EMPRESAS
La mayor
infraestructura proyectada en EE UU, la del ferrocarril de alta velocidad de
California, tiene a cuatro empresas españolas a punto de presentar ofertas por
la primera fase de las obras. Ferrovial y Acciona lideran en alianza uno de los
cinco consorcios precalificados; ACS acude con las filiales Dragados y
Flatiron, y Comsa Emte lo hace con constructoras americanas.
La
construcción española ha dado ejemplo de su empuje internacional con Ferrovial,
Acciona, ACS y Comsa Emte en la recta final para arrancar el mayor proyecto de
infraestructuras diseñado jamás en Estados Unidos: el AVE de California. El
Departamento de Transportes del estado ha revisado el modelo de negocio,
recortando costes, y espera en este verano la presentación de ofertas para el
tramo de 46 kilómetros
que separa a las localidades de Madera y Fresno. El presupuesto de este primer
segmento rondará los 1.500 millones de dólares (1.192 millones de euros).
Este proyecto
pionero para la alta velocidad en Estados Unidos, después de que fuera
congelado el AVE de Florida, ofrece magnitudes espectaculares: el corredor
tiene 1.330
kilómetros entre Sacramento y San Diego y el presupuesto
total ronda los 68.000 millones de dólares (unos 54.000 millones de euros),
tras un tijeretazo cercano a los 30.000 millones de dólares. El Departamento de
Transportes confía en tener operativa una primera fase, por la que correrán
trenes a 365
kilómetros por hora, en el año 2017.
Un millar de
empresas presentaron muestras de interés por participar en las obras en abril
del año pasado, pero solo cinco consorcios optan a la primera. Ferrovial y
Acciona encabezan el primero de ellos, llamado California Backbone Builders. El
grupo de la familia Del Pino cuenta con fuerte implantación en Estados Unidos,
especialmente en el negocio de las autopistas de peaje. En cuanto a Acciona,
fue una de las primeras constructoras del mundo en interesarse por el
desarrollo del AVE californiano, pero hasta ahora sus pasos en Estados Unidos
van más por la rama de la energía que por la construcción.
Frente a este
tándem español va a presentar oferta ACS, que concurre al concurso con sus
constructoras Dragados y Flatiron y en alianza con la estadounidense Shimmick.
Esta última cuenta con numerosas referencias de obra ferroviaria en California.
Por último,
la catalana Comsa Emte también ha metido la cabeza en uno de los cinco
consorcios en liza, acompañando a las estadounidenses Kiewit y Granite, en el
grupo denominado California High Speed Ventures.
Los otros dos
conjuntos de constructoras que optan a diseñar y construir el tramo
Madera-Fresno son el que forman la americana Fluor y la sueca Skanska, y el
integrado por las estadounidenses Zachry, Tutor Perini y Parsons.
Trámites
previos
El
Departamento de Transportes de California pretende que la fase de presentación
de ofertas no vaya más allá del mes de septiembre, con el objetivo de adjudicar
el contrato de diseño y construcción a finales de este 2012. De forma paralela,
la Administración
cuenta ya con los primeros informes medioambientales favorables (para el
segmento Merced-Fresno) y está pendiente de recibir luz verde de la Administración Federal
del Ferrocarril.
En California
se pretende sufragar las fases iniciales de la línea entre Sacramento y San
Diego con fondos públicos, y confiar a la iniciativa privada, a través de
concesiones, el avance en sucesivas fases. De momento, hay una cuenta con 3.500
millones de dólares en fondos federales y el Estado espera contar con otros
3.000 millones de dólares aportados por la American Recovery
and Reinvestment Act (ARRA) y el High-Speed Intercity Rail Program (HSIPR). La
aprobación de esta última partida estatal se debate el próximo 1 de julio y de
ella dependen los fondos federales.CincoDías
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