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8 de diciembre de 2023

No se puede comparar el Open Access ferroviario de Argentina con otros lugares del mundo

Cartas de Lectores

Señor Director de Crónica Ferroviaria 

En ultima edición de Crónica Ferroviaria, leí una nota bajo título "Open Access ferroviario atenta contra libertad de comercio y producción".

Me permiten comentar que los datos presentados no son correctos, o mejor dicho no es correcto compararlos de esta manera.

Por lo menos, por las siguientes razones:

A pesar de que la densidad de la red ferroviaria es muy diferente en cada uno de los países miembros de la UE, siempre es mucho mayor de la que existe en EEUU (en caso de mi país - República Checa - 120 km. de la red para cada 1.000 km cuadrados de país).

Las inversiones en Europa contienen tantas construcciones de líneas de alta velocidad (hasta 350 km. por hora) como reconstrucciones de líneas ya existentes para velocidades más altas (hasta 230 km. por hora).

No está claro si la suma europea contiene también subsidios para transporte de pasajeros que en EEUU, en nivel significante, casi no existe.

El perfil de transporte de carga es diferente. En EEUU trenes completos de contenedores cruzando largas distancias, en Europa este tipo de trenes en distancias más cortas y también todavía existe servicio local en ramales particulares. En las condiciones europeas, los parámetros de transporte están en su base mucho más afectados por la competitividad de camiones. 

No quiero evaluar si el modelo Open Access es bueno o no para Argentina, porque tiene ventajas evidentes, pero también desventajas. Solo quiero mencionar que se presenta una comparación de datos que no son comparables con otras latitudes. Saludo cordial.

Dalibor Jandura

soylibor@yahoo.es

27 de noviembre de 2023

¿Por qué el sistema ferroviario de pasajeros de EE.UU es una sombra de lo que fue?

Exterior

Si tu idea de los viajes en tren -rápidos, fáciles, omnipresentes e incluso glamurosos- es la de películas como "Before Sunrise" o "Bullet Train" ambientadas en Europa o Asia, te sorprenderá saber que Estados Unidos fue en su día la superpotencia mundial en trenes de pasajeros. Con una extensa red transcontinental de más de 408.700 kilómetros de vías en su apogeo hace poco más de un siglo, Estados Unidos se movía en tren.

Hoy, el sistema ferroviario de pasajeros de EE.UU. es una sombra de lo que fue, con franjas de la red inutilizadas o cedidas al transporte de mercancías. A lo largo del siglo pasado, Estados Unidos desvió su atención —y sus inversiones— de los ferrocarriles de pasajeros hacia los viajes en automóviles y aviones.

Un tren de Amtrak en Baltimore, Maryland, EE.UU., el 30 de enero de 2023. El presidente Biden ayuda a iniciar un proyecto para reemplazar el túnel de Baltimore y Potomac, de 150 años de antigüedad, que se considera uno de los peores cuellos de botella que frena el tráfico del tren en el Corredor Noreste. (Crédito: Al Drago/Bloomberg/Getty Images)

Esto puede estar empezando a cambiar. Los esfuerzos por reactivar el ferrocarril en Estados Unidos han cobrado fuerza recientemente, en un contexto de reducción de las emisiones: a principios de este mes, el Gobierno de Joe Biden anunció que el Gobierno federal invertiría US$ 16.000 millones en mejorar la línea ferroviaria más transitada del país, el corredor noreste de Amtrak, que va de Boston a la ciudad de Washington.

Brightline, el único ferrocarril interurbano privado del país, inauguró en septiembre su línea de tren entre Orlando y Miami. El trayecto, de unas tres horas de duración, reduce en una hora el tiempo de viaje. California ha invertido mucho en una ruta de Los Ángeles a San Francisco.

Podría ser el momento adecuado para un renacimiento del ferrocarril. El movimiento sueco "flyskam", que se traduce como "vergüenza de volar", se ha extendido por todo el mundo entre las personas que quieren reducir su huella de carbono. El sector del transporte emite la mayor cantidad de gases de efecto invernadero de todos los sectores de EE.UU., y el Departamento de Transporte estadounidense ha afirmado que el ferrocarril podría desempeñar un papel esencial en la reducción de emisiones.

Viajar en tren no está del todo pasado de moda en Estados Unidos. Hoy en día, Amtrak es el principal proveedor de viajes interurbanos en tren; el sistema, propiedad del Gobierno, recorre casi 34.500 km de vías y opera en 46 estados.

Una pasajera camina con equipaje junto a un tren de alta velocidad TGV en los andenes de la estación Gare du Nord de París, el 7 de octubre de 2023. (Crédito: Miguel Medina/AFP/Getty Images)

Pero a Estados Unidos le queda mucho camino por recorrer, dicen los expertos, para alcanzar a países como Francia, Japón y China en lo que se refiere a trenes de alta velocidad y viajes en tren de gran alcance.

Auge y declive de los trenes estadounidenses

En el siglo XIX, los trenes revolucionaron la forma de viajar, y Estados Unidos fue pionero. Algunas de las mayores fortunas del país -las de JP Morgan, Jay Gould y Cornelius Vanderbilt, entre otros- se construyeron sobre las vías férreas. En la década de 1860, empresas privadas estadounidenses, con la ayuda de fondos públicos y concesiones de tierras, estaban construyendo el primer ferrocarril transcontinental del país. En 1869 conectó la red ferroviaria del este de Estados Unidos hasta San Francisco. En su momento, fue el ferrocarril más largo del mundo y ayudó a la población estadounidense a expandirse hacia el oeste, según escribió el experto en ferrocarriles Christian Wolmar en su libro de 2012 "The Great Railroad Revolution".

A cambio de subvenciones del Gobierno, se exigió a las compañías ferroviarias que ofrecieran servicio de pasajeros. Los viajes en tren se hicieron omnipresentes, señala Wolmar, y en la década de 1900 casi todos los estadounidenses vivían cerca de una estación de tren.

En la actualidad, gran parte de las vías ferroviarias que antes utilizaban los pasajeros las usan exclusivamente los trenes de mercancías, y para muchos estadounidenses viajar en tren ni siquiera es una opción. ¿Qué ocurrió entonces?

Aunque no hay una respuesta única, Yonah Freemark, director del área de Vivienda Justa, Uso del Suelo y Transporte del Urban Institute, declaró a CNN que una de las principales razones de la pérdida de popularidad de los trenes de pasajeros fue que el país desvió su atención hacia un medio de transporte más moderno y llamativo: los automóviles.


Una larga fila de contenedores de carga pasa bajo una carretera en Compton, California, EE.UU., el martes 2 de agosto de 2022. (Crédito: Bing Guan/Bloomberg/Getty Images)

Según Freemark, el Gobierno estadounidense empezó a animar a los estados a invertir en autopistas en la década de 1920. Esos esfuerzos se aceleraron bajo la presidencia de Dwight D. Eisenhower.

De acuerdo con el sitio web del Senado de Estados Unidos, que ofrece un historial de la legislación, el interés de Eisenhower por el sistema de autopistas estadounidense se remontaba a su participación en el primer convoy motorizado a campo traviesa del Ejército en 1919. Ello le permitió conocer de primera mano la mala calidad de las carreteras estadounidenses. En su mensaje sobre el Estado de la Unión de 1954, propuso un sistema de autopistas interestatales, que justificó como un programa de defensa nacional. Las autopistas servirían para transportar tropas y evacuar ciudades en caso de ataque nuclear.

Aunque el fomento gubernamental de los viajes por autopista no fue un fenómeno exclusivamente estadounidense, "la diferencia entre Estados Unidos y otros países es que EE.UU. esencialmente permitió que las compañías privadas de ferrocarril de pasajeros desaparecieran poco a poco hasta convertirse en irrelevantes", afirma Freemark.

"Creamos un entorno en el que era difícil para el ferrocarril competir con el automóvil", añadió.

Paul Hammond, historiador y director ejecutivo del Museo del Ferrocarril de Colorado, afirma que la mala sincronización también influyó. Después de la Segunda Guerra Mundial, las compañías ferroviarias invirtieron grandes sumas en equipos más modernos, justo cuando el baby boom de la posguerra y la vida suburbana ganaban popularidad. Según Hammond: "Los ferrocarriles invirtieron mucho dinero en modernizar la red de pasajeros justo en el momento equivocado".

El Gobierno se hace cargo de Amtrak

A principios de la década de 1970, el servicio ferroviario de pasajeros se había convertido en un lastre para las empresas privadas debido a la escasez de viajeros, el deterioro de las infraestructuras y la creciente competencia del automóvil y el avión.

En 1970, el presidente Richard Nixon firmó la Ley de Servicios Ferroviarios de Pasajeros, que eliminaba el requisito de que las compañías ferroviarias privadas prestaran servicios de pasajeros. El Gobierno estadounidense creó Amtrak.

Aunque la organización es mucho más pequeña que las agencias gubernamentales similares de muchos países extranjeros, Amtrak presta servicio a más de 20 millones de pasajeros al año.

Viajeros hacen fila para abordar los trenes Amtrak dentro de la sala de trenes Daniel Patrick Moynihan en la estación Pennsylvania antes de las vacaciones de Acción de Gracias en Manhattan, en la ciudad de Nueva York, Nueva York, EE.UU., el 21 de noviembre de 2023. (Crédito: Mike Segar/Reuters)

Pero muchos pueblos y ciudades estadounidenses han perdido el acceso a los trenes de pasajeros. Desde 1971 se han abandonado algunas rutas, principalmente en estados del medio oeste como Indiana y Ohio, según los mapas de rutas facilitados por la Oficina de Estadísticas de Transporte.

Además, Amtrak tiene poco control sobre los retrasos en la programación y el mantenimiento de las vías, ya que más del 70% de las vías por las que circula son propiedad -y están compartidas- con empresas privadas de transporte de mercancías.

La asequibilidad de Amtrak también plantea un problema, según Freemark. "Cobran precios mucho más altos que en otros países con un servicio mucho mejor", afirma.

Sin embargo, algunas mejoras están en camino. A principios de noviembre, el Gobierno de Biden anunció planes para mejorar el corredor noreste de Amtrak, la ruta más utilizada del sistema.

Los fondos federales se destinarán a la seguridad de los trenes, la ampliación de la capacidad para más pasajeros y la sustitución de infraestructuras anticuadas, incluido un túnel ferroviario de Baltimore que se inauguró cuando Ulysses S. Grant era presidente.

"Sé lo mucho que importa", dijo Biden, que hizo famosos viajes en Amtrak entre la ciudad de Washington y su casa en Delaware a lo largo de su carrera en el Senado.

Aunque el Corredor Noreste de Amtrak introdujo en el 2000 trenes que podían viajar hasta a 240 km/h, la organización está aún lejos de los trenes de alta velocidad que circulan a más de 200 km/h en China y Japón. La mayoría de las empresas privadas que comparten las vías con Amtrak dudan en interrumpir sus operaciones para permitir las actualizaciones, dijo Freemark.

También influye la falta de voluntad política. "El compromiso del Gobierno federal de invertir en líneas ferroviarias de alta velocidad ha sido, en el mejor de los casos, limitado", afirma Freemark.

¿Podrán volver los trenes de pasajeros?

Es poco probable que los viajes en tren recuperen el terreno perdido. Desde la era del dominio ferroviario en Estados Unidos, el país ha crecido y se ha extendido.

Un objetivo realista sería construir sistemas ferroviarios que unieran las principales áreas metropolitanas con conexiones económicas, emulando el Corredor Noreste de Amtrak, afirma Robert Puentes, CEO del Eno Center for Transportation, un grupo de reflexión sin ánimo de lucro.

"No se trata de un escenario del tipo 'si lo construyes, vendrán'", afirma Puentes. "En realidad, se trataría de satisfacer una necesidad".

Puentes dijo que un buen ejemplo de una conexión ferroviaria de alta velocidad potencialmente exitosa sería entre Los Ángeles y San Francisco. "Son dos áreas metropolitanas con una conexión económica muy fuerte entre ellas; la gente viaja allí todo el tiempo, y es más o menos la distancia adecuada para el ferrocarril frente a la aviación", dijo.

Pasajeros suben a un tren Brightline a West Palm Beach en la estación de Fort Lauderdale el 27 de febrero de 2023 en Florida. La red ferroviaria de alta velocidad de propiedad privada planea una ruta de Los Ángeles a Las Vegas. (Crédito: Carline Jean/South Florida Sun Sentinel/Tribune News Service/Getty Images)

Sin embargo, aunque California ha invertido mucho en la ruta, está tardando más de lo previsto inicialmente.

Las empresas privadas también han intentado llenar el vacío.

Brightline dijo que ha recibido a millones de pasajeros a bordo de sus trenes del sur de Florida y anunció planes para poner la primera piedra de otro ferrocarril de pasajeros entre Los Ángeles y Las Vegas.

Otras empresas privadas, como Dreamstar Lines, con sede en California, intentan devolver el romanticismo a los viajes en tren. La empresa anunció sus planes de construir un tren nocturno de lujo que circulará entre Los Ángeles y San Francisco.

Los coches dormitorio de Amtrak existen desde 1979, pero a principios de este año inició un proceso para sustituir y actualizar su flota de trenes nocturnos por primera vez en cuatro décadas.

"Creemos en el futuro de nuestro servicio de larga distancia y esperamos mejorar la experiencia del cliente en toda la red de Amtrak", declaró en enero el presidente del consejo de administración de Amtrak, Tony Coscia.

Uno de los retos de la revolución ferroviaria será convencer a los estadounidenses de que se suban a los trenes en lugar de viajar en los automóviles a los que se han acostumbrado durante generaciones.

"La gente no está acostumbrada a viajar en tren en Estados Unidos", dijo Freemark. Fuente: CNN.com

21 de junio de 2022

España: Renfe planea el salto a la costa Este de EEUU con un proyecto en Nueva York

Exterior

Renfe busca nuevas vías de crecimiento fuera de nuestras fronteras. La compañía pública que encabeza Isaías Táboas estudia la entrada en Nueva York a través de un contrato para la operación y mantenimiento de la conexión entre Long Island Rail Road y Grand Central Terminal, para lo que ha pedido la documentación de la licitación a la compañía adjudicadora a través de su filial Renfe of América.

De conseguirlo, este proyecto sería el primero del operador ferroviario en la costa este de Estados Unidos y el segundo en el país después del proyecto de alta velocidad que une Houston y Dallas y que se tambalea en los últimos meses.

Se trata de un contrato de alrededor de unos 95 millones de euros para el que los interesados deberán presentar sus ofertas este mismo verano.

De acuerdo con la información del Departamento de Transportes de Nueva York, se trata de un contrato de alrededor de 100 millones de dólares, unos 95 millones de euros, para el que los interesados deberán presentar sus ofertas este mismo verano. El acuerdo tendrá una duración de diez años con opción a ampliarlo durante tres años más tras llevar a cabo una reducción con respecto a las condiciones iniciales que establecían un periodo fijo de cinco años.

MTA Construction & Development Company, entidad adjudicataria, busca las propuestas de las empresas para dos tipos de trabajos: por un lado, para operar y mantener la infraestructura y las estructuras relacionadas que apoyan el acceso de Long Island Rail Road (LIRR) -el ferrocarril de cercanías de América del Norte que transporta alrededor de 81 millones de pasajeros cada año- al nuevo Grand Central Madison (GCM), en Manhattan. Por otro, para realizar servicios de desarrollo y gestión del nuevo Madison Concourse, una nueva terminal de 65.000 metros cuadrados que bordea Madison Avenue.

Esta terminal y el nuevo Madison Concourse contarán, según el proyecto, con tiendas y restaurantes, amplias zonas de espera, Wi-Fi gratuito e información de salidas en tiempo real. La autoridad de transportes de la ciudad espera que alrededor del 45% de los pasajeros de la citada línea de cercanías utilicen esta instalación.

En el proyecto también tiene interés la ingeniería pública española Ineco, socio del operador ferroviario en otras aventuras internacionales. Fuentes oficiales de Renfe señalan que no pueden dar detalles de en qué oportunidades de negocio están interesados hasta que no haya una formalización más concreta.

Proyecto de Texas

Más allá de esta posibilidad de negocio, Renfe es socio estratégico de la empresa Texas Central y conjuntamente desarrollan el proyecto Bullet Train que conectará los 386 kilómetros que separan las ciudades de Houston y Dallas/Fort Worth, en menos de 90 minutos.

Renfe participa como socio en este proyecto a largo plazo en las etapas de desarrollo, diseño y construcción y en la operativa comercial (operaciones, mantenimiento, promoción y venta de billetes). En cambio, en los últimos meses han tenido varios problemas: primero, de financiación y ahora, con los propietarios de los terrenos por los que tienen que discurrir las vías de este proyecto. Este proyecto de línea de alta velocidad se estructura a través de un contrato de unos 6.000 millones de dólares con inicio de la explotación fijado en 2026.

100 millones de dólares

El contrato de operación y mantenimiento en el que está interesado Renfe tiene un valor, según la documentación del Departamento de Transportes de Nueva York, de poco más de 100 millones de dólares, es decir, unos 95 millones de euros. El conjunto del proyecto, que también incluye la construcción, está valorado en 10.600 millones. La fecha clave marcada en el calendario para esta licitación será el próximo 24 de agosto.ElEconomista.es

21 de julio de 2021

España: Renfe en EEUU: Será el operador del tren de alta velocidad entre Houston y Dallas

Exterior

El tren de alta velocidad entre Houston y Dallas/Fort Worth, el primero de Estados Unidos, conectará estas dos ciudades, a 386 kilómetros de distancia, en menos de 90 minutos.

* El éxito de Renfe con Avlo en su primera semana: registra el 100% de ocupación

* Ofertas de empleo público en Adif y Renfe: 1.995 plazas en toda España

Renfe ha firmado con el consorcio privado Texas Central el contrato que le convierte en operador del proyecto, que unirá las ciudades estadounidenses de Dallas y Houston. La compañía ha informado en un comunicado de que tras la firma trabajará junto a Texas Central -empresa privada apoyada por inversores y que prevé desarrollar el proyecto sin ningún tipo de fondos públicos, ni estatales ni federales- en el diseño y desarrollo de los aspectos operacionales y comerciales del proyecto de alta velocidad.

El tren de alta velocidad entre Houston y Dallas/Fort Worth, el primero de Estados Unidos, conectará estas dos ciudades, a 386 kilómetros de distancia, en menos de 90 minutos. El trayecto tiene una longitud de 386 kilómetros. Además de la futura operación que garantiza este segundo contrato, Renfe proporciona desde finales de 2018 servicios de asesoría y consultoría a Texas Central en el aprovisionamiento, diseño final, ejecución, construcción, pruebas y puesta en servicio de la futura línea de alta velocidad.

Este acuerdo abre una nueva fase del proyecto, que coincide con la incorporación de la multinacional Webuild para liderar el consorcio que construirá la infraestructura. El sistema que Texas Central Railroad propone construir en Texas replicará el método de trenes de alta velocidad japonés Tokaido Shinkansen, que tiene 55 años de experiencia, es uno de los más seguros y avanzados del mundo y transporta a más de 400.000 pasajeros diarios. El proyecto prevé la creación de 17.000 empleos directos durante los seis años de construcción, más de 20.000 puestos de trabajo en la cadena de suministro y 1.400 más cuando el servicio esté a pleno funcionamiento.

Durante los próximos 25 años tendrá un impacto económico acumulado directo de 36.000 millones de dólares (30.450 millones de euros). Además de las estaciones de Dallas/Fort Worth y Houston, contará con una estación intermedia en Brazos Valley. Todas las estaciones estarán conectadas a la red de autopistas y a los sistemas de transporte público, y contarán con amplias zonas de aparcamiento. Renfe ingresará 6.000 millones de dólares (5.075 millones de euros) por el contrato de construcción, la mayor parte de ellos (4.750 millones de euros) en el mantenimiento entre los años 2026 y 2042 y el resto, en la fase de diseño y construcción.

Renfe cerró en diciembre de 2019 el preacuerdo para operar la línea de alta velocidad y para ello constituyó en mayo de 2020 Renfe of America. Esta operación forma parte del plan estratégico de Renfe para el periodo 2019-2023, que incluye acelerar su internacionalización para incrementar progresivamente el volumen de negocio fuera de España.LaInformación.com

Alstom entregará 36 trenes de Metrópolis para Sistema Metropolitano de Trenes de São Paulo Líneas 8 y 9

La empresa Alstom informa que ha sido seleccionado por el concesionario1 ViaMobilidade Linhas 8 y 9 para entregar 36 trenes de ocho coches que prestarán servicio en las líneas 8-Diamante y 9-Esmeralda en São Paulo, Brasil. Los nuevos trenes forman parte del paquete de mejoras y obligaciones asumidas por el concesionario que recientemente adquirió la responsabilidad de operar y el mantenimiento durante 30 años para ambas líneas metropolitanas.

Esta nueva flota de Metropolis se compone del mismo modelo que los trenes actuales que la Companhia Paulista de Trens Metropolitano (CPTM) opera actualmente en las líneas 12 y 13, de la actual Serie 9000, y operará con la solución Automatic Train Control (ATC) de Alstom. Hecho de acero inoxidable, una de las principales ganancias es la durabilidad: las carcasas del coche duran más de 40 años y son más ligeros en comparación con los modelos de acero al carbono. Además, consumen menos energía y, en consecuencia, son más eficientes energéticamente. Cada tren puede transportar 2.600 pasajeros.

Los trenes contarán con puertas y pasillos que ofrecerán un excelente intercambio de pasajeros y libertad de movimiento, además de espacios reservados para personas con movilidad reducida. Las grandes ventanas y puertas proporcionarán una vista clara del exterior, asegurando que el pasajero tenga un viaje suave, seguro y cómodo. Los trenes también contarán con tecnologías modernas: recuento de pasajeros, mapas dinámicos de líneas, monitores y videovigilancia, y detección y extinción de incendios en caso de incendio.

"Nos complace enormemente que ViaMobilidade haya elegido a Alstom para fabricar los nuevos trenes para las líneas 8 y 9, apoyando los planes del Gobierno del Estado para proporcionar un transporte público seguro, confiable y eficiente para los pasajeros en São Paolo. Esto refuerza la posición de Alstom como un proveedor de movilidad verdaderamente global con soluciones innovadoras que se calibran para las necesidades de cada cliente", dice Pierre Bercaire, director general de Alstom Brasil.

Las líneas 8 y 9 de los trenes metropolitanos transportan más de un millón de pasajeros al día, según datos de la pandemia pre-coronavirus. La línea 8, que conecta Júlio Prestes con Amador Bueno, tiene 41,6 kilómetros de largo y 22 estaciones, sirviendo a los municipios de São Paulo, Osasco, Carapicuíba, Barueri, Jandira e Itapevi. La línea 9 conecta Osasco con Grajaú, se extiende 32 kilómetros y tiene 18 estaciones, sirviendo a las ciudades de São Paulo y Osasco.

Producida en la unidad industrial de Alstom en Taubaté, en el estado de São Paulo, Alstom invertirá en una nueva línea de producción que duplicará la capacidad de la planta y contribuirá a la creación de más de 500 empleos directos. Además de producir los coches de Metrópolis para Sao Paulo, la planta de Taubaté también producirá coches de Metrópolis para Bucarest, Rumania y Taipei, Taiwán.

Con una flexibilidad que ofrece una amplia gama de configuraciones posibles, la gama de trenes Metropolis de Alstom ha estado en funcionamiento durante más de 20 años en todo el mundo. Más de 30 ciudades han pedido o están operando trenes Metropolis, incluyendo Ámsterdam, Singapur, Ciudad de Panamá, Barcelona, París, Riad, Dubai, Sydney, Montreal, Río de Janeiro y Santiago.

 Alstom™ y Metropolis™ son marcas registradas protegidas del Grupo Alstom

1 - ViaMobilidade Linha 8 y 9 concesionario consiste en empresas CCR y RuaInvest