Exterior
La
compañía estatal ferroviaria de Hungría (MÁV) informó que "hasta una nueva
decisión" desde Budapest no parten trenes con destino al oeste de Europa
después de que una formación, que había salido con cientos de refugiados, fuera
detenida al oeste de la capital. El primer ministro aseguró que los refugiados
son "un problema alemán".
Los
trenes que salen desde Budapest llegarán solo hasta las fronteras del país,
precisa la MÁV en un comunicado, sin explicar las causas de la medida.
Miles
de refugiados esperan desde hace días ante la estación de ferrocarriles Keleti
de Budapest poder subir a trenes hacia Austria y Alemania.
El
lunes, las autoridades permitieron a los refugiados subirse a los trenes y unos
3.600 de ellos lograron llegar a Alemania pasando por Austria.
Sin
embargo, al día siguiente evacuaron la estación, la cerraron durante una hora y
la volvieron a abrir luego, pero sin permitir el acceso de los refugiados.
Esta
mañana los policías se retiraron de la estación y muchos de los refugiados se
apresuraron a subirse a los trenes, incluso sin saber hacia donde irían.
Finalmente,
un tren partió hoy, a las 11.18 hora local (06.18 hora argentina), de Budapest
hacia la ciudad de Sopron, en el noreste de Hungría, junto a la frontera con
Austria, pero fue detenido antes de llegar a su destino final.
Muchos
de los refugiados esperaban que, una vez en Sopron, pudieran cruzar la frontera
austríaca y desde allí continuar viaje a Alemania.
No
obstante, de momento de Budapest no llegan ni parten trenes internacionales.
Aparentemente, se están organizando otros trenes regionales hacia diversos
puntos del país.
En
medio de una gran incertidumbre muchos refugiados temen que si se suben a los
trenes les tomen las huellas dactilares y los internen en centros de acogida
situados lejos de la capital, con lo que luego se les haría más difícil volver
a Budapest para partir hacia occidente
La
policía húngara se había retirado esta mañana de la estación Keleti y decenas
de refugiados que habían pasado la noche en los alrededores de la estación y
aguardaban a las puertas entraron a la carrera en la terminal, donde
abarrotaron a trompadas y codazos los vagones de un tren con destino a la
ciudad de Sopron, cerca de Austria.
Todos
los refugiados parecen tener sólo un destino: Alemania, y entre las
preferencias las ciudades más citadas son Hamburgo, Munich, Colonia o
Frankfurt.
Después
del incidente, los parlantes de la terminal anunciaron la cancelación de todos
los trenes internacionales por "razones de seguridad", los agentes
del orden volvieron al lugar, cerraron las puertas del tren a Sopron y
vigilaron que no entrara nadie más para permitir la salida del convoy.
Al
llegar a Bicske, al oeste de la capital, donde los inmigrantes iban a ser
trasladados a un cercano centro de acogida no identificado, el tren fue detenido,
informó la agencia de noticias MTI.
La
policía intentó bajar a los estimados 300 refugiados para después trasladarlos
en autobuses al centro de acogida, aunque algunos de los inmigrantes comenzaron
a protestar, por no querer ir a un campamento, informó la agencia de noticias
EFE.
Después
de varios intentos fallidos, la policía desistió y los refugiados se subieron
de nuevo al tren, que sigue parado en la estación de Bicske.
La
policía húngara acudió al lugar con decenas agentes y con una veintena de vehículos,
entre ellos autobuses.
Muchos
de los 300 refugiados protestaron contra la medida, gritando "No camp! No
camp!" (No al campamento).
La
información de la retención del tren parece haber llegado con rapidez a los
refugiados en Budapest y en el siguiente tren que partió a Sopron ya no había
inmigrantes.
La
ciudad de Bicske se encuentra a menos de 10 kilómetros al norte de Felcsut, el
poblado natal del primer ministro húngaro, el conservador nacionalista Viktor
Orbán, artífice de la política de mano dura frente a los refugiados en
Hungría.Telam.com