EXTERIOR
Los plazos previstos en el proceso de apertura a la concurrencia de
Renfe se difuminan en el tiempo
Adif, vías de ferrocarril Jorge Chamizo.– El proceso de liberalización
ferroviaria se desarrolla a baja velocidad en el ámbito normativo y societario
mientras se frena sin disimulo en el día a día, en las decisiones que toma el
Gobierno sobre tan relevante asunto. El pasado 31 de julio era la fecha teórica
para dar el banderazo de salida al proceso de concurrencia, pero la realidad es
que, por diversas razones, poco se ha movido para que la competencia sea una
realidad en la alta velocidad española. Y si nos atenemos a la política de
precios sobre los peajes que está aplicando Adif, la liberalización va camino
de convertirse en un rotundo fracaso.
El precio por usar las líneas férreas, piedra angular de este proceso
junto con la disponibilidad de material rodante ferroviario a buen precio y
homologado, se ha disparado ante las acuciantes necesidades financieras de
Adif.
En sólo dos años, 2013 y la previsión de tarifas para 2014, el canon por
usar la vía se va a incrementar cerca del 50%. El presidente de Renfe detallaba
el duro impacto en sus cuentas de esta política de precios de su proveedor de
acceso a la red. La operadora ferroviaria tendrá que pagar 581 millones de
euros en 2014 por usar las vías y las estaciones. Esta cantidad es un 16%
superior a la abonada en 2013 y supera en un 58% a la de 2012. Su incremento
está condicionado por la subida de tarifas y también por el crecimiento de la
producción de la operadora, medida en trenes por kilómetro recorrido, que
subirá ligeramente en el periodo.
Para Renfe ese coste representa el 30,2% del presupuesto de gastos de
explotación de la compañía para el próximo año (1.920 millones de euros, sin
incluir los de personal, que suman 861 millones). En su intervención en la
Comisión de Fomento del Congreso, Gómez-Pomar subrayaba que sólo la circulación
de trenes AVE supondrá un gasto en pago de cánones a Adif de 446 millones de
euros en 2014.
Los expertos coinciden en señalan los cánones altos como una restricción
evidente al proceso de liberalización porque genera un claro efecto de
disuasión en contra de los operadores de menor tamaño y pone en cuestión la
rentabilidad de cualquier empresa, sea cual fuere su dimensión, según detalla
la consultora especializada Future Rail.
El objetivo último del modelo liberalizador elegido parece ser apertura
controlada que evite efectos colaterales en las cuentas del Estado por el
aumento del coste de Renfe. De acuerdo con esta posición, se preservaría a
Renfe de una competencia agresiva, sobre todo en el corredor de mayor
rentabilidad. La cuestión de fondo con este modelo es si es compatible con el
propio objetivo de la liberalización.
Justificaciones increíbles
El presidente de Adif, Gonzalo Ferré, ha justificado la subida de los
cánones por la necesidad de cubrir los costes de mantenimiento de la red y
recuperar las inversiones que realiza en su construcción. "Somos una
empresa que con subvenciones públicas de 600 millones de euros pierde 300
millones, por ello hay que aumentar el canon para que paulatinamente pague el
servicio quien lo usa y no todos los ciudadanos por vía de los
presupuestos", argumentaba el presidente de Adif en su intervención en el
Congreso.
Las previsiones de Fomento para 2014 estiman que Adif cerrará el
ejercicio con una deuda de 16.686 millones de euros, lo que supone un fuerte
crecimiento, del 21% con respecto a los 13.776 millones de endeudamiento
previstos para el cierre de 2013.
La delicada situación financiera de este ente queda reflejada en las
pírricas cifras de contratación de inversión que ha contabilizado en lo que va
de año y que contrastan con los fuertes desembolsos de ejercicios anteriores.
Es una de las empresas de Fomento que más ha recortado las contrataciones hasta
agosto, un 75,3%, a pesar de que es la compañía que más volumen de obra
adjudicó (350 millones de euros).
En el ranking inversor del Ministerio aparece por detrás Puertos del
Estado, que en los ocho primeros meses ejecutó inversiones por 119 millones, un
6,6% más que en 2012, y Aena, que adjudicó obras por unos 23 millones, importe
que arroja un aumento del 76% frente a un año antes.
Renfe mantiene congelado su pulso inversor en el conjunto del ejercicio.
Ha contratado proyectos por 1,2 millones de euros en el periodo, un 86% menos.
En conjunto, la tijera inversora del Ministerio de Fomento ha sido
descomunal en lo que va de año. Ha contratado un 66% menos de obras de
infraestructuras, hasta contabilizar 549 millones de euros durante los ocho
primeros meses del año.
En caso de que el Ministerio mantenga durante el resto del año el mismo
ritmo de contratación que hasta julio, 2013 cerrará con un nuevo mínimo
histórico de adjudicación de obras de alrededor de 800 millones de euros y
encadenará cinco años de retrocesos. Muy lejos quedan los máximos de
contratación en la época de la burbuja, cuando se alcanzaron los 10.625
millones.
Destaca la parálisis de la Sociedad de Infraestructuras de Transportes
Terrestres (Seittsa), creada en su día a imagen y semejanza de Adif, es decir
como vehículo inversor, centrado en este caso en las carreteras, cuya deuda no
computara a efectos de las estadísticas del país que elabora Bruselas. Seittsa
siguió sin adjudicar obra alguna, con lo que ya acumula más de un año sin
firmar un contrato.CapitalMadrid.com
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