La compañía guipuzcoana Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) afronta el futuro con optimismo gracias al «renovado apoyo que el sector ferroviario está recibiendo por parte de los diversos gobiernos y administraciones públicas» en todo el mundo, que apuestan por el tren como medio de transporte rápido, eficaz, eficiente y ecológico tanto para entornos urbanos e interurbanos como para conectar ciudades a media y larga distancia.
Modelos del prototipo tren de alta velocidad 'Oaris' en las instalaciones centrales de CAF en Beasain.
El presidente de la empresa industrial de referencia en el Goierri, José María Baztarrica, presentó ayer ante la junta de accionistas celebrada en Beasain un panorama prometedor. No solo porque en 2010 se logró un beneficio récord de 129,6 millones de euros y una cartera de pedidos por valor de 4.519 millones, también un máximo histórico a final de año, sino, sobre todo, por las buenas perspectivas del sector y la sólida situación de CAF como competidor internacional.
Entre las posibilidades de negocio futuro, Baztarrica recordó la anunciada liberalización de los servicios ferroviarios en Europa y otras partes del mundo, que traerá aparejada la necesidad de nuevos trenes, así como un repunte de los servicios de mantenimiento externalizados.
Pero el reto principal no será la mayor demanda, sino el cambio en el modelo de negocio. Por un lado por la tendencia a solicitar no solo el material rodante, sino el proyecto 'llave en mano'. Esto es, que el suministro de trenes vaya acompañado también por la construcción de la red viaria y eléctrica, las estaciones, las señalizaciones, los talleres, las labores de mantenimiento o, incluso, la gestión del servicio.
Y por otro, por el «creciente interés» de las administraciones, dada su limitación de recursos, por los proyectos con financiación mixta público-privada. Baztarrica recordó que CAF ya cuenta con experiencia en cofinanciar proyectos públicos a cambio de concesiones o bajo fórmulas de renting.
Las buenas perspectivas tienen su contrapunto, advirtió Baztarrica, en el contexto de «creciente competitividad y tensión en el sector, que «experimenta un lento pero progresivo desplazamiento de la demanda y la oferta hacia países emergentes y asiáticos».
La junta aprobó la propuesta de repartir un dividendo de 10,5 euros por acción, el mismo que en 2010 (Fuente y foto: DiarioVasco.com)
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