ACTUALIDAD
A fin de mes comenzará a ser más visible la inversión que está haciendo
el Gobierno para renovar los trenes. La Fraternidad aún resiste los cambios.
Censo y más controles.
La tragedia sucedida el 22 de febrero del año pasado en la estación de
Once, en la que perdieron la vida 51 pasajeros, resultó un mojón en la errática
política ferroviaria que llevó adelante el Gobierno en esta década. La salida
de Juan Pablo Schiavi de la Secretaría de Transporte –quien a su vez había
reemplazado al procesado Ricardo Jaime– y la elevación de esa área al rango de
ministerio a cargo de Florencio Randazzo fue la primera señal de que era
necesario un cambio de rumbo.
Comenzó entonces un arduo proceso de renovación tanto del herrumbrado
sistema ferroviario como de una estructura burocrática ineficiente y poco
transparente. No resulta sencillo superar décadas de abandono y negociados. A
veintiún meses de aquella luctuosa jornada, el servicio sigue mostrando graves
deficiencias, en tanto que muchos de aquellos que usufructuaron con la
perversidad del anquilosado modelo resisten como pueden aferrados a sus
privilegios.
Por lo pronto, a fin de mes comenzarán a hacerse más palpables los
cambios que el Gobierno viene llevando adelante para mejorar el servicio
ferroviario urbano. Será cuando en el ramal San Martín comiencen a rodar los
nuevos coches diesel que fueron importados desde China. Desde hace meses las
flamantes unidades descansan en los lugares de estacionamiento de la cabecera
de Retiro porque fue necesario adaptar los andenes para que puedan transitar.
Las remociones que se vienen llevando adelante en Retiro, Villa del Parque,
Sáenz Peña y José C. Paz para poner a nivel el piso de los andenes con los de
los nuevos vagones permitirán habilitar un servicio rápido que sólo se detendrá
en estas cuatro estaciones. Luego se seguirá con la refacción de las 16
estaciones restantes para que el servicio entre Retiro y José C. Paz se cubra
totalmente con los vagones chinos.
La renovación de todo el parque ferroviario es el objetivo inmediato del
Ministerio de Transporte, luego de haber cambiado las vías y el señalamiento
del ramal Sarmiento que une la ciudad de Buenos Aires con el oeste del
conurbano bonaerense. Fue por eso que el mes pasado Randazzo permaneció durante
diez días en China para definir los plazos de entrega de los vagones de
empresas de aquel país, renovar infraestructura y gestionar la radicación de
una fábrica de trenes en nuestro país.
A lo largo del año que viene arribarán al país 709 nuevos vagones que
servirán para renovar la flota de trenes de las líneas Mitre, Roca y Sarmiento.
Está previsto que las primeras formaciones lleguen al país en el mes de abril.
Se trata de 25 formaciones que irán directamente a la línea Sarmiento. De esta
manera, no sólo se renovará totalmente el parque ferroviario de ese ramal sino
que además se duplicará su capacidad de transporte, ya que en la actualidad
están en funcionamiento sólo 14 formaciones que fueron construidas en el año
1961.
Según estimaciones de la cartera que conduce Randazzo, la frecuencia del
servicio pasará de los quince minutos actuales a un promedio de entre 5 y 7
minutos en horas pico. A su vez, el recorrido entre Moreno y Once que con las
actuales formaciones dura más de una hora, con las nuevas se cubriría en 40
minutos. Los vagones se están construyendo en la planta industrial de la
empresa CSR Sifang y requerirán por parte del Estado argentino de una inversión
de un millón de dólares por vagón. Al tratarse de trenes exclusivos, el
comprador elige los componentes de las formaciones. Pensando en la adaptación a
la infraestructura ferroviaria, en Transporte definieron que el sistema de
frenos sea de la empresa alemana Knorr Brense y la cadena de tracción de la
japonesa Mitsubishi. Luego de la entrega de los trenes para el Sarmiento, CSR
enviará al país 180 formaciones para el ferrocarril Mitre y finalmente otros
300 para el Roca.
Durante su estadía en China, Randazzo también definió con la empresa
estatal CNR la compra de 81 vagones para el ferrocarril Belgrano Sur que
comunica la ciudad de Buenos Aires con Aldo Bonzi y González Catán. El total de
las formaciones costará 89 millones de dólares y arribarán al país entre
noviembre del año próximo y febrero de 2015. Un dato para tener en cuenta es
que la mitad de todos los subtes que circulan en China fueron construidos por
la CNR.
La tercera cuestión que definió la delegación argentina en China fue la
renovación del sistema de señalamiento de los ramales Mitre y Sarmiento que
estarán a cargo de la empresa CRSC, también de propiedad estatal. Se trata de
una obra que costará 650 millones de dólares y que estaría totalmente terminada
a fines del año que viene.
Otra novedad que el ministro se trajo de tierras orientales fue la
posibilidad de que CSR instale en la Argentina una planta para la fabricación
de material ferroviario. Los directivos de la empresa china se comprometieron a
venir al país antes de fin de año para analizar la viabilidad del proyecto.
Mientras el Gobierno trata de revertir un abandono de décadas, hay
actores sociales que se resisten a abandonar las prebendas obtenidas en
anteriores gestiones. El caso más notorio es el de Omar Maturano, secretario
general de La Fraternidad –el sindicato que aglutina a los conductores de los
trenes–, que en los últimos meses llevó adelante una serie de paros sorpresivos
que sumó trastornos al ya de por sí deficiente servicio ferroviario. Los
motivos que originaron el cese de actividades –colocación de cámaras en los
trenes y controles médicos– no parecen ser justificables para medidas de ese
calibre. Todo parece indicar que se trató de respuestas ante algunas decisiones
tomadas por Randazzo desde que asumió el control del área de transporte.
En junio de este año, el ministro desplazó a José Nicanor Villafañe
–dirigente de La Fraternidad– de la conducción de ADIF, la empresa del Estado
que está a cargo de la infraestructura y las obras ferroviarias. También
despidió al vicepresidente de la Sofse, Agustín Special, otro dirigente del
gremio de Maturano. Tanto ADIF como Sofse fueron creadas en 2008 a partir de la
Ley de Reordenamiento Ferroviario para mejorar la gestión. Pero en este nuevo
esquema se replicaron las situaciones de connivencia entre empresarios y
sindicalistas en lo que tiene que ver con la adjudicación de obras y la
administración del sistema, tal como se venía dando hasta entonces.
Ante la pérdida de sus hombres en lugares clave de decisión, Maturano
respondió con paros sorpresivos. Por ejemplo, el 19 de septiembre pasado
dispuso el paro entre las 6 y las diez de la mañana de todos los ramales de
trenes, en oposición a que los controles médicos los haga una enfermera en
lugar de un médico. Ramón Eusebio Duarte es un dirigente ferroviario opositor a
la actual conducción de La Fraternidad que conoce a Maturano desde hace
veinticinco años, “cuando era un delegado combativo en la seccional de José
León Suárez”.
Asegura que el verdadero motivo de los paros sorpresivos tiene que ver
con que “Randazzo le cortó la caja de ADIF y Sofse que Maturano manejaba a
través de su gente a discreción”. También rechaza los argumentos que llevaron a
las medidas de fuerza. “Los controles los venimos haciendo normalmente desde
que se instrumentaron y no hay ningún tipo de problemas. Los sueldos se pagan a
término. Que no se había pagado el aguinaldo fue todo un invento. Dos meses
atrás casi me cagan a trompadas en una asamblea porque cuestioné todo lo que
vienen haciendo. No lo hicieron porque no era políticamente conveniente por
todos los quilombos que están teniendo”, asegura Duarte.
Por lo pronto, Maturano parece haber advertido lo contraproducentes que
resultan hacia adentro y hacia afuera este tipo de acciones. Frente a la
decisión que tomó esta semana el Ministerio del Interior y Transporte de hacer
un censo para actualizar los datos de los trabajadores y detectar si hay casos
de empleados que cobran sueldo sin trabajar, el titular de La Fraternidad
expresó que es una decisión saludable porque es el Gobierno el que paga los
salarios.
Así, mientras los que usufructuaron de un sistema que llevó a la muerte
a medio centenar de personas se empecinan para que todo siga igual, un nuevo
tren trata de abrirse camino hacia un mejor horizonte. Fuente: Veintitres.com