Nota de Opinión
Por: Dr. Marcelo Merlino
Estimamos que, con acierto y gran visión de futuro, el Gobierno Nacional ha suscripto convenios de financiamiento para la compra de material ferroviario en el exterior, parte de la cual ya está en marcha en las provincias de Chaco, Salta y Santa Fe.
La Cámara de Turismo de Mendoza ha anunciado recientemente, la compra de material ferroviario también para varios servicios e itinerarios de larga distancia, entre los cuales está previsto el necesario para reponer los servicios para Mendoza, San Juan, San Luis, el sur y norte de nuestro país, y otros corredores devastados durante la nefasta década de los '90, lo cual constituye una buena noticia para todos los argentinos en general, y para los mendocinos en particular, sin distinción de banderías u orientaciones políticas.
No deja empero de extrañar, y constituye objeto de especial preocupación, que frente a la imperiosa necesidad de Mendoza para volver a contar con su acceso ferroviario, se asista a la inexplicable posición adoptada por el intendente capitalino, Señor Víctor Fayad, quien se ha opuesto tenazmente al ferrocarril y aún al Metrotranvía, hoy en ejecución. El Intendente Fayad avanzó impunemente, en la comisión de actos ilegales al destruir un muro para abrir una calle cortando la estación Mendoza, la cual pretende que desaparezca para construir en ese solar, un emprendimiento inmobiliario. En violación a la Constitución Nacional, desafiando al Gobierno Nacional al avasallar bienes de inalienable propiedad federal (que reitero no le pertenece al Municipio sino al Estado Nacional), en el pasado invadió la traza del ferrocarril San Martín y tapó sus vías para erigir sobre ellas playas de estacionamiento para automotores, lo cual constituye otro dislate de manifiesta ilegalidad, ilegitimidad, atropello y violación a la Constitución Nacional y la Ley, por las cuales juró cuando asumió su cargo. Son bienes de propiedad Nacional, que es de todo el pueblo Argentino, no de Fayad, ni del Municipio, ni tampoco propiedad de la Provincia. El Poder Ejecutivo Nacional, el Congreso Nacional y el Poder Judicial Federal, deberán poner inmediato coto a este desmán, restablecer su autoridad sobre sus bienes y someter a proceso a los responsables de tan incalificable daño al patrimonio Nacional.
Foto: Pablo Anglat
Es por ello que, en particular los mendocinos, si quieren ponerse a la altura de los países mas desarrollados del llamado primer mundo, deberán emprender una lucha que aún resta por librar, para que un servicio ferroviario de la calidad que Mendoza merece retorne a ésta, y pueda continuar a San Juan, como se lo hacía anteriormente a la destrucción de la que fue objeto durante la década de 1990. Mendoza debe volver a tener su ferrocarril de primer nivel, para lo cual, es menester, en primer término, restaurar el acceso ferroviario natural del Eje Ferroviario Mendocino, ó sea por el Sur, que es su acceso tradicional. Ello constituye una estrategia regional de gran importancia para facilitar la circulación de personas y bienes entre el Norte y el Sur de la ciudad, de la región y de la provincia.La hipótesis del acceso ferroviario de larga distancia por el Circuito Espejo, -Norte- arribando a Mendoza a una nueva hipotética estación que se construiría más al Norte que la actual (fuera del ejido municipal capitalino), es un despropósito que debe evitarse a toda costa, y que horroriza a los técnicos mas calificados en la materia, tanto nacionales como extranjeros, que conocen a fondo la problemática del transporte en Mendoza. No estamos contra el transporte automotor, sino por una política de transporte moderna é integrada con éste, propendiendo a la última concepción en la materia cual es el transporte multimodal, el cual, por lo visto, no todos conocen, no obstante lo cual, se apresuran a anteponer sus mezquindades al bienestar que merecen todos los mendocinos.
La ubicación de la hotelería mendocina respecto de la actual estación ferroviaria desactivada, ubica a la Ciudad de Mendoza en una posición de real privilegio, tanto desde el punto de vista urbano como turístico, sólo comparable con las grandes metrópolis europeas, a las que jamás se les ocurriría tamaña insensatez. Alejar la estación e impedir el ingreso por donde es la mejor vía natural y visual de la ciudad, sería un grave error, que hará mas daño aún a esa provincia y a su noble pueblo.
Por estos motivos, es menester que, tanto el Sr. Gobernador Provincial como el Gobierno Nacional, adopten una firme decisión política, y arbitren los medios legislativos, económicos y políticos para que se restaure a su estado original, la histórica y bella estación de Mendoza, de inconfundible estilo inglés que fue motivo de orgullo en el pasado, y el acceso ferroviario tradicional a la ciudad, evitando así que el Intendente Fayad logre su propósito de dejar a la mayor ciudad cuyana sin ferrocarril, lo que sería un grave desatino.
Ya sabemos qué intereses han destruido al ferrocarril, cuya siniestra campaña de desprestigio empezó en 1960 con el plan Larkin, como también cuáles serán las consecuencias fatales que el país sufrirá, y los mendocinos en particular, por una decisión errónea que pueda llegar a adoptarse finalmente, basada en un condicionamiento absurdo y extemporáneo sin criterio urbanístico.