Exterior
La
empresa Ferroviaria Andina de Bolivia presidida por dos venezolanos está a
cargo de construir el tren que va a unir a Bolivia con el océano Pacífico
Un
reconocido empresario y un expolítico chavista, ambos venezolanos, son los
principales directivos de la empresa “Ferroviaria Andina de Bolivia”, a cargo
de construir el sistema ferroviario que comunicará a ese país altiplánico con
el océano Pacífico, informó la Agencia de Noticias Fides el pasado 14 de
septiembre.
Esta
obra, de gran magnitud, la está desarrollando el Gobierno de Evo Morales, y la
lideran los dos empresarios, muy ligados al Gobierno venezolano de Hugo Chávez
y el de Nicolás Maduro.
Sorprende que sea una empresa de capital venezolano la que construya un tren en Bolivia, pues Venezuela no tiene sistema de ferrocarriles
Carlos
Gill, reconocido empresario venezolano y socio mayoritario del periódico La
Razón, de La Paz, es el presidente de la ferroviaria, mientras que Julio Montes
Pardo, exembajador venezolano ante Bolivia, y antes ante Cuba, fue nombrado
vicepresidente.
Desde
1996, Gill también preside la Junta Directiva de Corimón, C.A, empresa
venezolana dedicada a la producción y comercialización de una gran diversidad
de productos industriales relacionados con el mundo de las pinturas y envases
flexibles. Corimón sufrió una de las quiebras más sonadas del mundo empresarial
latinoamericano en 1995, tras una expansión incontrolada en el mercado de
químicos del continente.
Pero
en el caso de Montes, nunca ha sido reconocido como empresario; fue representante
del Gobierno del expresidente Hugo Chávez en Bolivia y se convirtió en hombre
de confianza del presidente Evo Morales durante el período comprendido entre
2006 y 2009.
De
acuerdo con BBC Mundo, Montes tuvo un papel fundamental en el rescate del Gobierno
de Evo Morales; así lo afirmó el vicepresidente boliviano, Álvaro García
Linera, quien ha admitido que sin Hugo Chávez quizás no habrían “superado el
año 2008”.
De
acuerdo con el periodista boliviano Raúl Peñaranda, Montes trabajó para que
Gill pudiera comprar en Bolivia el diario La Razón para ponerlo a la
disposición del Gobierno de ese país; algo que Peñaranda señaló como una
estrategia que se iniciaría con la compra de medios de comunicación y
continuaría con otros negocios.
En
una entrevista para BBC Mundo, Carlos Gill aseguró que “no debería extrañar a
nadie la conversión de Montes en ejecutivo de una empresa”, pues afirma que las
grandes compañías se aprovechan de la experiencia de exdiplomáticos para que
aporten en diversos proyectos.
Los
dos empresarios afirman que sus negocios en Bolivia nunca se vieron
beneficiados por las buenas relaciones entre Hugo Chávez y Evo Morales.
Por
su parte, Montes asegura que no ha abandonado sus “convicciones socialistas”,
pero que ahora contribuye con el proyecto del ferrocarril.PanAmpost.