NOTA DE OPINIÓN
Por: Norberto Rosendo (Para Crónica Ferroviaria)
En América se
han quemado pocas brujas. El caso más resonante sin duda ha sido el de Salem en
EEUU. La revisión histórica del proceso demostró que poco tenía que ver el
demonio en el caso, pero mucho más tenían que ver los intereses inmobiliarios
del supuesto emisario divino de la localidad que se contraponían con las brujas
que serian ejecutadas.
Siempre que
se decide quemar brujas, hay una historia de intereses contrapuestos detrás de
ella, donde hay gente que pierde y gente que gana con la quema.
El gobierno
de la Ciudad
de Buenos Aires ha decidido sacar de servicio "Las Brujas" de la
línea A, los fabulosos coches belgas que nos dieron un excelente servicio
durante casi los últimos 100 años y que podrían hacer lo mismo otros cien años
más.
No sólo los
sacará de servicio, si no que los reemplazará por otros vehículos que no llegan
ni a la mitad del parque de las famosas brujas.
Los coches que
reemplazarán a "Las Brujas" vienen de China. A ver, ¿a que no saben
quién es el encargado de negocios de los chinos en nuestro país?. Si!, nada más
y nada menos que Don Franco MACRI, el padre de Don Mauricio, también MACRI
actual Jefe de Gobierno de la Ciudad
de Buenos Aires.
Casualidades?.
Sí, seguramente, tal como las brujas que
si las hay, las hay.
"Las
Brujas" de la Línea A
son 90, pero los nuevos coches son 35, así que al sacarlos del servicio
Subterráneos de Buenos Aires (SBASE), su actual dueño habrá sufrido una gran
descapitalización, es decir, casi 60 coches menos, lo cual seguramente será
corregido en el futuro, por lo que el padre de Don Mauricio se viene frotando
las manos por anticipado.
Los antiguos
coches de la Línea A
tiene una taza de desperfectos versus kilómetros recorridos menor que los
nuevos coches Alston, a pesar de ello
serán retirados totalmente del servicio.
¿Son
incompatibles las viejas brujas con los nuevos trenes?, no podrían convivir con
pequeñas modificaciones que harían que fueran compatibles con los nuevos
vehículos.
El segundo
beneficiado de la eliminación de "Las Brujas" será la empresa
Metrovias, ya que los viejos coches recibían un mantenimiento casi artesanal
que requería una mano de obra muy especializada que seguramente los nuevos
coches no necesitarán,
Aquí tenemos
entonces al ayudante del párroco de Salem, personificado ahora en los intereses
de una empresa.
Nuevamente el
padre de Don Mauricio se frota las manos porque los nuevos coches requerirán
repuestos, ¿y a que no saben a quién le caerá una moneda en el bolsillo cuando
esos repuestos entren al país?
Quién saldrá
perdiendo con la eliminación de "Las Brujas"?
Seguramente
todos los habitantes de la ciudad de Buenos Aires, sobre todo aquellos que
viven del floreciente negocio del turismo, ya que la ciudad ha perdido uno de
sus atractivos cuando "Las Brujas" dejaron de funcionar.
Estamos
hablando de la flota de subtes más antigua del mundo, lo cual cualquier país
del primer mundo defendería con uñas y dientes, como patrimonio cultural y
atracción turística. ¿Ustedes se creen
que a alguién se le ocurriría en EE.UU hacer un asado con los tranvías a cable
de la ciudad de San Francisco?
Más de un mes
sin la Línea A,
una pérdida importante del patrimonio cultural de la ciudad, pero al igual que
en Salem, negocios son negocios.
¿A quien beneficia la quema de las brujas II?
Salió la
licitación de 105 nuevos coches para la Línea A; el valor de la misma es de 945 millones
de pesos, IVA incluido.
Esto nos da
unos 9 millones de pesos por cada coche, es decir, 1.2 millones de dólares por
vehículo.
La primera
pregunta que nos hacemos es, ¿qué pasó con los 35 coches que estaban en el
puerto?
La segunda
pregunta ¿es serán de oro los nuevos coches?
La licitación
habla de incluir la financiación, pero no habla de los términos de la misma.
Aún para la
ciudad de Buenos Aires 945 millones de pesos es una suma muy grande que
involucrará, seguramente, a varios presupuestos.
La cuarta
pregunta que nos hacemos es, ¿cuántos puestos de trabajo podríamos lograr en el
país haciendo estos vehículos?
El plazo de
ejecución es ridículamente corto, 36 meses, no hay en el país ninguna empresa
que pueda hacer esta cantidad de vehículos en ese tiempo, por lo que como de
costumbre la industria argentina quedará fuera del convite.
Los porteños
tendrán seguramente subtes nuevos, probablemente chinos y también un aumento de
la inseguridad y de la delincuencia de la mano de la falta de trabajo.
Un plan
racional hubiese sido pedir, digamos un coche por mes, que bien los podría
hacer la industria argentina, esos coches podrían generar cientos de puestos de
trabajo aquí en el país y no en China, como seguramente sucederá, y podrían ser
pagados con los boletos vendidos y no habría que abonar ningún interés o
financiación ya que casi se los podría comprar al contado.
Pero claro,
un plan de ese tipo tampoco requeriría repuestos chinos con lo que la familia
Macri seguramente, no ganaría ni un peso, pero como decíamos en nuestra
anterior entrega, negocios son negocios.