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20 de mayo de 2024

Robo de rieles y material ferroviario: Cómo están las vías de Mendoza y cómo se controla su estado

Actualidad

El choque de trenes en Palermo (CABA) el domingo pasado y el insólito robo de 80 metros de vías del desaparecido Trasandino en Mendoza vuelven a activar las alertas en el tendido ferroviario de Argentina y en la problemática del robo de materiales.

Si bien el robo de durmientes, eclisas y hasta rieles de vías de tren en desuso (en Mendoza y en el país) no tiene nada de novedoso como práctica delictiva, las inéditas características del episodio registrado hace poco más de una semana en Russell (Maipú) no dejar de ser sorprendentes.

En este caso, los delincuentes accedieron a un tramo inhóspito del tendido del desaparecido Ferrocarril Trasandino y se llevaron 80 metros de rieles, equivalentes a 3.000 kilos de hierro. Pero, además, cortaron todo el material en partes, en varias barras de dos metros, para cargarlos en camionetas y facilitar el retiro. Como quien dice, lo hicieron con todo el tiempo y las libertades del mundo.

“Es muy sofisticada la manera en que robaron, y han usado una máquina que se conocen como oxicorte, que es un soplete que combina oxígeno y gas. Esto les ha permitido derretir el riel, cortarlo y fraccionarlo”, destacó Rodrigo del Monte, miembro de la asociación Ferrotur Trasandino y que tiene a su cargo –como ONG- la custodia de parte de ese tendido ferroviario.

A raíz de este robo –ocurrido entre el jueves y viernes de la semana pasada-, el sábado último, y durante un patrullaje a bordo de un vehículo ferroviario menor, un grupo de integrantes de Ferrotur Trasandino sufrió un accidente menor luego de que descarrilara la formación. Por suerte solo fueron golpes leves.

Un día después de este episodio en Maipú, en Buenos Aires y con consecuencias mucho más impactantes, dos trenes chocaron en Palermo. ¿El motivo? Al igual que en Mendoza, el robo de material fundamental. Y es que, en el caso porteño, las señales ferroviarias estaban fuera de servicio como consecuencia del robo de cables (otro delito creciente en el país).

Estos episodios vuelven a poner la lupa sobre el funcionamiento de los trenes y el estado del tendido. De hecho, a raíz del choque en Palermo, el Ejecutivo tiene lista la declaración de “Emergencia Ferroviaria”.

Esta medida permitirá, destacaron, la aceleración “de forma urgente” de los procesos licitatorios claves para el funcionamiento de trenes, como cables y señalamiento.

La situación en Mendoza

Con mucho menos impacto que el episodio de Palermo, dado que las consecuencias fueron más leves, el robo de los 80 metros de vías en Russell (Maipú) invita a analizar cómo es la seguridad en el tendido ferroviario de Mendoza.

A principios de abril, desde Trenes Argentinos anunciaron que el servicio de pasajeros que partía desde Retiro (Buenos Aires) y llegaba hasta Palmira (Mendoza) quedaría suspendido. Y argumentaron que las malas condiciones del tendido de vías eran el motivo.

No obstante, el ferrocarril de carga sigue transitando por Mendoza. Y, en estos casos –y según explicaron desde Trenes Argentinos Cargas- se han reducido los descarrilamientos e incidentes.

De hecho, explicaron que, a diferencia de lo que ocurrió en Russell, estos episodios tienen que ver generalmente con troncos u otros objetos que se cruzan intencionalmente sobre las vías para hacer volcar al vehículo. Y, una vez conseguido el objetivo, los ladrones se hacen con la carga (la más “codiciada” es la de carbón de coque).

Son muy pocos los trenes de carga que descarrilan por robo de rieles o eclisas, aunque los hay. Sin ir más lejos, en febrero –y con una diferencia de poco más de 24 horas-, dos trenes descarrilaron en la misma zona de Cruz de Piedra, también en Maipú, y ambos por robos de material en las vías.

No obstante, en los tramos por los que circula en tren de carga, previo al paso del tren hay personal de la misma empresa que hace un patrullaje de recorrido con aquella formación conocida como “zorrita”, y con la que constatan que las vías estén en condiciones.

Vías no operativas, el blanco perfecto

En 1984 dejó de circular de manera regular el Ferrocarril Trasandino, aquel que vinculaba Argentina y Chile por la Alta Montaña. Durante algunos años más, el tren –perteneciente a la línea Belgrano- completó algunos recorridos por Mendoza, hasta que en 1993 el ramal se cerró definitivamente.

Desde entonces, las vías del Trasandino quedaron abandonadas. Y durante 20 años hubo un desguace de todo el tendido, que incluyó rieles, durmientes, eclisas, tornillos y clavos.

En 2002, la asociación civil Ferrotur Andino se ofreció para custodiar y reactivar –al menos de forma doméstica- el sector de vías del ramal A2 del Trasandino. Sus integrantes lograron la reconexión de un tramo de 22 kilómetros entre Maipú, Luján y Guaymallén, siempre para el uso turístico y de esparcimiento a través del bicitren (una formación que circula por medio de pedales) y de otra pequeña formación.

Todos estos servicios han quedado suspendidos a raíz del robo de los 80 metros de vías.

“En 20 años no habíamos sufrido robos fuertes, más allá de cosas aisladas y menores. El robo de ahora fue en una zona a la que no es fácil acceder, porque hay fincas. Solo se puede llegar por callejoncitos”, agregó del Monte.

“Nos llama mucho la atención cómo han estudiado el caso, y es gente profesional, que sabía cómo hacerlo y tenía la maquinaria”, acotó.

Si bien por ley está prohibida la compra y venta de material de las vías del tren, en el mercado negro esos 3.000 kilos en metal pueden llegar a valer cerca de 600.000 pesos.

Reponerlos, en tanto, va a costar cerca 1,3 millones de pesos. Y no incluye los rieles en sí, ya que los van a “reciclar” de otros tendidos en desuso

A diferencia de lo que ocurre con el tendido que se encuentra activo –y por donde circulan las formaciones de carga-, en este tramo no existe un control oficial constante. Entonces, los rieles suelen quedar mucho más “desnudos” y a la deriva.

De hecho, y según especificaron desde TAC, esos rieles ya no cuentan con balasto (piedra que hace de sujeción y soporte), por lo que quedan las eclisas, las fijaciones y los rieles al descubierto. Todo ello hace que sean blanco fácil.

Trabajadores ferroviarios, en alerta

Trabajadores ferroviarios trabajan en la creación de una Coordinadora de Defensa de los Ferrocarriles y la Soberanía.

“No queremos volver a la década del ‘90, por eso hemos empezado a reunirnos con los sindicatos ferroviarios y otras instituciones. No puede ser posible que se haya levantado el tren de pasajeros y nadie haya dicho nada”, destacó Roberto Bocanegra, quien se desempeñó durante 40 años como maquinista en el ferrocarril y actualmente es instructor.

Además, el referente destacó que el monitoreo del estado del tendido podría completarse por medio de drones. De acuerdo a su punto de vista, ello disminuiría el robo y los descarrilamientos. DiarioLosAndes.com