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La línea Mitre es una de las arterias más importantes del transporte en la zona norte del conurbano. Desde la llegada de Javier Milei al gobierno nacional, ha iniciado un nuevo ciclo de desinversión y degradación del servicio por falta de mantenimiento, como sucedió en la década del 90 antes de las privatización y el la del 2000 hasta la tragedia de la estación Once de Septiembre.
Los problemas en la línea Mitre volvieron a ser otro de los obstáculos cotidianos que deben atravesar unos 120,000 usuarios que utilizan diariamente este servicio en sus distintos ramales. No es una historia nueva, ya ha sucedido en los años 90 con Carlos Menem antes de las privatizaciones y también en los 2000, hasta que la tragedia de Once impulsó un cambio rotundo en la política ferroviaria del entonces gobierno kirchnerista. Ahora, la falta de inversión en el mantenimiento vuelve a generar inconvenientes que se irán agravando, aseguran los trabajadores de la línea, si no cambia la política de no inversión en el mantenimiento que se impuso desde el cambio de gobierno.
"Ha dejado de ser un servicio confiable, si no tengo tiempo de esperar, ya no puedo contar con el tren", dice Alejandro, un joven usuario del Mitre que se lamenta por tener una espera de más de 20 minutos en un lunes por la mañana. "Cuando funciona bien, es la mejor manera de ir a Capital", sostiene Martina mientras espera el próximo tren a Retiro en el andén de la estación Acasusso. "Ya hace algunas semanas empezaron los problemas, hay menos frecuencias y los trayectos son mas lentos", asegura Esteban esperando su tren en Beccar.
No ha habido respuestas oficiales a las distintas consultas que desde QUE PASA se hicieron a la empresa estatal Trenes Argentinos Operaciones acerca de los problemas que está presentando la Línea Mitre en todos sus ramales. Sin embargo, distintas fuentes vinculadas a la operatividad de la línea con las que pudo conversar este medio aseguran que el problema es que se ha cortado la inversión en mantenimiento. "Tenemos una flota de trenes que tienen sus años y requieren un mantenimiento continuo que, si no se hace, comienzan los problemas", asegura un trabajador que opera en la línea.
Según fuentes no oficiales de la empresa, las constantes demoras que empezaron a hacerse evidentes desde febrero se deben a distintos factores, pero fundamentalmente a la falta de algunas piezas para reparar formaciones que salen de servicio. Esto afecta no sólo a la frecuencia sino también al tiempo en que se realizará el trayecto de Tigre a Retiro, que estaba tardando unos 55 minutos y pasará a demorar más de 1 hora y 10 diez minutos en las próximas semanas.
El impacto no sólo lo sufre la línea donde viaja el mayor número de personas, Ramal Retiro-Tigre, sino también a los otros ramales José León Suárez y Mitre. Este último, que va desde la Quinta Olivos hasta Retiro, ha disminuido su frecuencia. De un tren cada 30 minutos, ha pasado a un tren por hora. Y el ramal que va de Victoria a Capilla del Señor no funcionó en los últimos días por un conflicto gremial.
Fuentes del gremio ferroviario con las que pudo hablar QUE PASA desmintieron la versión de que estuvieran habiendo despidos. Lo que no esta sucediendo es incorporar nuevo personal para reemplazar a los trabajadores que se jubilan o se dan de baja por cualquier situación, explicaron. Pero aunque los despidos no son una realidad hasta el momento, es un fantasma que ronda en la cabeza de todos los trabajadores. "Sabemos que los telegramas pueden empezar a caer en cualquier momento. No tenemos dudas de que la intención de este gobierno es, igual que en los 90, desfinanciar y degradar el servicio y así justificar después su privatización", concluye un delegado gremial con el que dialogó este medio.
Una historia conocida
Todos los usuarios habituales de la Línea Mitre, cuando comienzan los problemas en la línea, remiten rápidamente al recuerdo de otros períodos donde el servicio no funcionaba adecuadamente. La línea Mitre ha sido un reflejo de vaivenes políticos que impactaron directamente en su operatividad.
Los más memoriosos recuerdan el estado de abandono que tenia la línea antes de las privatizaciones en los 90. "No se podía viajar, era tierra de nadie. No sólo funcionaba mal, sino era peligroso, ni seguridad había", recuerda Esteban que usa la línea Mitre diariamente hace décadas para ir a su trabajo en la Ciudad de Buenos Aires.
Los especialistas en trasporte, al referirse a la primera etapa de del gobierno de Carlos Menem, hablan de una degradación deliberada del servicio por parte de la gestión estatal para luego justificar las privatizaciones y generar un contraste con el "shock de inversión" que llegó de manos de la gestión privada. En términos de operatividad, la llegada de Trenes de Buenos Aires (TBA) en 1995, fue una bisagra que permitió recuperar un servicio vital que estuvo abandonado por casi cinco años.
Pero la operatividad en manos de una concesionaria privada tampoco fue una solución para la línea. Después de un primer período positivo, y con subsidios millonarios por parte del Estado para sostener un servicio que en todo el mundo es deficitario, los concesionarios de la línea dejaron de realizar las inversiones necesarias y el servicio volvió a caer. Para finales de la década del 2000, muchos de los usuarios habituales del Mitre habían dejado de contar con el tren como medio de transporte para sus trayectos cotidianos.
Esta situación se prolongó hasta 2012, cuando la línea volvió a manos del Estado, después de la tragedia de Once. La gestión que encabezó el ministro Florencio Randazzo quedó marcado como el inicia de un proceso de recuperación del servicio de trenes en la Argentina, y en la línea Mitre en particular, una fuerte inversión en modernización y renovación de formaciones.
Durante la presidencia de Mauricio Macri continuó el proceso de inversión en la línea Mitre, donde se renovaron muchas de las estaciones y se realizo una gran modernización del tramo que involucró el viaducto, con la elevación de las estaciones Belgrano C. y Lisandro de a Torre en el ramal Retiro-Tigre.
Con el gobierno de Alberto Fernández, el área de transporte estuvo bajo la órbita de funcionarios del espacio de Sergio Massa. En este tiempo se realizaron fuertes inversiones en la línea, donde la más destacada fue la renovación total de la parrilla de acceso a estación Retiro, obra por la cual los trenes del no llegaron a la estación cabecera durante meses.
También se continuó el proceso de renovación de estaciones y se encontraba licitada, con financiamiento internacional, la obra que buscaba renovar el tendido completo de vías de la línea. Esta obra se encuentra suspendida desde la llegada del nuevo gobierno.QuéPasaWeb.com
Hoy perdí TRES HORAS en el Roca entre espera y cancelaciones de servicios. Un desastre. Después se quejan si los rajan
ResponderEliminarClaudio Moretti
No te das cuenta que es de parte del gobierno la degradacion del servicio para poder privatizarlo? Los trabajadores si tuvieran repuestos repararian los trenes, pero el gobierno no se los prove.
EliminarMilei, asesinando día a día los FFCC argentinos
ResponderEliminarSeba Tetracampeón
No dentro de poco solamente viajará en micro los trenes no son ganancia para los políticos,menen lo hizo recuerda...
ResponderEliminarJoselito Capuano