Exterior
Mientras los trabajadores ferroviarios entraban en el quinto día de huelga, al menos 12.000 personas se movilizaron este domingo en Atenas para exigir que el Gobierno y la empresa privatizada que administra los ferrocarriles se hagan responsable por el choque de trenes de la última semana.
Miles de griegos llevan días manifestándose para demandar seguridad en los transportes y denunciar que hay una responsabilidad del Estado por no haber modernizado la estructura ferroviaria, que carece de sistemas de control automatizados que podrían haber evitado el choque de los dos trenes.
Las protestas crecieron este domingo cuando la huelga de trabajadores ferroviarios entraba en su quinto día y al menos 12.000 personas se manifestaron ante el Parlamento de Atenas para exigir responsabilidades al Gobierno por la muerte la semana pasada de 57 persona en un accidente de ferrocarril en el centro del país.
La bronca fue creciendo con el correr de los días, mientras que el Gobierno griego y la empresa que tiene la concesión de los ferrocarriles, responsabilizaba por lo sucedido a un error humano de uno de los trabajadores ferroviarios.
Finalmente, este domingo el Ejecutivo tuvo que pedir perdón, ante la continuidad de las movilizaciones.
El primer ministro, el conservador Kyriakos Mitsotakis, pidió "un gran perdón" a todos los griegos por el accidente y reconoció la falta de medidas de seguridad y sistemas automatizados de control en la red ferroviaria.
"No podemos, no queremos y no debemos escondernos detrás del error humano", señaló Mitsotakis en su cuenta de Facebook, cambiando así el discurso mantenido hasta ahora, y que señalaba al jefe de estación de Larisa, que ha sido imputado, como único responsable del siniestro.
La actitud de Mitsotakis buscó evitar una escalada de las protestas que sigan erosionando a su conservador partido político, Nueva Democracia, de cara a las elecciones generales previstas para la próxima primavera.
Durante las protestas se escucharon y leyeron consignas como "la privatización mata", "sus ganancias, nuestros muertos", "sus políticas cuestan vidas", mientras que algunas pancartas acusaban al Gobierno de ser "asesino". La Policía lanzó granadas aturdidoras y gases lacrimógenos a un grupo de manifestantes que quería dirigirse a las oficinas de Hellenic Train, la empresa que opera los ferrocarriles de Grecia.
Los ferrocarriles de Grecia, Hellenic Train, son operados por la compañía italiana Ferrovie dello Stato Italiane, aunque las infraestructuras ferroviarias del país, incluidos los sistemas de seguridad, dependen de la compañía estatal OSE.
Las privatizaciones salvajes y un plan de ajuste estructural fueron impuestos a Grecia desde el año 2010 por la llamada Troika (compuesta por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI) a cambio de un rescate para su economía. De esa manera, distintas empresas europeas se quedaron con la administración de puertos, aeropuertos, transporte y servicios públicos de Grecia. Al igual que en todo el mundo, estas empresas actúan bajo la lógica de conseguir la mayor cantidad de beneficios y ganancias a cambio de la menor inversión posible.
Esta política desfinanció por completo los servicios públicos y obligó a vender activos estatales a precios irrisorios. Las y los trabajadores ferroviarios han venido denunciando esta situación, sin ningún tipo de respuesta de parte de los diferentes gobiernos. Medidas de seguridad y sistemas automatizados podrían haber evitado una catástrofe como la de la semana pasada. Una catástrofe que es producto directo de aquellas políticas de ajuste y privatización.LaIzquierdaDiario.com
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