia Ferroviaria. Hizo lo mismo con Portugal. A casi una década de aquel momento, cuando los hilos de los trenes los manejaban el presidente Néstor Kirchner ; el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido , y el secretario de Transporte, Ricardo Jaime , sólo queda un puñado de unidades que funcionan, una causa penal, una empresa argentina que facturó miles de euros por una sugestiva intermediación y una enorme cantidad de chatarra ferroviaria por la que se pagaron 223 millones de euros, algo así como (al cambio de ayer) 265 millones de dólares.


Nadie sabe a ciencia cierta cuántos vagones se importaron y dónde está cada uno de ellos. Según un informe de la Auditoría General de la Nación (AGN), serían alrededor de 600 unidades, entre locomotoras y vagones. De todo eso sólo funcionan cinco locomotoras españolas, en las líneas Roca y San Martín, y dos en el ex Ferrocentral; otra formación presta servicios locales en Villa María, Córdoba, al igual que una locomotora Alsthom, a la que esporádicamente se ve por allí. Otra formación traslada pasajeros en el ramal del Roca que une Plaza Constitución con la localidad bonaerense de Alvear. Todo lo demás está abandonado en talleres ferroviarios.


La orden de la Casa Rosada fue que no se vean. Y así se hizo. LA NACION recorrió las playas de Gerli, Remedios de Escalada, Villa Dominico, Retiro y Chascomús. En Gerli quedó una formación destruida, incendiada y vandalizada; detrás de unos altos muros se ven algunas otras. En Chascomús, pese al intento de tapar todo con una media sombra, se ve chatarra de hierro de lo que alguna vez fueron trenes españoles. En Retiro fue necesario treparse a un paredón en Avenida del Libertador y Suipacha para ver cómo se oxidan los portugueses. Ahora la apuesta es China.


Más allá de la cuestionable compra de ese material ferroviario, la trama de la operación, que LA NACION reconstruyó después de dos años de recopilar información, deja ver que quizá no haya sido una mejora de ese medio de transporte lo que se buscó al aceptar formaciones vandalizadas, sino generar un flujo de dinero que asegurara el pago de jugosas comisiones a empresas intermediarias.


El año 2005 había empezado bien para las relaciones bilaterales con España. En enero, el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero , pasó por Buenos Aires. Era el primer viaje de un mandatario de ese país desde 1997. El 31 de mayo se firmó el convenio que le dio operatividad al acuerdo ferroviario. El documento fue suscripto entre la Secretaría de Transporte y Expansión Exterior, una empresa pública española dedicada a facilitar negocios de ese país en el mundo. En ese contrato, las partes convinieron que Expansión Exterior "se ocupará de obtener ofertas de equipos y servicios que puedan interesar a la Secretaría de Transporte [argentina]". Según el tercer punto del acuerdo, la empresa española haría las compras y despacharía las exportaciones por cuenta y orden de la Secretaría de Transporte argentina.

Sin conocimiento del mundo de los trenes, pocos meses después Expansión Exterior contrató a Ingeniería de Técnicas Ferroviarias (ITF), otra firma española que la asesoraba en la compra. El acuerdo avanzó y se seleccionaron 106 vehículos pertenecientes a la Red Nacional de Ferrocarriles Españoles (Renfe) y a Ferrocarriles de Vía Estrecha (FEVE). La empresa de ingeniería peritó el estado de estas unidades. Los de Renfe estaban en Fuencarral (Madrid), Barcelona, Valencia, Soria, Medina del Campo, Zaragoza, Oviedo, Miranda de Ebro y Mérida. Los de FEVE, en Santander y Madrid. Se pagaron 250.000 euros por este trabajo técnico. "En algunos coches, la estructura de sus cajas y techo se encuentran muy oxidadas; también precisan recuperación las ventanas, puertas de acceso e intercomunicación y los fuelles; los sanitarios están en estado de máximo deterioro, al igual que el interiorismo, donde se observan grandes destrozos en cortinas, asientos...", dice la auditoría de ITF.

El primer contrato de compra lo firmó Jaime el 7 de diciembre de 2005, por 8,5 millones de euros. La operación O/0505/068, un documento de 10 artículos, incluyó 12 coches de pasajeros de 26,4 metros, con capacidad para circular hasta 160 km y aire acondicionado, y cuatro para ser usados como repuestos. Además se compraron 3 locomotoras diésel S/319, 4 triplas diésel S/593 en funcionamiento y dos más sólo utilizables como repuestos, y 3 furgones D12 que se podían usar como generadores. Se pagaron 192.701 euros por documentación técnica. Fue el inicio de un plan de compras que duró años (hasta 2010, con Juan Pablo Schiavi como secretario de Transporte), que trajo nulos resultados a la red local y que hasta hace pocos meses el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo , aún seguía pagando.

Hasta entonces era una operación de dudosa utilidad, aunque convencional. Pero el 29 de marzo de 2006 se firmó el contrato más polémico y el que podría llevar a funcionarios argentinos, españoles y empresarios al banquillo de acusados. Reunidos en Madrid, Juan Barba Cáceres y Manuel Molina Ruiz, en representación de Expansión Exterior, y Miguel Ángel Llorente Celaya, por Controles y Auditorías Especiales (Cyaes), suscribieron un acuerdo de "prestación de servicios de asistencia técnica". Uno de los tramos cruciales del acuerdo está en el punto VI. "El 13 de marzo de 2006, Expansión Exterior recibió un escrito de la Secretaría de Transporte en virtud del cual se comunicaba la designación de Cyaes como representante del cliente para colaborar con Expansión Exterior en el desarrollo, instrumentación e implementación del proyecto".

La empresa española dejó sentado en el acuerdo que la contratación se hacía por estricto pedido del gobierno argentino. La previsión no era en vano: el acuerdo por los trenes tenía un costo de 8,4 millones de euros; la intermediación de la empresa indicada desde el Gobierno implicaba el pago -según la cláusula quinta- de 2.282.965 euros, casi el 25% del total del contrato.

Vale detenerse en Cyaes. La firma, que en la Argentina funciona bajo el mismo nombre pero con la sigla Caesa, está presidida aquí por un jubilado de 86 años llamado Ignacio Soba Rojo. El hombre también era presidente entonces de otra sociedad, Delome SA. Con esa empresa se pagaron vuelos al exterior de Jaime y se compró un departamento a su ex pareja, Silvia Reyss -para luego cedérselo a su hija-. Además, tenía a su nombre una cédula verde de un vehículo que se le atribuye al ex funcionario y también se firmaron los papeles de la radio LV2 de Córdoba, que adquirió antes de las elecciones legislativas de 2009. Soba Rojo, sin embargo, pocas veces apareció en escena. El empresario que manejaba los hilos de la empresa era Manuel Vázquez, el lobbista que durante años atendió en sus oficinas de la calle Arroyo al 800, por las que pasaban todos los negocios que se hacían en la Secretaría de Transporte en épocas de Jaime. Justamente en esas oficinas fue el recordado allanamiento en el que la Justicia se llevó una decena de discos rígidos de computadoras que tenían los famosos mails en los que se podían rastrear los pasos de varios proyectos oficiales. Vázquez, un abogado español de 69 años, está radicado desde hace mucho tiempo en el país y se dedica a los negocios. Fue el ladero de Jaime entre 2004 y 2008. En Madrid fundó una consultora asociado con Llorente Celaya, un ex empleado del banco Santander y del Banesto. Ni Vázquez ni Llorente Celaya respondieron a una docena de llamadas que hizo LA NACION a los teléfonos consignados en los documentos oficiales.

Según el contrato, Caesa, la empresa que Vázquez manejaba como propia, está descripta en el punto II como "una sociedad con amplia experiencia en el mercado argentino, especializada en la prestación de servicios de consultoría comercial para todo tipo de estudios y proyectos". El 16 de abril de 2007, un año después que el primero, Caesa firmó otro acuerdo de prestación de asistencia técnica. Esta vez, Soba Rojo fue puesto en Madrid para firmar el contrato, por 913.186 euros. Las cláusulas fueron similares al que se suscribió un año antes, incluso aquella que mencionaba el pedido del gobierno argentino de contratar a esa firma. Por ese entonces, Soba Rojo no tenía problemas para moverse fuera del país; ahora le costaría un poco más, ya que está imputado en la causa en la que se investiga a Jaime por enriquecimiento ilícito.

Los contratos dejaron inquietos a los funcionarios españoles. Según documentos que pudo ver LA NACION, el 20 de marzo de 2007 la sede madrileña del estudio de abogados Jones Day facturó a Expansión Exterior 6960 euros como honorarios por la "elaboración de un informe sobre la validez, licitud y legalidad de la contratación de la empresa Controles y Auditorías Especiales. El estudio no respondió tres mails y dos llamadas telefónicas de este diario.

Expansión Exterior, ahora llamada P4R, tiene nueva gestión. LA NACION se comunicó con Adelaida Rodríguez Baquero, directora jurídica, de Recursos Humanos y Auditoría Interna, y con su presidente, Iñigo Gil-Casares. Vía correo electrónico, se recibió esta respuesta: "El asunto relativo a los contratos suscritos con la administración argentina en el marco de la venta de material ferroviario se encuentra sub júdice y hasta la fecha no nos consta que se haya producido novedad alguna al respecto, siguiendo el asunto, por tanto, en manos de la justicia argentina. Desde el primer momento, Expansión Exterior ha prestado colaboración con la justicia argentina en todas aquellas cuestiones que le han sido trasladadas, siendo la postura de la compañía la de colaborar con la justicia en todas aquellas cuestiones que ésta considere oportunas".

Los contratos empezaron a moverse y, con ellos, la cadena de pagos. Expansión Exterior compraba trenes a Renfe o FEVE, ITF auditaba y el gobierno argentino pagaba. Luego, Cyaes facturaba sus comisiones y nuevamente Expansión Exterior pagaba. Intercambio bilateral de alto vuelo detrás de aquel apretón de manos entre Kirchner y Zapatero.

EL 17 de abril de 2007, Cyaes presentó su primera factura (C-28) por 337.106 euros con las formalidades españolas. En ella constan los domicilios de la empresa: Serrano 25, 4ta. Izquierda, en Madrid, y Arroyo 880, Piso 4° "7", en Buenos Aires. Al pie de la factura, un pedido: "Rogamos el abono en la cuenta 0030100134 0001369271".

Una semana después, la factura C-29 fue por 300.740 euros, con el mismo pedido al pie. En la C-30, del 4 de mayo, el monto por la prestación de asistencia técnica se elevó a 383.586 euros. En 15 días se facturó más de un millón de euros. Onerosa intermediación.

Mientras tanto, en Buenos Aires, Caesa, la empresa presidida por el jubilado Soba Rojo y manejada por Manuel Vázquez, también se frotaba las manos. Mediante sus facturas 39, 40 y 41, de abril y mayo de 2007, envió a España los honorarios por sus servicios, que ascendían a 680.955 euros. El talonario de facturas de Caesa es un canto a las sospechas. Poco antes, en octubre de 2006, utilizó las facturas 27, 30 y 31 para cobrar un informe a Atlantic Aviation Investment (AAI) sobre "las rutas existentes en la Argentina y en el mercado regional, tanto las que están siendo cubiertas por servicios de diferentes compañías, así como aquellas que no tengan servicio actualmente disponible". AAI estaba relacionada con Lan, que entonces pugnaba por entrar al mercado de cabotaje argentino. El acuerdo fue por 1,1 millones de dólares y se hizo en tres pagos. Ocho facturas más adelante, los aviones habían sido reemplazados por trenes.

Los pagos se sucedieron a un lado y a otro del Atlántico. En 2011, según lo que pudo corroborar LA NACION en los registros de Expansión Exterior, se hicieron los últimos pagos a Caesa, por 75.324 y 1278 euros. La exitosa intermediaria se hizo de 2,2 millones de euros, algo así como 2,7 millones de dólares. Todos fueron prolijamente pagados. Un ejemplo de exportación de servicios desde la Argentina.

Hoy poco queda de aquel contrato. Un puñado de trenes que funcionan y centenares, arrumbados. Empresas sospechadas y ex funcionarios, intermediarios y prestanombres que en poco tiempo serían llamados por la Justicia. Ahora la prioridad pasa por China. Apenas escondido debajo de la alfombra queda uno de los mayores escándalos ferroviarios de la historia argentina. LaNación (Por: Diego Cabot)

6 de enero de 2015

Un policía reveló que TBA guardaba la documentación del tren Sarmiento "en un sótano mojado y sin luz"

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El ex subcomisario de la delegación San Martín, Luis Crego Mache, explicó que concurrió a un sótano de la empresa Emprendimientos Ferroviarios (Emfer) por orden del juez federal Claudio Bonadio para allanar el lugar ante denuncias que aludían a quema de documentos por parte de la ex concesionaria TBA.

Pero el policía aludió a un "conflicto gremial" como el motivo de la denuncia.

"Se notaba claramente que ahí había un conflicto gremial. Querían dar la noticia en la televisión y me mostraron cosas que no tenían nada que ver con lo que el juzgado me mandó a secuestrar”, aseguró al declarar ayer en la última audiencia del debate, que se reanudará en febrero próximo en los Tribunales Federales de Retiro.


"Había documentación con fecha de 1992 en un sótano. Estaba en muy mal estado de preservación, yo vi un sótano todo mojado, sin luz, de muy difícil acceso por una escalera donde había cables sueltos, de hecho teníamos miedo de quedar pegados”, recordó.

Ante el Tribunal Oral Federal 2 el efectivo dijo que los documentos estaban comidos "por las ratas" y opinó que "si alguien quiere resguardar información no la va a poner ahí”.

Por el choque del tren en la estación de trenes de Once el 22 de febrero de 2012, en el que murieron 51 personas, son juzgados el maquinista Marcos Córdoba, el empresario Claudio Cirigliano, los ex secretarios de Transporte de la Nacion Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, entre otros procesados.


El debate seguirá desde febrero con más testigos y se espera llegar a un veredicto a mediados de 2015.Telam

11 de noviembre de 2014

Juicio Once: Sobrero apuntó "especialmente" contra Jaime

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Además, el delegado confirmó que el chapa 16 no verificó problemas al de ser controlado

 El secretario general de la seccional oeste de la Unión Ferroviaria, Rubén Sobrero, sostuvo que la noche anterior al 22 de febrero de 2012, el tren siniestrado fue revisado por los mecánicos Daniel Ferrari y Gabriel Cavallone, ambos delegados.

Si bien aclaró que la formación no estaba en una fosa que permitiera observarla por debajo, confió en el criterio de sus compañeros. Además criticó el servicio del Sarmiento y apuntó "especialmente” contra la gestión del ex secretario de Transporte Ricardo Jaime. Después fue el turno de Edgardo Reynoso, también delegado, pero su testimonio fue interrumpido por la indisposición de uno de los miembros del Tribunal. La continuidad de su testimonio podrá escucharse el lunes que viene.


Sobrero además dio detalles de la presunta maniobra, en la que el repuesto de los compresores, dijo, era pintado, envuelto y otra vez llevado a los talleres de TBA. El montaje se realizaba "en la casa del empleado Bravo. Facturaba a nombre de su esposa, que era monotributista”, completó.

Los compresores eran vitales para el sistema de frenado, relató Sobrero, más allá de que sus conocimientos técnicos no alcanzan a ese rubro en particular. El chapa 16 tenía cinco, declaró Reynoso. Y agregó: "Creo que funcionaban bien tres o cuatro”.

En tanto, si bien acusó "especialmente a Jaime” por su inacción, también contó que invitó de manera personal a Juan Pablo Schiavi, en la época que era secretario de Transporte, para que constatara cómo era el servicio. Según dijo, Schiavi quedó "horrorizado” por las condiciones del lugar, sobre todo por la obsolescencia del sistema de señales. En ese sentido, Reynoso también dijo que Schiavi, con el que se reunió cuatro o cinco veces, "pidió perdón a los trabajadores en nombre del Estado cuando recorrió la línea”.

Por otro lado, confirmó que no se reunió con Jaime en ningún momento, y que la empresa se excusaba en que las inversiones debían correr por cuenta del Estado. En ese mismo sentido se expresó Reynoso. "Desde el 99 denunciamos manejos pocos claros de los bienes de la empresa”, dijo Reynoso. Antes, Sobrero se había quejado por la falta de controles de la CNRT.

"El alistamiento es verificar las condiciones para la circulación. Todo mantenimiento diferido fue obviado por TBA. Esas denuncias las llevamos al fiscal Delgado. La mayoría de las notas se las dimos a la Secretaría de Transporte”, puntualizó Reynoso, el encargado de ese tipo de tareas. Sobrero asumió un rol de resignación por no encontrar respuestas a sus denuncias e incluso contó cómo le decían al hombre que hoy no pudo terminar de declarar: "Patrulla perdida”. El apodo, explicó, responde a la rutina de hacer denuncias penales sin hallar eco.


Finalmente, Sobrero confirmó que el chapa 16 no verificó problemas al momento de ser controlado. Recordemos que el tren que manejaba Marcos Córdoba el día del accidente había estado fuera de servicio casi dos meses, por problemas de compresores. Fue puesto en marcha nuevamente cuatro días antes del día de la tragedia. La noche previa lo revisaron dos delegados, que eran mecánicos del depósito Castelar. No le habían encontrado problemas de freno. (Especial El Intransigente).

15 de octubre de 2014

Compra de trenes en España: documentación que llegó desde Madrid complica a Ricardo Jaime

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El juez Ercolini recibió información de España donde se ratifica que el testaferro de Jaime cobró coimas que pagó el Estado argentino. Se gastaron 220 millones de euros en material en malas condiciones.

Ricardo Jaime las hizo todas cuando fue secretario de Transporte del kirchnerismo. Recaudó dinero para su estructura partidaria y para consumo personal. Y por eso lo procesaron por enriquecimiento ilícito. Recibió coimas de empresarios a los que debía controlar y por eso debería ir algún día a juicio oral y público.

Pero además fue la cara visible de la compra de material rodante en España y Portugal. Hicieron esa compra-entre 2004 y 2010- con la promesa de modernizar el sistema ferroviario urbano. Iban a mejorar la forma en que se viajaba. Nada de eso sucedió. Por lo menos hasta después de la Tragedia de Once.


Sin embargo se realizó una compra millonaria de material viejo, que debía ser adaptado a la infraestructura argentina y que quedó arrumbado en las vías de Buenos Aires y sus alrededores. Según la Auditoría General de la Nación (AGN) se gastaron en esas operaciones una cifra cercana a los 220 millones de euros. Al cambio de hoy son unos 280 millones de dólares.


Por ejemplo, cada coche del Sarmiento, comprado en China, luego de que en la Tragedia de Once se produjeran 51 muertes y más de 700 personas resultaran heridas, costó cerca de 1,5 millones de dólares. Es decir que con el dinero despilfarrado por el kirchnerismo en la compra a España y Portugal se pudieron haber adquirido 186 coches similares a los novísimos traídos de China para iniciar la siempre demorada mejora del Sarmiento.

La AGN descubrió que el 44 por ciento de los coches y locomotoras están en desuso -es decir que ni siquiera pudieron ser reparados- y que se pagaron sobreprecios de entre un 117 y 171 por ciento. Y detectó numerosas irregularidades más.

A partir de ese lapidario informe de la AGN, legisladores radicales hicieron una denuncia judicial. La causa por administración fraudulenta y sospecha de coimas, quedó en manos del juez Julián Ercolini. El fiscal del caso, Federico Delgado, había pedido la indagatoria de todos los involucrados en el expediente.

Hace unos días llegó información desde España que alimenta el expediente en manos de Ercolini y empuja la causa hacia las definiciones. La justicia española envió nuevamente la copia de los contratos firmados entre Argentina y España.

Ya los había enviado para una causa judicial que tenía el juez Norberto Oyarbide y que fue anulada debido a que la maquinaria judicial del kirchnerismo desestimó como pruebas los mails hallados en las computadoras de Manuel Vázquez asesor y testaferro de Jaime. La inacción de Guillermo Noailles, fiscal de Investigaciones Administrativas, permitió que los mails no fueran tomados como evidencia de la corrupción pura y dura que reinó en la Secretaría de Transporte durante los primeros seis años del kirchnerismo.

La documentación llegada recientemente desde España ratifica varios hechos de corrupción que habían quedado al descubierto a partir de los mails de Vázquez:

- Que Jaime escribió una carta para autorizar ante las empresas estatales españolas el pago de comisiones (coimas) a CAESA y CYAES, las consultoras de Manuel Vázquez, su empleado y testaferro. Es decir que Jaime le cargó al Estado argentino -que pagó la cuenta- las coimas que cobró él mismo a través de Vázquez.

- Que el pago de las comisiones cobradas por intermediarias que no eran necesarias porque era un acuerdo de Estado a Estado, quedó establecido en los contratos firmados por Argentina y España.

- Que la consultora -sin empleados- del testaferro de Jaime -Vázquez- emitió facturas por las comisiones –coimas- por algo más de 2 millones de euros que fueron cobrados religiosamente. Y que pagamos todos los argentinos.


Con toda esa información disponible, según fuentes judiciales, Ercolini estudia los llamados a indagatoria de los involucrados. Entre ellos están Jaime, Vázquez y tal vez otros ex funcionarios o funcionarios públicos que tuvieron responsabilidad en el desfalco realizado bajo la promesa de cambiar el transporte ferroviario de la principal zona urbana del país. Proceso que comenzó recién en 2012, después de la Tragedia de Once.InfoBae.com

1 de octubre de 2014

Por una cuenta del testaferro de Jaime en Estados Unidos pasaron u$s3,5 millones

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Manuel Vázquez fue el armador de negocios "sucios" del ex secretario de Transporte. Abrió junto a su esposa una cuenta en EEUU, por la que pasó esa cifra millonaria. Empresas ligadas a la jurisdicción de Jaime depositaron dinero allí

Ricardo Jaime necesitaba alguien que le explicara cómo mover dinero negro de aquí para allá. Fue el secretario de Transporte del kirchnerismo entre 2003 y 2009. Primero con Néstor Kirchner -su amigo- y luego con Cristina Kirchner. Jaime manejó subsidios a discreción. Decidió qué empresas harían las obras públicas del área de transporte. Y controló -o no controló- a empresarios prestatarios de servicios de transporte que fueron -en algunos casos comprobados por la Justicia- sus benefactores.


Por la Secretaría de Transporte circulaba dinero negro. Que subía en la estructura kirchnerista, derramaba en bolsillos de los amigos del poder y salía del país.

Jaime, un hombre muy básico para los negocios sofisticados, se apoyó en los consejos de Manuel Vázquez, lobista de una empresa ferroviaria que le explicó al ex funcionario cómo hacer algunas trapisondas.

Vázquez había sido condenado en la Argentina por casos de cheques sin fondos y estafas con facturas. Por eso no podía abrir cuentas bancarias ni tener nada a su nombre en nuestro país. Como nació en Arzúa, La Coruña, Galicia tiene la nacionalidad española y con los documentos europeos fue abriendo cuentas por el mundo.

Junto a la madre de sus hijos Marta Margarita Domínguez, Vázquez abrió en agosto de 2006 una cuenta en el Banco de Inversión Wachovia Securities LLC, que luego pasó a ser propiedad de Wells Fargo. A nombre del matrimonio, la cuenta abierta en Estados Unidos, tuvo como apoderado a Julián Vázquez, hijo de ambos y también testaferro de Jaime.

La relación con esa cuenta del banco de inversión quedó al descubierto en 2010 cuando el diario Clarín reveló el contenido de los más de 20 mil mails que Vázquez tenía acumulados en sus computadoras. A partir de los correos se supo que en una cuenta en el Wachovia Bank de Virginia, Estados Unidos, la empresa aérea LAN realizó transferencias por 1.150.000 dólares. Fue por el pago de una consultoría a la firma Controles y Auditorías Especiales de Argentina SA (CAESA, una consultora de Vázquez sin personal ni trayectoria). LAN siempre dijo que contrató una consultoría con Vázquez. Se sospecha que fue el pago de comisiones por una decisión administrativa de Jaime que favoreció a la empresa chilena.

A partir de los mails se abrieron varias causas judiciales donde los negocios negros de Jaime y su empleado Vázquez quedaron al descubierto. Pero la estructura judicial del kirchnerismo hizo cerrar los casos abiertos a partir de los mails que reflejaban la corrupción en Transporte. El tiro de gracia a la validez de los mails se lo dio el fiscal Guillermo Noailles, a cargo de la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas, quien no apeló un recurso y la nulidad de los mails quedó firme. Funcional a los deseos judiciales del kirchnerismo, Noailles será recordado también por no haber apelado el sobreseimiento exprés que dictó el juez Norberto Oyarbide en la investigación sobre el enriquecimiento del matrimonio Kirchner.

A pesar de que las causas por los mails fueron cerradas, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos envió a la Argentina los movimientos realizados en la cuenta de inversión de Vázquez entre enero de 2007 y julio de 2008, cuando Jaime y su testaferro recaudaban a cuatro manos y repartían felicidades varias.

La información fue a parar a varios de los juzgados y fiscalías federales donde Jaime y Vázquez están investigados. Infobae obtuvo una copia de la documentación de fuentes judiciales.

En las 380 páginas de documentos correspondientes a la cuenta 8779-9038 se advierten los siguientes movimiento de fondos.

- 17 de enero de 2007: transferencia de LAN Chile a través del Citibank a la cuenta de Vázquez en el Wachovia Bank por u$s550 mil.

- 23 de enero de 2007: transferencia de Wachovia Bank al Banco Nación Argentina, sucursal New York, a una cuenta a nombre de Nides SA, por u$s101 mil. Dinero enviado por Vázquez "por cuenta y orden de Lariven Trade SA".

-24 de enero de 2007: transferencia del Wachovia Bank a través de First Caribbean International Bank (Curazao) al ABN AMRO New York, a una cuenta a nombre de Morhead Trade SA, de Vázquez y esposa, por u$s100 mil.

-25 de enero de 2007: transferencia de SDV Transitarios Ltda, compañía de transporte de carga de Portugal, a través del BNP Paribas (Portugal) al Wachovia, a la cuenta de Vázquez por u$s411 mil.

-30 de enero de 2007: transferencia del Wachovia Bank al Bank of America New York (cuenta Caja de Ahorros Galicia) de Vázquez y esposa por u$s298 mil.

-30 de enero de 2007: transferencia del Wachovia Bank al Bank of America New York (cuenta Caja de Ahorros Galicia) de Vázquez y esposa por u$s300 mil.

-5 de julio de 2007: transferencia del Wachovia Bank al Bank of America New York (a una cuenta llamada Caja de Ahorro de Galicia - Serrano 45 - Madrid) por u$s52 mil. Enviado por Vázquez y su esposa para una transacción inmobiliaria.

-12 de septiembre de 2007: transferencia del Wachovia Bank al Bank of America New York (cuenta Caja de Ahorros Galicia) de Vázquez y esposa por u$s300 mil.

-24 de septiembre de 2007: transferencia de Wachovia Bank al Merrill Lynch Bank (Suiza) a una cuenta a nombre de Blue Dolphin International Ltd, de Vázquez, por u$s50 mil.

-9 de octubre de 2007: transferencia del New America Network Inc (Delaware) a la cuenta de Vázquez del Wachovia Bank por u$s12 mil.

-5 de noviembre de 2007: transferencia del Wachovia Bank al Bank of America New York, a la cuenta "Caja de Ahorros de Galicia" de Vázquez y esposa, por u$s46 mil.

-14 de diciembre de 2007: transferencia de Inversiones Satodola SA (Costa Rica) a la cuenta de Vázquez en Wachovia Bank por u$s49 mil.

-1 de febrero de 2008: transferencia del Wachovia Bank al Bank of America New York, a la cuenta "Caja de Ahorros de Galicia" de Vázquez y esposa, por u$s50 mil.

-21 de mayo de 2008: transferencia de CAESA a la cuenta de Vázquez en el Wachovia Bank por u$s17 mil.

-5 de junio de 2008: transferencia de CAESA a la cuenta de Vázquez en el Wachovia Bank por u$s49 mil.

-5 de junio de 2008: transferencia de CAESA a la cuenta de Vázquez en el Wachovia Bank por u$s103 mil.

-7 de julio de 2008: transferencia del Wachovia Bank al Bank of America New York, a la cuenta "Caja de Ahorros de Galicia" de CAESA, por u$s156 mil.

Del movimiento de la cuenta, según la documentación enviada por las autoridades judiciales de Estados Unidos al edificio de Comodoro Py, se desprende que LAN envió dinero.

Y que también lo hizo la empresa de transporte SDV de Portugal que trasladó trenes comprados en ese país, operación que realizó Jaime y que se encuentra bajo investigación judicial. La millonaria compra de trenes de España y Portugal, con la que el kirchnerismo había prometido "modernizar el sistema ferroviario", está bajo investigación por sospecha de pago de coimas autorizadas por Jaime, y además porque buena parte del material está en desuso.

De la lectura del resumen de cuenta se desprende también que Vázquez tiene cuentas abierta en España hacia donde envió dinero desde Estados Unidos y que también hizo operaciones hacia cuentas en Suiza y Curazao, entre otros paraísos fiscales.

Si bien en la documentación sobre la cuenta se detallan los movimientos realizados entre enero de 2007 y julio de 2008, también se adjuntan resúmenes de las operaciones que se hicieron desde la apertura de la cuenta en 2006.

Según ese extracto, por la cuenta de Vázquez pasaron 3,5 millones de dólares. El hombre, con dinero negro compró y vendió activos financieros y realizó otras inversiones que quedaron reflejadas en el resumen de la cuenta de Wachovia. Luego en 2009, cuando Jaime dejó su cargo en Transporte, la cuenta se fue apagando.

El movimiento en la cuenta de Vázquez es otra prueba más de la corrupción que reinó en la Secretaría de Transporte cuando Jaime estaba a cargo. Los funcionarios judiciales que investigan el enriquecimiento de Jaime sostienen que el dinero de Vázquez y su hijo Julián fue obtenido mediante negocios oscuros en la administración pública.

La pregunta es una sola: si el testaferro llegó a tener 3,5 millones de dólares en una cuenta, ¿cuánto dinero recaudó de manera ilegal Ricardo Jaime? La respuesta es desconocida, pero seguramente tiene más de siete ceros.INFOBAE


6 de mayo de 2014

Vilma Ripoll: “Que Jaime viaje en tren y en turista, para que tome de su propia medicina”

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Redacción Crónica Ferroviaria

Ante el pedido del ex secretario de Transporte Ricardo Jaime para no asistir al Juicio de Once, la dirigente Vilma Ripoll del MST-Nueva Izquierda señaló: “Deberían obligarlo a viajar desde Córdoba en Tren y en clase turista, para que tome de su propia medicina. Además de caradura es mentiroso, tiene aviones y propiedades, lo que no tiene es vergüenza”.


Ripoll agregó: “Jaime es una muestra de que los grandes robos crecen de la mano del poder político, y con la impunidad que les brindan el Estado y la Justicia. Mientras existan funcionarios que usen la función pública como trampolín para el enriquecimiento personal, se hace cada vez más necesario impulsar la ley de los padres de Once por la imprescriptibilidad de los casos de corrupción estatal que se terminan pagando con vidas”.

23 de abril de 2014

Jaime negó responsabilidades sobre la tragedia ferroviaria de Once

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"No tengo ninguna responsabilidad", dijo el ex secretario de Transporte y agregó que las pericias demostraron que "el tren frenaba".

El ex secretario de Transporte Ricardo Jaime remarcó hoy que las pericias realizadas por la tragedia de Once demostraron que "el tren frenaba", al tiempo que señaló que no tiene "ninguna responsabilidad" en el siniestro ferroviario que provocó 51 muertos y más de 700 heridos.

El ex funcionario nacional manifestó que "está demostrado en las pericias del propio juez (Claudio Bonadio) que el tren frenaba y no frenó", y recordó que "al año siguiente hubo otro choque y se demostró que fue por una distracción del motorman".


"No quiero hablar sobre lo que pasó en el accidente de 2012 porque yo renuncié a mi cargo en el 2009 y no me quiero hacer cargo de algo de lo que no tengo ninguna responsabilidad, pero sé que tampoco tienen responsabilidad los funcionarios y eso se determinará en el juicio", afirmó en declaraciones a radio La Red.

El ex secretario añadió que "no se puede hablar de estrago ya que se estaban realizando inversiones que permitían llegar a la gente a su destino y por eso el crecimiento de pasajeros".

Por último, manifestó su "solidaridad" con los familiares de los 51 fallecidos en la tragedia de Once y envió sus "condolencias por el sufrimiento que han tenido y que siguen teniendo".

"Lamentamos que la causa se haya querido politizar y no esté encauzada en el marco de lo que corresponde a las pericias que el juez hizo", agregó el ex responsable nacional de Transporte.


Jaime desligó su responsabilidad el lunes pasado cuando prestó declaración indagatoria como imputado en el juicio que investiga el accidente ocurrido el 22 de febrero de 2012. (Télam)

16 de abril de 2014

Ordenan elevar a juicio una causa contra Jaime, que queda más cerca de ir preso

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Es por fraude en el Belgrano Cargas. Acumula 5 procesamientos.

El juez federal Claudio Bonadio ordenó ayer elevar a juicio la causa seguida al ex secretario de Transporte Ricardo Jaime por presunta defraudación por administración fraudulenta en una licitación relacionada con la concesión de la línea ferroviaria Belgrano Cargas, lo cual lo deja con más posibilidades de ir a prisión como le pasó a María Julia Alsogaray hace diez años por la multiplicidad de procesamientos penales.

Para el juez hubo “una inequívoca voluntad” de Jaime “de convalidar arbitrariamente hechos y giros de dinero que ya se habían concretado, motivados en una licitación que duplicaba el monto inicial presupuestado y que no tenía respaldo legal por parte de la Administración”.

De vuelta. Jaime regresó ayer a un juzgado en Comodoro Py./DAVID FERNANDEZ

Junto con Jaime también irán a juicio el ex titular de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte Pedro Ochoa Romero y el ex secretario general de la Unión Ferroviaria José Pedraza, preso por el homicidio del militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra.

Jaime y Ochoa Romero son juzgados actualmente por su presunta responsabilidad penal en la llamada “tragedia de Once”, el accidente ferroviario ocurrido en la cabecera de la línea Sarmiento el 22 de febrero de 2012, en donde a ambos se les ofrecerá la próxima semana la oportunidad de declarar (ver páginas 43 y 44).

“Por respeto a las víctimas, declaro primero en Once y luego daré explicaciones”, dijo ayer Jaime en los tribunales de Comodoro Py al ser consultado por el último procesamiento sufrido el viernes pasado en una causa penal. Es la que más puede complicarlo, ya que está acusado de enriquecimiento ilícito al no haber podido justificar unos 12 millones de pesos en bienes a nombre de familiares y allegados.

Jaime acumula ya al menos cinco procesamientos en causas penales y hasta una condena a seis meses de prisión por haber intentado ocultar pruebas durante un allanamiento en la provincia de Córdoba en el marco de la causa por enriquecimiento ilícito.

La causa elevada ayer a juicio por Bonadio refiere a un presunto sobrepago en la licitación de la rehabilitación del ramal San Miguel de Tucumán-Concepción, autorizado por Jaime. “Los fondos girados por el Estado Nacional a Belgrano Cargas fueron desapareciendo, no alcanzando su destino de pago a la empresa contratada para la obra”, había expresado el juez al procesar al ex secretario de Transporte.

En aquella ocasión, el juez dictó la prisión preventiva de Jaime y hasta ordenó su detención, pero el ex funcionario se mantuvo en situación de prófugo hasta que la sala I de la Cámara Federal le concedió la eximición de prisión.

Además de esta causa, Jaime también se encuentra a la espera de la realización de otros dos juicios orales. En ambos casos, por el delito de dádivas. Uno por el departamento que ocupaba, propiedad de la empresa que controla la Terminal de Omnibus porteña y otro por los vuelos privados que le pagaban los concesionarios del ferrocarril Sarmiento.Clarín