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El proyecto ya está desarrollado y con los estudios preliminares que establecen un recorrido entre Ingeniero White y las instalaciones del Conicet, en el kilómetro 7 de La Carrindanga.
Hablar de la puesta en marcha de un tren urbano en Bahía Blanca parece, a esta altura de la historia, una utopía. La palabra sugiere la idea de generar una sociedad ideal y, por lo tanto, imaginaria, un no-lugar.
Pero poner en operatividad un tren que, aprovechando la infraestructura existente, atienda el transporte de pasajeros en un recorrido que uniría varios puntos de concurrencia masiva sigue siendo, sin embargo, una idea activa, viable y cada año con más argumentos a favor.
“Es perfectamente factible y estamos reactivando las gestiones ante el ministerio de transporte de Nación para avanzar con su implementación”. Quien señala esto es el ingeniero Eduardo Matarazzo, quien preside la Comisión para el tren urbano y quien desde hace años viene desarrollando gestiones para disponer de lo que considera “una alternativa válida” para el transporte de pasajeros local.
El proyecto ya está desarrollado y con los estudios preliminares que establecen un recorrido entre Ingeniero White y las instalaciones del Conicet, en el kilómetro 7 de La Carrindanga.
Lo que plantea la propuesta es utilizar un tramo de rieles de la línea Lamadrid y la disposición de un tren de tres coches (tripla) con capacidad para 120 pasajeros, reciclados de la red de Buenos Aires.
La cantidad de vías a reacondicionar, de acuerdo al estudio mencionado, suma dos kilómetros y se prevé la construcción de doce apeaderos o paradas, las cuales se materializan con un andén y una estructura como lugar de espera del tren.
Se trata de un modelo similar al tren universitario que desde hace años circula en la ciudad de La Plata, con un recorrido de 5 kilómetros y cuatro paradas intermedias en otras tantas facultades.
Los papeles
El diseño fue presentado en 2015 ante el Ministerio de Transporte de la Nación, con un flujo de pasajeros que justifica ampliamente su implementación, considerando además el aumento en la cantidad de usuarios que ha registrado ese sector de la ciudad.
Se suma, además, posibles usos pensados para sitios como el complejo deportivo Zibecchi del club Liniers, en La Carrindanga, que analiza la construcción de dos establecimientos educacionales.
“Es una idea. Pero si se concretan los ingresos que nos corresponde por la transferencia de Lautaro Martínez (actual jugador del Inter, ex Liniers), consideramos la posibilidad de construir una escuela primaria y otra secundaria. Es algo que exige mucha gestión, porque dependería del Estado como cualquier otra escuela pública, pero es algo que nos parece interesante plantear”, confirmó Carlos Pablo, presidente de la entidad de la avenida Alem.
Lo posible
Matarazzo menciona que la concreción de un tren urbano estuvo cerca de concretarse en 2015, aunque no fue considerado como factible por el ministro de transporte Guillermo Dietrich, que no comulgaba con la idea de utilizar esos rieles con otro destino que no fuera el de la circulación del transporte de carga.
“Ahora retomamos contacto con la gente de infraestructura ferroviaria de Trenes Argentinos, que sería el posible operador técnico. Con la pandemia quedó todo postergado, pero la idea de desarrollar trenes urbanos en el interior fue bien recibida por la nueva administración”, asegura Matarazzo.
Además de la cuestión ambiental, el ferrocarril resulta poco agresivo, el recorrido que plantea no compite con los ómnibus, que responden a una trama, la mayoría definida hace al menos 50 años, que lleva a todas sus líneas a pasar por el microcentro.
Si bien la inversión a realizar no está actualizada, a fin del año pasado desde la Comisión que presidente Matarazzo se indicó que la misma rondaría los 20 millones de pesos.
Desde el municipio: la vista puesta en White
Desde la secretaría de Espacios Públicos y Movilidad Urbana del municipio se señaló que “sería muy interesante” considerar un tren urbano a la hora de repensar el transporte en la ciudad.
“Cuando se termine de reconfigurar la malla de recorridos se podría sumar esa traza”, manifestó el arquitecto Arrigo Reale, director adjunto de Planificación Urbana.
El funcionario mencionó que este año estuvo trabajando desde su secretaría en la viabilidad de poner en funcionamiento un tren desde la Estación Sud hasta el ex muelle de los Elevadores de Ingeniero White, sitio que se piensa recuperar para el uso comunitario.
“Averiguamos la disponibilidad de máquinas y coches, pero con el tema del coronavirus quedó todo en espera. Si se licita la puesta en valor del muelle nos parece una buena alternativa habilitar ese recorrido”, opinó.
Aquellos trenes locales
Bahía dispuso durante casi 70 años –hasta la década del 60—de un servicio de trenes locales. El Buenos Aires al Pacífico –estación Noroeste, en Sixto Laspiur y Rondeau— partía de Garro (en Ingeniero White), llegando hasta Bordeu, con paradas en Galván, Km 8, Loma Paraguaya, Km 5, Bahía Blanca, Maldonado y Km 9.
Un recorrido de 40 minutos, con 8 servicios entre las 7 y las 20.40.
El Ferrocarril del Sud tenía el tren local a Ingeniero White, con parada en Spurr, con 19 formaciones entre las 0.15 y las 22.40. El recorrido demoraba apenas 12 minutos.
También estaba el servicio del Vía Pringles que hacía Bahía Blanca-Grünbein-Calderón-Corti-Cabildo, en 1 hora 25 minutos.Fuente: La Nueva
El proyecto ya está desarrollado y con los estudios preliminares que establecen un recorrido entre Ingeniero White y las instalaciones del Conicet, en el kilómetro 7 de La Carrindanga.
Hablar de la puesta en marcha de un tren urbano en Bahía Blanca parece, a esta altura de la historia, una utopía. La palabra sugiere la idea de generar una sociedad ideal y, por lo tanto, imaginaria, un no-lugar.
Pero poner en operatividad un tren que, aprovechando la infraestructura existente, atienda el transporte de pasajeros en un recorrido que uniría varios puntos de concurrencia masiva sigue siendo, sin embargo, una idea activa, viable y cada año con más argumentos a favor.
“Es perfectamente factible y estamos reactivando las gestiones ante el ministerio de transporte de Nación para avanzar con su implementación”. Quien señala esto es el ingeniero Eduardo Matarazzo, quien preside la Comisión para el tren urbano y quien desde hace años viene desarrollando gestiones para disponer de lo que considera “una alternativa válida” para el transporte de pasajeros local.
El proyecto ya está desarrollado y con los estudios preliminares que establecen un recorrido entre Ingeniero White y las instalaciones del Conicet, en el kilómetro 7 de La Carrindanga.
Lo que plantea la propuesta es utilizar un tramo de rieles de la línea Lamadrid y la disposición de un tren de tres coches (tripla) con capacidad para 120 pasajeros, reciclados de la red de Buenos Aires.
La cantidad de vías a reacondicionar, de acuerdo al estudio mencionado, suma dos kilómetros y se prevé la construcción de doce apeaderos o paradas, las cuales se materializan con un andén y una estructura como lugar de espera del tren.
Se trata de un modelo similar al tren universitario que desde hace años circula en la ciudad de La Plata, con un recorrido de 5 kilómetros y cuatro paradas intermedias en otras tantas facultades.
Los papeles
El diseño fue presentado en 2015 ante el Ministerio de Transporte de la Nación, con un flujo de pasajeros que justifica ampliamente su implementación, considerando además el aumento en la cantidad de usuarios que ha registrado ese sector de la ciudad.
Se suma, además, posibles usos pensados para sitios como el complejo deportivo Zibecchi del club Liniers, en La Carrindanga, que analiza la construcción de dos establecimientos educacionales.
“Es una idea. Pero si se concretan los ingresos que nos corresponde por la transferencia de Lautaro Martínez (actual jugador del Inter, ex Liniers), consideramos la posibilidad de construir una escuela primaria y otra secundaria. Es algo que exige mucha gestión, porque dependería del Estado como cualquier otra escuela pública, pero es algo que nos parece interesante plantear”, confirmó Carlos Pablo, presidente de la entidad de la avenida Alem.
Lo posible
Matarazzo menciona que la concreción de un tren urbano estuvo cerca de concretarse en 2015, aunque no fue considerado como factible por el ministro de transporte Guillermo Dietrich, que no comulgaba con la idea de utilizar esos rieles con otro destino que no fuera el de la circulación del transporte de carga.
“Ahora retomamos contacto con la gente de infraestructura ferroviaria de Trenes Argentinos, que sería el posible operador técnico. Con la pandemia quedó todo postergado, pero la idea de desarrollar trenes urbanos en el interior fue bien recibida por la nueva administración”, asegura Matarazzo.
Además de la cuestión ambiental, el ferrocarril resulta poco agresivo, el recorrido que plantea no compite con los ómnibus, que responden a una trama, la mayoría definida hace al menos 50 años, que lleva a todas sus líneas a pasar por el microcentro.
Si bien la inversión a realizar no está actualizada, a fin del año pasado desde la Comisión que presidente Matarazzo se indicó que la misma rondaría los 20 millones de pesos.
Desde el municipio: la vista puesta en White
Desde la secretaría de Espacios Públicos y Movilidad Urbana del municipio se señaló que “sería muy interesante” considerar un tren urbano a la hora de repensar el transporte en la ciudad.
“Cuando se termine de reconfigurar la malla de recorridos se podría sumar esa traza”, manifestó el arquitecto Arrigo Reale, director adjunto de Planificación Urbana.
El funcionario mencionó que este año estuvo trabajando desde su secretaría en la viabilidad de poner en funcionamiento un tren desde la Estación Sud hasta el ex muelle de los Elevadores de Ingeniero White, sitio que se piensa recuperar para el uso comunitario.
“Averiguamos la disponibilidad de máquinas y coches, pero con el tema del coronavirus quedó todo en espera. Si se licita la puesta en valor del muelle nos parece una buena alternativa habilitar ese recorrido”, opinó.
Aquellos trenes locales
Bahía dispuso durante casi 70 años –hasta la década del 60—de un servicio de trenes locales. El Buenos Aires al Pacífico –estación Noroeste, en Sixto Laspiur y Rondeau— partía de Garro (en Ingeniero White), llegando hasta Bordeu, con paradas en Galván, Km 8, Loma Paraguaya, Km 5, Bahía Blanca, Maldonado y Km 9.
Un recorrido de 40 minutos, con 8 servicios entre las 7 y las 20.40.
El Ferrocarril del Sud tenía el tren local a Ingeniero White, con parada en Spurr, con 19 formaciones entre las 0.15 y las 22.40. El recorrido demoraba apenas 12 minutos.
También estaba el servicio del Vía Pringles que hacía Bahía Blanca-Grünbein-Calderón-Corti-Cabildo, en 1 hora 25 minutos.Fuente: La Nueva