NOTA DE OPINIÓN
Pablo Martorelli (*) (Para CRÓNICA FERROVIARIA)
Lo sorpresivo
fue el anuncio. Porque a poco de pensar brevemente, en realidad no debería
sorprender que el gobierno de Mauricio Macri haya tomado la decisión de cerrar la Línea "A" del
subte porteño para hacer algo que no explicó.
Porque en
realidad no tiene explicación.
Pero primero
vamos al contexto. ¿Cuál es el pensamiento del macrismo en materia de
transporte?
Para
explicarlo no apelaremos a suposiciones ni prejuicios. Solo nos referiremos a
lo que dicen sus funcionarios, a lo que exponen públicamente y a lo hecho (o no
hecho).
A fines de
noviembre pasado recibimos una invitación de la Cámara de Comercio Argentino
Española para participar en un desayuno donde se tratarían temas de transporte
de la Ciudad
de Buenos Aires. Interesante. El 5 de diciembre por la mañana llegué a las
oficinas del 5º piso de Belgrano 863 (el mismo edificio donde funciona ALAF),
donde un grupo de personas rodeaba un par de termos de café y unas canastas con
medialunas. Muy pocas caras conocidas del ámbito del transporte público y menos
del ferrocarril.
Media hora
después somos invitados a pasar a un salón con pupitres del tipo universitario.
En el frente, sentado ante un escritorio, un hombre alto, rubio, de cabello muy
corto, se concentraba en su teléfono celular (o artefacto similar) con mensajes
de texto o quien sabe qué. Fue presentado como Guillermo Dietrich, Secretario
de Transporte del Goberno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ...
Detrás de el
una pantalla proyectaba un Power Point con unas pocas transparencias que
ilustrarían el tema anunciado.
El
disertante, sin abandonar su celular (o simil), balbuceó unas cuantas palabras
con escasa coherencia, mientras giraba su cabeza para mirar la pantalla. Con un
estilo soporífero, evidentemente molesto o fastidioso por tener que hablar
acerca de algo que no domina ni entiende, todo el escenario del transporte
porteño se redujo al Metrobus de la avenida Juan B. Justo y a los proyectados
en otros lugares de la ciudad, eligiendo como la gran estrella al que correría
por el centro de la
Avenida Nueve de Julio, ocupando 6 carriles de la avenida.
Nada más sobre transporte.
La proyección
que más me impresionó, por su contenido, fue la que mostró tres dibujos
referenciando tres siglos.
Siglo XIX con
un carro traccionado a sangre; Siglo XX con un vehículo que se asemejaba a un
tranvía o coche eléctrico ferroviario y Siglo XXI con el perfil de un BRT o
Metrobus, sobre el que expresó que es el futuro del transporte. Para este
hombre, de apellido conocido en la venta de automóviles, el transporte
ferroviario es cosa del pasado y la "modernidad" la da un ómnibus
grande.
Su notable
incapacidad para responder las preguntas del público, poco profundas por
cierto, inhibió cualquier intento de avanzar en cuestionamientos que ya no
tenían sentido.
Ya estaba
todo claro, si es que hacía falta aclararlo. Quien tenga alguna duda puede leer
el artículo "Acabando con el mito del BRT" publicado en la edición Nº
2 de la revista REDES DE INTEGRACIÓN, páginas 18 a 23, enero-febrero 2011
(http://issuu.com/revistaredes/docs), donde constan las relaciones del GCABA
con lobbystas y consultores internacionales como Henry Peñalosa, ex alcalde de
Bogotá con domicilio profesional en Nueva York, USA, declarado enemigo del
transporte sobre rieles.
Por eso, no
sorprende que otro de los consultores políticos extranjeros (el de imagen) haya
"aconsejado" una medida impactante para aparecer como el refundador
del subte en la ciudad, sin otro sentido ni motivo real.
Esto es lo
que la sociedad porteña ha conseguido, abandonando la histórica continuidad en
el avance de la red del subterráneo desde 1984, junto a la ciudad convertida
desde 2008 en basural a cielo abierto, en la suciedad percudida en las calles
del Microcentro, el abandono de la educación y la salud pública y muchas otras
calamidades que sería largo de enumerar y se van del tema específico que nos
ocupa.
Recuperar la
ciudad es la consigna, para recuperar el subte también, entre muchas otras
cosas.
(*): Presidente Revista REDES