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En Santiago
del vecino país, Argentina y Chile intentarán avanzar en el proyecto.
Justifican la demora por la gran cantidad de información que debió procesarse.
Falta definir puntos clave.
Seis meses
más tarde que el último plazo previsto entre ambos países, Argentina y Chile se
sentarán la semana que viene otra vez para intentar avanzar en el demorado
proyecto del Tren Trasandino.
El martes 27
de febrero, en Santiago, funcionarios de ambos lados de la cordillera se
sentarán en el marco del Ente Binacional del Ferrocarril Trasandino (Ebifetra),
en un encuentro en el que se aguarda que Chile comience a dar definiciones
acerca de si dará la factibilidad para que la obra finalmente sea licitada.
Mariano Pombo
es el funcionario del Gobierno de Mendoza al que Francisco Pérez le asignó la
responsabilidad de seguir el proceso de discusión del Trasandino y es quien
estará sentado en representación de la Provincia la semana que viene en la capital del
país vecino.
“La verdad es
que el proceso viene demorado y ha sido por la gran cantidad de información que
se ha tenido que procesar, sobre todo de muchos datos sobre los cuales han
pedido ampliaciones desde el lado chileno”, confió ante la consulta de Diario
UNO.
En cuanto a
los aspectos técnicos, existen al menos casi dos centenares de planteos que se
han hecho tanto desde Argentina, pero más desde Chile, al proyecto definitivo
que presentó Corporación América, del grupo Eurnekián, que es quien presentó la
obra binacional, que será financiada por privados y que tiene un costo no menor
a los U$S3.000 millones. Esto, según el último cálculo que data del segundo
semestre de 2012.
El Ebifetra
tiene que definir, entre otras cuestiones, aspectos ambientales, técnicos y las
vinculadas al transporte. Aunque el punto clave a definir es uno: si el tren
será o no rentable.
Haca casi un
año, a principios de marzo de 2012, el tren recibió un impulso fenomenal.
Cristina Kirchner y Sebastián Piñera, presidentes de Argentina y Chile,
respectivamente, firmaron un acuerdo por el cual se autoimpusieron un plazo de
seis meses para realizar los estudios de factibilidad del proyecto.
Esa fecha
límite se venció en setiembre y se agrega a las postergaciones anteriores que
también involucraron a presidentes de ambos países. En octubre de 2006, en
Mendoza, los entonces mandatarios Néstor Kirchner y Michelle Bachelet también
habían firmado el arranque de la licitación de la obra. Meses después, todo el
proceso se venía abajo.
Los motivos
políticos del retraso
El Tren
Trasandino contempla el recorrido entre Luján de Cuyo y Los Andes (Chile), con
un túnel de baja altura de 52 kilómetros de longitud que permitirá
transportar 72 millones de toneladas por año. Para hacerlo, Corporación América
presentó hace dos años un cronograma de financiamiento que incluyó a Empresas
Navieras de Chile, Mitsubishi Corporation de Japón, Geodata de Italia y
Contreras Hermanos de Argentina.
Sin embargo,
más allá de las cuestiones técnicas, las dilaciones en la concreción del
proyecto tienen otras lecturas, que apuntan a cuestiones políticas.
Una de ellas
es que el gobierno chileno se resiste a otorgar los avales al endeudamiento del
grupo privado, algo que tiene que pasar por el Congreso trasandino para su
aprobación.
Además, en
Chile están reacios a firmar lo que para ellos sería una cesión de soberanía a
un ente binacional, es decir, a la Argentina.
Y por el otro
lado, las demoras pueden estar vinculadas también al proceso electoral que se
avecina en Chile. En noviembre habrá elecciones presidenciales y desde el
Ejecutivo mendocino creen ver allí el origen de tantas idas y vueltas.
Aunque se
esperanzan con algo. Para noviembre, la favorita en las encuestas es Bachelet,
que hace casi siete años ya se había mostrado interesada en que el Trasandino
finalmente vuelva a correr por la montaña.DiarioUNO
Otro verso gigantesco que lo vengo escuchando hace como 12 años.
ResponderEliminarDiego Vicco