Por: Ing. Román Ballesteros (Para Crónica Ferroviaria)
Todo sistema operado por el hombre requiere su manejo de acuerdo a un plan concebido basado en la experiencia, en los recursos y medios disponibles, en la formación profesional y en los resultados de la evolución tecnológica de ese sistema. Esta combinación de factores es la resultante de las ciencias, del arte y de la aplicación sistemática del conocimiento y del saber.
Toda desviación o trasgresión de este camino crítico en los procesos manejados por el hombre se transforma en una desagradable experiencia llamada “error humano” con la consiguiente pérdida del equilibrio de las leyes físicas y aquellas que regulan el orden establecido. No es para menos tener en cuenta el lamento de la sociedad con relación a la pérdida injustificada de vidas humanas y de bienes materiales irrecuperables.
Desde hace unos años a esta parte hemos presenciado impasibles a un lamentable espectáculo desde las esferas del mismísimo poder central, llamado “el modelo de crecimiento y de la inclusión social”, basado en un sistema de relaciones sociales, funcionales, tecnológícas y hasta burocráticas, que han eludido leyes físicas y hasta aquellas que regulan el orden establecido en la sociedad, en forma sistemática. Se diría que el modelo adoptado de administración actual es trasgresor. Por lo visto, el mismo gobierno lo hace así en forma evidente….
Loc. Serie 319 de la Línea San Martín remolcando a la formación de la empesa Ferrobaires protagonista del choque de trenes entre estaciones San Miguel y José C. Paz
Establecer la consigna de recuperar el ferrocarril suena hermoso para un pueblo como el nuestro y para un país como nuestra República, pero no debiera serlo a cualquier costo. Menos se justifica esta recuperación de modo demagógico. Se puede afirmar que desde 2003 en adelante se ha actuado torpemente en esta recuperación ferroviaria. Lo peor que no le ha servido a ningún argentino, salvo a los vivos de siempre y conspicuos amigos del gobierno que lucran con las miserias y limitaciones del pueblo trabajador. Fue fácil para los actuales gobernantes querer “torcer el curso de historia”, sin cortar las trenzas y componendas que tejió el anterior gobierno del mismo signo político. Los amigos siguieron, eran necesarios partícipes y así siguió el despojo del ferrocarril de los argentinos, a los que se sumó un puntero corrupto que tuvo credencial oficial de traficante de ferrocarriles usados y poco útiles.
Vayamos entonces enumerando causas y efectos. En la experiencia ferroviaria, esta fue nefasta porque se buscó gente sin base técnica y usada en forma despreciable para manejar ferrocarriles. ¡Qué recuperación ferroviaria puede lograrse con este tipo de metodologías de selección personal no especializado!.
En cuanto a los recursos y medios disponibles, se hizo una gigantesca compra de chatarra en forma poco clara y a precios de corrupción. La infraestructura quedó en el atraso y en la negligencia disimulada. Se manejó la recuperación inaugurando cintas por doquier. Con tantas inauguraciones se podría haber montado una cadena de mercerías en toda la república con nombre propio, pero de ferrocarriles y servicio ferroviarios, ¡nada! Sirvieron sólo para unas electorales de ocasión.
Lo aterrador ha sido en el campo de la formación profesional dentro y fuera del sistema y organización ferroviarios. Sin dudas, todos podrán coincidir en que desde los directivos, planificadores, responsables de diagramar el servicio ferroviario en todos sus niveles y los responsables en controlar los servicios por su eficiencia, carecen de una básica formación tecnológica y disciplinaria. El ferrocarril es una disciplina estricta como lo es la ingeniería ferroviaria y sus correlativas aplicaciones De capacitación en serio, ni hablemos ya. Ausencia total en las aulas y en los trenes.. De ahí para abajo, es esperable cualquier cosa y en esta secuencia se esperarán otras tragedias más.
Lamentablemente, de seguir sin cambiar desde arriba estos resultados contrarios a la evolución tecnológica, este sistema ferroviario argentino será lo mismo de ineficiente, caro, inútil, desordenado, útil corrupto para los manejos políticos de una facción sobre otra, sin conducción ni control.
Total, el pueblo argentino pagará esta nueva tragedia. El ferrocarril argentino tiene su propia tragedia y sus víctimas innecesarias. Los chinos están muy bien con sus negocios ferroviarios en la Argentina.