ACTUALIDAD
Muchos pasajeros salen más temprano para llegar a tiempo; ayer hubo
tareas de reparación de vías y durmientes
La crisis del sistema metropolitano de ferrocarriles -sus consecuencias,
en rigor- es un tema cotidiano para los usuarios de la línea Mitre. Por las
demoras, que ya se convirtieron casi en una rutina, gran parte de los pasajeros
salen de su casa más temprano, calculando que si prevén tomar el tren del
horario "de lista" lo más seguro es que llegarán tarde a destino, y
con temor de que en el camino ocurra un accidente.
Ésa es la síntesis de los testimonios obtenidos ayer por LA NACION en un viaje de ida y
vuelta por el ramal Tigre en la hora pico matutina. "No podés tener miedo
porque no hay una alternativa, es esto o nada", dijo Lidia Ramona Gómez,
de 44 años, una empleada doméstica que viaja todos los días de San Isidro a
Retiro. Lidia estuvo en un incendio en la estación Olivos hace cuatro meses,
pero admitió que más que el miedo el problema es "que querés llegar a
trabajar a tiempo y no podés".
Fabián Pivato, de 46 años, agregó: "Se nota que los trenes vienen
con menos vagones, porque a veces no alcanza a subir toda la gente y tenemos
que esperar a la siguiente formación. En general hay demoras de 20 minutos,
pero hoy tuve que dejar pasar dos trenes porque estaban muy llenos", se
quejó.
"Hace un año estuve en un accidente donde se prendió fuego un vagón
. Nos tuvimos que tirar todos a las vías y nadie sabía qué hacer. Desde la
tragedia de Once siento que hay menos servicio, y me preocupa mi seguridad, por
eso trato de estar atento, pero mucho más no puedo hacer", agregó el
hombre, que viaja desde hace diez años en esta línea y la nota "cada vez
peor".
VIAJES ETERNOS
Algunos tratan de lidiar con la incomodidad y las demoras porque no
tienen otro medio de transporte rápido a mano o porque la alternativa -el
colectivo, por caso- no les garantiza mayor celeridad.
"Hace un par de meses que llego tarde a mi trabajo y tuve
problemas. Aunque salgo media hora más temprano, no llego. Al principio me
reclamaban por qué no llegaba a horario, pero ahora que ya sabe todo el mundo
que hay demoras me retan un poco menos", admitió Marta González, de 55
años, que trabaja en un centro de estética.
"En promedio espero 45 minutos, y una de cada diez veces que viajo
espero hasta una hora", agregó Lucas Fenini, de 26 años, que viaja desde
San Isidro hasta Retiro a diario.
En el último mes hubo cuatro incidentes significativos en tres líneas
del área metropolitana. El 6 de agosto, una formación del Mitre descarriló y
chocó contra una torre, cerca de Retiro, con un saldo de seis heridos y un día
y medio de suspensión total del servicio.
El último episodio, anteayer a la madrugada, con el descarrilamiento de
un tren de cargas a metros de la estación Belgrano R, también complicó el
funcionamiento del servicio entre Retiro y las cabeceras de José León Suárez,
en San Martín, y Bartolomé Mitre, en Olivos.
Luego de ese incidente, tal como publicó LA NACION ayer, empleados
ferroviarios denunciaron que la línea carece de mantenimiento, que las vías
están en mal estado y que el sistema de señalización falla.
Ayer, en la recorrida, LA
NACION advirtió que entre el lugar del descarrilamiento de la
antevíspera y la barrera de la calle Melián, antes de la estación Coghlan, en
el ramal Mitre, al menos dos decenas de operarios trabajaban sobre las vías y
los durmientes. Pasajeros habituales de la línea dijeron que era el primer día
de tareas y que en ese tramo el tren circuló a paso de hombre.
Algunas barreras siguen con problemas; ayer, por caso, LA NACION advirtió que la de
Blanco Encalada y la vía del ramal a Tigre estaba baja permanentemente, y los
vehículos cruzaban sin que autoridad alguna ordenara el tránsito seguro.
CRONOLOGÍA DEL MAL ESTADO
La tragedia de Once, con 51 muertos, fue la más grave
5 de marzo
Un colectivo que transportaba a escolares cruzó un paso a nivel
clandestino en Campana. No hubo muertos.
10 de junio
En el Belgrano Norte, en Retiro, hubo un brusco acoplamiento que dejó 14
heridos.
18 de junio
Descarriló un vagón de la línea Mitre en Núñez.
La Nación