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Desde la Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado se inició una apriete a trabajadores para que firmen una cláusula de silencios. Violando la libertad de expresión buscaban que los trabajadores no denuncian la realidad del vaciamiento de los ferrocarriles. Por ser tan poco serio, la empresa tuvo que retroceder.
A mediados de la semana pasada comenzó a circular en distintos sectores de las Líneas San Martín y Belgrano Sur una notificación a sus empleados exigiéndoles firmar un Acuerdo de Confidencialidad, que les prohibía la difusión de datos contables, informáticos, comerciales, técnicos y operativos del ferrocarril bajo amenaza de despido por “pérdida de confianza”, arguyendo los artículos 63 y 85 de la Ley de Contrato de Trabajo.
Si bien la empresa no dio razones públicamente para la circulación de este documento, parece estar relacionado con el incidente en Palermo que dejó decenas de heridos en mayo del año pasado, y que expuso la pésima situación de la señalización en el sector por falta de mantenimiento y reposición de materiales.
Como respuesta el gobierno decretó la Emergencia Ferroviaria y comenzó a instrumentar la Ley Bases transformando SOFSE en una sociedad anónima, justificando la escalada privatizadora con el vaciamiento previo. El Acta Acuerdo se centra, justamente, en aplicar una mordaza a sus empleados (y ex empleados, sea por retiros voluntarios, jubilaciones o despidos) para evitar que se difundan los contratos que suscribe SOFSE con tercerizadas y las fallas operativas que se desprenden de estas operaciones o del propio vaciamiento del servicio, lo cual fue rápidamente cuestionado por los trabajadores ferroviarios con una respuesta ambigua de las direcciones gremiales.
Con el correr de los días el lunes 22 de abril la empresa decidió dar marcha atrás pese a la no oposición de la mayoría de las conducciones sindicales, en algunos casos retrasando la firma, pero sin dar instrucciones al respecto mientras los compañeros sufrían el apriete de sus supervisores, y en otros casos directamente avalando que se firme por tratarse de una “formalidad”. Pese a ello, y frente a los reiterados pedidos de respuesta de los trabajadores ferroviarios, la cláusula quedó sin efecto exponiendo la debilidad que tienen el gobierno y la empresa SOFSE para imponer este tipo de restricciones sin ningún costo.
Los trabajadores que venimos organizándonos frente al ajuste denunciamos la actitud pasiva de las direcciones sindicales frente a las amenazas de la empresa, en franca contradicción con la debilidad institucional del gobierno de Milei para aplicar sus planes, abriendo la posibilidad de reagruparse y pelear por la recuperación de los salarios, contra los despidos y por un servicio público de calidad en lugar del negociado para pocos que son las privatizadas.
Señalamos también la importancia de defender todas las herramientas democráticas que existen para levantar estas denuncias, contra los atropellos patronales que buscan sembrar miedo y silencio para poder firmar sus contrataciones a espaldas del interés de trabajadores y usuarios.Fuente:LaIzquierdaDiario.com