Exterior
Informe revela que algunas unidades fueron catalogadas explícitamente como irreparables, mientras que entre el 70 y 80% debe ser rehabilitado para que opere correctamente
La gestión de Rafael López Aliaga tenía pleno conocimiento de que las locomotoras y vagones para su soñado tren Lima-Chosica se encontraban en condiciones deplorables desde marzo de este año, antes de que sean traídas al Perú. Así lo revela el informe de inspección realizado por Rail Electrical Services LLC, a pedido de la misma Municipalidad de Lima.
El informe, difundido por La Encerrona, no deja lugar a dudas sobre la condición de al menos dos unidades, consideradas más allá de toda posible reparación. La Locomotora 919 se declara explícitamente “No operativa” y el informe sentencia que “No se recomienda su reparación, solo apta para repuestos”. Las razones: “daños estructurales graves en la parte frontal debido a una colisión con un vehículo”, además de presentar “extensas piezas faltantes y daños en los sistemas eléctricos y mecánicos”.
La situación era tal que su cabina se encontraba en “condiciones insalubres, con acumulación de basura y signos de ocupación por personas sin hogar”. La conclusión es lapidaria: “Esta locomotora no es viable para reparación o reactivación” y se recomienda su “desmantelamiento y recuperación de piezas reutilizables”.
En la misma línea, el coche de pasajeros Nro. 3819 fue clasificado como “No reparable” tras haber estado implicado en una colisión con la locomotora 919. Los inspectores detallaron que el “Interior del lado B - Completamente derretido y sin posibilidad de reparación”, con los “paneles exteriores de acero inoxidable - Deformados por exposición extrema al calor”, lo que indica un incendio. Además, se detectaron “líneas de aire del cilindro de freno removidas”, “cables cortados y robados” y un “cable de comunicación dañado”. El sistema de aire del coche tampoco “retiene aire, lo que impide su movimiento desde San Francisco”.
Más allá de las unidades declaradas irreparables, el informe subraya que otras tres locomotoras, las 903, 910 y 914, “Requieren una reconstrucción completa del motor antes de operar”. La locomotora 903, por ejemplo, presentaba “virutas gruesas de metal” en sus filtros de aceite, la ausencia de dos motores de tracción y “óxido y corrosión significativa en los balancines y en el segmento del árbol de levas”.
La 910, por su parte, tenía un “motor se bloqueó en tránsito”, y se advirtió que “una reconstrucción importante o el reemplazo del motor podría ser necesario”, además de múltiples “componentes eléctricos y mecánicos faltantes”.
La locomotora 914 fue retirada por “fallas mecánicas” graves, incluyendo “contaminación de agua en el cárter, junto con varios liners agrietados” y un “turbo del motor principal... defectuoso”. Estas unidades, catalogadas como “growler” por operar a “RPM más altas” y “consumir más combustible”, planteaban un “posible retiro si los costos de restauración superan su valor”.
A pesar de estas unidades críticas, el informe de Rail Electrical Services LLC concluyó que el 70% de las 20 locomotoras y más del 80% de los 93 coches de pasajeros estaban “operativas o son rehabilitables sin requerir intervenciones mayores”. Sin embargo, incluso estas unidades presentaban problemas recurrentes como “fugas de fluidos”, “baterías descargadas o sulfatadas”, “desgaste progresivo en rodamientos de ejes y elementos de suspensión”, y “óxido superficial en componentes metálicos expuestos”.
MTC adopta medidas
Como parte de las medidas tomadas ante esta situación, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones anunció el envío de toda la documentación a la Contraloría General de la República, el Congreso de la República, el Ministerio Público y otras autoridades competentes. Según indicó el jefe del gabinete de asesores Alberto Rojas, el objetivo es que se determinen responsabilidades administrativas, civiles y penales por la adquisición de estos vagones, buscando asegurar la transparencia en el manejo de fondos públicos.
El funcionario además confirmó que este viernes continuará la mesa técnica convocada por el MTC, donde se revisarán los hallazgos del informe y se definirá el rumbo de los activos y la identificación de los funcionarios responsables. “Esperamos que, una vez cursados los oficios correspondientes, se tomen cartas en el asunto y se identifiquen a los responsables”, declaró Rojas.
Según el MTC, el destino final de los coches de pasajeros dependerá de los acuerdos de dicha mesa técnica, que busca esclarecer el uso de los recursos y garantizar que futuros proyectos de transporte urbano respondan al interés público.Infobae.com
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