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30 de septiembre de 2020

Tragedia de Once: Marcos Córdoba obtuvo la libertad condicional

Actualidad

El maquinista del tren de la tragedia de Once salió hoy de la cárcel de Marcos Paz, donde cumplía su condena por el choque que causó 51 muertos el 22 de febrero de 2012. La Fraternidad llamó a “reflexionar sobre las responsabilidades a la que se ven expuestos los Trabajadores del Transporte”.

La decisión fue del juez Jorge Gorini, del Tribunal Oral Federal 2 que tuvo a cargo el juicio oral en el cual Córdoba fue condenado a tres años y tres meses de prisión. Córdoba salió del penal bonaerense poco después de la firma de la resolución, acompañado por su abogada Valeria Corbacho.

El juez le impuso la obligación de realizar un “tratamiento psicoterapéutico de seguimiento y contención”, fijar residencia y tuvo en cuenta que el ex maquinista presentó una oferta laboral para ocuparse del mantenimiento de una cancha de golf en un club. Además, se aludió al informe favorable emitido en la cárcel, ausencia de antecedentes penales y “clara observancia de los reglamentos carcelarios por parte del condenado”.

“Entiendo que el pronóstico de reinserción social del interno es favorable”, concluyó Gorini. Córdoba manifestó tener posibilidad de reincorporarse a la empresa Trenes Argentinos Operaciones, porque dijo que su contrato seguía “activo” pese a no percibir remuneración, pero luego agregó otras posibilidades laborales.

El maquinista quedó preso el 5 de octubre de 2018, cuando la Cámara Federal de Casación Penal confirmó la condena recibida en el juicio oral. La pena vencerá el 31 de diciembre de 2021 pero se recordó que el 20 de junio pasado obtuvo una reducción de su condena de dos meses por estímulo educativo, a raíz de los estudios que cursó en el penal.

La Fraternidad opinó sobre la liberación de Córdoba

Por su parte, el Sindicato de conductores de trenes de La Fraternidad sostuvo hoy que la liberación de Córdoba en “forma condicional” fue por haber cumplimentado la tercera parte de la condena con excelente conducta, en la sanción judicial impuesta por el primer accidente de Once, “debiendo el compañero ajustar su vida a todas y cada una de las obligaciones y normas restrictivas que impone la Libertad Condicionada”, señalaron.

Así, La Fraternidad expresó “su beneplácito por haber cumplido con la Declaración de Principios de nuestros fundadores, y haber posibilitado ajustarse a derecho a su representado. Nuestra realidad impone reflexionar sobre las responsabilidades a la que se ven expuestos los Trabajadores del Transporte y a la vez exaltar los permanentes y renovados esfuerzos de las Organizaciones para profundizar la capacitación técnico- profesional en nuestra actividad.”

Para el gremio ferroviario, “en una sociedad madura y responsable debieran actuar en la misma dirección las Empresas de Transporte en el mantenimiento e inversión del material tractivo y la infraestructura, el Poder Legislativo en el necesario debate sobre una Ley de Coordinación y Regulación Federal de Transporte sobre la base de la ‘Complementariedad de los Modos Técnicos Alternativos’, y el Estado Nacional en recuperar los Ferrocarriles Argentinos para el Proyecto Nacional”, concluyeron.Notitrans.com

23 de mayo de 2020

Procesaron a cuatro peritos del juicio por la Tragedia de Once por mentir para perjudicar al conductor del tren

Actualidad

La resolución judicial analiza el comportamiento de los expertos durante el juicio realizado en el Tribunal Oral Federal 2 que determinó responsabilidades por el choque sucedido en 2012

Cuatro ingenieros que actuaron como peritos en la causa y en el juicio oral y público por la Tragedia de Once fueron procesados por el delito de falso testimonio agravado. El juez federal Marcelo Martínez De Giorgi consideró probado que los expertos mintieron durante el juicio para perjudicar a Marcos Córdoba, el motorman que conducía el tren que chocó contra el andén el 22 de febrero de 2012.


La causa se inició en abril de 2016 cuando el tribunal Oral Federal 2 que en diciembre había dictado condenas por la Tragedia de Once denunció a los peritos por falso testimonio. El caso quedó a cargo del juez Claudio Bonadio quien falleció el 4 de febrero pasado. Martínez De Giorgi subroga el juzgado que estaba en manos de Bonadio. El fiscal del caso es Carlos Rívolo quien, cuando impulsó la causa, acusó a los ingenieros de haber tenido “una tendenciosa actuación procesal, guiados presumiblemente por la intención de atribuir responsabilidad penal únicamente al motorman de la formación siniestrada -Marcos Antonio Córdoba- pretendiendo limitar cualquier tipo de extensión de reproche hacia los restantes imputados en aquel juicio”.

Los ingenieros procesados por falso testimonio agravado son Raúl Díaz (perito oficial), Alejandro Héctor Leonetti (perito por la Secretaría de Transporte), Horacio Faggiani (perito por la Comisión Nacional de Regulación del Transporte) y Julio César Pastine (perito por Trenes de Buenos Aires). Estos ingenieros habían sido procesados por Bonadio y aquella resolución revocada por la Cámara Federal que consideró que era prematura la decisión del juez y que no se había podido probar que mintieron para perjudicar a Córdoba. El motorman, vale recordar, es uno de los que cumple condena con prisión efectiva por el caso.

El procesamiento firmado ayer por Martínez De Giorgi, al que accedió Infobae a través de fuentes judiciales, analizó el comportamiento de los cuatro peritos sobre tres puntos fundamentales del caso. Focalizó el juez sobre lo que dijeron los peritos procesados acerca de la velocidad a la que el tren entró en la estación de Once el 22 de febrero de 2012; la explicación sobre la función que tenía el paragolpes del andén 2 de la estación que no funcionó y por último el acaballamiento (debido al estado deplorable de la carrocería del tren) del segundo vagón sobre el primero de la formación que determinó buena parte de las muertes ocurridas aquel día. Como consecuencia del choque hubo 51 muertos y más de 700 heridos.

Al comienzo de su resolución Martínez De Giorgi señaló que “bajo estos parámetros entonces serán ponderados y evaluados los diferentes elementos de convicción reunidos, los cuales -a juicio del Tribunal- adquieren suficiente entidad como para demostrar -con el grado de provisionalidad exigido- que durante la intervención de los ingenieros Díaz, Leonetti, Faggiani y Pastine -en aquel juicio-, existió una acción premeditada para hacerle cargar con toda la responsabilidad del suceso acontecido el día 22 de febrero de 2012 al conductor de la formación Marcos Antonio Córdoba, intención que además habría tenido en miras limitar toda extensión del reproche hacia los demás encausados”.

Es decir que, para el juez los peritos procesados quisieron culpar a Córdoba y de ese modo salvar a los empresarios de la firma Trenes de Buenos Aires (TBA) –que explotaba el ferrocarril Sarmiento- y a los ex funcionarios públicos condenados por su responsabilidad en la falta de control del mantenimiento de los trenes. La tesis sobre la única responsabilidad del motorman en la Tragedia de Once fue la defensa política del kirchnerismo y se extiende hasta la actualidad. En los últimos días, Ricardo Jaime, condenado por la Tragedia de Once y por recibir coimas de empresarios -entre ellos los de TBA- se consideró un preso político y volvió a sacar a luz la teoría de que Córdoba fue incitado a chocar el tren para perjudicar al gobierno de entonces. El Tribunal Oral Federal condenó tanto a Córdoba como a los empresarios y ex funcionarios del área de Transporte porque consideró que hubo responsabilidades conjuntas en la Tragedia de Once. Esa condena fue confirmada por la Cámara de Casación. Varios de los condenados cumplen prisión efectiva, entre ellos Jaime y Córdoba.

Martínez De Giorgi analizó la actuación de los peritos procesados en el juicio oral y público respecto de la velocidad a la que se produjo el choque. Esa respuesta de los expertos era fundamental porque a partir de ello se podía determinar si el sistema de frenos había sido o no accionado por Córdoba.

Dijo el juez: “De esta forma, la comunidad probatoria reunida da cuenta suficiente de la responsabilidad penal que deberán asumir los encausados en torno al juicio de reproche formulado, pues se encuentra acreditado que durante la instrucción del sumario los nombrados argumentaron una interpretación del registro del GPS (análoga a la que -a la postre- se convalidara en la sentencia), pero en la instancia posterior -esto es, durante el debate- tal exégesis cambió, y fue mutando en la medida de sus necesidades, a partir de nuevas disquisiciones no sólo alejadas de aquella originaria definición, sino particularmente carentes de todo razonamiento lógico y que, por añadidura, se acomodaban hacia un solo único objetivo, desnaturalizar cualquier hipótesis vinculada a la existencia de una maniobra de frenado por parte del motorman.

Así, la falta de argumentos lógicos, la constante transformación de sus afirmaciones y razonamientos -mediante los cuales fueron acomodando sus interpretaciones de acuerdo a las exigencias del momento-, y fundamentalmente la total ausencia de un respaldo científico y/o bibliográfico que explicara justificadamente los motivos para descartar el registro de 20 km/h del GPS -vinculado estrictamente a la hipótesis de frenado por parte del conductor-, terminan por confirmar el grado de sospecha que ha ceñido sus intervenciones”. Y agregó “puesto que cada uno de ellos era pleno conocedor de las conclusiones arribadas en el informe presentado, y pese a ello, resolvieron deliberadamente modificar su razonamiento y sin mayor análisis, durante el juicio, intentaron descalificar uno de los elementos objetivos de análisis -reporte del GPS- para aventurarse en realizar un nuevo estudio que sorprendentemente carecía de toda lógica y profesionalidad, direccionando su labor para la construcción de una hipótesis fáctica -inexistencia de maniobra de frenado, previo a la colisión- que perjudicaba directamente al motorman, Marcos Antonio Córdoba (repárese lo ínsito en sus declaraciones, que conducían a descartar de plano la existencia de una acción de frenado por su parte, y lo convertían, de esa forma, en el único responsable del accidente), diluyendo así la responsabilidad de los demás imputados, respecto a la deplorable condición que presentaba no sólo del tren siniestrado sino también la infraestructura”. La síntesis de lo dicho por el juez Martínez De Giorgi es que durante la instrucción de la causa dijeron una cosa y la cambiaron durante el juicio para responsabilizar sólo al motorman.

El juez analizó también lo que los peritos procesados dijeron en el juicio sobre el paragolpes hidráulico del final del andén 2 que no funcionaba al momento del choque. Durante el juicio oral y público sostuvieron que el paragolpes había cumplido con su función que era evitar que el tren se metiera en la estación llena de gente. “Con fundamento en lo expuesto y dadas las circunstancias, queda claro que la voluntad de los imputados estuvo orientada a “tergiversar” el significado y alcances del término “parachoques” y “pared de impacto de fin de vía”, y así poder deslindar las responsabilidades emergentes de los demás causantes en la causa principal, a excepción de Córdoba, respecto del estado inoperante del parachoques, intentando -del modo indicado- transfigurar el verdadero objetivo y naturaleza de esa tecnología. Es que pretender sostener que la finalidad del paragolpes sería únicamente evitar que la formación traspase a la zona de circulación del público, pero no así evitar el daño al tren que colisiona, carece de todo sustento y contradice cualquier criterio de lógica o sentido común. En definitiva, siendo la finalidad de un paragolpes amortiguar, apaciguar o disminuir los efectos de una colisión, mediante la absorción de la energía cinética, y partiendo de la velocidad constatada al momento del impacto -esto es, de 20 km/h-, es perfectamente apropiado asumir que, si el sistema hidráulico hubiera funcionado adecuadamente, la magnitud del siniestro indudablemente hubiera sido de menor envergadura”., explicó Martínez De Giorgi.

Otro de los aspectos en los que para Martínez De Giorgi quedó probado fue que los peritos procesados mintieron fue respecto del acaballamiento de un vagón sobre otro. Eso se produjo -según se explica en la resolución- debido a la corrosión y el óxido que presentaba el tren (modelo 1962) que redujo la resistencia del material y provocó el efecto que resultó mortal. El juez afirmó que: “En contraposición a lo sostenido durante el juicio por los imputados, quedó demostrado en la causa principal que de haberse cumplido las tareas de mantenimiento comprometidas contractualmente, renovado las unidades y/o evitado el deplorable estado que presentaban al momento del siniestro, bien podría haberse afrontado la colisión contra el paragolpes de fin de vía -por cierto, inoperante- con mayor integridad, de modo que el proceso de acaballamiento podría haber sido de menor envergadura, reduciéndose -por añadidura- las consecuencias lamentablemente verificadas”.

Martínez De Giorgi sostuvo que la actuación de los peritos fue direccionada. El juez señaló que “todo hace presumir que la intervención de los profesionales que aquí se trata, habría respondido directamente a las estrategias defensistas de quienes los designaran, apartándose -de esa manera- de las obligaciones inherentes al cargo -auxiliares de justicia- y de las premisas fijadas consecuentemente por el tribunal, para comprender acabadamente lo que había ocurrido aquél fatídico día 22 de febrero de 2012”.

El juez -en el procesamiento en que embargó por $ 200.000 a Díaz, Leonetti, Faggiani y Pastine- concluyó que “los imputados, a lo largo del juicio, enfática y reiteradamente sostuvieron que, en el último tramo del trayecto recorrido por el tren, previo al impacto contra el paragolpes del andén N°2 de la estación de Once, no se verificó ninguna maniobra de frenado. Del mismo modo se pronunciaron en orden a la inexistencia de fallas o anomalías del material rodante y de la infraestructura -incluyendo el paragolpe del Andén N°2- que hubieran posibilitado el lamentable suceso, contexto que claramente estaba dirigido a perjudicar la situación procesal del motorman, Marcos Antonio Córdoba, por un lado, y beneficiaba a los demás encausados”.Infobae.com

5 de julio de 2018

Tragedia de Once: Un perito con más dudas que certezas

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Se trata de Juan Brito, cuyas afirmaciones acerca del frenado del tren fueron decisivas para las imputaciones realizadas por el juez.

El perito clave en el caso de la tragedia de Once naufragó ayer ante el Tribunal Oral Federal número 2, tuvo que admitir errores e incluso reconocer que sus conclusiones originales fueron sacadas de forma autónoma, al margen de la junta de peritos, lo que podría llevar a anular todo lo que sostuvo. De los siete peritos que actuaron en la causa original, todos concluyeron inicialmente que los frenos del tren funcionaban, lo que ponía en el centro de la escena al maquinista Marco Antonio Córdoba, quien no accionó los frenos y entró a demasiada velocidad a la estación. Sin embargo, uno de esos mismos peritos, Juan Alfredo Brito, en forma sorpresiva, se presentó después con un escrito propio en el que se contradijo a sí mismo y sostuvo que no se podía asegurar la capacidad de frenado. La conclusión de Brito fue una base que tomó el juez Claudio Bonadio para sustentar las imputaciones en la causa inicial y también la utilizaron después los jueces del Tribunal Oral para fundamentar las condenas en el llamado juicio Once I. Ahora, se está realizando Once II, con el ex ministro Julio De Vido como principal acusado. Ayer, Brito hizo agua en una audiencia clave, en la que declararon al mismo tiempo y de forma coloquial seis peritos. Brito quedó totalmente solo.


En principio, el debate giró alrededor del carácter de las conclusiones presentadas por Brito respecto de los frenos. El perito admitió que no las había planteado en la junta de peritos, sino que fue un trabajo autónomo, por fuera del coloquio entre los especialistas. Los juristas dicen que eso es nulo, ya que cualquier perito puede tener una disidencia, pero la tiene que plantear inicialmente dentro de la junta y luego está en condiciones de presentar sus conclusiones en disidencia con la mayoría. En el caso de Once, Brito coincidió en las conclusiones con los demás peritos pero luego, sin que nadie lo supiera, se presentó con un dictamen distinto, contrario al  de los otros peritos oficiales. Incluso el juez lo usó para imputar a los demás por falso testimonio, dando por bueno sólo lo sostenido por Brito. Ya en marzo de este año, la Cámara Federal absolvió a los cinco peritos denunciados por el magistrado señalando que no actuaron con dolo y que no estaba para nada probado que habían mentido en sus conclusiones.

Además, ayer, Brito naufragó en casi todas las cuestiones técnicas que afirmó originalmente en su disidencia. Por ejemplo, dijo entonces que la proporción de compresores–coches del tren era deficitaria porque la relación era que había tres compresores que funcionaban en cuatro coches. Cuando ayer le preguntaron argumentó que tomó ese dato de un gráfico incorporado al expediente. Los demás peritos y abogados de la defensa pidieron que se exponga el gráfico y se verificó que la proporción era menor, cuatro compresores funcionaban en los seis coches del tren. “Sí, ese fue un error mío”, admitió Brito.

–¿Pero esto no modifica la capacidad de frenado del tren? ¿No es mayor la capacidad de frenado con esta proporción que con la que usted señaló? –le preguntaron en la audiencia.

–No, no. Bueno, la verdad que sí– terminó reconociendo el perito.

Brito también trastabilló cuando le preguntaron por otro ingrediente de sus conclusiones relacionadas con la velocidad. El perito afirmó que utilizó un programa llamado Matemática en el que lo decisivo son los datos que se ingresan. Cuando le preguntaron de dónde sacó esos datos contestó que del GPS, pero resulta que ese dato fue inexistente, de manera que la conclusión fue errónea.

Brito también había dictaminado que la tragedia fue peor a raíz de los niveles de óxido que tenían las formaciones. Ayer admitió que el óxido se puede medir en un laboratorio, pero que él no recurrió a ninguna medición: la hizo a ojo. Los peritos le señalaron que confundía polvo con óxido. A eso, Brito no tuvo respuesta.

Es decir que durante la audiencia, todos los especialistas que actuaron en el caso se mantuvieron en sus conclusiones, incluso aunque los había denunciado el juez. El único que afirmó que no era seguro que el tren podía frenar, terminó admitiendo errores de todo tipo, fallas fundamentales, en su dictamen.

El saldo de la declaración de ayer fue que quedó reafirmado el dictamen mayoritario de los peritos: que los frenos funcionaban, por lo tanto el tren estuvo a la deriva, sin tracción (sin aceleramiento) ni frenado en los últimos 300 metros; que chocó a 25 kilómetros por hora, cuando debía llegar al anden a cinco kilómetros por hora y que ni siquiera la estructura de paragolpes hubiera frenado una formación que entrara a Once a más de 12 kilómetros por hora.

En los hechos, lo ocurrido favorece incluso a algunos de los que fueron condenados en el anterior juicio porque reitera que una causa fundamental, directa, de la tragedia fue la inacción del motorman. Página12.com

21 de julio de 2017

De Vido pidió juicio por jurado en la causa por la tragedia de Once

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La defensa del  diputado se lo hizo saber al TOF4, que en principio deberá llevar adelante el juicio oral y público. Basó el pedido en "la necesidad de contar con un juicio justo, libre de sospechas".

El diputado nacional y ex ministro kirchnerista de Planificación e Infraestructura, Julio De Vido, expresó que prefiere ser sometido a un juicio por jurado, en el proceso por su responsabilidad en la tragedia ferroviaria de Once, en la que murieron 51 personas en febrero de 2012.

Así lo informaron hoy fuentes judiciales a DyN y precisaron que la defensa del actual diputado nacional se lo hizo saber al Tribunal Oral Federal 4 (TOF4), que en principio deberá llevar adelante el juicio oral y público.


De Vido basó esa pretensión en "la necesidad de contar con un juicio justo, libre de presiones o sospechas políticas, que finalice con una sentencia dictada por un tribunal independiente e imparcial".

El juez federal Claudio Bonadio envió en septiembre pasado a juicio oral y público al exministro de  Planificación Federal por la tragedia ferroviaria de Once, en la que 52 personas murieron en febrero de 2012.

Bonadio también envió a juicio a Jorge Gustavo Simeonoff, exjefe de la Unidad de Renegociación y Análisis de Contratos de Servicios Públicos (UNIREN).

Ambos están acusados por los delitos de “estrago culposo” y “administración fraudulenta” por los subsidios que  concedió el Estado a la concencionaria TBA, entonces a cargo del servicio del tren Sarmiento.

El 10 de mayo, Bonadio había procesado a De Vido como presunto coautor del delito de descarrilamiento y partícipe necesario de defraudación contra la administración pública por administración fraudulenta y le trabó un embargo por 600 millones de pesos.

Cuando lo procesó, el juez entendió que al momento del accidente, De Vido tenía “efectivo conocimiento del deficiente estado del material rodante de la concesionaria”, como así también del “sostenido decaimiento de los bienes dados en concesión para la prestación del servicio”.

De concretarse el juicio contra De Vido y Simeonoff, sería el segundo proceso oral y público por la tragedia de Once, dado que en 2015 concluyó el primero en el que fueron condenados los secretarios de Transporte Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi; el dueño de la empresa que explotaba el servicio Claudio Cirigliano (TBA); el maquinista del tren Marcos Córdoba y otros 17 exdirectivos de la compañía.

El primer juicio fue llevado adelante por el Tribunal Oral Federal 2 que dispuso en su veredicto que el debía ser investigada la responsabilidad de Julio De Vido, quien fuera titular de la cartera de la que dependía la secretaria de Transporte cuando se un tren de la línea Sarmiento chocó en la estación de Once.ElCronista.com

10 de mayo de 2016

Línea Urquiza: Investigan si hubo delitos en la concesión a TBA de “El Gran Capitán” y el “Tren Binacional”

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Redacción Crónica Ferroviaria:

El Fiscal Federal Franco Picardi, según el medio Fiscales.com formuló el requerimiento de instrucción para iniciar una investigación en la que se buscará determinar si se cometieron delitos al otorgar la concesión a las empresas Trenes de Buenos Aires y Cometrans de los servicios ferroviarios conocidos como “El Gran Capitán” y el “Tren de los Pueblos Libres”, que unían Buenos Aires con Misiones y a la Argentina con Uruguay, cuando se encontraba en pleno trámite la causa por la Tragedia de Once, que el 22 de febrero de 2012 provocó la muerte de 51 personas y 789 heridos.


Según Fiscales.com, la nueva pesquisa se originó a partir de los testimonios vertidos en el marco del debate oral y público, que en Diciembre pasado culminó con condenas para empresarios y funcionarios de la empresa T.B.A. y los ex Secretarios de Transporte de la Nación, Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, entre otros.

El Tribunal Oral Federal N°2 dispuso la extracción de testimonios y su remisión a la Cámara Federal de Apelaciones para el sorteo; dicho tribunal “sostuvo, en concordancia con lo indicado por el Sr. Fiscal de juicio al momento de alegar, que existían elementos suficientes para sospechar que en el marco de tales concesiones se cometieron distintas irregularidades que ameritaban el inicio de una investigación al respecto”, recordó Picardi en el escrito presentado ante el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi.

“Es que, al momento en que se produjo la disposición de tal acto administrativo se encontraba en pleno trámite la causa de origen, y aún con la posibilidad de incumplimiento en el desempeño de su concesión respecto de las líneas Mitre y Sarmiento, les fue confiado un nuevo servicio ferroviario”, agregó el representante del Ministerio Público Fiscal. De esa forma, el Tribunal entendió que estando en condiciones de rescindir el contrato de concesión por los reiterados incumplimientos constatados por el organismo interno de control (Comisión Nacional de Regulación del Transporte), “la autoridad oficial no habría adoptado las medidas pertinentes y permitió al consorcio empresario ampliar sus negocios”. Picardi señaló que los magistrados del tribunal denunciantes concluyeron que esa presunta connivencia es la que debe ser investigada.

De esa forma, el objeto procesal de la causa “se circunscribe a establecer si en el marco del otorgamiento, por parte de los organismos oficiales correspondientes, de la concesión a las empresas Trenes de Buenos Aires S.A. y Cometrans S.A. de los servicios ferroviarios conocidos como ‘Tren Misionero’ o ‘El Gran Capitán’ y ‘Tren Binacional’ o ‘Tren de los Pueblos Libres’, se cometió alguna conducta delictiva relevante en materia penal”. Finalmente, el titular de la Fiscalía Federal N°5 sugirió una serie de medidas de prueba, que incluyen pedidos de información y documentación a la Inspección General de Justicia (IGJ), el Ministerio de Transporte de la Nación y la CNRT.

30 de marzo de 2016

Tragedia de Once: se conocieron los fundamentos de la sentencia a Jaime y Schiavi

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El Tribunal Oral Federal N°2 concluyó que los ex funcionarios conocía el estado del sistema ferroviario y que no hicieron nada para mejorarlo, a pesar de las advertencias de la CNRT y la AGN; el documento introduce la presunta responsabilidad de De Vido

Tres meses después de condenar a seis y ocho años de prisión a los ex secretarios de Transporte de la Nación, Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, respectivamente, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 2 de la ciudad de Buenos Aires dio a conocer los fundamentos de la sentencia en los que argumenta la responsabilidad de los ex funcionarios en el accidente del 22 de febrero de 2012 en el que murieron 52 personas en la estación de Once.


El escrito, de 1415 páginas que fue entregado a los abogados defensores en pen drive -no hubo lectura debido a la extensión de los fundamentos- también describe la responsabilidad del motorman, Marcos Córdoba, de los hermanos Mario y Claudio Cirigliano (ex gerentes de las empresas Trenes de Buenos Aires y Cometrans) y de los otros 23 imputados por el fatal accidente.

"Las autoridades de la compañía tomaron la determinación de que la flota de material rodante a su cuidado prestase servicio en un deplorable estado de mantenimiento, situación que les permitió solicitar la reconstrucción integral del material rodante con fondos del erario público y en beneficio de la empresa Emprendimientos Ferroviarios SA -también controlada por Cometrans-, evidenciándose así la complicidad con los funcionarios públicos del área de transporte", dicen los fundamentos elaborados por los jueces Jorge Alberto Tassara, Jorge Luciano Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu.

"Consideramos que Juan Pablo Schiavi y Ricardo Raúl Jaime han prestado un aporte fundamental para la concreción de esta artimaña ya que, en sus respectivas gestiones a cargo de la Secretaría de Transporte de la Nación, tenían la obligación de supervisar el control y la fiscalización de la operación del sistema de transporte ferroviario de pasajeros", sostiene. "Desde ese cargo, cumplían un rol como brazo ejecutor en esta materia de la autoridad de aplicación, y en virtud de ello debían velar por el correcto mantenimiento de los bienes concesionados a las empresas prestatarias del servicio ferroviario y a la vez por una circulación segura de los trenes".

Para el TOF 2, tanto Jaime como Schiavi "tenían acabado y pleno conocimiento del estado del material rodante como de la política empresaria que llevaba adelante la firma Trenes de Buenos Aires y, pese a ello, obturaron toda posibilidad de que se adopte alguna medida para evitarlo". Todo esto ocurrió "pese a las constantes alertas que recibieron de parte de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte y de la Auditoría General de la Nación".

Los ex funcionarios "tenían el deber de supervisar el control y la fiscalización de los servicios de transporte, asegurando la calidad del servicio; resultando del modo en que llevaron cabo estas tareas el reproche en punto a la defraudación constatada".

El Tribunal profundiza también en la figura del ex ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, para quien solicitaron, el día de la sentencia, extracción de testimonio para investigar su posible responsabilidad con lo ocurrido en febrero de 2012.

"Pese a haberse acreditado una intervención determinante en los hechos de parte Juan Pablo Schiavi y Ricardo Raúl Jaime, quienes durante el ejercicio de sus cargos posibilitaron la creación de riesgos ilegítimos, ello no eximiría de responsabilidad a Julio Miguel De Vido, ya que difícilmente se puede alegar un desconocimiento acerca de las circunstancias que aquí hemos probado", concluyen los jueces.

Conducta temeraria

Para el caso de Córdoba, el Tribunal consideró oportuno no dejar pasar que en cada una de las responsabilidades que le atribuyeron para condenarlo a 3 años y 6 meses de prisión la ex TBA "ha realizado su considerable y determinante aporte para la superación de la permisión normativa". Fue por eso, explicaron los jueces, que debieron responder en el proceso la plana directiva y parte de la gerencial de dicha empresa.

Conductor de la trágica formación Chapa 16, Oscar Córdoba

"Córdoba violó reglas de la buena conducción ferroviaria al superar los límites de velocidad máxima establecidos para el recorrido e ingreso a la estación terminal, al disponer la anulación del freno de emergencia conocido como de hombre muerto y al aplicar en forma tardía - y sin los recaudos que ameritaba- un sistema de detención que se presentaba con el fenómeno de freno largo", describe el Tribunal. "A través de esos incumplimientos incrementó el riesgo propio de la actividad ferroviaria por encima del permitido, peligro que finalmente se concretó en el resultado causado", agrega.

En cuanto a los excesos de velocidad el TOF 2 dio por probada una falta en Ramos Mejía donde circuló a 73 km/h cuando lo máximo era de 70 km/h y varias infracciones en la ciudad de Buenos Aires, donde no se podía superar los 60 km/h. En Liniers, Villa Luro, Flores y Caballito Córdoba circuló por encima de lo permitido el 22 de febrero de 2012.Fuente: LaNación

30 de diciembre de 2015

Marcos Córdoba: “Soy inocente, hice todo lo posible para frenar ese tren”

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A Marcos Antonio Córdoba le cuesta hablar. Pide que la charla sea corta y avisa que está desilusionado. El maquinista que conducía el Chapa 16 que chocó contra la estación de Once el 22 de febrero de 2012 creyó que iba a poder comenzar una nueva vida, pero el Tribunal Oral Federal Nº2 lo acaba de condenar a tres años y medio de prisión y siete de inhabilitación, por considerarlo parte responsable del delito de estrago culposo, "por haber causado la muerte de 51 personas, más una por nacer". No quiere dar detalles del noviazgo que empezó después de la tragedia pero, en la primera entrevista de sus 29 años, el motorman le dice a Tiempo que es inocente, que se siente una víctima más, y llora al reconocer su temor de ir a prisión.


–¿Cómo repercute este fallo en usted?

–Estoy angustiado, dolido, decepcionado. No tengo muchas palabras más. Esto, sinceramente, no me lo esperaba. Pensé que iba a ser absuelto porque soy inocente. Hice todo lo posible: frené el equipo y el equipo no respondió. Si hubiese estado todo bien, ¿por qué el equipo no frenó? ¿Por qué no frenó, cuando yo frené a una distancia prudencial? Mucho ánimo no tengo. Digo lo que siento, lo que me parece injusto.
–¿Puede reconstruir cómo fue aquella mañana?

–Lo que no se me va a borrar nunca más son los gritos de la gente, los estallidos, cuando cortaban los fierros. La herida superficial se va, pero la que te queda siempre es la que tenés en el corazón y en la cabeza. Eso no te lo borra nadie.

–¿Le quedaron heridas del choque?

–Me quedó una marca en el pie, pero no es nada en comparación con lo que llevo acá (Córdoba señala su corazón).

–Inmediatamente después del hecho fue internado y quedó incomunicado. ¿Quién le contó lo que había pasado?

–Al principio fue todo rápido. Me enteré de la cantidad de fallecidos recién cuando fui a declarar, tres días después. Me encontré con mi abogada y el juez, y ahí me fui informando cómo fueron las cosas.

–¿Quiénes fueron los responsables de lo que pasó?

–No sé. Para eso están las pruebas. Las cosas están más que claras. Fue un juicio extenso. Yo no soy juez. Lo único que sé es que soy inocente porque hice todo lo posible para frenar ese equipo.

–¿Tenía experiencia suficiente para ese trabajo?

–Yo soy personal idóneo, por eso figuro así en el carnet. Estudié para ejercer esa profesión.

–¿Qué significaba para usted el oficio de ferroviario, de maquinista?

–Soy tercera generación de ferroviarios. No pensé que me iba a gustar, pero entré y me gustó. Me di cuenta de que el ambiente es muy unido. Te sentís contenido con ellos. Estaba cómodo con mi trabajo. Era un simple trabajador. Pero cambió mi vida. Lo primero que quiero es reacomodarla.
–¿Cómo han sido estos casi cuatro años?

–De mucha lucha, día a día. Ser fuerte para mí y para mi familia. Tratar de llevarlo como uno puede. Pero la cabeza sigue pensando cómo va a seguir la vida. No es simple. Traté de despejarme, pero uno no puede sacar esto, por más que lo intentes. Es una huella que se lleva siempre. Mi familia me ayuda, es mi gran apoyo. Y mi novia. Pero de mi vida privada no quiero hablar.

–¿Tiene miedo de ir a la cárcel?

–Sí. A cualquier persona inocente le da miedo. Una persona trabajadora, que se levanta todas las mañanas para ir a trabajar y de repente agarran tu vida y te dicen que sos culpable y que te pueden dar tres años y seis meses… Tres años de no ver a tu familia, de no disfrutar ninguna fiesta, un cumpleaños ni nada con tu familia… Obvio que da miedo. Miedo, dolor.

–¿Hay algo que quisiera decirles a los familiares de las víctimas?

–Que me solidarizo con ellos. No sé si este resultado los convence. Pero cuando leyeron la sentencia, aunque a mí me acusaron, me di vuelta y miré cómo se abrazaban. Y vi todo ese dolor que sienten. Por más que hayan dado sentencia como dieron, ellos van a llevar ese dolor por siempre, así como lo llevo yo. Soy una víctima más porque yo sentí, estuve ahí. Está bien, no he perdido familiares como ellos, pero sentí lo mismo que sintieron ellos. «

"La sentencia no refleja lo que se vio en el juicio"

“Estos fallos hacen que al país no se le dé el mensaje que se le tiene que dar”, dice Valeria Corbacho, abogada de Córdoba, indignada por el fallo que condenó a su defendido. “Vamos a ver lo que pasa con los fundamentos en marzo. Lo que nos decepciona y nos duele profundamente es que no pueden convivir una falla humana y una falla mecánica. Está probado que los frenos del tren no funcionaban correctamente. Si te lo doy a manejar, vos frenás con distancia más que suficiente y no te frena, no te puedo responsabilizar. No puedo exigirle a ningún conductor más pericia de la que tuvo Córdoba. No podemos ser todos responsables por todo. Estoy ansiosa por ver por qué el jefe de material rodante (Luis Ninoná) resultó absuelto. No sé qué juicio vieron estos jueces. La sentencia no refleja lo que pasó en estos dos años de juicio”.

Corbacho adelanta que apelará, y agrega: “Esto pasaba permanentemente. En una estación intermedia, no pasaba nada. Pasó en la terminal”.Ámbito.com

29 de diciembre de 2015

Tragedia de Once: Dictan sentencia para los acusados

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Redacción Crónica Ferroviaria

En estos momentos se está dictando sentencia a los acusados por el terrible accidente ferroviario ocurrido el día 22 de Febrero de 2012 en la estación Once de Septiembre de la Línea Sarmiento a la formación de trenes eléctricos chapa 16.


El Tribunal Oral Federal 2 condenó a las siguientes personas (entre las más conocidas)

Claudio Cirigliano (T.B.A.) 9 años de prisión

Ing. Juan Pablo Schiavi (ex Secretario de Transporte de la Nación) a 8 años de prisión

Ing. Ricardo Jaime (ex Secretario de Transporte de la Nación) a 6 años de prisión

Roque A. Cirigliano (T.B.A.) a 5 años de prisión

Conductor Marcos Córdoba a 3 años de prisión

Hay que recordar que en total son 28 los procesados por uno de los más violentos accidentes ferroviarios que hubo en el país donde les costara la vida a 51 personas (1 mujer embarazada) y 789 heridos.

28 de diciembre de 2015

La sentencia por la tragedia de Once

Actualidad

Familiares de las víctimas de la tragedia ferroviaria de Once, que provocó la muerte de 51 personas, se mostraron confiados en que mañana, cuando se dé a conocer el fallo del Tribunal Federal II, habrá condena para los acusados que están siendo juzgados. Así lo auguró María Luján Rey, la mamá de Lucas Menghini Rey, una de las víctimas, quien dijo tener la “tranquilidad” de que se escuchará en los tribunales “un fallo que, al igual que este juicio, será histórico”.

“Entiendo que será histórico por las condenas. Entiendo que será histórico porque será la señal de que, por lo menos, empieza a ponerle fin a la impunidad”, insistió.


Y completó: “Condenar a los responsables aunque sean funcionarios de un gobierno de turno, aunque estos sean empresarios poderosos, amigos de los gobiernos, me parece que es una señal de esperanza para todos de que la justicia nos iguala, nos pone en un pie de igualdad y que el que comete un delito tiene que dar cuentas y tiene que pagar”.

Mañana, el tribunal integrado por los jueces Jorge Alberto Tassara, Jorge Luciano Gorini y Rodrigo Giménez Uriburu, leerá la sentencia del juicio que comenzó en marzo de 2014 y que intenta dilucidar responsabilidades por el choque del 22 de febrero de 2012, cuando un tren de la línea Sarmiento colisionó en el andén número 2 de la estación terminal Once y provocó la muerte de 51 personas.

Por la tragedia se encuentran imputadas 28 personas, entre ellas los ex secretarios de Transporte Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, para quienes el fiscal de la causa, Fernando Arrigo, pidió 11 años de prisión y 10 años y 10 meses de cárcel, respectivamente, por administración fraudulenta en concurso real con el delito de estrago culposo agravado. Además, se encuentran acusados el ex dueño de TBA Sergio Cirigliano y la cúpula directiva de la empresa y el maquinista Marcos Córdoba.

Consultada sobre el veredicto, Rey dijo sentir “total confianza” respecto a un resultado condenatorio y consideró que existen “pruebas contundentes que tiene el tribunal en sus manos para valorar la responsabilidad de cada uno de los responsables”.

“El día de la sentencia es el momento que esperamos, pero sabemos que no es el fin. Después viene otra lucha. Primero, para enfrentar toda la etapa de apelaciones porque según sean las sentencias o apelarán los condenados o apelaremos los familiares a instancias superiores.” Luego, dijo, será “momento de luchar para que sean sentencias firmes y de cumplimiento efectivo”. “Me atrevo a confiar y tener esperanza que las condenas sean firmes y que cada uno de los condenados cumpla su prisión de manera efectiva”, sostuvo.Página12.com

14 de octubre de 2015

Tragedia de Once: "Se busca descargar la culpa sobre el eslabón más humilde", afirmó la defensa del conductor de la formación Chapa 16T

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La abogada del maquinista Marcos Córdoba, Valeria Corbacho, afirmó esta mañana que "se busca descargar la culpa sobre el eslabón más humilde" por la tragedia de la formación del ferrocarril Sarmiento que conducía su cliente y que el 22 de febrero de 2012 colisionó en la estación porteña de Once, provocando la muerte de 51 personas, entre ellas una embarazada.

En el juicio "se demostró la maniobra de querer descargar la culpa sobre el motorman, el más humilde eslabón de la cadena", inició Corbacho su alegato ante el Tribunal Oral Federal 2 en el barrio porteño de Retiro, que juzga el choque del tren "Chapa 16".


En la primera de las dos jornadas que se prevé dure el alegato final de la defensa de Córdoba, su abogada aseguró que el día de la tragedia el maquinista recibió "chatarra" para conducir.

Además, aseguro que la situación sobre el mal estado de los trenes había sido advertida desde 2009 por el gremio a la concesionaria y que no hubo ningún control sobre el estado del servicio ni sobre el uso dado a los subsidios.

"Hubo advertencas del gremio sobre la falta y mal estado de compresores que dificultaban frenar trenes desde 2009", afirmó Corbacho.

Y remarcó que Córdoba trabajaba en la "incertidumbre y de acuerdo a las condiciones que imponía la empresa que ponía sobre sus hombros el peligro"

"La falta de mantenimiento de esta chatarra que venía por la vía desde Moreno hasta Once no permitiría atenuar lo que pudiera ocurrir", agregó Corbacho.

"Se aprecia claramente el origen y la razón de esta tragedia", continuó tras enumerar una supuesta falta de compresores en los trenes, de velocímetros, entre otros aspectos, y agregó que "esta situación correspondía a todo el sistema ferroviario y nada hace suponer que uno de sus trenes, el Chapa 16, sea la excepción".

Según consideró, "la seguridad era el centro del problema porque estaba todo mal" por parte de la ex concesionaria del ferrocarril Sarmiento, TBA y de quienes debían controlar y "sistemáticamente consintieron los incumplimientos".

Córdoba tiene un pedido de condena de tres años y ocho meses de prisión por parte de la fiscalía de juicio al entenderlo responsable de "estrago culposo agravado".

Dos querellas pidieron condenarlo a 22 años de cárcel mientras que otras dos no lo acusaron.

Con el alegato de su defensa se abrió la etapa del juicio dedicado a escuchar a los abogados de los procesados, entre ellos los ex secretarios de Transporte Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, el empresario Claudio Cirigliano y ex directivos de TBA, entre otros. Telam.com

2 de octubre de 2015

Tragedia de Once: "Si no había pruebas, no hubiera acusado a todos los imputados"

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Fernando Arrigo, el fiscal de la tragedia de Once, repasó sus alegatos en las cinco audiencias. "Lo que pasó no fue una casualidad", aseguró.

En las últimas dos semanas del juicio que investiga las responsabilidades por la llamada "tragedia de Once", la atención estuvo dirigida a una sola exposición: el alegato del fiscal. Durante cinco audiencias, Fernando Arrigo expuso su visión de lo ocurrido y culminó la alocución pidiendo penas por estrago culposo y administración fraudulenta para la mayoría de las 28 acusados, incluyendo a directivos de TBA -la empresa que tenía la concesión de la línea Sarmiento-, a ex funcionarios del área de Transporte de la Nación -entre los que se cuentan los ex secretarios Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi- y al maquinista Marcos Córdoba, el único al que sólo le adjudicó el delito de estrago (ver aparte).

Fernando Arrigo, el fiscal de la tragedia de Once

Quizás porque es la primera vez que le toca alegar en una causa con víctimas fatales, o tal vez por la magnitud de este proceso judicial y los dos años que lleva trabajando en él, el fiscal se mostró emocionado al cierre de la presentación que hizo ante el Tribunal Oral Federal Nº2: "Esta causa es por una injusticia que todavía duele mucho", se justifica ante este diario, y agrega: "Toda esa gente, los pasajeros, fueron invisibles hasta que pasó lo que pasó."

Antes de empezar a ocuparse de las presentaciones que los abogados defensores harán la próxima semana en torno a su alegato, Arrigo recibió a Tiempo y explicó su parecer sobre lo que pasó el 22 de febrero de 2012 en la estación terminal de Once, cuando el tren Chapa 16 chocó contra el paragolpes y dejó a 51 personas muertas –una de ellas embarazada- y 789 heridos, en una de las mayores tragedias ferroviarias de la historia argentina. "Lo que pasó no fue una casualidad", asegura.

–Se puede suponer por qué los imputados pudieron haber sido responsables de lo que pasó e incluso del mal estado de los trenes. Pero, ¿por qué usted entiende que la responsabilidad es penal?

–Hay que tener en cuenta, por un lado, la administración fraudulenta, que significa que no custodiaron, no cuidaron, y perjudicaron al Estado Nacional en sus bienes, particularmente en el Chapa 16. Por otro lado, la tragedia de ese día fue consecuencia de la negligencia e impericia. Hubo distintos aportes y todos fueron determinantes. Por ejemplo, la falta de mantenimiento: las reparaciones generales empezaron a vencer en 2003. Se encontró óxido en las formaciones, que genera tensiones y facilita la rotura del material. De las personas que murieron, 21 fueron por estar aplastadas y el resto por las lesiones del impacto. Este acaballamiento se facilitó por la existencia del óxido. Ahí se ven los distintos roles de cada uno y el modo en que no cumplieron con que el transporte de pasajeros fuera seguro. Esto abarca a los funcionarios de la secretaría, a los de la Comisión Nacional de Regulación de Transporte (CNRT), a los empresarios y a Córdoba. Lo que pasa es que la conducta de Córdoba estaba condicionada por el mal estado de las formaciones y su poca capacidad para conseguir otro trabajo. Si alguno de los imputados hubiera actuado diligentemente, no hubiera pasado lo que pasó.

–En el alegato, usted habló de la necesidad de investigar al ministro de Planificación Julio De Vido. ¿Por qué el último responsable es el secretario de Transporte?

–Una de las querellas pidió que (De Vido) fuera citado a declarar. Yo lo que dije fue que hay una causa en trámite, en la que está imputado, y que ese trámite debe continuar para que se resuelva su situación procesal. Sobre las responsabilidades, eso se dispone en el requerimiento de elevación a juicio (que estuvo a cargo del juez Claudio Bonadio), y por otro lado están las pruebas. Ese es el límite.

-En los choques de trenes posteriores del Sarmiento, la imputación alcanza sólo al maquinista. ¿Por qué este caso es distinto?

-No sé, porque no estuve en los otros. Lo que veo en este caso es que hay pruebas para demostrar la falta de supervisión y de mantenimiento. Si no hubiera habido pruebas, no los hubiera acusado.

–¿En qué se evidencia la negligencia de Córdoba?

–En no haber aplicado el freno de emergencia a los 100 segundos de haber advertido el freno largo (con poco aire) en la zona de ingreso a la estación y con eso probablemente evitar el choque.

–Él dice que no le funcionó.

–Al igual que todos los imputados, está tratando de defenderse. En ese ejercicio de la defensa le está permitido hasta mentir. El accidente podría haberse evitado y con eso es suficiente para formular una acusación. Él se dio cuenta de que la formación no frenaba. Y luego está el tema de la velocidad desarrollada por la formación, por arriba del permitido.

–¿Y qué pasó con el freno llamado "hombre muerto"?

–Si hubiera funcionado el freno de emergencia, no hubiera tenido que recurrir al hombre muerto o al freno de guarda. Pero demuestra una conducta negligente por parte de Córdoba el haber tomado la formación sin el freno de guarda y haber desconectado el hombre muerto. 

–¿Puede ser que eso tenga que ver con su poca experiencia?

–De haber seleccionado para conducir ese tren a una persona con más antigüedad, que la había, muy probablemente hubiera tirado el freno de emergencia a tiempo. Pero son hipótesis.

–Schiavi sostiene que no era potestad de él dar de baja la concesión del servicio y que le resulta llamativo que usted tenga coincidencias con la defensa de Córdoba.

–Se está defendiendo. Dejen que exponga lo que quiera.

–¿Cuán importante como prueba es el mail que Roque Cirigliano (ex gerente de Material Rodante de TBA) mandó a la empresa cinco días antes del choque diciendo que el Chapa 16 estaba "condenado a la inactividad"?

–Muy importante. La falta de mantenimiento se sabía pero lo que no imaginamos era que ellos mismos iban a reconocer que en marzo podía colapsar, como dice ese mail. Como dijo un testigo, era un Cromañón ferroviario.

–Si Córdoba hubiera hecho lo mismo en un tren nuevo, ¿la cantidad de muertos hubiese sido la misma?

–Creo que hubiese sido menor.

–¿Cómo explica que en la mitad de las querellas sólo se haya acusado al maquinista y en la otra mitad se señalara a todos excepto al motorman?

–Son estrategias diferentes. Y actuaciones con intereses diferentes. Los abogados están representando víctimas. Algunos, y me parece legítimo, acuerdan por una suma de dinero una reparación.

–¿Qué hubiera cambiado en el juicio la presencia de Leandro Andrada (el maquinista que le entregó a Córdoba la formación esa mañana y fue asesinado al año en un confuso episodio)?

–Creo que mucho, porque él da un dato importante: esta formación tardaba mucho más en dejar operativo el sistema de freno. Ahí teníamos la primera pista de que era un freno de emergencia con poco poder.

–¿Por qué incluyó la pericia, a pesar de las objeciones que se le hicieron?

–Me dio la sensación de que no querían ir mucho más allá de lo que había. Además le modificaron tantas cosas al tren peritado que cada vez se parecía menos al Chapa 16. Traté de no considerar muchas conclusiones porque había inconsistencias, pero sí los datos que contenía.
–¿Por qué se emocionó durante el alegato?

–Cada vez que me acuerdo de esas familias, en las que algunos sintieron culpa de sobrevivir y se suicidaron, familias que quedaron desintegradas… Y cómo murieron… Les tiraron aceite con vaselina y agua. A uno le arrancaron el brazo porque no lo podían despegar. Cómo viajaron durante años… Ese dolor y esa posición tan digna de las víctimas hoy reclamando justicia... Yo no sé cómo sigue una mamá a la que se le muere un hijo. Me genera mucho dolor. El grupo social de estas víctimas es el más vulnerable. Pensemos que hay gente que viajaba en tren porque no le alcanzaba la plata para viajar en otro medio. Es una injusticia que duele mucho. De las que me tocó, es la causa que más me ha conmovido. Estamos hablando de gente que viajaba en jet privado o que se iba de vacaciones al extranjero con la plata de TBA. La contrapartida de eso es lo que pasó.  «

Las penas pedidas en la causa

Para el maquinista Marcos Córdoba, el fiscal pidió tres años y ocho meses y es al único que sólo imputó por estrago culposo agravado. El resto suma el delito de defraudación contra la administración pública, con penas que van de 3 a 11 años, y son de cumplimiento efectivo.

Las penas más altas fueron solicitadas para el ex secretario de Transporte de la Nación Ricardo Jaime -a quien pidió unificarle la pena con una sentencia previa de seis meses en suspenso- (11 años, y Juan Pablo Schiavi, quien ocupaba ese sillón al momento del hecho (diez años y diez meses). Les siguen los empresarios Sergio (diez años y once meses) y Mario Cirigliano (diez años y seis meses, al igual que a Roque) y los interventores de la CNRT Pedro Ochoa Romero (diez años y seis meses) y Antonio Sícaro (diez años). A Miguel Werba y a Carlos Lluch, con roles jerárquicos en TBA, no les imputó el estrago.InfoNews.com

22 de septiembre de 2015

Tragedia de Once: Arrigo dijo que el tren del accidente debería haber sido reparado

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La Fiscalía acusó a directivos de Trenes de Buenos Aires (TBA) por las irregularidades y deficiencias en el funcionamiento del ferrocarril Sarmiento, en la continuación de su alegato en el juicio por la tragedia ferroviaria de Once, que provocó la muerte de 51 personas.

El fiscal Fernando Arrigo dedicó su segunda audiencia de alegatos ante el Tribunal Oral Federal 2 a advertir sobre la falta de mantenimiento en los trenes del Sarmiento, línea ferroviaria en la que se produjo el siniestro del 22 de febrero de 2012.

"Las formaciones del Sarmiento registraban atraso en las reparaciones", sostuvo, y aseguró que esas irregularidades eran avaladas por ex funcionarios imputados en el juicio, entre ellos los ex secretarios de Transporte Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi.


El representante del Ministerio Público insistió en advertir que los ex funcionarios kirchneristas tenían "la posibilidad de fiscalizar a TBA y ordenarle modificar el servicio" y no lo hicieron.

El fiscal Arrigo apuntó en este sentido al ex responsable de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) Eduardo Sícaro, a quien responsabilizó de "omisión deliberada" por no haber "resguardado debidamente los bienes del Estado".

El martes, el fiscal Arrigo inició su alegato apuntando a todos los imputados por la tragedia ferroviaria, y explicó que iba a desglosar sus fundamentos en tres grupos de responsables del siniestro.

El fiscal continuó su alegato, que demandará varias jornadas, fundamentando las bases de su acusación contra los ex funcionarios kirchneristas, los hermanos Mario y Sergio Claudio Cirigliano que estaban al frente de la concesionaria TBA, y el maquinista Marcos Córdoba, entre otros imputados.

La Fiscalía manifestó su intención de acusar a los funcionarios y empresarios por los delitos de "administración fraudulenta" y "estrago".

Asimismo, atribuyó responsabilidad en el siniestro ferroviario al maquinista Córdoba por su "negligente forma de conducción" del tren chapa 16 que chocó contra el paragolpe del andén 2 de la estación de Once.

Las audiencias por la tragedia de Once seguirán hoy en los tribunales federales de Retiro, donde el fiscal Arrigo continuará con su alegato.

Las cuatro querellas que representan a familiares de víctimas realizaron pedidos divididos de condenas para los 28 imputados. Dos querellas pidieron penas de 22 años para la maquinista por considerarlo el único responsable del siniestro ferroviario.

En tanto, las otras dos querellas consideraron inocente al motorman y reclamaron condenas de hasta 18 años de prisión para ex funcionarios y empresarios de TBA.InfoBae.com

16 de septiembre de 2015

Alegato fiscal por la tragedia de Once

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El fiscal federal Fernando Arrigo afirmó ayer que la conducta seguida por quienes tenían a su cargo la custodia de bienes del Estado fue “determinante” para el choque del tren en la terminal Once, el 22 de febrero de 2012, y que causó 51 muertos y casi 800 heridos.

Arrigo comenzó su alegato durante la mañana, ante el Tribunal Oral Federal Dos (TOF2), a cargo debate que se realiza en la Sala Auditorium de Comodoro Py 2002 de la Ciudad de Buenos Aires. Se estima que el alegato se prolongará varias jornadas.


La formación Chapa 16 de la línea Sarmiento, cuya concesión tenía la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA), chocó el 22 de febrero de 2012 con el paragolpes del andén dos de la terminal ferroviaria, por causas que se buscan dilucidar en este juicio.

Arrigo se expedirá sobre las responsabilidades que tuvieron en el hecho el maquinista Marcos Córdoba, ex funcionarios públicos y directivos de las empresas TBA y de Cometrans, que controlaba a la anterior.

Antes, el TOF2 debió resolver un planteo del fiscal debido a la ausencia de uno de los procesados, el empresario Mario Cirigliano, ausente por un cuadro de gastroenteritis.

Arrigo sostuvo que era necesaria la presencia del procesado para que pudiera escuchar la eventual acusación y las pruebas en su contra.

El TOF2, integrado por Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Jorge Tassara, decidió que mientras dure su internación en el Hospital Italiano, Mario Cirigliano siga los alegatos por el sistema de videoconferencia.

La acusación de la fiscalía fue precedida por las de las cuatro querellas, dos de las cuales sólo pidieron pena para Córdoba, en tanto que las restantes reclamaron la absolución del maquinista y penas para los funcionarios públicos y empresarios.Página12

7 de septiembre de 2015

Tragedia de Once: piden 22 años de cárcel para el maquinista

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El pedido lo realizó una de las querellas, que representa a víctimas y familiares, en el juicio. Para el abogado Jesús García, el maquinista Marcos Córdoba "es el único autor de lo sucedido". Le atribuyó entrar al andén "sin accionar los frenos", así como "haber desactivado el mecanismo de freno automático 'hombre muerto'".

La querella que representa a víctimas y familiares en el juicio por la tragedia de Once, que provocó la muerte de 51 personas, pidió hoy al tribunal que el maquinista del tren siniestrado, Marcos Córdoba, sea condenado a 22 años de prisión.

Conductor Marcos Córdoba

"Córdoba es el único autor de lo sucedido", alegó el abogado de la denominada querella número 1, Jesús García, y le atribuyó entrar al andén "sin accionar los frenos", así como "haber desactivado el mecanismo de freno automático 'hombre muerto'".

La querella imputó a Córdoba el delito de descarrilamiento doloso, del artículo 191 del Código Penal, incisos 3 y 4, que castiga a quien "empleare cualquier medio para detener o entorpecer la marcha de un tren o para hacerle descarrilar".

El inciso 4 de ese artículo incluye castigos de "reclusión o prisión de 10 a 25 años si resultare la muerte de alguna persona".

"La causa de la colisión responde exclusivamente a la conducta que asumió Marcos Córdoba al no accionar los frenos de la formación de manera previa a la llegada al andén", enunció, y sostuvo que con ello produjo "lesiones al menos a 795 personas y la muerte a por lo menos 51 personas".

Sobre el carácter doloso, o intencional, de la conducta atribuida al ferroviario, consideró que "no se evidenciaron justificaciones atendibles (por parte de Córdoba) respecto de por qué no aplico los frenos en los últimos 300 metros de recorrido del tren".

La querella número 1 finalizó con su alegato de más de cuatro horas y el Tribunal Oral Federal 2 dispuso que a partir de las 15 prosiga la querella número 2. Mañana realizará su presentación la querella número 3 y la semana próxima la 4.

García, que abrió la etapa de alegatos, sostuvo que "el tema de los frenos es una cuestión fundamental a fin de desentrañar qué sucedió aquel 22 de febrero de 2012" en la estación de Once.

La querella repasó las conclusiones de las diferentes pericias hechas tras el accidente, que concluyeron, dijo García, que "los frenos funcionaban normalmente, al contrario de lo que declaró Marcos Córdoba en varias oportunidades al formular sus descargos".

En ese sentido, insistió en que los peritos observaron en sus revisiones que "no hay evidencia objetiva de fallo o mal funcionamiento del sistema de frenos de la formación 16", así como tampoco en "el freno de emergencia" ni en el sistema de seguridad llamado "hombre muerto".

"Presumiblemente antes de ingresar al andén se habría anulado (por parte de Córdoba) el sistema de seguridad 'hombre muerto'", que de funcionar accionaba automáticamente el freno de emergencia, remarcó el querellante, e indicó que "la formación 16 ingresó al andén a una velocidad de 26 kilómetros por hora".

La querella sostuvo que "los resultados obtenidos en los dictámenes técnicos que fueron presentados en la causa dan cuenta de que Córdoba ha sido mendaz en sus dichos", al declarar como imputado ante el Tribunal Oral Federal 2.

Córdoba, a quien defiende la misma abogada que en otros juicios representó al ex mandatario Fernando De la Rúa, Valeria Corbacho, por disposición del sindicato de los maquinistas La Fraternidad, está acusado en principio del delito de "descarrilamiento forzoso".

Este juicio comenzó el 18 de marzo de 2014 y, luego de más de 100 audiencias y 225 testigos, ingresó en la etapa de alegatos.

Entre los 29 enjuiciados se encuentran, además de Córdoba, los ex secretarios de Transporte Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, los ex interventores de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte Antonio Sícaro y Pedro Ochoa Romero, y los hermanos Claudio y Mario Cirigliano, dueños de la empresa TBA, concesionaria del Sarmiento en el momento del siniestro.LaPrensa.com

25 de agosto de 2015

Ex secretario de Transporte declarará este martes por la tragedia ferroviaria de Once

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Juan Pablo Schiavi pidió declarar sobre algunas cuestiones que se dijeron durante el juicio y no tiene previsto contestar preguntas de las partes. Este lunes un perito dijo que los números de TBA eran "muy desordenados". El accidente ocurrido en 2012 provocó 51 muertes

 ex secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi declarará este martes por segunda vez en el juicio oral por la tragedia ferroviaria de Once, en la murieron 51 personas y más de 700 resultaron heridas, que este lunes cerró la etapa de prueba.

Fuentes judiciales informaron a DyN que Schiavi y otros cuatro acusados, entre ellos el ex funcionario kirchnerista Eduardo Sícaro, de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), harán una declaración indagatoria ante el Tribunal Oral Federal 2 (TOF2).


Dos testigos declararon en la audiencia de este lunes y este martes comenzarán las indagatorias de los acusados que pidieron hacerlo, para luego ingresar en la etapa de alegatos en la que la Fiscalía y las querellas pedirán las penas para los acusados por el siniestro ferroviario del 22 de febrero de 2012.

En la audiencia de este lunes declaró el perito contable oficial Oscar Fernández, quien advirtió que la contabilidad de la empresa TBA "no estaba discriminada, ni por costos ni por línea de trenes. Estaba muy desordenada".

Además de Schiavi y Sícaro, declararán este martes Roque Cirigliano, gerente de material rodante de la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA); Carlos Lluch, apoderado de TBA; y Luis Ninona, gerente de la línea Sarmiento de trenes.

Schiavi, quien ocupaba el cargo de secretario de Transporte cuando ocurrió la tragedia, pidió declarar sobre algunas cuestiones que se dijeron durante el juicio y no tiene previsto contestar preguntas de las partes, adelantaron allegados al ex funcionario.

Esta será la segunda vez que el ex secretario de Transporte declara ante el tribunal, dado que lo hizo por primera vez el 21 de abril de 2014 cuando se inició el juicio.

"El secretario de Transporte no tiene potestad para controlar la administración de una concesión. Eso se hace a través de la CNRT. Mi trabajo no era el de auditor el material rodante o si los fondos del Estado eran aplicados. No tenía competencia sobre esto, sí para la supervisión del control, que se hizo y se hizo muy bien", dijo Schiavi en esa oportunidad y agregó: "El Sarmiento no era un sistema de viaje inseguro".

La tragedia de Once ocurrió la mañana del 22 de febrero del 2012 cuando un tren de la línea Sarmiento chocó con el andén 2 de la estación de Once.
Al día siguiente del accidente, Schiavi dijo que "si esto hubiera ocurrido ayer, que era un día feriado, seguramente ese coche hubiera impactado y hubiera sido una cosa mucho menor".

En total 28 personas están siendo juzgadas, entre ellas el ex titular de TBA, el empresario Claudio Cirigliano; el también ex secretario de Transporte Ricardo Jaime, antecesor de Schiavi en el cargo; el ex titular de la CNRT Pedro Ochoa Romero; ex gerentes de TBA; y el maquinista que conducía el tren siniestrado, Marcos Córdoba.

El juicio empezó hace un año y cinco meses con 29 acusados, pero en mayo pasado falleció Antonio Luna, ex subsecretario de Transporte Ferroviario.

Todos están siendo juzgados por los delitos de descarrilamiento culposo, agravado por muerte y defraudación.IPrfoesional.com