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Según contó, decidió hacer intrusiones en los molestos parlantes bluetooth porque tiene autismo y sufre cada vez que escucha sonidos elevados.
Con el avance de la tecnología, es habitual que en las formaciones del Tren Roca varios pasajeros escuchen música a todo volumen a través de sus parlantes, sin tener en consideración al resto de las personas que viajan en el ramal La Plata-Plaza Constitución. A esto se suma que no se tiene en cuenta que podría generar una situación molesta, incomoda y lo perjudicial que puede resultar para la salud.
En el último tiempo, créase o no, varios de estos jóvenes se vieron obligados a tener que apagarlos rápidamente porque, de repente, la música dejaba de sonar y empezaban a oírse gemidos sexuales. Como es de esperar, esto avergüenza al propietario del parlante quien, para evitar el bochorno público, decide no volver a utilizarlo.
Sin embargo, y lo más misterioso, es que ninguno de los dueños de estos dispositivos desconoce las razones que ocasionaron este momento tan incómodo delante de tanta gente. “Yo no soy muy bueno hablando y era una gran frustración saber que si le pedía por las buenas que apagara el parlante iba a terminar a los golpes, entonces se me ocurrió un método más silencioso y difícil de descubrir para evitar esa molestia constante sin tener un conflicto”, le dijo a Infocielo el joven que está detrás de este método.
Al ser consultado sobre los motivos por cuáles empezó a implementar esta práctica, reveló que tiene Trastorno del Espectro Autista (TEA), viéndose perturbado por los sonidos de volumen elevado. En esa línea, explicó: “No es nada del otro mundo. Es algo que al menos por ahora hasta que la tecnología cambie o los que ponen música fuerte por bluetooth aprendan un poco más, no requiere ninguna ciencia”.
Y detalló cómo hace su gracia: “Con tu propio celular, cuando ves que alguien se prepara para colocar música en el coche, activás tu bluetooth y enseguida que te aparece el dispositivo lo hacés vos primero y le mandás el sonido que quieras para perturbar al 'musicalizador prepotente'. Se va a desesperar, lo va a apagar, y quizás intente encenderlo nuevamente por lo que tendrás que estar atento para repetir el proceso hasta ganar por cansancio”.
A su vez, manifestó que decidió utilizar los gemidos sexuales porque, “por experiencia y error, noté que la vergüenza que pasa ese musicalizador compulsivo es mayor si el sonido que interfiere su parlante le produce un bochorno ante el resto del pasaje, y tal es su incomodidad que desiste de volver a encenderlo, porque los demás lo miran con cara de que es un pervertido”.
Según recordó, empezó a hacerlo las primeras veces que consiguió trabajo en Capital Federal. “Lo debo haber hecho hasta ahora unas 60 veces entre el tren Roca y los subtes de la línea C y D, y varias veces el dueño del parlante se ha llegado a bajar en la estación siguiente al tramo en que le mandé los gemidos sexuales”, subrayó.
Más allá del humor que puede generar en el resto de los pasajeros, el joven manifestó que no es algo que desea seguir haciendo porque “los autores de invadir el espacio auditivo de los demás deben aprender a respetar, o porque las autoridades de Trenes Argentinos tienen que tomar cartas en el asunto y prohibir la música fuera de los auriculares personales en las formaciones. Pero, mientras eso no suceda, tendré que continuar intrusando los parlantes bluetooth que sean necesarios”. “Y quizás redoble la apuesta con contenido aún más bochornoso para provocar la mayor vergüenza posible en los prepotentes 'dueños de la música' del Tren Roca La Plata-Constitución”, concluyó.0221.com.ar
Lo he vivido en mi viajes laborales, tanto en tren como en los colectivos. Cómo no hay conciencia social hacia el projimo- sumo las motos y los amplificadores de autos,entonces aplausos para este señor. Aurelio Di Francesco
ResponderEliminarBien pensado.
ResponderEliminarLorenzo Dalas
Una gran idea y excelente venganza!
ResponderEliminarLucas Serrano
Una genialidad, ante la falta de empatía y respeto!! Pato Bel H
ResponderEliminarSoy usuario de la linea Belgrano Sur, cuando la seguridad la hacia ferrocarriles argentinos eso se controlaba, luego del 2015 se privatizo y dejo de controlarse.
ResponderEliminarTito Baratito
A veces pasa que hay gente sin cerebro. Una tarde en el tren Sarmiento sube un pasajero con ese demoníaco aparato e invadido por las nirvanas del alcohol aturde al pasaje. Al recibir la queja de otros pasajeros la respuesta fue de viejos vinagres. La mayoría de los adultos mayores sufre de hiperacusia y cualquier sonido mayor a 80db causa molestias. Por suerte el susodicho fue bajado en Ituzaingó por personal policial
ResponderEliminarClaudio Abel Muller
Lo amo. Y lo voy a copiar, suena muy divertido. Pienso ponerle el sonido de una peli porno argentina, bien sucia jajaja y a reírse! No hay nada más lindo que pasar del fastidio a generar tus propios bufones.
ResponderEliminarLo que no explica es como consigue la clave para acceder al bluetooth de cada dispositivo.
ResponderEliminarEs un hackeo.
EliminarLos parlantes no tienen clave, ni tampoco pueden "aceptar" tu solicitud de conexión, lo cual permiten por defecto.
EliminarUn héroe sin capa
ResponderEliminarChristian Javier Pantano
Magnífica idea para vengarse y para reír, el héroe del pueblo
ResponderEliminarPedro Tomasi
No se necesita clave para el Bluetooth. Podés asociar cualquier dispositivo con cualquier teléfono
ResponderEliminarLo ven algo sencillo de realizar aunque también se puede realizar otras cosas, ya que el Bluetooth activado no posee tantas medidas de seguridad.
ResponderEliminarHernando
No hay clave para conectarse a un parlante
ResponderEliminarFelipe Lotta
Sólo hay que estar muy atento para ver quien se dispone a encender un aparato.
ResponderEliminarGENIO!!! FELICITACIONES!!!!
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