ACTUALIDAD
Familiares de
víctimas de la tragedia de Once se mostraron conformes con la Resolución 1.083 que
terminó con la gestión empresaria de las líneas Mitre y Sarmiento, pero
reclamaron medidas urgentes para la seguridad de los pasajeros
La decisión
adoptada por el gobierno nacional de que el Estado asuma el control total de
los ferrrocarriles Mitre y Sarmiento fue vista con buenos ojos por
sindicalistas, actores de la política y familiares de víctimas de la tragedia
de Once, quienes reclamaban un cambio urgente en la política de transporte
público.
Con la
resolución 1083 publicada hoy en el Boletín Oficial, se avanza en un proceso
que busca que ninguno de los trenes de pasajeros de la zona metropolitana
queden bajo gestión privada. Esto no significa que a partir de ello estará
garantizado el buen funcionamiento de los servicios y la seguridad de los
pasajeros, pero al menos habrá un único responsable, que deberá tener como
principal premisa cuidar la vida de los usuarios y no tener como fin último
generar beneficios económicos.
"Espero
que puedan cambiar las cosas. Pero hace tiempo que se deberían haber tomado
medidas de seguridad. A partir de ahora esto no va a ser a medias tintas. Ahora
es completa responsabilidad del Estado y no tendrán vías de escape",
señaló esta mañana Vanesa Toledo, hija de Graciela Díaz, una de las 51 víctimas
fatales del choque ocurrido en febrero de 2012.
Para Toledo,
este puede ser el principio de un cambio verdadero y profundo que ayude a
recuperar poco a poco los ferrocarriles argentinos, pero -aclaró- todo
dependerá del Estado, que deberá adoptar "medidas de fondo" para
mejorar la seguridad de los pasajeros.
"Ellos saben perfectamente que las vías y los vagones no están en
condiciones. Ojalá esto sea para mejor y que la inversión que se haga no sea
solo para tomar medidas
cosméticas", sostuvo la joven en diálogo con Infobae.
En sintonía,
María Luján Rey, quien perdió a su hijo Lucas Menghini en el siniestro vial que
dejó más de 700 heridos, celebró la medida y dijo que mantiene una mirada
"positiva" de lo que pueda suceder, pero escéptica desde el punto de
vista de los tiempos. "Desde el día de la tragedia hasta ahora, ninguna
medida me brindó tranquilidad ni seguridad, pero no puedo perder las esperanzas
porque tendría que quedarme en mi casa llorando. Voy a seguir luchando por
tener un tren como nos merecemos, hagan lo que hagan", remarcó.
Si bien se
manifestó conforme con la resolución, la referente de los Familiares y amigos
de la tragedia de Once indicó que los cambios los tienen que advertir los
usuarios a la hora de tomarse el tren.
"Los
familiares de víctimas seguimos sosteniendo que una real estatización tiene que
tener en cuenta la palabra de los trabajadores y los usuarios. Se requiere de
políticas profundas, no es cuestión de cambiar de nombres o pintar
vagones", señaló la docente.
La mamá de
Lucas quiso dejar en claro que los trenes "siempre fueron del Estado y
nunca dejaron de serlo". "Las vías, los trenes, las estaciones, todo
es del Estado. Por ahí suena más fuerte decir reestatizar, pero lo que se hizo
fue un quite de concesión del servicio a una empresa, como se le sacó a los
Cirigliano luego de la tragedia", aclaró. De todas formas, sin ahorrar
críticas a la gestión del ministro del ministro del Interior y Transporte,
Florencio Randazzo, cree que la decisión tomada es la correcta. "Me parece
que está bien que el Estado se haga cargo", dijo a este medio María Luján.
Por su parte,
Juan Frumento, padre de Leonel, fallecido en el accidente, coincidió en
rescatar la decisión pero remarcó que "alguien tiene que caer juzgado por
todo el desastre que se hizo".
En cuanto a
la gestión estatal, piensa que su funcionamiento debería estar supervisado por
una comisión bicameral, además de contar con la convocatoria de amplios
espacios. "Que no sea para que se llene los bolsillos otro",
advirtió.
Frumento
recordó que el nivel actual de los trenes en el país fue producto de las
políticas neoliberales de los 90, que recibieron un amplio apoyo de
diversos sociales, con la excepción de
unos pocos que anticipaban una debacle ferroviaria. "Decían que era la
solución, pero hoy sabemos que la privatización fue la ruina de nuestros
ferrocarriles. Es vergonzante haber sido partícipe de todo ese
vaciamiento", concluyó.InfoBae
El problema no es que el ESTADO asuma el CONTROL de los TRENES.
ResponderEliminarEl problema es en manos de quiénes está el CONTROL del ESTADO.