Redacción CRÓNICA FERROVIARIA
Como ya es costumbre (casi a diario) en nuestros ferrocarriles, se registró un nuevo descarrilo en horas de la madrugada, de una formación ferroviaria sin que se produjeran heridos debido a los pocos pasajeros que viajaban. Esta vez fue en cercanías de la estación El Talar (Línea Mitre) de un tren de pasajeros de la concesionaria Trenes de Buenos Aires S.A. (empresa intervenida por el gobierno nacional) que se dirigía hacia Capilla del Señor.
Foto archivo
Hasta aquí la información. Ahora bien, creemos que nuestros ferrocarriles ya se encuentran casi en su fase terminal, aunque el señor Ministro de Planificación Federal diga lo contrario. Todos los días estamos siendo notificados de estos hechos que se producen en todo el país (y hay algunos que se ocultan a la opinión pública y pasan por alto porque se producen en el medio de la nada y son generalmente del transporte de cargas). El nuevo Secretario de Transporte de la Nación (al que le deseamos lo mejor) que acaba de jurar al cargo va a tener que trabajar muy duro y acertar en sus decisiones, y si es posible, en tener buenos asesores a nivel ferroviario, porque de lo contrario, y ojala que no sea así, vamos a volver a tener nuevamente otro accidente de fatales consecuencias si no se toman medidas urgentes y acertadas.
Acá creemos que una de las inversiones que debería hacerse en forma URGENTE, y como lo venimos diciendo desde que iniciamos Crónica Ferroviaria, es con la INFRAESTRUCTURA DE VÍA. Prácticamente ésta se encuentra en su gran mayoría obsoleta y peligrosamente terminal.
Si la idea del actual gobierno es en verdad recuperar al sistema de transporte ferroviario, creo que antes de desempolvar el grandilocuente proyecto del Tren de Alta Velocidad, que se encuentra durmiendo un acertado "sueño de los justos", es invertir todo ese dinero que se iba a realizar en ese megaplan en infraestructura de vía, para que las formaciones transiten con suma seguridad.
Claro, para que esa seguridad sea total, también parte de esa inversión deberá ser volcada en la adquisición, construcción o reparación del material rodante y tractivo, nueva señalización y comunicaciones.
Como se ve, y como lo dijimos en otras notas, pasaron casi 9 años de esta gestión y muy poco se ha hecho. Ahora vienen las urgencias y el dinero escasea. Si en los tiempos de bonanza se hubiese realizado el 50% de lo prometido, hoy nada de lo que estamos pasando, seguramente, habría ocurrido, aunque un accidente o fatalidad le puede pasar a cualquier ferrocarril del mundo por distintas causas, pero por desidia, sólo a aquellos que no hicieron nada.-