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3 de mayo de 2016

APDFA: 59º Aniversario de Nuestra Asociación. Festejo del 1º de Mayo Día del Trabajador

Gremiales

Redacción Crónica Ferroviaria

Mediante Circular General del gremio APDFA (Asociación de Personal de Dirección de los Ferrocarriles Argentinos) informa que con motivo del festejo del 59º aniversario del gremio y del 1º de Mayo "Día del Trabajador" en la localidad de Open Door, se realizó una hermosa jornada a la que asistieron cientos de asociados con sus familias.


 A continuación transcribimos dicha circular:

“En el ambiente se respiraba un aire de Compañerismo total, se disfrutó en este día aparte de lo gastronómico, de charlas que surgían de forma espontánea integrándose las actividades Ferroviaria y Ferroportuarias, contaban anécdotas, vivencias y por sobre todo experiencia en las materias, esto sin lugar a dudas nos esperanza viendo la madurez y compromiso de los afiliados y dirigentes que entienden la importancia del sector para el
desarrollo de nuestro País".

"En oportunidad de dirigir un mensaje al momento del brindis, nuestro Secretario General Ing. Adrián Silva expresó entre otras cosas que… “en este festejo, hago un llamado a la reflexión acerca del contexto político sindical que atravesamos en un momento muy particular. Destacando la falta de una definición política clara de transporte en general tanto ferroviaria como portuaria en particular, en medio de declaraciones públicas del Ministro de Transporte priorizando el sistema carretero y reflotando además, el famoso tema del déficit económico de la actividad, obviando y ocultando los beneficios y ventajas comparativas que aporta en la economía global el ferrocarril". También señalando que es preocupante decisiones que se están tomando como reducciones de servicios y paralizaciones en la ejecución de inversiones. Finalmente insto a la unidad para enfrentar políticas que con respecto a nuestra actividad se parecen mucho a las implementadas en los 90".

"Los festejos terminaron al atardecer, con afectuosos saludos entre los integrantes de la familias Ferroviarias y Ferroportuarias, en definitiva la Familia de APDFA".

22 de marzo de 2016

Prevén un déficit de $ 3.000 millones en la empresa Trenes Argentinos Cargas y Logística

Actualidad

Lo informó el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, quien también ratificó que se mantendrán este año “en todo el país” los subsidios al servicio.

El ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, estimó que este año Aerolíneas Argentinas tendrá un déficit de 5.200 millones de pesos, a lo que deberán adicionarse 120 millones de dólares de compromisos no abonados.



Dietrich visitó ayer la provincia de Córdoba, para reunirse con el intendente capitalino Ramón Mestre y participar en un almuerzo de la Fundación Mediterránea, y concedió entrevistas periodísticas que se difunden hoy en distintos medios locales.

Junto con los datos sobre la aerolínea de bandera, el ministro dio a conocer que el ferrocarril Belgrano Cargas tuvo el año pasado un déficit de 2 mil millones de pesos, y anticipó que en 2016 el rojo en la empresa pública se elevará a 3 mil millones.

En el mismo ámbito ferroviario, el ministro señaló que en tres meses el ingreso por alquiler de locales en las estaciones del ferrocarril del área metropolitana de Buenos Aires se duplicó respecto de lo percibido en 2015.

“En marzo se recaudó el 80% de la suma cobrada todo el año pasado por ese concepto; de eso se trata la gestión del Estado”, remarcó Dietrich.

El titular de Transporte ratificó, por otra parte, que se mantendrán este año “en todo el país” los subsidios al servicio, que permiten mantener el valor de los pasajes pagados por los usuarios.

Aclaró, sin embargo, que “estamos evaluando” la posibilidad de aplicar un próximo aumento de tarifas en el sector, aunque no dio más detalles sobre la cuestión.

Sobre la marcha de los proyectos de inversión del área -que marcarán un hito en la provincia, según Dietrich- sostuvo que no ve conveniente “ni desde lo técnico ni mucho menos desde lo económico, priorizar un subte para Córdoba”, ya que “con lo que cuesta un kilómetro de subte podemos hacer 50 de Metrobús”.

Señaló luego que “nuestro compromiso es que las obras que anunciamos, las hacemos, y en los plazos que decimos. Y si surgen inconvenientes, explicamos el porqué de la demora”.

“Estamos avanzando en el diseño de líneas de Metrobús, ciclovías, seguridad vial a través de la emisión de licencia única y también con la homologación del sistema prepago”, dijo el ministro al diario “La voz del interior”.

9 de junio de 2013

EL FERROCARRIL SE SUMA AL DÉFICIT ESTRUCTURAL

ACTUALIDAD

“Argentina tiene que revisar su política de subsidios por otra de inversiones. Las extensiones geográficas y la diversidad productiva exigen una planificación seria para que el desarrollo del país sea armónico”.

El ministro del Interior y Transporte anunció la cancelación de la concesión de los ferrocarriles de cargas de las líneas San Martín y Urquiza, que eran operados por la empresa brasileña ALL (América Latina Logística), mientras que hizo lo mismo respecto del Tren de la Costa, un tren de pasajeros con fines turísticos que opera en la zona norte del Gran Buenos Aires.

Los argumentos son la falta de cumplimiento de los contratos respectivos en cuanto a obligaciones de inversión y, más allá de las discusiones, lo cierto es que las empresas habían llegado a un punto terminal y los servicios brindados eran de muy mala calidad.

El problema no es nuevo sino bastante antiguo. Desde que Martínez de Hoz decidió cerrar ramales hasta la decisión de Menem de privatizarlos, pasaron casi 20 años en los cuales las empresas ferroviarias fueron virtualmente vaciadas y desmanteladas, como lo fue toda la red de infraestructura de la Argentina.


Éste es uno de los déficits estructurales más serios que presenta la Argentina y requiere un plan de largo plazo para ser ejecutado ya que si se quiere crecer y exportar bienes de todo el país, hay que tener servicios de transporte, vías apropiadas, pasos fronterizos idóneos y puertos con calidad de servicios competitivos.

Discusiones viejas

Cuando aparecen estos temas, es normal que aparezca el dogmatismo en las discusiones entre quienes no quieren intervención del Estado y los que sí la quieren. Durante el gobierno kirchnerista, por ejemplo, había una marcada tendencia a combatir a los concesionarios de servicios públicos que habían participado en las privatizaciones menemistas.

Lo primero que se les hizo fue pesificarles las tarifas y congelarlas. En buen romance, tuvieron una caída real del 70% más el congelamiento. El resultado buscado, finalmente, se consiguió y las empresas extranjeras decidieron irse para no perder más plata.

La mayoría de las empresas se vendieron a inversores locales que contaban con la simpatía del gobierno y los precios de compra fueron, casi, a precio de quiebra, porque se pactaron a valores entre el 10 y 20% de lo que los extranjeros habían pagado en su momento.

Esto no significó mayores inversiones hechas por los nuevos compradores, porque los funcionarios no cumplieron la promesa de subir las tarifas y así tenemos que, en el sector de la distribución eléctrica, están casi todas las empresas cercanas a la cesación de pago y muy atrasadas en las inversiones.

En materia de ferrocarriles, las privatizaciones de Menem fueron un fiasco porque en las mismas, el Estado era el responsable de reponer el estado de las vías. Así como el Estado hace los caminos para que viajen los camiones, debía tener las vías en condiciones para que corran los trenes, algo que no se hizo.

En esta materia, fracasaron todas las privatizaciones, tanto de los trenes de carga como los de pasajeros. El único que, aparentemente, aún aguanta es Ferroexpreso Pampeano, que es un tren de cargas que recorre un viejo ramal desarticulado que vinculaba el cinturón cerealero con las fábricas de cemento de Olavarría. Hoy las cementeras, como el ferrocarril, están en manos de la también brasileña Camargo Correa.

La falta de mantenimiento y el reconocimiento de subsidios generaron situaciones de corrupción que estallaron con el accidente de Once, pero que tiene antecedentes y denuncias nunca aclaradas, mientras el sistema se seguía cayendo.

En materia vial, el atraso era manifiesto. En la década de los ‘90, el ingeniero Guillermo Laura propuso un plan para construir 20.000 km de autopistas financiadas con un pequeño sobreprecio en el valor de los combustibles. Era una respuesta más racional a las concesiones viales de Menem, en las que los concesionarios comenzaron a cobrar antes de hacer obras. Discusiones menores y mezquinas mandaron el proyecto a la papelera.

La expansión de la economía y la política de precios subsidiados, generaron una explosión de consumo de servicios públicos y esto desnudó las falencias que tenía el sistema, ya que mientras se desalentaba la producción se estimulaba el consumo. En los casos de la infraestructura, ésta quedó totalmente colapsada y hay déficit en todas las áreas.

El problema ha sido la falta de una planificación integral, porque el aumento del consumo se produce rápidamente por estas políticas pero las respuestas no son fáciles porque exigen fuertes inversiones que luego se amortizarán en muchos años.

Argentina tiene que revisar su política de subsidios por otra de inversiones. Las extensiones geográficas y la diversidad de climas y de tipos de producción exigen una planificación seria para que el desarrollo del país sea armónico.

Incluso, tenemos que sacarnos la vieja disputa del medio. Si un determinado servicio debe ser prestado por el Estado, sólo debe exigirse a los funcionarios eficiencia y honestidad, para lo cual deben existir sistemas de control adecuados y de corto plazo.

Si debe ser prestada por privados, debe haber un contrato con exigencias claras, que debe ser controlado por funcionarios honestos, los que también deben ser controlados.

Hemos llegado a una situación muy compleja. El gobierno necesita más crecimiento para sostener la política de subsidios, pero son los subsidios los que no dejan crecer a la economía y no estimulan la inversión. Además, el gobierno no tiene créditos ni recursos para afrontar con urgencia las inversiones que hay que hacer.

Las soluciones habrá que buscarlas sin dogmatismos y con objetivos claros, porque lo real es que ya no caben muchos más autos en nuestras ciudades, ni camiones en nuestras rutas. Las líneas eléctricas no pueden transportar mucho más, los gasoductos están vacíos y las rutas son trampas de muerte para muchos argentinos.


El déficit es estructural y requiere dejar de aplicar parches.Diario Los Ándes

22 de noviembre de 2011

50 ANIVERSARIO DE LA HUELGA FERROVIARIA DE 1961 CONTRA EL PLAN LARKIN PARTE I

Por: Juan Carlos Cena (*)

Hay un ejército incomparablemente más mortífero que todos los ejércitos de la guerra: la huelga, el anárquico ejército de la paz. La ruina absoluta es dejar el mármol en la cantera y el hierro en la mina. La huelga al suspender la vida, aniquila el universo de las posibilidades, mucho más vasto, fecundo y trascendental que el universo visible- Rafael Barret dice sobre la huelga.

TODO COMIENZA DESPUÉS DE 1955

En septiembre de 1955 se instala un poder político y económico, con su brazo armado, en el Estado, que inauguró el desmoronamiento violento del aparato anterior: El Estado de Bienestar.

De esta forma se inicia otra etapa de cambio, en el mismo sistema capitalista, pero de un modelo keynesiano a un modelo atado fuertemente a la extranjerización de la economía nacional. Había que destruir lo anterior para imponer modificaciones profundas en el sistema capitalista para que perdurara la ganancia máxima.

Gentileza: Wikipedia

El principal silogismo contra los ferrocarriles fue la de agitar, en forma sistemática y permanente, el argumento del déficit ferroviario. Los sofismas remontaban vuelo sin que nadie contestara. Se publicaban informes estadísticos con una falta total de la rigurosidad técnica y sobre los estudios realizados, concernientes al estado de situación de los ferrocarriles. Datos falaces se propagaron. La invención de la mentira se hacía costumbre, práctica, rutina. Si lo anunciado era verdad o no, era secundario. Lo importante era instalar la mentira en la sociedad hasta que la ciudadanía creyera que era una verdad. La mentira se multiplicaba sin contención. El déficit de los ferrocarriles era el cáncer nacional, decían.

El doctor Roberto Verrier, Ministro de Hacienda de los golpistas de 1955, fue uno de los portavoces principales de la mentira. En 1957 elabora y publica un informe que se llamó el Plan Verrier, y dentro de él contenía el mentado déficit ferroviario, mismo que es apoyado por Prebisch. El doctor Roberto Verrier determina en esa publicación que el déficit que dejaron los ferrocarriles en el ejercicio –1956– era de 4.195 millones de pesos, una cifra sorprendente, impactante. Da a conocer la cifra de 4.195 millones de pesos, cuando apenas comenzaba el año 1957. Anuncia estos valores en forma compulsiva, a pesar de que aún no estaban elaborados los balances técnicos económicos definitivos, única representación fidedigna para saber cual es la información final sobre los resultados de la explotación de los ferrocarriles del Estado en 1956. Resultados que debían ser de conocimiento público.

Así era el comportamiento de los cipayos y vende patrias. El ocultamiento y la deformación de la realidad eran sus herramientas. El colonialismo fabrica colonizados y estos ejecutan, a como de lugar, los mandatos del colonizador. Esta mentira amparada y protegida a través de la represión, por esta razón adquiere, falsamente, un valor de verdad verdadera, pero es una mentira. La fuerza de la verdad, al poco tiempo desmentiría esta falacia, pero no la anula. La mentira ya estaba instalada en el conciente colectivo, invención que aún perdura. Todos los gobiernos civiles o militares continuaron hasta la fecha con esa política sin intentar cambiarla.

LOS PRIMEROS PASOS DEL ESTRAGO FERROVIARIO

El primer paso dado, por la autodenominada Revolución Libertadora, fue la anulación de la Constitución de 1949 (y su artículo 40), ésta se abolió por un decreto de este gobierno de facto, de esta forma se anulaba una Constitución votada por el Congreso Nacional por la firma de algunos jefes militares. Se anulaba el marco jurídico que protegía la soberanía nacional de sus empresas.

Con la llegada de Arturo Frondizi, que es elegido en 1958 para ocupar la Presidencia de la Nación, continúa las políticas diseñadas por la Revolución Libertadora, en este lapso de tiempo se auspicia e instala el auge del transporte automotor. Para implementar esa política, primero, tenía que doblegar a los trabajadores ferroviarios, y luego avanzar sobre el desguace ferroviario y la instalación del auto transporte automotor.

EMPIEZA LA REPRESIÓN

En 1958 se inicia el proceso represivo, en Córdoba, Bahía Blanca, Ing. White, Remedios de Escalda y Mechita, en la provincia de Buenos Aires; Basavilbaso, en la provincia de Entre Ríos; Tafí Viejo, en la provincia de Tucumán; Laguna Paiva, en la provincia de Santa Fe, entre otros lugares. Por la resistencia de los obreros ferroviarios se decreta la movilización militar.

Se había instalado una esperanza cuando el 23 de febrero de 1958 gana las elecciones, Arturo Frondizi, de esta forma se afirmaba que triunfaba un programa antioligárquico y antiimperialista, que había sido votado por una parte de la clase obrera y el pueblo. Eso era en apariencia, lo real era que Frondizi y Frigerio junto a los sectores más católicos y oscurantistas del peronismo acuerdan una vuelta de tuerca, un descarnado colonialismo en materia económica y social que se corrobora por las medidas adoptadas durante su gobierno.

Es dable aclarar que más de 836.000 votos en blanco aparecieron en las elecciones que ganó Frondizi. 836.000 desobediencias, mismas que pesaban sobre los futuros comportamientos del gobierno. Desobediencias que son parte de un proceso que se inicia, en el caso ferroviario, antes de la década del 50 por parte de los trabajadores con identidad peronista, pero ocurría en otros gremios.

El gobierno electo sabía que esta rebeldía afectaría sus planes no declarados. También, sabían de quien eran esos votos, casi todos, venían del peronismo, más precisamente desde la Resistencia Peronista y la fuerte preponderancia que tenían hacia adentro del peronismo. Por este motivo rechazaron el pacto de Perón con Frondizi.

Estos votos significaban independencia de clase, la misma que se organizó para rechazar el golpe de estado de 1955. Es decir, precisando, la Resistencia Peronista fue la repuesta sustancial del movimiento obrero peronista al golpe de estado de 1955.

Por otro lado, la burocracia sindical y política peronista había rendido armas, escudo y bandera, ante Lonardi primero y Aramburu después. Eran los que conciliaban y trataban de aplacar a los trabajadores peronistas en este gobierno de Arturo Frondizi.

De nuevo, la derecha peronista claudicaba ante los factores de poder, debía cumplir con el mandato dado por el nuevo poder, la de disciplinar a las masas obreras peronistas.


(*) Juan Carlos Cena: especialista en transporte ferroviario. Autor del libro El Ferrocidio entre otros. Ex Secretario General de APDFA Organismo Central. Miembro fundador del MONAREFA.


• MONAREFA: Movimiento Nacional por la Recuperación de los Ferrocarriles Argentinos.