ACTUALIDAD
Argentina ya aprobó la iniciativa pero los técnicos chilenos postergaron
su decisión para el 2 de octubre. La propuesta fue impulsada por Cristina y
Piñera en marzo. Implica una inversión privada de 3.000 millones de dólares.
Un final con suspenso tiene otra vez el sueño de construir un tren en la
montaña mendocina que ocupe el lugar del viejo Trasandino.
El megaproyecto para unir Argentina y Chile a través de un ferrocarril
de cargas fue impulsado por los presidentes de ambos países en marzo y estaba
cerca de su definición, pero la semana pasada los técnicos chilenos pidieron
ampliar la etapa de evaluación 15 días más, porque no están totalmente
convencidos de su conveniencia.
De este lado de la frontera, en cambio, el proyecto ya está aprobado por
la Secretaría
de Transportes de la Nación,
Cancillería y el Ministerio de Infraestructura. Pero como es una iniciativa de
los dos países, los argentinos deberán esperar a que se decidan del otro lado.
Así lo indicó el ministro de Infraestructura de la provincia, Rolando Baldasso.
"En todo lo que es el esquema argentino hay un OK al proyecto. Pero
los técnicos chilenos del área de concesiones tienen dudas sobre los beneficios
para ellos. Algunos dicen que sí los tiene y otros que no", reconoció
Baldasso, quien participó días atrás de reuniones sobre el tema en Chile y
Buenos Aires.
La empresa interesada en la construcción del nuevo Trasandino es la Corporación América,
de la familia Eurnekian, que bautizó el proyecto como Corredor Bioceánico
Aconcagua, tras adquirir los derechos de su antecesora Tecnicagua, que fracasó
en el intento.
Corporación América está asociada a otras empresas para el
emprendimiento: Empresas Navieras de Chile, Mitsubishi Corporation de Japón,
Geodata de Italia y Contreras Hermanos de Argentina. Quiere construir un tren
entre Luján de Cuyo y la localidad chilena de Los Andes cuyo recorrido total
sería de 204 kilómetros,
e incluiría un túnel de baja altura de 52 kilómetros de
extensión.
El tren operaría los 365 días del año, es decir, no sufriría el problema
del transporte terrestre en el paso Cristo Redentor, que por la nieve se
paraliza cada invierno. Los empresarios calculan que este sistema podría
trasladar hasta 77 millones de toneladas por año hasta el estratégico puerto de
Valparaíso.
La obra tendría 3 años de duración y está valuada en 3.000 millones de
dólares. El financiamiento necesario lo conseguiría el privado de los
organismos multilaterales de crédito, aunque ambos países serían garantes del
emprendimiento, que además, deberá pasar por un proceso licitatorio.
Impulso y freno. El empujón a favor del Corredor Bioceánico Aconcagua se
lo dieron los presidentes Cristina y Sebastián Piñera en marzo, durante una
cumbre binacional realizada en Santiago que tuvo como objetivo principal la
promoción de la "conectividad física" entre Argentina y Chile.
En los documentos finales de la cumbre, que Piñera y Cristina firmaron
el 16 de marzo, se estableció un plazo de seis meses para que ambos países
definieran la factibilidad técnica del proyecto.
Ese plazo vencía el 17 de este mes, pero en las reuniones que la semana
pasada realizó el comité de técnicos que evalúa el proyecto saltaron las dudas
del vecino país y finalmente la
Cancillería chilena pidió a la argentina ampliar hasta el 2
de octubre el plazo para la presentación de los dictámenes.
El comité se denomina Ebifetra (Ente Binacional del tren Trasandino) y la
presidencia está a cargo del propio gobernador Paco Pérez. Pero en su
representación participó de los últimos encuentros el ministro Baldasso.
El funcionario mendocino señaló que los técnicos chilenos están evaluado
aspectos diversos, que van desde las expropiaciones y el impacto social hasta
el factor económico- financiero. En este sentido, Baldasso expresó que a
principios de octubre Chile deberá decidir "si da o no aval al
endeudamiento" que tomaría la Corporación América
para construir el tren.
Un embajador optimista. A pesar de que en Chile mantienen el suspenso,
el embajador de ese país en Argentina, Adolfo Zaldívar Larraín, dio señales
positivas la semana pasada.
El diplomático participó del "Ciclo de corredores bioceánicos y
pasos fronterizos" que coordinó en el Congreso Nacional el senador
mendocino Adolfo Bermejo.
En ese ciclo, Hugo Eurnekian, vicepresidente de la Corporación América,
difundió su proyecto. Y Zaldívar Larraín, cuando tomó la palabra, habló a su
favor: "Si queremos entrar a la escena del mundo actual, Chile y Argentina
tienen que prestar mucha atención a este proyecto y ser audaces".
En la conferencia no sólo se abordó el Trasandino, sino también otros
proyectos de interés para Mendoza. Entre ellos, uno que también se charló en la
cumbre de Cristina y Piñera: el paso Las Leñas.
Con plazos mucho menos precisos que el Trasandino, el cruce a Chile por
San Rafael es analizado por otra comisión que se activó en marzo. "En
octubre vamos a tener algunas conclusiones", prometió Baldasso. ElSol.com