Mostrando entradas con la etiqueta Historia Ferroviaria. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Historia Ferroviaria. Mostrar todas las entradas

14 de abril de 2025

A 140 años de la llegada del primer ferrocarril a San Juan: Del avance a la nostalgia

Historia Ferroviaria

Fue en abril. La llegada del ferrocarril a nuestra provincia hace 140 años marcaba un hito histórico. La expansión productiva, la incalculable ayuda tras el terremoto del ´44 y las historias "al margen de las vías" de cientos de familias que llegaban a la Estación del desierto.

Fue en abril de 1885, hace exactamente 140 años cuando colocaron el último riel de las vías sobre la tierra del desierto sanjuanino. Estaba todo listo. Los primeros cimbronazos de la locomotora llegando desde las afueras, hicieron temblar la tierra como un sismo, y ese movimiento que se hacía familiar, marcaba el comienzo de una nueva era. Llegaba el progreso, la apertura comercial, la nueva industria, las personalidades, las noticias, los parientes lejanos. Toda venia sobre vagones para los sanjuaninos. Un 12 de abril de ese año, los técnicos esperaban con ansias al presidente Julio Argentino Roca y su pulposa comitiva para dar el inicio a una nueva era en Cuyo con la llegada del Ferrocarril, por primera vez en la historia de San Juan.

El 6 de mayo de ese mismo año ya queda liberado al servicio el ferrocarril, listo para ser usado por todos. En ese momento la empresa constructora o quien toma todas las riendas es el Estado Argentino. ¿Por qué? Nos tenemos que remontar un poquito más atrás en la historia.

En 1870 llegaba el ferrocarril a Córdoba. Esa línea partía de Rosario y llegaba a destino cordobés. Se llamaba línea de Ferrocarril Central Argentino, construida en 1856 por los ingleses. En ese momento el Estado (la Confederación Argentina) gana la concesión para construir la primera vía férrea o Ferrocarril Oeste en enero de ese año. En septiembre del ´56, comienzan a construir la línea que provenía de Rosario a Córdoba. Es decir, que tenemos los dos Estados apuntando al crecimiento férreo argentino. Por un lado, la provincia de Buenos Aires construyendo su ferrocarril, también con capitales propios, y por otro lado la Confederación Argentina ensamblando la línea que iba de Rosario a Córdoba. La idea principal era conectar los puertos más importantes en ese momento, que eran el de Rosario y el de Buenos Aires.

Para aprovechar el movimiento de piezas de la época, tarea difícil, y ya que existía esa vía en línea recta apuntando a Cuyo, las autoridades no dudaron en seguir adelante. No obstante, como la Confederación Argentina no tenía dinero, acudieron al capital de los ingleses. Típico de la época, con la propuesta de darles a cada lado de la vía una legua de terreno para que la vendan, la usen y saquen ganancia, a cambio de la continuidad de la construcción de una de las obras más importantes de transporte de la historia de nuestro país. La tierra por la tierra.

Es ahí cuando los ingleses, haciendo los estudios para realizar esa obra, se dan cuenta del potencial que tenía. Pero cuando se hace el estudio para construir la vía que iría desde Villa María (en ese momento era Villanueva) hasta Río Cuarto, de Río Cuarto a Villa Mercedes y de ahí de Mendoza a San Juan, los capitales ingleses perdieron interés, no encontraron un potencial que pudiera dar ganancias a lo invertido y es entonces cuando deciden no hacerlo.

Era la oportunidad. El Estado argentino decide comenzar con la obra. Nace el Ferrocarril Andino y llega a la ciudad de San Juan en 1885 a inicios de abril. La corta espera (en tiempos de la época) por la inauguración, levantó polvareda en nuestra provincia. Todo se disponía para un cambio radical en la vida de los sanjuaninos. Durante dos años, el ferrocarril fue manejado por el Estado argentino.

Cuenta la historia que el presidente Roca, cuando estaba dando su discurso el 6 de mayo de 1885, anunciaba que este fue el primer ferrocarril que se construyó con técnicos argentinos, con ingenieros argentinos y fue el más barato construido hasta ese momento.

Esto fue así hasta que en la presidencia de Juárez Celman, deciden concesionarlo a algún privado. Es ahí cuando aparece de nuevo el capital inglés y se hace cargo, marcando el inicio del Ferrocarril Gran Oeste Argentino. Tanto el Gran Oeste Argentino como el Buenos Aires al Pacífico estaban bajo las mismas manos: los hermanos Tomás y Mateo Clark, quienes comenzaron con la construcción del ferrocarril Transandino y después abandonaron la obra. Con el impulso de los ingleses, llega un nuevo avance en materia de conexiones ferroviarias en la zona. Las estaciones intermedias entre San Juan y Mendoza no existían, y fueron ellos quienes empezaron a construirla.

Mucho mas adelante, en 1948 con la nacionalización ferroviaria del presidente Juan Domingo Perón, todos los ferrocarril de manos de los ingleses pasaron a manos del Estado nuevamente. Les puso a cada uno un nombre de prócer afín a la zona, y al de San Juan le tocó San Martín. Desde entonces, el Ferrocarril San Martín que llegaba por Mendoza y el Belgrano por Córdoba, unieron a la provincia con el resto del país.

Datos y recorridos para los nostálgicos:

De la mano del ingeniero Wilkinson, el representante de una compañía inglesa en San Juan dedicado a los ferrocarriles industriales, fue que se construyó el ramal que partía desde Marquesado y el ramal que salía de Caucete, pasando por San Ceferino, el este del departamento Angaco y lo que es actualmente San Martín (estación Domingo de Oro), pasa así finalmente llegar a Albardón, la estación que actualmente funciona.

Es ahí cuando construyen el Circuito San Juan, una especie de "Avenida de Circunvalación", pero hecha de rieles. Las vías salían de la Estación San Juan, la que conocemos como estación San Martín. Este Circuito San Juan fue construido para darle un impulso mayor a todos los productores locales.

El tren salía de la estación San Martín, pasaba por la mítica Bodega del Bono, por la bodega Cinzano, llegaba hasta donde hoy está el parque de Rivadavia (Estación Desamparados), y de ahí tomaba hacia el noreste cruzando por la calle Libertador, después cruzaba la calle Cabaña, entraba la Bodega lo que fue en su momento Duc de Saint Remí, luego pasaba por la calle Paula Albarracín de Sarmiento, entraba la bodega Maravilla, seguía hacia el noreste, pasaba por el costado de la bodega Graffigna, seguía hacia el este. Continuaba camino por la bodega Cádiz o la bodega del Estado y de ahí hacia una curva hacia el sur. Llegaba hasta lo que hoy es la plaza Ítalo di Stéfano (en las espaldas de la Estación Terminal de Ómnibus de Capital), conocida como Estación Santa Lucía. Luego continuaba hacia el sur y donde hoy está la planta de rotativas de Diario de Cuyo (Estación Trinidad) ahí transitaba en diagonal y volvía nuevamente a la estación San Martín. Ese era el Circuito San Juan.

Dato no menor, es que la mayoría de las bodegas tenían acceso a las vías, es decir, que un bodeguero podía sacar sus productos en tren o un productor podía mandar su producción a la estación y ahí se cargaba en vagones para poder enviarla a otras provincias. Un sistema aceitado, competitivo, dinámico y muy prospero.

El terremoto y la unión de un país a través de las vías del tren :

Otro hecho que marcó la trascendencia y la importancia del ferrocarril en San Juan, fue su utilidad durante el terremoto de 1944. Mucha ayuda llegó a través del ferrocarril, tanto de la línea San Martín como del Belgrano. Siempre que se toca el tema del auxilio que recibió la provincia en la época del terremoto, en inevitable mencionar al Ferrocarril San Martín, que en ese momento era el ferrocarril Buenos Aires al Pacífico.

Todo el soporte que recibió San Juan llegó por tren, tanto de Mendoza (que venía por el ferrocarril San Martín), como por Córdoba, La Rioja, etc. Gran parte del norte del país mandó donaciones a San Juan y todo fue canalizado por el ferrocarril.

Un avance, sólo hacia adelante:

Con la llegada al ferrocarril el viaje entre San Juan y Buenos Aires pasó de ser de tres semanas a tan solo un día. Fue un acontecimiento muy importante tanto para el aspecto económico como el social.

La estación se convirtió en un punto neurálgico en la vida política y social de San Juan. Siempre que el gobernador tenía que viajar o llegaba a la provincia, el punto de encuentro era en la estación. Grandes revuelos se armaban en lo que ahora conocemos como Plaza del Bicentenario, si llegaba alguna figura que tuviera una relevancia nacional. Los actos centrales o la comitiva de recepción siempre estaban ahí, en la estación San Martín.

Durante décadas el tren no trajo solo personalidades a nuestras tierras. Familias enteras y llenas de sueños llegaban con una valija pequeña o mochila a la estación. La vida de una ciudad nacía día a día de maneras distintas, la historia de muchos cambiaba en el anden.

El fin de una era:

En 1992, durante la presidencia de Carlos Menem, se puso en marcha la privatización de los ferrocarriles y así el tren que llegaba a San Juan cesó sus operaciones. El último tren de pasajeros del que se tiene registro partió un 10 de marzo de 1993 desde la Estación San Martín. Con los años ese espacio fue aprovechado con grandes obras, como el Teatro del Bicentenario y la Plaza del Bicentenario. Mientras que en la antigua estación se creó un centro cultural municipal que ahora cuenta con un mini anfiteatro.

El 7 de julio de 1995, fueron Menem y Cavallo quienes firmaron el Decreto 1039/95, declarando a la empresa Ferrocarriles Argentinos en “Estado de Liquidación”, cancelando todas sus funciones a partir de ese triste día. Sin embargo, la provincia cuenta con un tren de carga que durante muchos años solo transportó piedra caliza y sus derivados desde Albardón hasta Cañada Honda, para luego seguir viaje a Buenos Aires. Hay planes nacionales y provinciales para ampliar este servicio. Redacción: TiempodeSanJuan.com

4 de abril de 2025

Ni Mercedes ni Villa Lía: el pueblito a dos horas de CABA con "alma catalana" y una gastronomía imperdible

Pueblos en vías de extinción 

En las cercanías del Río Salado, esta pequeña localidad bonaerense de 400 habitantes combina historia ferroviaria, tranquilidad y una gastronomía que sorprende. Ideal para planificar la próxima escapada.

La provincia de Buenos Aires es un mapa infinito de historias, rutas y paisajes que cambian a cada kilómetro. Entre sus rincones menos conocidos, hay un pueblito que, sin ser Mercedes ni Villa Lía, guarda un encanto especial: una “herencia” catalana que se refleja en su arquitectura y, sobre todo, en su gastronomía. ¿Lo mejor? Se encuentra a apenas dos horas de CABA.

Con poco más de 450 habitantes y la calma del Río Salado como telón de fondo, este destino es sinónimo de tranquilidad. Ante la cercanía del fin de semana largo de cuatro días, quizás sea el momento ideal para tenerlo en cuenta y dejarse sorprender por su encanto.

El pequeño pueblo con aire “catalán” que queda cerca de CABA y es pura tranquilidad

Nos referimos a Carlos Beguerie, un pintoresco pueblo ubicado a 145 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, en el partido de Roque Pérez. Este rincón bonaerense combina historia, gastronomía y un entorno natural perfecto para quienes buscan desconectar del ritmo acelerado de la ciudad.

Sus calles de tierra, sus antiguas casonas y sus almacenes de campo reciclados le dan una estética única, con un aire que remite a la tranquilidad de los pueblos catalanes. Ubicado en la Cuenca del Río Salado, este destino invita a recorrerlo sin apuros, respirar aire puro y disfrutar de la calma que solo los pueblos más chicos pueden ofrecer.

Acá no hay tránsito, bocinazos ni apuros. El silencio solo se interrumpe con el sonido del viento, el canto de los pájaros y alguna charla de vecinos en la puerta de sus casas.

La historia de Carlos Beguerie, el pueblo que nació con el tren y se resiste al olvido

Los orígenes de esta localidad se remontan a comienzos del siglo XX y tienen como protagonista a su fundador, Carlos Beguerie, un entrerriano que estudió en el Colegio de Paraná junto a Julio Argentino Roca y que también participó en la Guerra de la Triple Alianza.

Tras instalarse en Buenos Aires, decidió donar parte de sus tierras para la construcción de las vías del Ferrocarril Provincial. Su ubicación estratégica hizo que el pueblo creciera rápidamente y fuera apodada “La Perla del Provincial”, debido a su importancia como empalme ferroviario.Crónica.com

10 de octubre de 2024

A 138 años del proyecto ferroviario que unió San Juan con Jáchal

Historia Ferroviaria

En 1886 el Senado sancionó una ley por la cual se comenzó el estudio de la línea férrea de San Juan a Jáchal y de Albardón a Caucete.

Un 10 de octubre , pero de 1886, el Senado de la Nación Argentina sancionó una ley por la cual se destinó una partida de $ 35.000 para el estudio de la línea férrea de San Juan a Jáchal y de Albardón a Caucete.

Cabe recordar que, para ese entonces el tren ya había llegado a San Juan, pero solo a la Capital en 1885. Posteriormente, comenzó su expansión hacia los distintos departamentos, pero en el de Jáchal, la construcción del ramal comenzó recién en 1921.

Algunos historiadores sostienen que al gobierno nacional de esa época no le interesaba llevar el ferrocarril a Jáchal, ya que esa zona era agrícola y ganadera. Para Buenos Aires, esa función la cumplía la Región de la Pampa Húmeda y no consideraban necesario que existan otras regiones exportando los mismos productos o que pudieran representar alguna forma de competencia. Por eso, el tren tardó varios años en llegar a ese departamento.

Además, la Región de Jáchal siempre tuvo circuitos y comunicación económica con otras regiones, una de ellas fue con Chile. Otra teoría sostiene que en 1886 se proyectó un ferrocarril para unir San Juan con Salta, que fue aprobado en 1908. Las obras se demoraron hasta 1921 y luego de diez años, el Ramal A7 llegó a Jáchal.

El tren a Jáchal era una línea de trocha angosta, de propiedad nacional, cuya construcción se inició en 1921 y finalizó en 1931. El tren llegó al norte de la provincia 46 años después que a la capital. En ese lapso, la ciudad de Jáchal y su área de influencia permanecieron aisladas del proceso de modernización que había transformado extensas zonas del país. De todas maneras, en los últimos años se logró algún progreso, existió un camino San Juan – Jáchal que podía ser recorrido por algunos automóviles.

Pero, debido al terremoto de 1944, las vías del ramal quedaron seriamente deterioradas. Esto llevó a que los servicios de pasajeros comenzaran a decaer durante la década de 1950, cesando definitivamente al final de esta. A causa de ello, estaciones como Albardón fueron reacondicionadas como estaciones de cargas, destinadas especialmente al transporte de productos mineros y vitivinícolas. Las formaciones dejaron de circular entre Albardón y Jáchal en 1984. Los servicios cesaron completamente en el año 2000.

También, en 1920 un poeta español visitó San Juan

El 10 de octubre de 1920 llega a San Juan el poeta y periodista español Venancio Serrano Clavero. Durante su estadía en la provincia, dio recitales y conferencias aplaudidas por el público y la prensa local.

Serrano Clavero nació en Requena, Valencia, el 1 de abril de 1870 y murió el 15 de abril de 1926, en el mismo lugar de su nacimiento; es considerado uno de los mejores escritores y poetas de la comunidad valenciana y llegó a alcanzar fama a nivel nacional e internacional, sobre todo americano.

Entre sus numerosas obras, destacan las poéticas, teatrales y las zarzuelas, algunas representadas en la Argentina con gran éxito. En el año 1924, el escritor realizó un viaje a España, que fue el último.

Dos años después enfermó muy grave, atacado por fuertes neuralgias y fue ingresado en la Casa de Salud de Valencia, hasta que falleció a sus 56 años de edad, el día 15 de abril de 1926, justo cuando se disponía a regresar a Argentina.

El Ayuntamiento de Requena reclamó el cadáver y la capilla ardiente se instaló en el salón de plenos del Ayuntamiento y fue enterrado en el cementerio de Requena.ServicioInformativoSL.com

11 de diciembre de 2023

Pérez: El sitio donde nació gran parte de la historia ferroviaria

Historia Ferroviaria

El ADN de Pérez es sinónimo de trenes

Pérez toma como fecha de origen el día 10 de julio del 1886, cuando Eduardo Pérez y María Pérez escrituraron las tierras a Carlos Casado del Alisal para la construcción del Ferrocarril Oeste Santafesino. Se convierte en Comuna el 20 de noviembre de 1905, y en municipio el 4 de noviembre de 1971. Fue el ferrocarril el que hizo posible el vínculo estrecho entre Pérez y Rosario.

En efecto, en 1883 se habilitó al público el servicio del Ferrocarril Oeste Santafesino, que comunicaba Rosario con Casilda, y desde esa estación con Cruz Alta, en la provincia de Córdoba. En 1886, en un punto de ese recorrido ferroviario y a 12 kilómetros del área central de Rosario, se fundó el pueblo Pérez. Pocos años más tarde, en 1900, el Ferrocarril Oeste Santafesino se transfirió al Ferrocarril Central Argentino, pasando así a integrar su extensa red que cubría todo el centro del país. Esa incorporación tuvo un gran impacto en Pérez. La empresa ferroviaria eligió a este pueblo para instalar sus talleres ante la dificultad de encontrar un sitio apropiado en Rosario. Así, en 1912 comenzaron a construirse los Talleres Gorton Works, que fueron modelo en el país. Esos talleres definen una nueva etapa de transformaciones para el pueblo de entonces y, a la vez, marcan la mayor parte del siglo XX perecino.

Es más, en la actualidad el Museo Ferroviario es una reivindicación de ese pasado que tanto identifica a la ciudad y es sin dudas parte del ADN de los perecinos y perecinas. Los talleres contaban con fundición, forja, calderería, soldadura, herrería, montaje, pintura, y además una subestación de potencia, casa de bombeo, oficinas, y salón comedor para sus empleados.

El nacimiento del ferrocarril tuvo especial importancia para el distrito, al punto que se lo llegó a conocer como “Gorton Tank” debido a que una de las empresas fabricantes de locomotoras creaba allí una de las mayores calderas para esas máquinas: la Sheffield and Ashton Railway, en 1845. La locomotora numerada con el 191, «La Emperatriz», es la joya del museo.

El museo es una pieza fundamental en un plan de recuperación del pasado ferroviario de la región, donde se pone en valor el orgullo y arraigo de los pobladores de una zona que supo ser orgullo nacional por su pujanza y su actividad productiva.

La vasta historia ferroviaria de la localidad se inscribe en un proceso más amplio que atravesó la provincia y el país en su conjunto: la expansión del modelo agroexportador y de colonias agrícolas en el territorio santafesino. Las colonias necesitaban desplegar líneas férreas por donde transportar mercaderías y, a la vez, trabajadores. Las trazas ferroviarias avanzaron instalando estaciones y delimitando futuros poblados. Pérez fue uno de ellos. En ese incipiente poblado de unos 300 habitantes, mayormente inmigrantes, se desarrollaron tempranamente algunas de sus instituciones más antiguas; tales como la Oficina del Registro Civil (1900) y la Escuela Fiscal por Secciones Pérez (1900).

La vinculación con Soldini, pueblo vecino, también se origina por motivos ferroviarios: surge en 1891 con la construcción de la línea del Ferrocarril Rosario-Peyrano y además, durante varias décadas Soldini estuvo dentro de la jurisdicción de la comuna de Pérez.

Los ferroviarios, con sus costumbres y su sindicato, constituyeron un colectivo social que dejó una impronta imborrable para los perecinos y perecinas y otorgó a la ciudad un tono distintivo respecto de las otras localidades de la región metropolitana. Así como el ferrocarril marcó los orígenes y posterior evolución de la ciudad, hoy Pérez puede pensar su futuro desarrollo gracias a esa impronta, a pesar de que el ferrocarril ya no juega el rol que desempeñó varias décadas atrás.

Asimismo, a pesar de que Pérez no pertenece al cordón industrial norte, tradicional sitio de localización de grandes industrias hasta el presente, siempre tuvo un perfil de ciudad industrial dentro de un entorno conformado por pequeñas localidades de carácter rural. En la década de los cincuenta, junto con la definición de un área industrial a lo largo de la avenida Perón en Rosario (entonces avenida Godoy), se establece en Pérez una empresa metalúrgica a partir de la cual se van instalando otros pequeños establecimientos fabriles.

Así, en la misma medida en que la actividad ferroviaria fue desapareciendo, particularmente a partir de la década de los noventa hasta el presente con el cierre definitivo de los talleres, la industria siguió creciendo, incorporando un parque industrial en el límite con Rosario en 2009 y, recientemente, con la inauguración de la acería Gerdau. Con altibajos, momentos de gran depresión y desocupación, Pérez mantuvo siempre su perfil de ciudad laboriosa, industrial y emprendedora.

También, tiene significativa potencialidad en su perfil e identidad como productor floricultor. Abastece al mercado regional, nacional, e internacional. ES más, fue declarada Capital Provincial de la Flor en 1969.LaCapitaldeRosario.com

11 de septiembre de 2023

Mendoza: El antiguo poblado ferroviario de estación Polvaredas fue declarado Patrimonio Cultural

Historia Ferroviaria

Redacción Crónica Ferroviaria

El Gobierno de la Provincia de Mendoza informa que a través de la Ley 6034, este sitio pasó a formar parte de un tesoro histórico, lo que asegura que las futuras generaciones puedan disfrutar y aprender de su rica herencia.

En un hito histórico para la Provincia de Mendoza, el pintoresco poblado de Polvaredas fue declarado Patrimonio Cultural como Poblado Histórico, y se convierte así en un faro de la historia ferroviaria de Argentina. Esta designación marca un precedente significativo, ya que es la primera vez que un lugar en Mendoza recibe esta distinción y abre las puertas para la preservación y revitalización de esta joya de la montaña.


Al respecto, la ministra de Cultura y Turismo de Mendoza, Nora Vicario, destacó: “Esta declaración significa el reconocimiento y protección de la importancia histórica y cultural de Polvaderas, para preservar y poner en valor este patrimonio como un legado que es parte de la identidad de los mendocinos”.

Polvaredas está situado en la Ruta Nacional 7, en la localidad de Uspallata del departamento de Las Heras. El Gobierno de Mendoza y el Ministerio de Cultura y Turismo, a través de la Dirección de Patrimonio Cultural y Museos, lo declararon bien de Patrimonio Cultural mediante la Ley 6034 del decreto 1882/2009.

Polvaredas se erige como un punto estratégico en el plan de desarrollo de Alta Montaña del Gobierno de Mendoza. Su rica historia y su potencial como destino turístico lo convierte en un activo invaluable para la región. La declaratoria de Patrimonio Cultural no solo honra el pasado de Polvaredas sino también allana el camino para un futuro brillante.

A pesar de su importancia histórica, el lugar sufrió daños tras el abandono de la ruta del ferrocarril trasandino. Sin embargo, un grupo de vecinos emprendió un proceso de recuperación y restauración. La Dirección de Patrimonio en Mendoza se unió a esta causa, trabajando en conjunto para preservar y revitalizar este tesoro histórico.

La reciente declaración del sitio como Patrimonio Cultural marca el comienzo de una serie de proyectos prácticos para restaurar los valores patrimoniales, tanto materiales como inmateriales que rodean al pueblo histórico. Esto incluye la restauración de las casas en mal estado, la exploración de estructuras industriales para la arqueología industrial y la adaptación de estos bienes para uso público en el contexto del desarrollo turístico.

Una mirada a su historia                

Polvaredas es un antiguo poblado ferroviario que se alza majestuoso en el corazón de la cordillera mendocina. Su importancia radica en su papel fundamental en el desarrollo de la ocupación de la montaña, especialmente durante la era del Ferrocarril Trasandino. El pueblo es un testimonio vivo de la ingeniería y la labor humana que permitió la construcción y operación de esta vía de comunicación vital.

El epicentro de este patrimonio es su estación de ferrocarril, una estructura pintoresca construida con piedra y techo a dos aguas, adornada con una galería abierta hacia el andén. En su interior, además de la sala de espera y boleterías, se encuentra la casa del director de estación, del jefe de estación y otros espacios que añaden valor histórico al edificio.

El poblado también alberga la “mesa giratoria”, donde las locomotoras daban la vuelta, así como talleres y viviendas para los trabajadores que garantizaban el mantenimiento del ferrocarril trasandino. Ubicado estratégicamente, disfruta de un clima que evita nevadas y cuenta con una fuente constante de agua, lo que contribuyó al bienestar de su población y a la construcción de numerosas casas y servicios, como escuelas y salas de salud.

29 de agosto de 2023

Volver al Tren

Historia de un viaje en tren

Por: Jimena Introcaso Irazabal (para RevistaLATE.com)

La melancolía que se va porque ese pasado lejano regresa con más fuerza y con ganas de quedarse para siempre: crónica de un retorno ferroviario. 

Todo empezó a las 21.15 horas del viernes 19 de noviembre de 2022, en la estación Retiro de la Línea ferroviaria San Martín, cuando me aproximé al andén de larga distancia. En mi haber tenía innumerable cantidad de historias que, a lo largo de mi vida, había escuchado sobre los trenes que salían de ahí. Junto con todas ellas, comencé un viaje que prometía llevarme al corazón del país.

En el andén, una formación de 681 toneladas, entre la locomotora, furgones y coches de pasajeros. Era el tren número 571 que arribaría a su destino final al día siguiente, en Justo Daract, provincia de San Luis.

Estaban todos preparados, trabajadores y pasajeros. La locomotora era fastuosa y, con una puntualidad destacable, inició su avanzada como todos los viernes, luego de 30 años sin funcionar en las vías que desembocan en San Luis.

El cielo nocturno estaba más estrellado que de costumbre: diez coches de pasajeros, aparte de los dos furgones (servicio y generador), el coche comedor, el camarote, los tres pullman, uno de ellos exclusivo para mejorar la comodidad de las personas con discapacidad y, por último, los tres destinados a primera clase.

Partimos con un 70% de las plazas ocupadas. Atravesaremos distintas localidades adentradas en la provincia de Buenos Aires y el sur de Córdoba hasta llegar a suelo puntano. En un corto lapso, y ya en la ciudad bonaerense de José C. Paz, los asientos aún desocupados se terminaron por completar.

Comencé a hablar con José, mientras él controlaba las planillas de pasajes a bordo. Un ferroviario con más de 25 años de experiencia y el primer guarda tren, de los dos que tenía el trayecto total: 654,4 kilómetros. José me anticipa que, al haber tantos jóvenes universitarios en el tren, muchas sillas volverán a quedar vacías en Junín.

José había estado en aquel primer tren que llegó a Justo Daract, un histórico 22 de julio de 2022. Lo recuerda muy bien. En sus ojos se reflejan las memorias de ese viaje. Me relata el momento en que el tren arribó a la plataforma de la provincia de San Luis: “Ese día la gente estaba muy emocionada, brotaban las historias por cada rincón. Había mucha gente llorando. Cuando el tren iba llegando a cada estación muchos lo tocaban, se largaban a llorar. ¡Una montaña rusa de emociones se vivió! Nos decían: “Mi papá era ferroviario, mi abuelo era ferroviario; y se les caía una lágrima” 

El comedor, bastante concurrido, ofrece por un costo muy bajo en Pesos Argentinos (USD 1,46) algún sándwich de miga o pebete de jamón y queso y, por algo más, una gaseosa. Me invitaron a sentarme en su mesa tres amables mujeres. Patricia, Elida y Liliana, habitantes de la localidad de 25 de Mayo. Ninguna había hecho antes el recorrido. Entusiasmadas, comenzaron a contarme su opinión sobre “la vuelta del tren” y su experiencia como viajeras.

Elida, de 78 años, estudiaba periodismo en la Universidad Nacional de La Plata. “Yo amo el tren, no hay comparación con el transporte en tren, por la seguridad que da a los pasajeros. Por el hecho de circular sobre las vías, distinto por ahí a las rutas, donde estás influenciado por quienes manejan”. Todas asienten con la cabeza. Liliana la sigue, y refuerza: “Una atención bárbara, me siento muy segura. Dejé mi celular cargando en el asiento, y me vine al coche comedor con las chicas, así de tranquila, porque vi que había policía y seguridad en todos lados. Al subir se informó todo, y donde había que dejar las valijas de mayor tamaño, que no viajaron con nosotras, sino en el furgón”. Por su parte, Patricia comenta: “Seguridad hay por todos lados, y te agrego también limpieza. Pasan limpiando a cada rato, los pasillos, los baños impecables”. Elida continúa: “Es muy importante que vuelva el tren, en el tiempo que tarde, y con eso quiero decir tiempo de viaje y de recuperación de todos los servicios. Durante muchos años se fueron tapando tramos de rieles con asfalto, con tierra o con desidia. Antes de los 90s no había ni transbordo para algunos servicios, eran directos. Lo recuerdo muy bien, tengo casi 80 años. De chica viajaba de 25 de mayo, donde nací, a Bolívar (Provincia de Bs. As). Mi tía me esperaba en la estación. Llegamos a tener 5 servicios diarios en muchas ciudades, después sacaron el servicio a Bahía Blanca y a Tandil, por ejemplo, y a Necochea hace muchos años, me acuerdo. Después directamente desapareció todo”.

Historias repetidas de los 90s y el neoliberalismo: Privatizaciones y precarización laboral

Para hablar de “Resurrección del tren”, que mejor que la historia de Pablo, con más de 18 años arriba de las vías. Cuenta que pasó por distintas concesiones privadas y públicas. Menciona, entre ellas, a la empresa América Latina Logística (ALL), que estaba a cargo de la línea San Martín, pero cuando únicamente transportaba carga por esa traza. “La gente agradece un montón, y a la vez pregunta por más frecuencias” dice. En las horas que estuve allí, también me tocó escuchar el pedido de más frecuencias hasta Justo Daract, puesto que a Junín el servicio sale diariamente.

Comenzamos a hacer historia con Pablo, para hablar de esas frecuencias perdidas. Inevitablemente llegó el tema del “desguace que sufrió en los años 90s el sistema ferroviario”. Ausencia del Estado, abandono de la infraestructura, falta de una política gubernamental y procesos de privatizaciones que, lejos de mejorar el servicio, sólo dejaron vaciamiento, deterioro, junto con una agonizante industria. Hoy, como resultado inmediato de aquellos años, que se prolongaron con recetas neoliberales hasta hace poco, queda la imposibilidad a corto plazo, de más frecuencias y un tiempo de viaje más veloz. Pablo puntualiza: “Cuando la gente sabe que va a llegar el tren a la estación, se acercan con curiosidad. Es frecuente ver a los más grandes con niños para mostrarles el tren… ¿Qué es esto sino un estado semejante a la “resurrección” de algo que se sentía ya muerto?”.

Juan, mozo, me atendió durante la noche en el comedor: “Tengo 40 años de ferroviario, siempre en los coches comedor de larga distancia. Antes de la vuelta al tren en este servicio, y cuando esta línea no funcionaba, estuve destinado a otros servicios de Larga (distancia), que sí se conservaron activos. Tengo todos esos años de trabajador en el tren, y en el mismo puesto de atención al pasajero, pero con administraciones anteriores el coche comedor se encontraba totalmente concesionado y no era lo mismo que ahora”. Con pesar describe cómo antes, cada cuatros años, afloraba la angustia por su continuidad laboral, a lo largo de las concesiones y agravado por ser el único sostén de su familia, no obstante: “Es una tranquilidad muy grande ahora que la administración del comedor esté en manos de la Operadora Ferroviaria S. E. (SOFSE), sin intermediarios. Hoy lo que consume la gente le queda al Estado, y no se la llevan los privados”.

El bypass ferroviario: el tren vuelve a latir

Mi asiento es el N°17 del coche 410. Delante de mí una numerosa familia compuesta por una adolescente, dos niños de entre 8 y 11 años y una bebé con pañales. Verónica de 42 años y su esposo Alejandro, de 46, subieron con sus hijos al tren en la localidad de José C. Paz, rumbo a Villa Mercedes, su hogar, a unos 97 kilómetros de San Luis Capital.

Alejandro narra: “Nos mudamos a la provincia de San Luis hace unos años, por un laburo bueno que conseguí, y nunca más pudimos volver al conurbano, de donde soy. Todos los años sacamos el cálculo con Vero, mi señora, cuánto nos costaba en pasajes nada más y nos desilusionábamos. Es un tema de guita nada más, del costo del viaje en pasajes y comida, porque allí está toda mi familia y nos quedamos en su casa. Mi familia entera y ¡mis amigos de toda la vida! Siempre era lo mismo, como no tengo auto, ver cuánto costaba en micro o en avión, un delirio. ¿Cómo no querés que festeje que volvió el tren? ¡Lo festejamos todos los que estamos lejos de nuestros viejos, del barrio que nos criamos! Une familias el tren. ¿Sabes qué les molesta a muchos?: qué el tren es de todos”.

Los guardianes de las vías: La carga, las estaciones, y sus trabajadores resistiendo.

Me quedé con una frase: “el tren es volver a vivir”. De a poco te hermana con lo propio, con nuestro territorio, con sus paisajes, con el campo y la ciudad al mismo tiempo. Es una hermosa sensación de pertenencia que te invade el cuerpo y la mente, te trae algo del pasado, te deja pensando en el futuro, en que este crezca y sea próspero: en permitirnos volver a soñar.

La Laguna La Picasa extensa e imponente refleja el amanecer, los pastos, las casas, los galpones y los alambrados, mientras los pájaros vuelan sobre su agua detenida.  Sin pausa la escena luce con campos sembrados de verde intenso y la calidez de un dorado pincelado por las espigas de trigo. Así se va pintando el lienzo del viaje: con el horizonte desbordado en colores. Sueños renovados, nuevas esperanzas, esas que están latentes y que ayudan a reconstruir la memoria de los usuarios con cada tren que vuelve a recordar, y nos afirma que somos un país unido y federal.

Omar es el jefe de estación para el servicio de pasajeros de la empresa Trenes Argentinos Operaciones (SOFSE). Tiene más de 30 años de trabajador en el ferrocarril. Omar está acompañado por Elvio, el otro jefe de estación, pero de Trenes Argentinos Cargas.

Elvio: “Justo Daract es exactamente un pueblo ferroviario. Yo llegué a Daract porque me trasladaron en el 2000, pero me han transmitido los compañeros, sobre todo la gente con la que me tocó trabajar, que muchos ya se han jubilado como ferroviarios. Ellos me cuentan que este ha sido un pueblo que ha girado en torno al ferrocarril. Un taller ferroviario, tornos, máquinas de grandes dimensiones y fábricas en donde se realizaba todo para el sector. La reconstrucción de un vagón completo se hacía ahí. En cuanto al pueblo, tenemos la colonia ferroviaria, que antes eran todos ferroviarios, y todo era en base al desarrollo del ferrocarril, yo he llegado a comprobar que realmente era así. Hay una calle que se llama Juan B. Justo y todos sus negocios, absolutamente todos estaban ligados al ferrocarril. Cuando volvió el tren, ya hacía tiempo que se hablaba de eso, desde que se anunciaba, fue toda una ansiedad en la gente. Había consultas de toda clase, después se fueron viendo los resultados hasta hoy. La gente viaja en cantidad, el servicio que se provee es, hasta ahora, muy satisfactorio. Muy contentos tanto los pasajeros, como nosotros como empleados. Mucha nostalgia, muchos recuerdos. Sobre todo, los adultos. Yo vengo del sur de Córdoba, en los tiempos nuestros pasaba el “Sanrafaelino”, venía de Retiro a San Rafael (Mendoza), la verdad que solíamos ver tanta cantidad de gente, como hoy o tal vez más gente. Era muy lindo ver a la gente que esperaba el tren con tantas ansias. Soy de familia ferroviaria. Lo que te puedo contar es que mi padre estuvo como ferroviario 34 años, hasta que se vino el proceso de la privatización. Él la vio afuera, y después se jubiló. Realmente lo que nos transmitió mi padre, y él tenía también un hermano ferroviario, son recuerdos que no se pueden olvidar, y consejos útiles que hasta el día de hoy nos sirven para el desarrollo de nuestra carrera ferroviaria, para nuestro trabajo. Se ve la juventud que viene ingresando, se ve el entusiasmo que le ponen. Poder ver al pasajero hoy en día, y el gran beneficio que es no sólo para Daract, sino para toda la zona”.

Omar: “Es incalculable la importancia que tiene esta vuelta del tren. Lo relevante es el regreso del tren de pasajeros, en una ciudad que había quedado netamente vinculada solo al contexto de la carga. El movimiento diario de gente, los fines de semana que es cuando sale y llega el servicio es destacable, puesto que las economías familiares se movilizaron. Porque acá tenés negocios familiares, más que grandes empresas o grandes supermercados. Entonces tenés gente que está atenta y atienden con comida, con servicios, las remiserías. Y así se mueve un poco más de gente. Entonces es importante para la ciudad, porque ya sabemos que hasta marzo inclusive está prácticamente colmado, con la venta de pasajes. La parte turística se va a ver muy beneficiada con el tren. Yo soy de Mendoza, y también soy hijo de ferroviarios. De Daract te puedo contar que es un nodo importante y es una ciudad que se fundó alrededor del ferrocarril. Hoy en día la cantidad de trenes que circulan, y que llegan y nacen aquí en la carga es para destacar. Se suma el tren, y para mí como mendocino significa estar más cerca de casa porque por parte paterna mi papá ferroviario, y por parte materna mi abuelo y mis tíos fueron ferroviarios. Esto hace que hoy en día mi vieja, ya viuda, esté deseando que llegue el tren a Mendoza. Desde el año 86 que soy ferroviario, tuve etapas en el Estado, privatizaciones, y volver a ser Estado. Y desde estos últimos años, del 2014 hasta ahora estar en SOFSE Central me ha dado la posibilidad de recorrer muchas ciudades, muchos servicios regionales, de larga distancia y también locales. Por experiencia te puedo decir que la realidad que se vive en el interior no es la realidad que se vive en Buenos Aires. Los medios de transporte son muy caros para la gente del interior, en comparación con la Capital. 

El tren de larga distancia y regionales es un servicio federal que es indispensable para los pueblos, para las ciudades chicas, no para las grandes ciudades que tienen aviones o colectivos. Pero las ciudades chicas que conectan con el ferrocarril y que la ruta está a 10 o 5 kilómetros, ahí es el tema porque el colectivo muchas de las veces no entra al interior de ese pueblo o de esa ciudad chica. Son las personas las que tienen que salir, en cambio el tren sí pasa por esas ciudades. Mirá, acá en Justo Daract y en Mendoza también, teníamos llegando dos trenes desde Buenos Aires y saliendo dos trenes hacia Buenos Aires de pasajeros nada más. Más el tren que iba al sur de Mendoza, el de San Rafael, “El Libertador” se llamaba, también estaban “El Cóndor”, “El Aconcagua”, “El Sanjuanino” y “El Sanrafaelino”. Cuando no corría uno corría el otro. Entonces todos los días teníamos dos trenes pasando por acá por Justo Daract, era el recorrido y el viaje de mucha gente de más bajos ingresos, como hoy. Hoy nos pasa igual porque el tren le da acceso a viajar a muchas personas que no podrían hacerlo si no estuviera. El 22 de julio de 2022 es una fecha que no se olvida. Todos llorando, los que habían sido ferroviarios. Orgulloso, por mi viejo, por mi abuelo.

La claridad de la tarde se apaga y quedan guardadas en mi retina las miles de imágenes en una sola postal: el tren, la estación, su gente, sus emociones, sus historias y, sobre todo, el encontrarse, de la mano de aquellas personas que había conocido. El viaje era el premio de aquel día. El tesoro que me dejaba ese silencio maravilloso de la estación ya vacía, la magia de aquella vuelta icónica. El poder mirar para atrás. La presencia del horizonte con aquellos rieles que se proyectaban como un haz de luz, al final de una arboleda frondosa. Ese regreso y la alegría que traía a tantas personas, a tantas familias. Me llevo para siempre esos instantes  de un tren que, resurrección mediante, está más vivo que nunca.LATE.com

14 de julio de 2023

Córdoba, la ciudad marcada por los rieles que nos llevan a nuestro destino

Historia Ferroviaria

En el 450° aniversario de la ciudad de Córdoba hay muchos capítulos por descubrir. La relación de la ciudad y el ferrocarril es una página que está llena de historias y emociones que calan profundo en el espíritu.

A veces cuando hablamos de Córdoba pensamos en la Córdoba de las campanas, la Córdoba jesuita, la Córdoba universitaria, la Córdoba industrial, la Córdoba rebelde, la Córdoba impetuosa… Pero nuestra Córdoba también es ferroviaria…

Porque se transformó en un hito en la historia del ferrocarril, en tiempos de un país que despegaba en el siglo XIX. Porque durante el siglo XX apuntaló a las otras Córdobas que tienen tal vez más prensa. La Córdoba ferroviaria sigue existiendo en la memoria de nuestro pueblo, porque su impronta es demasiado profunda.

La llegada del ferrocarril

“El 18 de mayo de 1870 se inaugura oficialmente, con la presencia del ministro del Interior, Dalmacio Vélez Sarsfield, el tren entre El Rosario, lo que después fue la ciudad de Rosario, y Córdoba. Eso hace que nuestra ciudad empiece a transitar de una forma muy importante lo que es la historia del ferrocarril en el país. Esta línea del ferrocarril era la más larga que había en ese momento, porque el otro era un tramo muy corto, de 1857, que era lo que conocemos hoy como Ferrocarril Oeste”, comenta Patricio Dürst, integrante de la Mesa de Enlace Ferroviario y un experto conocedor de la historia del transporte sobre rieles.

“En realidad el gobierno nacional de ese momento tenía un proyecto de la unión por ferrocarril desde El Rosario hacia el norte hasta el límite con Bolivia. Eso hace que, años después, en 1876, se determine desarrollar otra línea ferroviaria que también sale de la ciudad de Córdoba y comunica con la ciudad de Tucumán”, aclara Dürst.

“El Mitre es el que llega desde Rosario a Córdoba. El que sale hacia Tucumán, de lo que hoy sería Alta Córdoba, es el Belgrano, que es la trocha angosta, de un metro. El Mitre es la trocha ancha, que es de 1,67 m”, precisa el especialista.

Estación Garita

“Cabe mencionar que en realidad el tren que sale a Tucumán no sale de la Alta Córdoba que conocemos hoy, sino que sale de una estación que se había empezado a construir en lo que hoy sería la intersección del Puente Sarmiento y el río Suquía, donde hoy hay un helipuerto para el Hospital de Urgencias (Ovidio Lagos esquina Oncativo).

Ahí estaba lo que después se denominó Estación Garita y de ahí salió hacia el norte ese tren, que llevó en su primer viaje al presidente, Nicolás Avellaneda, que era tucumano. Se tomaban un barco, generalmente un vapor, de Buenos Aires a Rosario. De Rosario se tomaban el tren y se venían a Córdoba. Ahí se tomaba un carruaje, se cruzaba el río y de ahí se partía a Tucumán”, puntualiza Dürst.

El primer impacto del ferrocarril

“El desarrollo del ferrocarril en nuestra ciudad generó amplias actividades, primero la demanda de personal para que pudiera funcionar el ferrocarril. En las capas de mayor responsabilidad al inicio eran ingleses, porque en el país no había conocimiento técnico del ferrocarril. El resto del personal eran locales e inmigrantes de diferente origen, ya que en ese momento la inmigración comenzaba a desarrollarse en nuestro país”, recuerda.

“En 1876, cuando Avellaneda va en el primer viaje a Tucumán, pasa por Caroya, por lo que se llamaba en ese momento como la Estancia Caroya. Él la había conocido como estudiante, porque se había formado acá en Córdoba. Avellaneda decide que la Estancia, que estaba bajo el ejido en ese momento del Estado, sea un lugar destinado para los inmigrantes. Y así Caroya poco tiempo después es un destino, sobre todo de los italianos que llegan ahí”, acota.

“Se empieza a desarrollar esta actividad de mano de obra, hay que acordarse que la mano de obra ferroviaria sobre todo era pico y pala. Era mucha mano de obra directa, y en serio, mucho trabajo físico. Los talleres eran sobre todo de alistamiento y mantenimiento, porque llegaba la locomotora, llegaban los vagones, llegaban los coches pasajeros, y había que, mínimo, limpiarlos y ponerlos en condiciones para salir de nuevo”, explica.

El desarrollo urbano

“Luego lo que también se empieza a generar de 1870 para adelante, son asentamientos urbanos. Alta Córdoba por ejemplo, que ya existía, empieza a ser el asentamiento para aquella gente que comienza a llegar a Córdoba para trabajar en el ferrocarril. Un poquito más adelante, Arthur Hughes, que era un jerárquico de los ferrocarriles de trocha angosta, compra un lote muy grande en lo que hoy se llama Barrio Pueyrredón. Ahí lotea y vende sobre todo a los compañeros, a los trabajadores ferroviarios, y se desarrolla lo que se llamó el Barrio Inglés, que después más adelante lo conocemos como Barrio Pueyrredón. A la vuelta, donde está hoy el Deportivo o avenida Malvinas y las vías y Bulnes hay un taller. Todo eso entre Alta Córdoba y esas playas necesitaba personal. Se empieza a hacer mantenimiento y entonces hay personas que empiezan a asentarse ahí, en lo que termina siendo el Barrio Talleres. Ahí tenemos ya una influencia muy importante de población en la ciudad. El tercer barrio que también se desarrolla para esa época es lo que hoy conocemos como Barrio Empalme, que está a la altura del Arco de Córdoba, porque ahí hay unas vías que por un lado bajan hacia la ciudad y por otro lado empalman con Ferreyra, con una línea férrea que era de trocha industrial que venía de Malagueño, que era del empresario Ferreyra que tenía las canteras en Malagueño. Entonces ya tenemos tres barrios importantes de nuestra ciudad que tienen su impronta ferroviaria”, resalta.

Córdoba, centro ferroviario

“Córdoba era el centro ferroviario más importante, porque cuando se termina de construir Córdoba-Tucumán se continúa hacia el norte, así que la actividad ferroviaria iba creciendo. Lo mismo que iba creciendo la actividad ferroviaria entre Córdoba y Rosario. Hagamos una aclaración, los dos ferrocarriles más importantes en ese momento, no nacen de la Ciudad de Buenos Aires. Hay toda una idea que da vuelta en alguna historiografía, un tanto errónea, en donde dice que todo nace desde Buenos Aires. Por suerte en esa época todavía no nacía todo de Buenos Aires”, advierte Patricio Dürst.

“Esto genera que se empiecen a construir las dos estaciones, que en la jerga ferroviaria llamamos monumentales, como son la estación Mitre que tenemos hoy y la estación de Alta Córdoba. En el desarrollo del ferrocarril hubo inversores privados como Giuseppe Telfener, o como Otto Bemberg, el cervecero, que tuvo influencia en la construcción de la estación de Alta Córdoba. La estación de Alta Córdoba termina construyéndose por 1890, 1891, y la del Mitre entre 1920 y 1922. El ferrocarril empezó a influir mucho más en la trama urbana porque así como aparecen los dos edificios de las estaciones aparecen otros, los que nosotros muchas veces llamamos auxiliares, por ejemplo las cabinas de señales. En este momento todavía quedan en Córdoba cinco, dos en la estación Mitre y tres en las inmediaciones de Alta Córdoba. Las de la estación Mitre también son centenarias, las dos son del año 1917. Más allá de eso tenemos puentes, como por ejemplo en la calle Palestina o cerca de la esquina de Asunción/Morcillo y Esposos Curie. Esos son puentes muy importantes, muy vistosos, muy interesantes arquitectónicamente, que también tienen una influencia hoy en día todavía en la trama urbana”, precisa.

Las otras estaciones

“El desarrollo del ferrocarril dentro de la ciudad de Córdoba a partir de 1870 exige la construcción y la instalación de algunas estaciones que hoy todavía existen, algunas en actividad y otras no. Por ejemplo, la Estación de Argüello; por ejemplo, la Estación de Rodríguez del Busto; por ejemplo, Ferreyra, que ya no existe, está destruida, pero si vamos por avenida Sabattini y pasamos Fiat, hay un supermercado sobre la mano izquierda y al frente debería estar la Estación Ferreyra; la Estación Empalme es un poco más nueva. Luego, cuando uno toma la avenida que va paralela a las vías que van a Malagueño, justo antes de la avenida de Circunvalación, hay una estación que hoy no se usa que es la Estación Barrio Flores; y en las inmediaciones del Hospital Militar, en el borde del Parque Sarmiento, hay otra estación que es la Arturo M. Bas, son todas estaciones que tienen alrededor de 100 años de existencia”, repasa.

“Además en Alta Córdoba hubo una segunda estación que está destruida, que estaba en la calle Rodríguez Peña al 1.800, pero ya no quedan ni rastros. Además la misma ciudad de Córdoba ha tenido otros ramales que salían de Alta Córdoba. Uno hacia La Puerta, que hoy el rastro que queda de eso es lo que conocemos como la Avenida Arboleda. Esa era una traza ferroviaria que hoy en día es una avenida o un parque lineal”, comenta el experto.

La industria que nace del ferrocarril

“Toda esa influencia del ferrocarril hace otra cosa más, primero la industria de lo que nosotros denominamos mantenimiento y alistamiento, y empieza a aparecer también la de reparaciones. Haciendo un salto en el tiempo empiezan a aparecer por lo menos en Córdoba capital, dos plantas industriales muy importantes. Una la conocimos como Forja, y la fábrica Materfer, de la antigua Fiat Concord”, remarca.

“El derrame que genera la llegada del ferrocarril en 1870 se prolonga por lo menos hasta la mitad del siglo XX. En la provincia de Córdoba tuvimos los talleres de Alta Córdoba, Materfer, Forja, Fabricaciones Militares de Río Tercero y Fabricaciones Militares de San Francisco que aportaban al ferrocarril. Además, en 1890 se inaugura la traza de Alta Córdoba a Cruz del Eje, y esa ciudad tiene dos fechas fundacionales. Una es la de los talleres de mantenimiento del ferrocarril, y luego de la estación. Los talleres de mantenimiento de Cruz del Eje han sido muy importantes. Si hablamos de la influencia sobre la ciudad de Córdoba no podemos evitar hablar sobre sobre otra influencia a localidades circundantes”, resalta.

“La influencia, también dentro de la planta urbana de la ciudad de Córdoba del ferrocarril, es lo que hoy conocemos como los talleres y sus galpones, por ejemplo la parte nueva de la avenida Patria y el cruce de Bulnes. Hacia ambos lados están todavía emplazados muchos talleres, el galpón y los depósitos ferroviarios. Entre eso y las playas de Alta Córdoba hay una superficie muy importante, incluso uno ve los talleres, los galpones, hay muchos de ellos todavía en uso, donde hacen el mantenimiento en la actualidad de lo que se llama hoy Belgrano Cargas y Logística”, detalla.

“Hay fábricas importantes de la ciudad que usaron muchísimo el ferrocarril, como son primero la Fábrica Militar de Aviones, después Kaiser, con un ramal que llega y entra hasta la Puerta 15 de lo que era Ika-Renault, y por supuesto Fiat, que la emplazaron muy estratégicamente a pocos metros de la traza Buenos Aires – Córdoba. Las fábricas del conglomerado Fiat tienen influencia sobre el ferrocarril, porque están Materfer y Grandes Motores Diésel”, enfatiza.

El ferrocarril y la vida social

“También tenemos que los trabajadores del ferrocarril tienen sus interrelaciones personales y entonces resulta que los ingleses, que primero trajeron el fútbol al puerto de Buenos Aires, después lo dispersaron por todo el país. En Córdoba también. Y entonces tenemos que, entre 1913 y 1954, se fundan por lo menos 5 asociaciones civiles y deportivas, el Instituto Atlético Central Córdoba, el Club Atlético Talleres, el Deportivo Central Córdoba, Asociación Rieles Argentinos y el Club Social Deportivo Ferroviario de Barrio Patricios. Entonces empezamos a ver que este ferrocarril influyó pero de forma muy importante en toda la ciudad”, rememora.

“La impronta de la influencia del ferrocarril en Córdoba está a la vista, pero no está reconocida”, termina diciendo Patricio Dürst. Y es así, en la enumeración de todas las Córdobas que se suelen mencionar no debería faltar la nacida por influjo de los visionarios del siglo XIX, la construida por generaciones de personas que dejaron su huella en la ciudad y su alma. Como aquel empleado ferroviario, don Augusto Marzano, que junto a su hija Leonor creó la música folclórica de la provincia, o como un tal Daniel Salzano, hijo de un maquinista, que puso poesía en páginas y vidas. Así fue y será, por siempre, Córdoba ferroviaria. Por Miguel Angel Perin para ElObjetivo.com

1 de febrero de 2023

Radio Nacional estrena “Camino de hierro”, un podcast sobre la historia de los trenes argentinos

Actualidad

Redacción Crónica Ferroviaria

En tiempos de expansión de Trenes Argentinos, una producción de podcast busca difundir la historia del ferrocarril nacional y sus líneas interurbanas. En 8 episodios indaga sobre la historia y la política y cómo se entrelazan con la tecnología y la ciencia a lo largo de miles de kilómetros de territorio argentino. Ya se encuentra disponible el primer episodio en la sección de Podcast de Radio Nacional, en Spotify y en iTunes de Radio Nacional.

Con episodios estreno los miércoles y viernes, “Camino de Hierro” recorre la historia de las líneas Roca, San Martín, Sarmiento, Mitre, Urquiza y Belgrano, además de los comienzos del subte y la labor social del tren sanitario, con archivos de audio original de la época y efectos sonoros que acompañan el relato.

¿Locomotoras a caballo o a vapor? ¿Por qué hay trenes de diferentes trochas?  ¿Cuántos equipos de fútbol comparten nombre con antiguos ferrocarriles? ¿Por qué no hay línea F de subte? ¿Cuándo apareció la primera locomotora Diesel? ¿Cómo fue el proceso de reestatización de los trenes a cargo de Perón? Estos son algunos interrogantes que nos proponen los creadores, Julieta Alcain, Juan Manuel Carballeda y Martín Di Tomás. “Sobre las vías del tren también viaja nuestra historia” dicen y describen los trenes como “el mejor medio de transporte del mundo en la Argentina”.

Con producción de la Secretaría de Medios y Comunicación Pública, este podcast documental pone en valor los Trenes Argentinos y además procura reflexionar sobre las vicisitudes por las que el sistema ferroviario nacional ha transitado, sus privatizaciones y procesos de nacionalizaciones a lo largo de la historia.

“Camino de Hierro”

Estreno: miércoles 1 de febrero de 2023

Disponible en la sección de Podcast de Radio Nacional, en Spotify y en iTunes de Radio Nacional.

Ficha técnica:

Guión y voces: Julieta Alcain, Juan Manuel Carballeda, Martín Di Tomás.

Aportes: Patricio Devoto

Coordinación: Matías Mc Loughlin

Edición: Nehuen Seoane

ArgentIna (2022)

Resumen de los capítulos

Capítulo 1: El Sarmiento – Estreno miércoles 1 de febrero

Trata sobre el comienzo de la primera asociación ferroviaria” Camino de Hierro” y el primer tren de la historia argentina, el “Sarmiento”: recorre sus inicios y responde a la pregunta ¿Locomotoras a caballo o a vapor? Además, su protagonismo durante la epidemia de fiebre amarilla, y los procesos de privatización y estatización a lo largo de la historia

Capítulo 2: El Roca – Estreno viernes 3 de febrero

Atraviesa los sucesos alrededor del Ferrocarril Sud: su administración por los ingleses hasta 1948, luego su papel pionero con la aparición de la primera locomotora diésel eléctrica, y en los noventa su proceso de privatización a cargo de Carlos Saúl Menem.

Capítulo 3: El San Martín – Estreno miércoles 8 de febrero

Nacido como El Andino, fue adquirido por una empresa inglesa y luego absorbido por otra, el FC “Buenos Aires al Pacífico”, es conocido hoy como “San Martín”. Se recorre el proceso de recuperación de los trenes en 1948 con Perón, y su relación con el popular Vino Toro y sus bodegas.

Capítulo 4: El Mitre – Estreno viernes 10 de febrero

Sobre los comienzos del Ferrocarril Central argentino, hoy “Mitre” y sus concesiones fallidas. Se habla acerca de las maniobras británicas sobre el dominio del tren, la sucesión de huelgas en los sesenta y el hombre detrás de la estación “Maquinista Savio”. Además, se ahonda sobre los trenes eléctricos y su evolución a lo largo de la historia.

Capítulo 5: El Belgrano – Estreno miércoles 15 de febrero

Anteriormente conocido como “FC Central Norte”, “El Belgrano” nace como la unificación de todos los trenes de trocha angosta. ¿Por qué hay trenes de diferentes trochas?  También se habla sobre las asociaciones de amigos de trenes que mantienen las vías y estaciones abandonadas.

Capítulo 6: El Urquiza – Estreno viernes 17 de febrero

La historia del Urquiza es una de unión entre la Mesopotamia y Buenos Aires. Se habla sobre los 2 grandes gremios y cómo ocurrió la primera huelga ferroviaria del país. ¿Cómo se mueven las ruedas del tren? Se explica el sistema “Biela-manivela”.

Capítulo 7: El subterráneo – Estreno miércoles 22 de febrero

Se abandona la superficie terrestre para indagar sobre la historia de los subterráneos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y su marca precursora en América Latina. También, los distintos sistemas de construcción y dragado de subtes, y cómo debería ser el trazado actual. Además, se responde la eterna pregunta: ¿Por qué no hay línea F?

Capítulo 8: El Tren Sanitario – Estreno viernes 24 de febrero

Se repasa la historia del tren Central Norte conocido como el Tren Sanitario, impulsado por Eva Perón bajo la gestión de Ramón Carrillo, y su rol fundamental para la campaña contra el chagas de Salvador Mazza.

24 de enero de 2023

Paseo por la historia ferroviaria

Historia Ferroviaria

La Estación Elisa comenzó a funcionar en 1907, al mismo tiempo que se inauguró el ramal U6. Luego de años de abandono, en 1994 se forma la asociación civil Ferroclub Central Entrerriano. La ONG tiene como objetivo mantener la vía y revalorizar la historia en torno al tren.

Entre cantos de cardenales y gorriones en la cima de grandes y robustos fresnos, un sonido de otras épocas se hace presente perseguido por el movimiento de una máquina que pareciera ser sacada de una película de principios del 1900. La figura de una locomotora modificada de 1928 se abre camino entre las vías de más de un siglo de antigüedad que en años pasados tuvo una vida propia y le entregó un movimiento distinto a una Villa Elisa en pleno crecimiento. Sin embargo, como ocurrió en la mayoría de las regiones del país, con el paso de los años se fue olvidando al tren y otros medios de transporte fueron ganando mayor importancia.

El lugar es conocido como Estación Elisa y aún cuenta con cartelería que así lo señala. 

En la actualidad, y hace ya varios años, la función de la locomotora de Villa Elisa sirve para turismo y recorridos cortos con el objetivo de revalorizar la importancia histórica de este medio de transporte, no sólo a nivel nacional sino también su incidencia en lo local. El imaginario social en torno al tren permite que no se pierda todo lo que significó para algunos pueblos alrededor como así también para la ciudad jardín. Es ahí donde radica la importancia de los trabajos realizados por el Ferroclub Central Entrerriano, que cuenta con Personería Jurídica desde 1997 y trabaja con una meta clara: retrabajar el valor de la historia ferroviaria en las ciudades y pueblos que une el ramal U6, que comienza en Caseros y finaliza en San Salvador.


El Ferroclub Central Entrerriano fue fundado en 1994 y tiene como objetivo mantener limpio el ramal U6 como así también revalorizar la historia ferroviaria en la región. Foto: Nicolás García

Ubicada al suroeste de la ciudad y rodeada por calles de ripio y brosa, la Estación Elisa, como es conocida formalmente, está construida con una estructura de hierro cubierta por chapa que muestra, en su nivel de oxidación, los años pasados. Inaugurada al mismo tiempo que se construyó el ramal, fue punto de almacenaje de granos y cereales que provenían de otras ciudades como San Salvador y zonas aledañas. Esos vagones dormían en el galpón hasta la llegada de otra locomotora que las acompañaría hasta Caseros, punto final del ramal U6 y que empalma con el U5, una de las vías principales de la provincia que une Paraná con el Puerto de Concepción del Uruguay.

Lo pintoresco de la zona de la estación no desentona con el resto de la ciudad y la tupida vegetación es característica principal de la ciudad jardín. Es imposible no pensar en las historias que pasaron por sus pasillos, anécdotas de épocas pasadas que forman parte del constructo social y vertebran la sociedad de mitad del siglo XX, muy distinta en estos parajes del interior provincial en relación con otras ciudades más desarrolladas. Pequeños retazos de esos vínculos y relaciones permiten comprender distintas prácticas y formas de hacer que hoy en día se perdieron con el paso de las generaciones.

Si bien Villa Elisa no forma parte del conjunto de pueblos y comunas creadas a partir de la llegada del tren, sí adquiere contacto con una buena parte del resto de la provincia a través de este medio de transporte. Es a través de la creación de la estación que la ciudad comienza a ser conocida y visitada por viajeros de otros pueblos cercanos, ya que si bien la actividad principal eran trenes de cargas, una vez por semana o cada 15 días esas mismas locomotoras sumaban vagones de pasajeros.

Caer y levantarse

La pujanza del tren comenzó a desestabilizarse con la aparición del colectivo, una forma más rápida y cómoda para unir distintas localidades, y con una creciente descapitalización por parte del Estado nacional. El camión como vehículo de transporte ideal para el traslado de carga pesada, por la posibilidad de llegar a ciudades que no estaban unidas por vías férreas, comenzó a tomar cada vez más importancia, junto con el surgimiento del sindicato de camioneros a mediados del siglo XX. Todas estas variantes fueron provocando que el tren sea cada vez menos frecuente en la región y no escapó a la tendencia supresiva que comenzó en la década de 1960 por parte de los gobiernos de Frondizi y Onganía, hasta llegar a 1976, junto con la última Dictadura Cívico-Militar. Es en esta época en la que se comenzaron a clausurar una gran cantidad de ramales.


El Tren Histórico recorre el predio ferroviario y se instaló como uno de los atractivos turísticos de Villa Elisa.

El ramal U6 fue desarticulado definitivamente en 1977, año en el cual circuló el último tren por la Estación Elisa. Durante muchos años se abandonó el lugar hasta que a principios de la década de 1990 se comenzó a pensar y proyectar la revalorizacion del ramal. En 1994 logran acceder a la personería jurídica y se instala una asociación civil bajo el nombre de Ferroclub Central Entrerriano. Luego de ser comprada como chatarra a mil dólares y con motor nuevo, en septiembre de ese año se pone en marcha la locomotora Befdford construida en Escocia en 1928. Luego se construyen dos vagones de pasajeros con material rodante conseguido en Buenos Aires y se confeccionan con gran similitud a los utilizados a principios del siglo, con butacas e iluminación de época.

La actualidad

En conversación con Mirador Entre Ríos, el presidente del Ferroclub Central Entrerriano, José Luis Guillaume, comenta las funciones, objetivos y finalidades de la asociación.

-¿Cuáles son los objetivos y la función de la asociación?

-El Ferroclub brega por mantencion de la vía, darle valor a lo que es la historia ferroviaria en estos pueblos que une este ramal. Todo lo que se hace se hace a pulmón. Los gastos que genera el mantenimiento al material rodante, hacer la limpieza, corte de pasto y demás se sustenta con los paseos que realizamos. Somos una ONG que no recibe aportes de ningun organismo oficial, ni municipal, ni provincial ni nacional. Todos los que integramos el Ferroclub tenemos nuestras actividades privadas y en nuestros ratos libres le dedicamos muchos tiempo al Ferroclub para preservar el patrimonio histórico ferroviario y generar una posibilidad de un atractivo turístico para Villa Elisa.

-¿Qué actividades realizan?

-Actualmente hacemos paseos en temporada y arrancamos a partir de las 15:30/16hs con un recorrido en el tren histórico, haciendo un camino corto por lo que es el predio ferroviario con salidas cada una hora aproximadamente. Es una recorrida donde hablamos un poco de la historia del ferrocarril en esta localidad y también la historia del Ferroclub, que ya va para los 29 años de constitución como asociación civil. Nos dedicamos a hacer los paseos para después poder seguir haciendo mantenimiento de vía y poder ir limpiando para llegar a otros lugares. En el mes de febrero, para el fin de semana largo, tenemos organizado una caravana de zorras. Se va a realizar entre el 24 y el 25 de febrero, en el que generalmente participan un montón de chicos que vienen con su material rodante de distintos lugares y se hace una recorrida. Es un evento para disfrutar, para que pasen y eso nos implica a nosotros tener la vía en condiciones como para que ellos puedan transitar en su zorra.


La estación es mantenida por Ferroclub que tiene el lugar en condiciones similares a años anteriores. Foto: Nicolás García

-¿Cuántos kilómetros transitables tiene el ramal?

-Tenemos transitable desde Caseros, departamento Concepción del Uruguay, hasta La Clarita, que hace dos meses pudimos llegar. Tenemos 56 kilómetros de recorrido con vías limpias, que no es para turismo sino que lo hacemos con personal y material rodante del Ferroclub por una cuestión de seguridad y distancia. El ramal tiene un total de 100 kilómetros de vía, los cuales en algunos lugares tienen dificultades por la naturaleza porque los terraplenes se van socavando y es difícil reconstruirlos por la falta de maquinaria para esos trabajos. Estamos proyectando para este año intentar llegar a la localidad de Arroyo Barú para poder hacer un recorrido un poco más largo. En este momento somos pocos los integrantes del Ferroclub, lo que dificulta bastante poder organizarnos con el trabajo.

-¿Tienen pensado gestionar maquinaria nueva?

-Siempre intentamos gestionar, tanto a nivel nacional como provincial, material rodante más moderno para poder encarar algunos de los proyectos que ya están presentados. Uno de ellos es un tren turístico al palacio san José o también poder hacer paseos dentro de lo que son los predios ferroviarios de las localidades vecinas, como 1° de Mayo, Caseros y La Clarita. Tenemos pedido el tecnotren a nivel nacional, pero el gobierno no responde. Es complicado poder conseguir respuesta o apoyo, pero lo seguimos trabajando al tema en todos los ámbitos que podemos para poder llegar a tener una respuesta favorable.Fuente: Nicolás García para el Mirador.com

28 de noviembre de 2022

Huinca Renancó: La locomotora a vapor Nro 1517 y el sueño de su último maquinista

Historias Ferroviarias

Un día de 1970 don Juan Belforte se aprestaba a iniciar un nuevo viaje, pero le anunciaron que su máquina no iba a partir. Nunca más salió de la estación de ferrocarril. El trabajador pidió que la historia no cayera en el olvido. El Municipio creará el "Paseo de los ferroviarios".

El humo denso dejó de anunciar su partida allá por el año 1970 y desde aquel tiempo a la fecha la vieja locomotora cuyo último maquinista fue Juan Carlos Belforte duerme su sueño eterno.

Esta verdadera reliquia de la historia ferroviaria argentina quedó varada por siempre en la estación de Huinca Renancó. Y por estos días fue pintada con el objetivo de ponerla en valor y crear allí el “Paseo de los ferroviarios”.

Ese era el sueño y la última voluntad que compartió don Juan Carlos Belforte con Graciela Nieto, docente y gestora del Museo Histórico y Archivo Municipal de Huinca.

Finalmente, en el marco de los festejos por un nuevo aniversario de la ciudad, la maquinaria será puesta en valor y se inaugurará el paseo. Es una forma de rendirle tributo a don Belforte y, en él, a todos quienes trabajaron en el lugar. Así también, recuperar un capítulo de la historia de Huinca Renancó.

El pedido de don Juan

“Una mañana tocan la puerta de casa, creo que fue en el año 2014. Me acuerdo de que era don Juan. Me saluda y me dice: ‘Nena, yo tengo un sueño que tengo que contarte antes de que me muera y vos me tenés que ayudar’”.

Quien cuenta la historia a Puntal es Graciela Nieto, la gestora del Museo huinquense y docente jubilada.

De aquel lejano día recuerda que Belforte, quien fuera el último maquinista de la locomotora 1517, le pidió que lo acompañara hasta el predio del ferrocarril. “¿Tenés un tiempo para ir?”. Y aunque las horas apremiaban, pues debía concurrir a clases, Graciela decidió seguir en su derrotero a este ferroviario hasta el lugar.

“Llevá un lápiz y papel”, le aconsejó. Ya en el lugar, don Belforte comenzó a caminar y contar la historia de esa máquina, aquella que por muchos años manejó haciendo un trayecto de 300 kilómetros entre Huinca Renancó y la estación Monte Comán, en Mendoza. En medio, una parada en Navia, San Luis, donde recargaba agua.

“Don Juan era un apasionado por el ferrocarril. Ese día que fuimos a la estación me llevó hasta la locomotora parada debajo de un tanque de petróleo. Toda oscura y con las huellas duras del paso del tiempo”, recordó.

“Él caminaba y me iba contando. Por momentos se emocionaba y lloraba. Me dijo que un día de 1970, cuando estaba cargando agua para partir, le avisaron que la máquina no iba a salir porque en San Luis no le iban a cargar agua”. Era una orden de la oficina de Control de Vías de Villa Mercedes, donde debía hacer una parada.

Mientras el hombre hablaba y caminaba entre la máquina carcomida por el óxido, Graciela escribía rápidamente lo que don Juan le contaba.

El ferroviario nunca creyó esa versión. Y al tiempo empezaron a circular las máquinas a fueloil. Y ese fue el fin de su locomotora a vapor de agua.

El sueño de Belforte era que la historia de esa máquina no cayera en el olvido. Tampoco la mesa giratoria donde se ubicaba la locomotora para cambiar la dirección de circulación, ni ningún otro elemento que en el predio del ferrocarril existe.

“Cuando en 2011 impulsamos la creación del Museo Histórico y Archivo Municipal, don Belforte nos colaboró. Era un apasionado de la Historia. Y para él era muy emocionante y estaba orgulloso de una de las salas que está dedicada al ferrocarril”.

Pero quedaba pendiente ese otro sueño. Cual era poner en valor la locomotora.

“En la estación hay dos locomotoras y un ténder (es un vagón especial remolcado por una locomotora de vapor). Pero la que él manejó fue la 1817”, aclara Graciela Nieto. “Me dijo que desde el año 1970 no se movió más y que, así como la dejó, quedó. Me lo comentó entre llantos”.

Al poco tiempo Belforte se jubiló, pero siempre tuvo un sueño. Que la máquina fuera cuidada, protegida y fuera parte de la historia de Huinca Renancó. “También me habló del tanque de petróleo, de la bomba de petróleo, del cuarto de aspirantes donde tomaba mates con sus compañeros. Todo eso lo emocionaba mucho”, recuerda de aquel día Nieto.

Un lugar que cobrará vida

Ahora, y por iniciativa del Ejecutivo municipal, será puesta en valor. Así también sus alrededores, que se convertirán en un Paseo de los ferroviarios.

Graciela Nieto ha escrito breves pasajes que serán parte de la cartelería a colocar en el lugar a partir del 3 de diciembre, en el marco de los actos aniversario de fundación de Huinca.

El objetivo del gobierno local es poner en valor y recuperar cada uno de los elementos ferroviarios que se encuentran en la estación.

En tanto, muchos otros están preservados en una de las salas del Museo local.Por: Patricia Rossia para el Puntal.com

30 de septiembre de 2022

Uruguay: Día del Patrimonio

Exterior

Redacción Crónica Ferroviaria

El Círculo de Estudios Ferroviarios del Uruguay (CEFU) informa que los días sábado 1° y Domingo 2 de Octubre de 2022 se celebra el Día del Patrimonio y dicha entidad organizó diversas actividades (conjuntamente con AFE y con la Intendencia de Canelones). 

En la página de facebook del CEFU manifiestan que "en la antesala de un nuevo Día del Patrimonio, y ante la reciente autorización de exposición, el Círculo de Estudios Ferroviarios del Uruguay se siente complacido en invitarlos a visitar nuestra muestra histórica ferroviaria, ubicada en el Museo de la Estación Peñarol, "Edgar Mazza". 

La misma, estará acompañada en esta oportunidad, por una muestra de material ferroviario estático, pero en condición de servicio, que tendrá lugar en el patio de los talleres de AFE en Peñarol. 

Un breve circuito ferroviario, para disfrutar en familia, ya que, en un radio accesible a pie, encontrarán dos exposiciones de excelencia.

El material expuesto en Talleres constará de locomotoras a vapor (ANP N°3, N3 N°119), coches motores (Brill N°104, Brill N°121) y salones de pasajeros de distintas épocas (FCUE N°663, FCMU N°522).

Asimismo, informan que mañana sábado esperan a todos aquellos interesados de 10:00 a 18:00 horas "para visitar estas y otras unidades históricas dentro del predio de talleres Peñarol. Además de nuestro museo ubicado en la estación a pocos pasos de la misma".

Por último, expresan que "para los amantes de la fotografía podrán ver circular entre la estaciones Manga y Victor Sudriers la excursión patrimonial con motivo de la celebración del 70º aniversario de la llegada de nuestro salones Allan a Uruguay".