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El fracaso del ramal ferroviario Bahía Blanca - Vaca Muerta terminó sepultando las pocas aspiraciones de resurgimiento que existían algunos meses atrás.
De nada sirvieron las expectativas creadas ni las gestiones realizadas, a casi dos años de su cierre, los talleres Maldonado siguen sin vida y su reapertura aparece como una posibilidad cada vez más lejana.
Apenas un cuidador se encarga de velar por la integridad del gigante dormido, en medio de un mar de chatarra ferroviaria cada vez amenazado por las urbanizaciones irregulares que crecen en el extremo sudoeste de la ciudad.
Los talleres cerraron sus puertas el 16 de marzo de 2018, tras la dolorosa decisión tomada por el gobierno provincial y que dejó 60 empleados sin trabajo.
El 22 enero de ese año la gobernadora María Eugenia Vidal había dispuesto la desaparición de Ferrobaires, cuyos servicios pasaron a la Nación , de hecho tanto los despidos como los arreglos de retiros voluntarios fueron realizados por funcionarios de la empresa Trenes Argentinos.
Argentina, Chile, Rusia, Canadá, China y Sudáfrica fueron el origen de supuestas inversiones que nunca llegaron para recuperar los talleres.
Sin interesados
Lo cierto es que en más de una oportunidad el Estado Nacional lanzó a licitación para la puesta en valor y funcionamiento del predio, sin que aparecieran oferentes.
Esto es, hoy por hoy, lo único concreto.
El objetivo apuntaba a lograr que el concesionario llevara a cabo la rehabilitación del taller y la ejecución de tareas de mantenimiento, obras de mejoras, puesta en marcha, operatividad y explotación comercial.
Golpe de gracia
En realidad el golpe de gracia a las aspiraciones de reactivación fue consecuencia del fracaso del proyecto destinado a concretar el denominado ramal ferroviarios Norpatagónico, entre Bahía Blanca y Añelo (Vaca Muerta).
El escaso interés de las petroleras por un cupo de carga en las futuras formaciones hizo que se diluyeran las perspectivas de Maldonado como centro de reparación de locomotoras y vagones.
Esta fue una de las ultimas esperanzas que tuvieron los extrabajadores del taller.
Ellos fueron quienes lucharon para que el inmueble no fuera usurpado tras el cierre, logrando que las instalaciones se mantuvieran sin deterioros importantes.
Incluso algunos hasta se quedaron como custodia y gestionaron seguridad y vigilancia a cargo del Consorcio de Gestión del Puerto y de la Municipalidad.
Lo que no pudo ser
Lo cierto es que finaliza un nuevo año y no hay nada que permita avizorar un futuro mejor.
Hoy Maldonado está muy lejos de ese espejo al que quiso mirarse: el de los talleres de Mechita, en Bragado.
Allí el panorama era similar al local porque las instalaciones habían sido desmanteladas en 2011, pero en 2018, todo cambió.
La filial local de la compañía rusa Transmashholding (TMH) invirtió tres millones de dólares y reinauguró el histórico taller de material rodante.
La chatarra dio paso al trabajo y el pueblo volvió a latir.
Incluso se prepara para la construcción de una nueva planta y modernización de la infraestructura que llevará una inversión de 70 millones de dólares en los próximos 10 años.
Se trata de la primera planta ferroviaria que será realizada con impulso extranjero en el país desde la década de 1960.
Ese fue el objetivo de los ex trabajadores de Maldonado y también el de no pocos amantes del ferrocarril.
La realidad se encargó de sepultar esos sueños, aunque nunca se sabe si habrá que darlos por muertos definitivamente.
A comienzos del siglo pasado
Los talleres Maldonado comenzaron a funcionar en 1907 para la atención de las locomotoras del entonces Ferrocarril al Pacífico (BAP). Al año siguiente se habilitó la estación de pasajeros y las primeras viviendas de la colonia ferroviaria.
A fines de la década del '50 recibieron a las flamantes máquinas Baldwin Lima Hamilton, puntapié inicial para la dieselización de los trenes del Ferrocarril Roca en el sur del país.LaNueva.com
El fracaso del ramal ferroviario Bahía Blanca - Vaca Muerta terminó sepultando las pocas aspiraciones de resurgimiento que existían algunos meses atrás.
De nada sirvieron las expectativas creadas ni las gestiones realizadas, a casi dos años de su cierre, los talleres Maldonado siguen sin vida y su reapertura aparece como una posibilidad cada vez más lejana.
Apenas un cuidador se encarga de velar por la integridad del gigante dormido, en medio de un mar de chatarra ferroviaria cada vez amenazado por las urbanizaciones irregulares que crecen en el extremo sudoeste de la ciudad.
Los talleres cerraron sus puertas el 16 de marzo de 2018, tras la dolorosa decisión tomada por el gobierno provincial y que dejó 60 empleados sin trabajo.
El 22 enero de ese año la gobernadora María Eugenia Vidal había dispuesto la desaparición de Ferrobaires, cuyos servicios pasaron a la Nación , de hecho tanto los despidos como los arreglos de retiros voluntarios fueron realizados por funcionarios de la empresa Trenes Argentinos.
Argentina, Chile, Rusia, Canadá, China y Sudáfrica fueron el origen de supuestas inversiones que nunca llegaron para recuperar los talleres.
Sin interesados
Lo cierto es que en más de una oportunidad el Estado Nacional lanzó a licitación para la puesta en valor y funcionamiento del predio, sin que aparecieran oferentes.
Esto es, hoy por hoy, lo único concreto.
El objetivo apuntaba a lograr que el concesionario llevara a cabo la rehabilitación del taller y la ejecución de tareas de mantenimiento, obras de mejoras, puesta en marcha, operatividad y explotación comercial.
Golpe de gracia
En realidad el golpe de gracia a las aspiraciones de reactivación fue consecuencia del fracaso del proyecto destinado a concretar el denominado ramal ferroviarios Norpatagónico, entre Bahía Blanca y Añelo (Vaca Muerta).
El escaso interés de las petroleras por un cupo de carga en las futuras formaciones hizo que se diluyeran las perspectivas de Maldonado como centro de reparación de locomotoras y vagones.
Esta fue una de las ultimas esperanzas que tuvieron los extrabajadores del taller.
Ellos fueron quienes lucharon para que el inmueble no fuera usurpado tras el cierre, logrando que las instalaciones se mantuvieran sin deterioros importantes.
Incluso algunos hasta se quedaron como custodia y gestionaron seguridad y vigilancia a cargo del Consorcio de Gestión del Puerto y de la Municipalidad.
Lo que no pudo ser
Lo cierto es que finaliza un nuevo año y no hay nada que permita avizorar un futuro mejor.
Hoy Maldonado está muy lejos de ese espejo al que quiso mirarse: el de los talleres de Mechita, en Bragado.
Allí el panorama era similar al local porque las instalaciones habían sido desmanteladas en 2011, pero en 2018, todo cambió.
La filial local de la compañía rusa Transmashholding (TMH) invirtió tres millones de dólares y reinauguró el histórico taller de material rodante.
La chatarra dio paso al trabajo y el pueblo volvió a latir.
Incluso se prepara para la construcción de una nueva planta y modernización de la infraestructura que llevará una inversión de 70 millones de dólares en los próximos 10 años.
Se trata de la primera planta ferroviaria que será realizada con impulso extranjero en el país desde la década de 1960.
Ese fue el objetivo de los ex trabajadores de Maldonado y también el de no pocos amantes del ferrocarril.
La realidad se encargó de sepultar esos sueños, aunque nunca se sabe si habrá que darlos por muertos definitivamente.
A comienzos del siglo pasado
Los talleres Maldonado comenzaron a funcionar en 1907 para la atención de las locomotoras del entonces Ferrocarril al Pacífico (BAP). Al año siguiente se habilitó la estación de pasajeros y las primeras viviendas de la colonia ferroviaria.
A fines de la década del '50 recibieron a las flamantes máquinas Baldwin Lima Hamilton, puntapié inicial para la dieselización de los trenes del Ferrocarril Roca en el sur del país.LaNueva.com
He tenido la suerte desde hace unos años a esta parte de poder opinar en esta pagina, y viene bien la oportunidad para agradecer a los productores la oportunidad que nos brindan. Este informe no hace mas que abonar lo que algunos venimos sosteniendo desde hace un monton. Si esta espectativa que nos genera la llegada de un nuevo gobierno avisora la importancia de contar estrategicamente con talleres a lo largo y ancho de nuestro pais, automaticamente permitiria pensar en un plan ambicioso de recuperacion de nuestros ferrocarriles y le daria un empuje importante a las economias regionales con el transporte de pasajeros y de carga que bien pueden funcionar a la par
ResponderEliminarQUE DESASTREEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
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