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Trenes sin mantenimiento, obras atrasadas, sistemas obsoletos.
La protesta de La Fraternidad, que reduce la velocidad de los trenes a 30 kilómetros por hora, evidencia una problemática que va más allá del conflicto gremial: el estado crítico de la red ferroviaria argentina. Mientras el Gobierno califica de “extorsiva” la medida, los usuarios sufren las consecuencias de un sistema en decadencia, fruto de la desinversión y falta de planificación.
Los reclamos gremiales
El gremio denuncia que el país atraviesa una “emergencia ferroviaria” caracterizada por:
• Carencia de repuestos y reparaciones: Muchos trenes circulan sin el mantenimiento adecuado, poniendo en riesgo la seguridad de los pasajeros.
• Obras atrasadas en las vías: El deterioro de la infraestructura complica el servicio y aumenta los riesgos de accidentes.
• Sistemas obsoletos: La falta de modernización en comunicación y señales incrementa la vulnerabilidad operativa.
En un folleto difundido en las estaciones, los trabajadores advirtieron sobre la gravedad de la situación y responsabilizaron tanto a las actuales como a las anteriores gestiones gubernamentales.
Aunque el Gobierno declaró la Emergencia Pública Ferroviaria en junio de 2024, asignando un presupuesto complementario de 1,3 billones de pesos, estas medidas llegan tarde para revertir el deterioro acumulado. Durante años, las administraciones priorizaron obras con fines propagandísticos sobre inversiones en mantenimiento y modernización del sistema.
La falta de planificación estratégica y la corrupción han dejado a los trenes en un estado calamitoso, evidenciado en:
• Infraestructuras precarias.
• Material rodante anticuado.
• Falta de personal capacitado y tecnologías modernas.
Usuarios como rehenes
Mientras el Gobierno y los sindicatos se enfrentan, los pasajeros soportan las peores consecuencias:
• Demoras y cancelaciones constantes.
• Falta de alternativas de transporte efectivas.
• Inseguridad e incomodidad en los servicios existentes.
A pesar de las declaraciones oficiales, el Ejecutivo no ha podido demostrar avances significativos en la mejora del sistema. La misma gestión reconoce que 45 de las 226 obras prometidas están en ejecución, lo que refleja el lento ritmo de las acciones.ElArgentino.com
Yo me pregunto si ellos están denunciando todos estos eventos porque no hicieron paros y reclamos durante las gestiones anteriores. Esto demuestra que es un paro netamente extorsivo y con un único motivo de acomodarse políticamente los sindicalistas siendo rehenes tanto los pasajeros como los empleados que deben acatar la orden que les manda un mafioso de la unión ferroviaria que no viaja en ferrocarril y que vive en una mansión.
ResponderEliminarTe equivocaste de sindicato. Además, tienen el derecho de tomar cualquier medida de fuerza porque la Constitución Nacional así lo establece. Y si no te gusta, agarrá vos la locomotora o el tren eléctrico y ponete a conducirlo. Tienen todo el derecho, sino te gusta elegí otro medio de transporte. Liberbobo
EliminarRoque Pérez
Poné en el título la palabra “sindical” y aparece el gorilaje liberal a expulsar su proverbial odiotez.
ResponderEliminarABTE
Es lo que vinieron a hacer, lo sabíamos todos. Sería interesante conocer, cuántos de ésos que paran, votaron a la actual administración.
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