NOTA DE
OPINIÓN
Por: Jorge Ceballos (Es coordinador de
VIAS Sarmiento y candidato a diputado nacional por el Frente Progresista Cívico
y Social (FPCyS) en la provincia de Buenos Aires.)
Del tren se habla mucho y se hace poco. Coordino una
iniciativa de usuarios llamada VIAS Sarmiento que, a través de la información
que nos envían los pasajeros todos los días, nos permite tener un indicador bastante
preciso de la distancia que hay entre el discurso gubernamental y los hechos.
Veamos solo algunos ejemplos.
“En 60 días vamos a tener
un cambio muy importante en la línea sarmiento”.
Florencio Randazzo, 11 de enero de 2013.
El ministro realizó esta ya casi mítica declaración poco
tiempo antes del aniversario de la tragedia de Once. Cinco meses después de tan
temeraria declaración sucedía la
tragedia de Castelar.
En los sesenta días que prometió el ministro sólo se
llegaron a ver cambios superficiales en la estructura de los ferrocarriles.
Pantallas LED, muchas de las cuales ya no funcionan, pintura en las estaciones
que volvieron a estar sucias y la apertura de los baños que fueron eternamente
clausurados. Sin embargo, sigue pendiente la accesibilidad para todos los
ciudadanos y ciudadanas con discapacidades motrices, ya que en muchas
estaciones sigue sin haber ascensores, o sillas elevadoras para el libre acceso
al servicio.
En definitiva, el
cambio “importante” no se ve reflejado en el día a día de los usuarios, quienes
siguen padeciendo importantes demoras en las frecuencias, que en las horas pico
es de 30 a
50 minutos, y también la cancelación de servicios crónica para los ramales
olvidados, Merlo-Lobos y Moreno-Mercedes.
“Estamos llevando
adelante una revolución en materia ferroviaria”
Florencio Randazzo, 11 de enero de 2013.
¿Se renovaron la las formaciones? No, seguimos con las
viejas formaciones de los años 60.
¿Se modernizaron el sistema de señales y frenos? No, las
señales tienen casi un siglo de uso y funcionan pésimamente, y el sistema de
frenos en el Sarmiento es tan obsoleto que no contempla ningún mecanismo en
caso de alguna falla humana o mecánica.
La revolución nunca se concretó para los usuarios, que
siguen experimentando las mismas dificultades para movilizarse que antes del
inicio de la supuesta gesta heroica. El reciente anuncio de compra de vagones,
señales y sistema de frenos a China
trasluce un modelo similar al de la
inicial dependencia tecnológica con Inglaterra. En esta situación, Argentina no gana en
desarrollo, sino que pierde una oportunidad de reactivar industrias importantes
como la metalúrgica y la ferroviaria, y de renovar el transporte ferroviario
con trabajo y tecnología argentinos.
El soterramiento: 6 anuncios
en 7 años
Hasta ahora solo se compró la tuneladora “Argentina”, que
nos costó 40 millones de euros a los argentinos, sin uso hace tiempo por falta
de financiamiento para continuar la obra.
El último de los anuncios refiere a un préstamo de Brasil
para el soterramiento. ¿Llegarán la totalidad de los fondos a su destino o se
quedará en los bolsillos de concesionarios y funcionarios? La impunidad de
Jaime es un mal precedente que nos hace dudar.
Llevaré al Congreso un proyecto de ley que ponga al sistema
ferroviario como columna vertebral de nuestro desarrollo, que vuelva a unir
nuestros pueblos y regiones a lo largo y a lo ancho de nuestro país. Con ello
descongestionaremos nuestras rutas de camiones, abarataremos el costo del
transporte en la producción y haremos resurgir la industria nacional
ferroviaria.
En el área metropolitana deberán rescindirse las
concesiones a los empresarios adjudicados en los noventa que desde entonces y
durante la última década sólo se enriquecieron con los millonarios subsidios
del Estado y nos dejaron un sistema de transporte de pasajeros calamitoso.
Debemos acabar cuanto antes con este sistema que nos causa
tantos padecimientos y nos ha costado tantas vidas. Hay que construir un
sistema de transporte de pasajeros eficiente y seguro para hacer realidad
aquello de que: viajar bien y seguro es un derecho.