12 de noviembre de 2013

URUGUAY: AFE SIN PERSONAL. LOS INCENTIVARON A IRSE Y AHORA LES PIDEN QUE SE QUEDEN

EXTERIOR

De 980 funcionarios se irán 600 y áreas clave del ente quedarán casi sin gente

Casi vacío. Así quedará el ente ferroviario AFE cuando se termine de completar la salida de personal prevista por la reestructura impulsada desde el Poder Ejecutivo, que consiste en convertir al organismo público en el encargado de ofrecer los servicios de infraestructura, y trasladar la gestión de operaciones de carga a una nueva empresa 51% en manos de AFE y 49% de la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND), actuando bajo el derecho privado. Con dos herramientas, el retiro incentivado y un nuevo sistema de declaración de excedentes, el organismo público se planteó renovar y reducir la plantilla. Pero en el camino se quedará con un déficit de recursos humanos difícil de revertir en áreas clave, y que ahora pretende atajar explorando “pactos” con los funcionarios decididos a irse para su casa o a otro destino dentro del Estado.

Las áreas “Operaciones” y “Material Rodante”, por ejemplo, quedarían desiertas y bajo la órbita de la nueva empresa operadora, que hoy tiene solo un funcionario en plantilla: el gerente general, Gonzalo Ponce de León.



Un ejemplo: en el  tramo entre Nico Pérez (Florida) y Río Branco  (Cerro Largo), AFE tiene 20 maquinistas para realizar las operaciones. De ellos, 12 ya pidieron el retiro incentivado y se van este año. Los ocho que quedan podrían operar cuatro yuntas del tren, ya que cada una debe ser gestionada por una dupla de maquinistas. Pero a su vez cinco de los ocho que quedan piensan tramitar la excedencia, según contó a El Observador el secretario general de la Unión Ferroviaria, Ricargo Cajigas.

No hay personal en el mercado que pueda desempeñarse como maquinista. Deberían ser instruidos y cumplir con las prácticas, lo que lleva dos años como mínimo. Además, los maquinistas de AFE están capacitados para una línea específica de las que están operativas en Uruguay. No pueden trabajar en otras, como si fuera una libreta de conducir autos, que es válida para todo el territorio. Si se cumple el extremo que muchos advierten en AFE, pueden ser suspendidos servicios actuales. El ente ferroviario transporta materiales como cemento, piedra o madera.

Lo mismo sucede en otras áreas clave como Tráfico, adonde los funcionarios gestionan y diseñan el uso de las vías, que a excepción de unos kilómetros en zona metropolitana, sirven para transitar de un sentido a la vez. Allí 30% del personal se puede ir este año.

La realidad hizo que el directorio del ente ferroviario piense en buscar acuerdos con trabajadores, o contratar a empresas privadas para cumplir con tareas que quedan sin funcionarios. “Hasta el 28 de febrero tenemos la facultad para hacer algunas contrataciones. De lo que no podamos, vamos a recurrir a la contratación de empresas privadas para que provean los servicios que se vean más resentidos por los retiros. Pueden ser empresas constructoras para las vías, u otro tipo de servicios administrativos que se vean resentidos, haciendo contratos hasta que tengamos potestades constitucionales para restituir la plantilla”, informó a El Observador el vicepresidente de AFE, Álvaro Fierro.

La posibilidad manejada por el jerarca no sirve para esas áreas operativas clave, como maquinistas o quienes se encargan de controlar el tráfico.

Fierro reconoció la dificultad, y por ello habló de explorar “pactos” con trabajadores para evitar que  áreas queden totalmente vacías. “Estamos obligados a cumplir con los retiros, lo cual no quiere decir que no podamos pactar en algunos casos con los involucrados, para que dilaten las condiciones de sus retiros”, dijo.

Sangría

AFE tiene 980 funcionarios en la actualidad. De ellos, 360 (aproximadamente) están en condiciones de aceptar un retiro incentivado que por decreto habilitó el gobierno, y que consiste en pagarle durante cinco años casi tres cuartas partes de su sueldo para que abandone el cargo. El resto de los funcionarios (60%) pueden ser declarados excedentes y trasladados a otras oficinas del Estado, manteniendo su remuneración y rango.

Hasta ahora, más de 200 funcionarios de los 360 habilitados ya iniciaron su trámite para abandonar el organismo. Esos primeros 200 antes del 31 de diciembre se van. El resto tiene hasta la segunda quincena de enero de 2014, y según calculan en AFE la mayoría aceptará la oferta. De ser así, la plantilla del ente se reduce 40%. Los únicos requisitos son tener 58 años de edad a fin de año y 30 años de servicio, lo cual plantea retiros al barrer, sin discriminar capacidades, talentos o necesidades del organismo.

El resto de los funcionarios ya pueden pedir ser declarados excedentes, o bien AFE puede decidir hacerlo. Con la promulgación de la ley de Rendición de Cuentas, entró en vigencia el artículo 202, que detalla el nuevo sistema de excedencias. Existe un compromiso no escrito entre trabajadores y la administración del ente para aceptar cada uno de los pedidos de excedencia.  Según explicó Cajigas a El Observador hay más de 200 trabajadores que piensan pedir la excedencia porque no están de acuerdo con el nuevo modelo de gestión que impulsa el gobierno. Por lo tanto, sumado a los retiros incentivados son aproximadamente 600 de 980 quienes se van de AFE en los próximos meses.

La semana pasada el directorio –que está sin presidente tras la destitución de Jorge Setelich y espera que asuma Carmen Melo– recibió a una delegación de la Unión Ferroviaria. Allí, los representantes de los trabajadores consultaron a las autoridades cuál era el plan de contingencia ante el inminente vaciamiento de personal que sufrirá el ente. Pero AFE no tiene un plan de esas características.

La nueva operadora ferroviaria, que estará encargada de gestionar los servicios de carga, deberá en lo que queda del año completar su plantilla, que hoy se compone solo de un gerente general.

La motosierra de Berchesi


En el primer período de gobierno democrático pos dictadura, el presidente del ente, Juan Berchesi (1985-1990), aplicó con mucho énfasis la ley para declarar excedentes a casi la mitad de los funcionarios de AFE. De los casi 9.000 funcionarios que habían al momento de su asunción, quedaron menos de 4.000 cuando se alejó de la empresa, según consta en memorias anuales. Una de las funcionarias que cayó en las declaraciones de excedencia del ente fue Carmen Melo, quien asumirá esta semana como nueva presidenta de AFE. Según dijo Cajígas a El Observador, durante las declaraciones de excedencia hubo empleados que se suicidaron porque se les bajó el sueldo con el cambio.ElObservador.com

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