Los trenes siempre tuvieron un lugar en la era kirchnerista. En realidad, fueron parte de la llegada de Néstor Kirchner al poder en 2003. En ese entonces, en plena campaña electoral, el fallecido ex presidente instalaba como uno de los ejes de su discurso el ataque al servicio que prestaba el transporte ferroviario. Kirchner llegó a anunciar que de llegar a la presidencia reestatizaría las concesiones para evitar “la verguenza” de ese servicio.
La propuesta le valió cuestionamientos por lo que se veía como una amenaza a la seguridad jurídica, por lo cual el entonces candidato oficialista dejó abierta la puerta después en su mensaje a que dichas empresas sean después reprivatizadas en un “marco de transparencia”.El gobierno de Eduardo Duhalde acompañó la estrategia electoral con inspecciones al servicio de trenes y amenazas de recisión del contrato.
Ya en el poder, el kirchnerismo apeló a los subsidios como una de las herramientas para sostener el servicio metropolitano. Hoy los trenes vuelven a estar en la agenda oficial, desnudando sus precariedades, pero ya con un largo tiempo pasado de aquel 2003.(Fuente: ElCronista.com)