Cayó un 22% la cantidad de pasajeros declarados. Dicen que el principal problema es la falta de monedas, que obliga a cerrar boleterías. Hay menos controles y los guardas temen agresiones de los pasajeros. Y también una pulseada por los subsidios.
Sin controles. La salida del Mitre, en Retiro, el viernes. Mucha gente y ningún guarda
La cifra llama la atención. Es que la comparación del promedio de pasajeros transportados en el primer trimestre de 2010 y el mismo período de 2011 por las líneas que conforman el servicio ferroviario urbano (Mitre, Sarmiento, Roca, Urquiza, San Martín, Belgrano Norte y Sur), muestra una baja que ronda el 22% , un dato oficial de la CNRT que podría objetar cualquier usuario regular de la red incluso sin manejar las estadísticas. El sentido común no falla: en este caso el número no habla de la cantidad de personas que viajan en tren, sino de aquellos que lo hacen sin haber pagado su boleto . Una situación que se justifica a partir de la dificultad para cobrar pasajes debido a la falta de monedas de baja denominación, y más “liviandad” en los controles que apunta a evitar conflictos con los pasajeros.
El testimonio de los usuarios de la mayoría de los ramales coincide (ver Historias...) y tanto los voceros de las empresas como los sindicatos consultados por Clarín reconocen la situación. Incluso desde la Secretaría de Transporte de Nación confirmaron que están llevando adelante las investigaciones correspondientes para avanzar sobre este problema que, aseguran, desaparecerá con la instalación del SUBE en toda la red, algo que –prometen– demandará entre tres y cuatro meses.
Por lo bajo, muchos atribuyen esta crisis a la resistencia que genera la intención de implementar el sistema SUBE en toda la red. Y sostienen que, en el fondo, la disputa tiene que ver con los subsidios que entrega el Estado por la cantidad de pasajeros (que en la actualidad se informan a partir de una declaración jurada), y con el manejo de la caja chica del cobro por ventanilla. Uno de los voceros consultados estimó que, cada día, las compañías pierden alrededor de $ 6 millones de pesos por este concepto.
“Siempre existió una evasión del orden del 3 al 5%. Pero el problema está creciendo, principalmente por la falta de monedas. Las máquinas expendedoras salen de servicio y las boleterías se ponen en pago exacto”, concede Gustavo Gago, vocero de TBA, empresa que maneja las líneas Mitre y Sarmiento. Rubén Sobrero, delegado de Unión Ferroviaria en el Sarmiento, confirma que la indicación es cerrar las boleterías cuando no hay monedas, en referencia a las de $ 0,05 y $ 0,10, necesarias para dar vuelto. “Nos da bronca porque nadie resuelve el problema, y tampoco vamos a pelear nosotros con el usuario si a la empresa no le interesa mejorar la situación”, dice Sergio Baena, boletero de la línea Mitre y ex delegado sindical. Y reconoce que sus compañeros están en contra de la implementación de la tarjeta. “Las estaciones no cuentan con la tecnología para utilizar esa modalidad. Hay algunas que ni tienen molinetes”, asegura.
Desde las empresas insisten con la idea de negociar cambios en las tarifas que permitan llevarlas a números redondos, lo que implicaría aumentar algunas y bajar otras. Pero desde la Secretaría de Transportes aseguran que el Banco Central evaluó la situación actual de las monedas y, para ellos, está equilibrada . Por lo demás, responden que hasta que no esté implementado el SUBE, no se puede avanzar con la discusión tarifaria.
De cualquier manera, la falta de monedas no es la única razón por la que las ventanillas no abren. “El sindicato tampoco permite abrir las boleterías si en la estación no hay personal de seguridad ”, indica otra fuente que pide no ser identificada. “A los guardas se les hace difícil controlar la evasión en trenes que vienen tan llenos, la política de evasión se maneja desde las estaciones”, razona Sobrero. Y sobre ese punto, Gago se pregunta: “¿Cómo hacés para verificar si el que está viajando sin boleto tiene o no el cambio exacto para abonarlo”. Lo que preocupa de esta situación que se extiende en el tiempo es que, según coinciden todas las fuentes, la gente se está “acostumbrando” a viajar sin pagar.
En situaciones opuestas se encuentran las líneas Roca y San Martín, ambas operadas por la Unidad de Gestión Operativa y Ferroviaria (UGOFE). La primera, hacia el sur del Gran Buenos Aires, es la que registra la baja más importante . “Hay relación con los conflictos sindicales que atravesamos, que implican cortes de vía, bloqueos de boleterías en horarios pico y otras situaciones que nos llevaron a liberar los controles”, reconoce su vocero, Eduardo Montenegro. La instrucción del gremio es evitar los conflictos con los pasajeros, porque el clima de tensión genera reacciones muy violentas .
Lo que nadie termina de decir en voz alta pero todos insinúan es que, si hay que elegir, prefieren que un porcentaje de usuarios sigan viajando sin pagar y así evitar que se produzcan desmanes como los que a principios de mes dejaron inactivos 22 coches del Sarmiento.
El ranking de la caída
Las siete líneas metropolitanas sufrieron bajas en la cantidad de pasajeros que declararon como transportados en el primer trimestre de 2011, con respecto al mismo período del año pasado. Aquí el detalle de los datos oficiales de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte.(Fuente: Clarín)