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A pesar de las promesas de políticas federales, el gasto por habitante que recibirá la CABA será nueve veces superior al de los otros 23 distritos. Desalentadoras previsiones de coparticipación y obras públicas ejecutadas por el Estado nacional o por las provincias o financiadas con fondos nacionales.
Mientras que en el mundo todas las miradas se concentran, preocupadas, en el separatismo catalán, en la Argentina tenemos una grieta histórica, a la que parece estamos acostumbrados, pero que no cede.
Esa grieta se manifiesta en los distintos niveles de pobreza, producción, conexión con el mundo y empleo que separan a las regiones. Y se expresa con claridad en el Presupuesto 2018. La Argentina tiene tres segmentos bien diferenciados: el centro, donde se concentra la inversión económica y la producción; la Patagonia, con bajos niveles poblacionales y de desarrollo rural, y el norte, con más del 20% de la población pero con indicadores sociales abismales.
Un país, dos mundos
Mientras la Ciudad Autónoma de Buenos Aires reúne las características de una capital europea, a partir del conurbano empieza otro país, de características netamente latinoamericanas, pero en franco declive. Un informe ofrecido por el Instituto de Desarrollo Social Argentino (Idesa) advierte que el Presupuesto nacional prevé un gasto en la Capital Federal (per cápita) nueve veces más que en el resto del país
"Las distorsiones en la administración de los fondos federales debería ser motivo de preocupación; dos ejes claves son respetar las autonomías provinciales y explicitar la solidaridad hacia las zonas más rezagadas", opina el presidente del instituto, el economista Jorge Colina. "La fuerte centralización de recursos y su manejo discrecional, además de ser un factor de atraso, es fuente de tensiones", agregó.
Analizando el proyecto de presupuesto se desprende que el año próximo la Nación absorberá el 58 por ciento de los recursos tributarios (excluyendo los de seguridad social), mientras que las provincias recibirán el 42 por ciento restante.
Las asimetrías están a la vista. Tomando al país en su conjunto, se prevé gastar $21 mil por habitante. En la CABA se proyecta erogar $121 mil por habitante. En el resto de las provincias el gasto será de $14 mil por habitante. Nueve veces más.
El Estado federal sigue a cargo de proveer servicios públicos de agua, luz, gas, colectivos, trenes urbanos y el servicio de Justicia a la aún no del todo autónoma Buenos Aires. También es cierto que ciertos servicios, como los de salud, son aprovechados por ciudadanos de las provincias.
El presupuesto nacional de un país federal debería garantizar el desarrollo armónico y no preservar el “status quo” de una ciudad con los problemas resueltos. “Los fondos federales terminan siendo usados para profundizar las brechas de desarrollo entre regiones”, observa Idesa.
Las obras pendientes
En Salta ya se empieza a pensar que el Plan Belgrano fue una ilusión y que empieza a ser olvidado. En general, en el Presupuesto no aparecen las que se esperaban. La reactivación de la empresa Trenes Argentinos Cargas (Línea Belgrano) y la ruta 34 permanecen en el plano de las intenciones.
El plan anticipaba una estrategia orientada al desarrollo productivo y turístico, la modernización tecnológica y la integración regional.
Otra consultora, el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), en su análisis del presupuesto, consigna que el 25% del gasto no tiene asignación específica. Del resto, el 22% se concentra en la provincia de Buenos Aires (con el 38 % de la población del país), mientras que la capital federal, con el 7% de los habitantes, recibe el 20%. Salta, con el 3% de la población, recibiría el 1,8% del gasto. El mismo estudio suma el gasto corriente y el gasto de capital y estima el gasto total por habitante en la ciudad de Buenos Aires en $188.786 para 2018. El promedio por provincia sería de $ 65.276, Salta recibiría $ 37.930 y la provincia de Buenos Aires $37.117
Si no se cuenta a la CABA, el promedio desciende a $38.274.
Los números abruman, pero expresan una realidad que se vislumbra entre nosotros: El Norte Grande cubre una superficie cercana a los 7,5 millones de km cuadrados.
Sus posibilidades de desarrollo, por recursos naturales, son inversamente proporcionales a la magnitud de las carencias sociales que soporta. No obstante, la inversión en obras de infraestructura para el desarrollo productivo y los esfuerzos orientados a la modernización tecnológica y educativa dependen del presupuesto, que por ahora es desalentador.ElTribuno.com
A pesar de las promesas de políticas federales, el gasto por habitante que recibirá la CABA será nueve veces superior al de los otros 23 distritos. Desalentadoras previsiones de coparticipación y obras públicas ejecutadas por el Estado nacional o por las provincias o financiadas con fondos nacionales.
Mientras que en el mundo todas las miradas se concentran, preocupadas, en el separatismo catalán, en la Argentina tenemos una grieta histórica, a la que parece estamos acostumbrados, pero que no cede.
Obra del Soterramiento de la Línea Sarmiento
Esa grieta se manifiesta en los distintos niveles de pobreza, producción, conexión con el mundo y empleo que separan a las regiones. Y se expresa con claridad en el Presupuesto 2018. La Argentina tiene tres segmentos bien diferenciados: el centro, donde se concentra la inversión económica y la producción; la Patagonia, con bajos niveles poblacionales y de desarrollo rural, y el norte, con más del 20% de la población pero con indicadores sociales abismales.
Un país, dos mundos
Mientras la Ciudad Autónoma de Buenos Aires reúne las características de una capital europea, a partir del conurbano empieza otro país, de características netamente latinoamericanas, pero en franco declive. Un informe ofrecido por el Instituto de Desarrollo Social Argentino (Idesa) advierte que el Presupuesto nacional prevé un gasto en la Capital Federal (per cápita) nueve veces más que en el resto del país
"Las distorsiones en la administración de los fondos federales debería ser motivo de preocupación; dos ejes claves son respetar las autonomías provinciales y explicitar la solidaridad hacia las zonas más rezagadas", opina el presidente del instituto, el economista Jorge Colina. "La fuerte centralización de recursos y su manejo discrecional, además de ser un factor de atraso, es fuente de tensiones", agregó.
Analizando el proyecto de presupuesto se desprende que el año próximo la Nación absorberá el 58 por ciento de los recursos tributarios (excluyendo los de seguridad social), mientras que las provincias recibirán el 42 por ciento restante.
Las asimetrías están a la vista. Tomando al país en su conjunto, se prevé gastar $21 mil por habitante. En la CABA se proyecta erogar $121 mil por habitante. En el resto de las provincias el gasto será de $14 mil por habitante. Nueve veces más.
El Estado federal sigue a cargo de proveer servicios públicos de agua, luz, gas, colectivos, trenes urbanos y el servicio de Justicia a la aún no del todo autónoma Buenos Aires. También es cierto que ciertos servicios, como los de salud, son aprovechados por ciudadanos de las provincias.
El presupuesto nacional de un país federal debería garantizar el desarrollo armónico y no preservar el “status quo” de una ciudad con los problemas resueltos. “Los fondos federales terminan siendo usados para profundizar las brechas de desarrollo entre regiones”, observa Idesa.
Las obras pendientes
En Salta ya se empieza a pensar que el Plan Belgrano fue una ilusión y que empieza a ser olvidado. En general, en el Presupuesto no aparecen las que se esperaban. La reactivación de la empresa Trenes Argentinos Cargas (Línea Belgrano) y la ruta 34 permanecen en el plano de las intenciones.
El plan anticipaba una estrategia orientada al desarrollo productivo y turístico, la modernización tecnológica y la integración regional.
Otra consultora, el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), en su análisis del presupuesto, consigna que el 25% del gasto no tiene asignación específica. Del resto, el 22% se concentra en la provincia de Buenos Aires (con el 38 % de la población del país), mientras que la capital federal, con el 7% de los habitantes, recibe el 20%. Salta, con el 3% de la población, recibiría el 1,8% del gasto. El mismo estudio suma el gasto corriente y el gasto de capital y estima el gasto total por habitante en la ciudad de Buenos Aires en $188.786 para 2018. El promedio por provincia sería de $ 65.276, Salta recibiría $ 37.930 y la provincia de Buenos Aires $37.117
Si no se cuenta a la CABA, el promedio desciende a $38.274.
Los números abruman, pero expresan una realidad que se vislumbra entre nosotros: El Norte Grande cubre una superficie cercana a los 7,5 millones de km cuadrados.
Sus posibilidades de desarrollo, por recursos naturales, son inversamente proporcionales a la magnitud de las carencias sociales que soporta. No obstante, la inversión en obras de infraestructura para el desarrollo productivo y los esfuerzos orientados a la modernización tecnológica y educativa dependen del presupuesto, que por ahora es desalentador.ElTribuno.com
Digo yo. En el caso de que el soterramiento del Sarmiento se termine y eliminen las vías de la superficie, qué va a pasar con los trenes de cargas y de larga distancia? Van a correr por abajo llenando los túneles de humo?.
ResponderEliminarJuan Agustín
Hace más de 3 años que la ciudad no termina la extensión de la linea E con las obras civiles finalizadas y entregadas; a este paso para cuando este terminado el soterramiento, antes los astronautas habrán llegado a Marte.... Ricardo Olivera
EliminarJajaja. Ojalá así sea. Por mi que no lo terminen nunca. Prefiero mil veces el Sarmiento así como está con algunos pasos bajo nivel en las barreras más congestionadas.
EliminarJuan Agustín
Se soluciona con un pequeño enlace en Mercedes, ya que deberían salir de Retiro SM.Otra opción es que circulen con locomotora eléctrica hasta salir a la superficie.
EliminarJuan Agustín, el soterramiento implica que nunca más habrá ni cargas ni generales saliendo desde el puerto y desde Once; el Sarmiento quedará reducido a una suerte de subte suburbano.
EliminarQue me llamen PORFI, cuántas cosas se podrían haber hecho antes de enterrar el SARMIENTO endeudadonos de por vida por el capricho vaya a saber de quién ????. Porque no se escuchan las ideas que pueden aportar quienes piensan en beneficios para todos y no para llenar los bolsillos de pocos!!. Alejandro Virzzi
ResponderEliminarLa Ciudad de Buenos Aires el aporte federal en su presupuesto es mínimo, no llega ni al 10%. Es el Estado federal que fagocita grandes recursos y los Estados provinciales son grandes máquinas de genera empleo público conviritiéndose muchos de ellos en entidades inviables. Solucionar estos llevará décadas.
ResponderEliminarJorge Alejandro Suárez Saponaro