23 de marzo de 2023

El transporte público no es un interés de la Bahía

Nota de Opinión

Por: Jorge de Mendonça (para Confluencia Portuaria)

Bahía Blanca. Rieles de tranvía convertidos en postes eléctricos desde los años ‘30, trolebuses que jamás circularon, vías convertidas en senda de trote, accesos ferroviarios a los puertos comerciales y militares abandonados/robados, resultan consistentes con proyectos de megautopistas donde solo hacen falta un par de puentes.

Se vienen las elecciones, llegó la hora del tren urbano (al que ni Punta Alta ni Bahía Blanca le quieren decir metropolitano, pues eso implicaría trabajar juntos).

Por ahí dicen que la Geografía es la historia del espacio y que la Historia es la geografía del tiempo, pues bien, en el Área Metropolitana de la Bahía (Bahía Blanca – Punta Alta y localidades cercanas), se representa acabadamente tal apotegma. Los egoísmos que no quisieron ser un solo consorcio portuario, también dejan la impronta en rieles, calles y carreteras.

Allá por 2011 se alzaron las voces contra los colectivos urbanos de Bahía Blanca, pero en cada reunión pública se podía aplicar un truco: Preguntar quién tenía en su bolsillo la tarjeta RFID Tarjebus. Por supuesto, casi nunca había pasajeros en las reuniones. Quejarse era deporte de los quejosos y oportunidad de los políticos. Viajar no, eso no es cosa de quienes salen en TV.

Obviamente, aquello de imponerle a los futuros parques electro-eólicos que tan solo un generador estuviera reservado para la totalidad del transporte por ómnibus eléctrico (Trolebús… el eléctrico verdaderamente eléctrico), sonaba a utopía.

Parques hay, y cada vez tenemos menos colectivos y más diésel arrastrando chasis de camión con personas a bordo. (No confundir colectivo a pilas con ómnibus eléctrico, por favor).

Al leer en el tiempo sobre el desarrollo y estado de la infraestructura y el nivel de servicios de la metrópoli bahiense, solo vemos retroceso, degradación y un alto nivel de gritos públicos que se repiten cíclicamente poco antes de ser calmados por los aplausos de los éxitos de las promesas preeleccionarias.

Todo está ahí, plantado en la geografía de calles, trazas ferroviarias abandonadas, muelles detenidos hace 100 años y auto-colectivos que cada vez se parecen más a los camiones carrozados de antaño.

Vídeo del último tren de pasajeros entre Punta Alta y Bahía Blanca

Entre medio, reaparece el suspiro de la promesa del tren urbano. Tren que jamás se tuvo como debería haber sido y que solo se limita al mismo pedido del colectivo por parte de quienes no lo utilizan ni les interesa utilizar.

Cualquier engendro ferroviario que hubiera existido o que se quiera disponer con una frecuencia menor a 30 minutos era, es o será, un despilfarro.

La necesidad del transporte guiado metropolitano no se justifica ni por la recaudación, ni por la huella de carbono ni porque es lindo o por “qué lindo era lo que me contaba la abuela que viajaba en tren”. No, no es por nada de eso. Es por la economía, “querides”.

Sí, el transporte es el que genera las oportunidades de movilidad y accesibilidad de la logística. Es el que delinea las barriadas y la jerarquía de la metrópoli. El que un tecnócrata del entorno ministerial impida el recorrido del bus local al aeropuerto y que los políticos locales no se enojen con los ministros, reduce la jerarquía de la ciudad. De la metrópoli (sucedió en 2019).

Claro, primero deberían comprender los líderes que esto es una metrópoli y que tienen que sentarse con los líderes vecinos a conformar la autoridad de cuarta categoría (Y que está aprobada por ambos municipios -Coronel Rosales y Bahía Blanca- y por la provincia hace un cuarto de siglo como consorcio Intermunicipal).

La incapacidad de pelear con basamento técnico y posición geopolítica ante Nación y Provincia sobre los recursos e inversiones para que el transporte (rutas, puentes, vehículos, espacios, etc), se condice con la desaparición de alrededor de 40 km de vías en el entorno metropolitano en los últimos 32 años desde el concesionamiento a privados (se extinguieron casi todas las dobles vías y más de 25 km de trazas de ferrocarril).

Desaparición de infraestructura estratégica que no estaría contando con la denuncia oficial de ningún funcionario público metropolitano de las últimas tres décadas.

Entendiendo que no debería ser necesario explicar la razón de equidad respecto al derecho del trato igualitario en materia de transporte metropolitano entre la porteñez del AMBA y esta cabecera financiera, logística, industrial, militar, portuaria, académica, científica, administrativa que está ubicada en la mitad del pliegue norte – sur continental de Argentina (Sí, la mitad del País continental + Isla Grande es la Ruta 22 y no Córdoba), los recursos necesarios para la inversión en infraestructura de transporte público resultarían en menos de la tercera parte de lo que por habitante se dispone año a año en AMBA (U$S 12 frente a U$S 4).

Alguien debe asegurar que le cobren a alguien la infraestructura desaparecida en el área metropolitana en los últimos 32 años, pero más importante que eso, la Sociedad debe por fin comprender que la bahía sirve a la Economía del País en varios miles de millones de dólares en impuestos; en un gran aporte de energías renovables dadas (y por dar), y que su calidad metropolitana también será mejor aporte a esa misma economía del País.

Siempre que se sepa aprovechar la capacidad de los planificadores propios de la región, dándoles aire como para que no se queden cortos y puedan tener la grandeza para no exagerar, la puesta urgente de una lanzadera ferroviaria desde “los carritos” de la plaza de ex estación White hasta el acceso al Conicet, con boleto intermodal sin sobrecosto con los colectivos (y hasta con las guarderías de bicis), podrá servir si y solo si es parte de un compromiso de transporte que una desde el Sur de Punta Alta y nueva Bahía Blanca hasta el Conicet y desde el Conicet hasta Cerri como tren tranvía diésel híbrido semielectrificado (sí sí, con un tercer riel de bajo costo en gran parte del recorrido).

La reconstrucción de las vías para el tren-tranvía metropolitano equivalen al 4,5% del costo de las obras para los granos (1.000 Km) y Vaca Muerta (700 Km). Solo hace falta que los líderes económico sociales políticos del Área Metropolitana de la Bahía “indiquen” a las autoridades que ese 4,5% es la condición sine qua non. Esperemos que tengan la altura.

Artículo de opinión del Sr. Jorge de Mendonça, @JdeM , especialista en Política y Planificación de Transporte, sobre la movilidad interurbana en el Área Metropolitana de la Bahía (Bahía Blanca, Punta Alta y localidades vecinas).

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