Reportajes
Víctor Nuñez, actualmente radicado Tapiales, siente una verdadera vocación por el amplio microuniverso de los ferrocarriles en nuestro país. Ligado a Patricios por lazos de amistad con Raúl Alberca, director del Museo Ferroviario de esa localidad y con Roberto Guiet, no deja de referir a aquella comunidad y su implicancia ferroviaria, en sus interesantes notas.
A modo ilustrativo, Victor Núñez recuerda que, "el viejo y querido ‘Compañía General Buenos Aires’, sólo en el trayecto entre Buenos Aires y Patricios, en una distancia de 265 kilómetros, hacía circular 60 trenes mensuales; o sea, un promedio de dos trenes por día, el equivalente a 3000 camiones mensuales, o para mejor información aún, 100 camiones por día".
Más preciso es todavía al reseñar que, «a una locomotora Diésel, la conducen dos personas, remolcando un tren compuesto por no menos de 40 vagones y que, para reemplazarlo por camiones, demandaría más de 50 unidades".
"Este pequeño tramo -añade-, de nuestro modesto ferrocarril de trocha angosta, nos mostró estas cifras, a cuánto llegarían ellas, si las dimensionáramos por la totalidad de los ferrocarriles en toda la República. Independientemente de esto, ofrecía un servicio de pasajeros de verdadera excelencia".
Núñez considera que, "mientras los trenes circulan con total independencia, utilizando sus propias ‘rutas de acero’; los camiones y ómnibus, deben hacerlo por las rutas nacionales, que son prácticamente intransitables y cuyo mantenimiento, corre por cuenta exclusiva del estado". En efecto, «el grave deterioro de esas rutas, es la consecuencia del gran peso de ese transporte y del exceso de circulación».
Para Víctor Núñez, "con los trenes de pasajeros, pasaría algo similar, pero con relación a los ómnibus. Los trenes de pasajeros, ofrecerían gran confort, comodidad, seguridad, puntualidad y bajos costos y; como siempre: gozarían de la misma independencia".
Según su apreciación, la puesta en valor del transporte ferroviario traería no pocas ventajas a la sociedad moderna, "logrado el ahorro de cifras incalculables de combustible; al mismo tiempo, los fletes y pasajes, se abaratarían muy considerablemente".
Con el uso del transporte ferroviario, así lo refiere Núñez, "se lograría mayor seguridad, puntualidad y comodidad; se contribuiría a la defensa ecológica; miles de pueblos volverían a recuperarse y poblarían el interior de la República; por las mismas razones, miles de "villas", desaparecerían y rejuvenecería la vida de las grandes ciudades, y retomarían su real jerarquía".
En conclusión, tal como lo subraya Víctor Núñez, de la mano del ferrocarril, "el país se potenciaría, poblándose armoniosamente".El9deJulio.com
Víctor Nuñez, actualmente radicado Tapiales, siente una verdadera vocación por el amplio microuniverso de los ferrocarriles en nuestro país. Ligado a Patricios por lazos de amistad con Raúl Alberca, director del Museo Ferroviario de esa localidad y con Roberto Guiet, no deja de referir a aquella comunidad y su implicancia ferroviaria, en sus interesantes notas.
A modo ilustrativo, Victor Núñez recuerda que, "el viejo y querido ‘Compañía General Buenos Aires’, sólo en el trayecto entre Buenos Aires y Patricios, en una distancia de 265 kilómetros, hacía circular 60 trenes mensuales; o sea, un promedio de dos trenes por día, el equivalente a 3000 camiones mensuales, o para mejor información aún, 100 camiones por día".
Formación de carga traccionada por locomotora English Electric (Robert Stephenson) modelo RS Nro. 5795 (Serie Nro. 2621-8020)
Más preciso es todavía al reseñar que, «a una locomotora Diésel, la conducen dos personas, remolcando un tren compuesto por no menos de 40 vagones y que, para reemplazarlo por camiones, demandaría más de 50 unidades".
"Este pequeño tramo -añade-, de nuestro modesto ferrocarril de trocha angosta, nos mostró estas cifras, a cuánto llegarían ellas, si las dimensionáramos por la totalidad de los ferrocarriles en toda la República. Independientemente de esto, ofrecía un servicio de pasajeros de verdadera excelencia".
Jubilado ferroviario Víctor Núñez
Núñez considera que, "mientras los trenes circulan con total independencia, utilizando sus propias ‘rutas de acero’; los camiones y ómnibus, deben hacerlo por las rutas nacionales, que son prácticamente intransitables y cuyo mantenimiento, corre por cuenta exclusiva del estado". En efecto, «el grave deterioro de esas rutas, es la consecuencia del gran peso de ese transporte y del exceso de circulación».
Para Víctor Núñez, "con los trenes de pasajeros, pasaría algo similar, pero con relación a los ómnibus. Los trenes de pasajeros, ofrecerían gran confort, comodidad, seguridad, puntualidad y bajos costos y; como siempre: gozarían de la misma independencia".
Según su apreciación, la puesta en valor del transporte ferroviario traería no pocas ventajas a la sociedad moderna, "logrado el ahorro de cifras incalculables de combustible; al mismo tiempo, los fletes y pasajes, se abaratarían muy considerablemente".
Con el uso del transporte ferroviario, así lo refiere Núñez, "se lograría mayor seguridad, puntualidad y comodidad; se contribuiría a la defensa ecológica; miles de pueblos volverían a recuperarse y poblarían el interior de la República; por las mismas razones, miles de "villas", desaparecerían y rejuvenecería la vida de las grandes ciudades, y retomarían su real jerarquía".
En conclusión, tal como lo subraya Víctor Núñez, de la mano del ferrocarril, "el país se potenciaría, poblándose armoniosamente".El9deJulio.com