EXTERIOR
Un aula anexa
de Referencia corrobora la motivación del estudiantado con las clases prácticas
de estas especialidades.
En
consonancia con la trascendencia que de modo paulatino ha adquirido el
ferrocarril en el impulso del desarrollo económico del país, la enseñanza
técnico-profesional en Cienfuegos lo cuenta entre sus prioridades.
"Es así
que en nuestro plantel la especialidad de Mantenimiento y Reparación de Equipos
Ferroviarios, abierta desde el pasado septiembre, posee un aula anexa de
Referencia; e incluso a partir del curso entrante este universo docente será el
de mayor matrícula”, expresa Yamisleidis González, directora del Politécnico 5
de Septiembre, insignia aquí.
Entre los
grupos nuevos y los de continuidad de estudios sumarán entonces 140 muchachos
insertados al aprendizaje de tan primordial carrera. Se incorporarán al nuevo
curso las disciplinas de Obrero Calificado en Mecánico de Equipos Ferroviarios
y Mecánico y Reparación de Vías Férreas.
Pero ya 40 de
ellos estudian Mantenimiento y Reparación de Equipos Ferroviarios desde 2012.
Ellos forman parte del aula anexa antes referida, la cual no tiene la fama por
gusto.
Su
funcionamiento es modélico y ello se debe en gran parte al celo puesto en la
tarea por Jorge Martínez Toledo, docente al frente de la carrera por el
Politécnico; y Manuel Ceballo Díaz, especialista, quien imparte las clases
prácticas a los 40 estudiantes de primer año.
Estas tienen
lugar cada semana en la
Unidad Empresarial de Base Talleres Ferroviarios Jesús
Villafuerte, perteneciente a la
Empresa de Ferrocarriles de Cienfuegos, donde los muchachos
reciben las asignaturas de Historia del sector, Material rodante, Material tractivo,
Talleres y Mecanización, explica el profesor Manuel.
Experto en la
materia y con muchos años a sus espaldas en el mundo de los ramales, él estima
que este brote de energía fresca para el sector es muy saludable, puesto que
los ferroviarios precisan un relevo generacional y aquí están formando a sus
sustitutos con los conocimientos prácticos requeridos.
En la
recuperación del ferrocarril cubano se necesitan brazos jóvenes como estos,
opina su colega Jorge.
La ventaja
del aula anexa es que además de recibir las clases cuando se habla de un motor
diesel lo vemos frente a nosotros con sus componentes y piezas; cuando se habla
de las partes de cualquier equipo ferroviario, las tenemos enfrente, afirma la
estudiante Luisa Dayana González Cruz, de 16 años.
Su compañero,
un año menor, Paulo Eriel Padilla Morales, la respalda al sostener que resulta
imposible llevar una locomotora al Politécnico. "Aquí nos crearon todas
las condiciones para aprender bien y en poco tiempo", dice el muchacho,
quien asegura que será un buen mecánico -para lo que estudia ahora-, pero no
pierde su sueño de ser maquinista en un futuro.
De similar
edad, Jean Luis Olazábal Pérez, indica que aprendió, entre muchas otras cosas,
a medir el carril, conocer las partes de la vía, la locomotora, el
funcionamiento del motor, la cilindrada...
Ellos
conocieron de la existencia de la especialidad ahora cursada cuando estudiaban
el 9no. grado en secundarias a las que acudieron especialistas, a tono con una
correcta labor de formación vocacional (http://www.ecured.cu/index.php/Formaci%C3%B3n_Vocacional)
acrecentada hoy a tenor del incremento de la matrícula a partir del próximo septiembre.5DeSeptiembre.com
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