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Sólo una de las 10 naves de los talleres ferroviarios funcionan a pleno.
Un conflicto enfrenta a obreros con la patronal. Una comitiva china visitó ayer
las instalaciones: Autopartes, en una etapa inicial.
"En rigor de verdad sólo la reactivación de 1984 fue la más
prometedora de las diversas clausuras y reaperturas de los talleres
ferroviarios taficeños". La reflexión de Ramón Eliseo Albornoz no es
caprichosa. Tampoco, partidista ni apresurada. Mas bien, se podría decir
realista y atinada. No obstante ello, la ilusión de recuperar la total
actividad fabril del gigante ferroviario sigue siendo un asignatura pendiente
para el actual gobierno. Ayer, la ilusión volvió con la visita de una comitiva
de funcionarios y empresarios de China, que invertirán en los ferrocarriles
argentinos y, en particular en el coloso taficeño, según se informó. La
delegación estuvo tres horas en Casa de Gobierno, y alrededor de las 15 visitó
los talleres. El jefe de la planta, ingeniero Oscar Guzmán, dijo que China está
interesada en usar las instalaciones taficeñas para construir autopartes en una
etapa inicial, y luego vagones.
Sube y baja
Los talleres sufrieron varios cierres y aperturas desde que se
reactivaran en el 84. Incluso en 1994 pasaron a depender del gobierno tucumano.
Además, en 1995 fueron otra vez cerrados. No obstante ello se conformaron dos
cooperativas de trabajo. "Una, que presidió el ingeniero Juan Luis
Sicergel y otra, que contó con el liderazgo de Ramiro Rearte. Esta última se
mantuvo hasta el 2003 con Juan Tomás Caro y Domingo Sanna, cuando el gobierno
de Néstor Kirchner realizó la reapertura parcial. Y en octubre de 2008, se lanzaron
las obras de refacción, financiadas por la Nación, en la nave de vagones",
acotó Benito Aguilera, quien se desempeñó en el área de Fundición.
"Asimismo, hubo gente que depredó las instalaciones durante el
gobierno democrático de Bussi. Vendieron por chatarra hasta maquinarias y miles
de kilos de viruta de hierro, cobre y acero", comentó el actual jefe de
planta.
Una nave
En la actualidad sólo funciona una nave, que ocupa dos hectáreas,
incluida la sección Herrería. Se trata de la nave de vagones donde se realizan
reparaciones de desvíos como en los talleres de Güemes o como era en una época
la estación Mate de Luna.
"Se trabaja sobre material rodante de carga muy deteriorado, que es
reparado a nuevo. Se le cambia todo el sistema de enganche y el de frenos
-zapata-. Incluso hay piezas que se elaboran con los tornos que hay en la
otrora fábrica ferroviaria", describió un operario, que prefirió mantener
su nombre en el anonimato.
"Reconstruimos los vagones a código 77 o graneleros -añadió-. Se
les eliminan las puertas de ambos costados para convertirlos en unidades
cerradas".
Por su parte, Ignacio P. Díaz destacó que a los vagones también se les
agregan las tolvas -especie de triángulos- y se les construyen salidas
laterales, para descargar por ellas los granos -soja, maíz, trigo.
"Asimismo se renuevan las lervaduras o vainillas de la chapa. Se les hacen
y cambian los bogies (sistema de rodamiento ferroviario). Estos últimos se someten
a un tratamiento para control de calidad y de seguridad. Los bastidores (chasis
completo) antes se fabricaban aquí", destacó.
La actual planta permanente de la fábrica ferroviaria taficeña está
conformada por 109 personas y fue incluida entre los activos transferidos a la
flamante estructura estatal denominada Belgrano Cargas y Logística Sociedad
Anónima (BCLSA), integrada por la Administración de Infraestructuras
Ferroviarias Sociedad del Estado, por la Sociedad Operadora Ferroviaria
Sociedad del Estado y por la Administración General de Puertos Sociedad del
Estado, según informó Guzmán.
Explotación comercial
La empresa estatal BCLSA, presidida por Marcelo Bosch, tiene por
principal objetivo la prestación y explotación comercial del servicio del ex
Ferrocarril General Belgrano. Ello incluye la operación y logística de trenes,
la atención de estaciones, el mantenimiento del material rodante,
infraestructura, equipos, terminales de carga y servicios de telecomunicaciones
y todas las demás actividades, de acuerdo a lo establecido en el Decreto de
Necesidad y Urgencia 566/2013 que rubricó, en mayo último, la Presidenta
Cristina Kirchner.
Conflicto
En las dos últimas semanas las relaciones entre la jefatura de los
talleres y un vasto sector de operarios se tensaron. El detonante sería la
instalación de una cerca divisoria para sectorizar el predio de 22 hectáreas.
Según el periodista taficeño Francisco Ulloa, la sectorización -de
acuerdo con las explicaciones brindadas por Enrique Navarro, coordinador de
producción- apunta a "la actual nave de vagones, que será de alistamiento
y reparación liviana de vagones. En tanto que la vieja nave de Locomotoras,
ocupada hoy como depósito del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación,
sería destinada a reparación pesada de vagones y locomotoras".
Ante ese escenario conflictivo, los empleados "disidentes" no
desecharon una medida de fuerza para hoy.
Una alianza que aún es confusa
La alianza con el gobierno chino aún no está clara para los trabajadores
de los talleres ferroviarios taficeños. Lo concreto es que la reactivación
ferroviaria del área de cargas es prioritaria en una primera fase. Incluso se
especula con que los empresarios chinos se harán cargo de 20 de las 22
hectáreas de los talleres. Las otras dos quedarán para operatividad del actual
taller. Nadie sabe precisar a ciencia cierta si el acuerdo incluye o no la
contratación de mano de obra taficeña ni de técnicos locales. Sí trascendió que
la reactivación del Tren a las Nubes es prioritaria.
- EN RETIRADA.- Al comenzar la década del 70, comenzaron a reemplazarse
las máquinas a vapor por las diesel. La medida resintió el funcionamiento de la
planta de montaje y por ende las secciones calderería -grande y chica- y
soldaduras -eléctrica y autógena-. Los talleres, que en su época de esplendor
entregaron hasta 25 vaporeras por mes, degradaron su actividad a la mínima
expresión en otras áreas como tuberías de locomotoras, bombas de freno, bielas
y cajas, cobrería, herramentaje, taller eléctrico, tornería, fundición, modelo
e instalaciones.
- MAS ACTIVIDAD.- Repentinamente la sección desarme de máquinas o
desguace, que estaban olvidadas, adquirieron una actividad inusitada|. Tanto
adentro como afuera del taller. En ella se rompían y desarmaban las luchadoras
que eran sacadas de circulación. Una tras otra quedaban reducidas a montones de
chatarra para los hornos de fundición. Y así entre lamentos, nostalgias y nueva
tecnología la era del vapor en la industria ferroviaria fue agonizando.
- INQUILINOS.- Durante 1996 y 2003 algunas dependencias de los talleres
fueron alquiladas a otras empresas. Así funcionó una vinculada a la industria
maderera y otras naves la ocupó una firma warrantera para almacenar azúcar.
- ESTADISTICAS.- En la década del 30, los talleres ferroviarios fueron
ampliados para reparar mensualmente 30 locomotoras, 20 coches y 200 vagones. En
los 70 sólo se reparaban 20 vagones. En la actualidad se reparan 4 vagones por
semana, según el ingeniero Guzmán y la idea es llegar a 400 por año. Pero la
realidad no es la misma.
- "NOS PROHIBIERON SACAR FOTOS".- El periodista Ariel Espinoza
aseguró que hace una semana, tanto a él como a sus compañeros José Marqués y
Franco Díaz, todos afiliados a APDFA, el ingeniero Oscar Guzmán les impidió
llevar adelante su trabajo. "Estaba en compañía de Juan Carlos Tabera,
quien es asesor contratado de la planta; y nos prohibieron que sacáramos fotos
del lugar donde se estaba construyendo la cerca. También fui acusado de hacer
política", afirmó Espinoza.Diario La Gaceta