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Marcelo
Rojo es delegado de La Fraternidad y se desempeña como maquinista desde hace 30
años. Con un dolor imposible de ocultar en su mirada, confió que “la verdad es
que estamos muy mal con esta situación porque nos sorprende. Fue muy de golpe”.
Pero
agradeció “a toda la gente que nos apoya”, a la vez que consideró que “a partir
de este momento, tenemos que empezar nuevamente a luchar para que vuelva el
mismo servicio o mejor que el que teníamos”.
“No
puede ser que una ciudad como Tandil tenga carencia de trenes de pasajeros. Por
lo tanto, vamos a tener fe y vamos a pelear por esto”, manifestó.
Marcelo Rojo delegado de La Fraternidad
“Hemos
dado todo”
Agradeció
“a la población en general que nos estuvo acompañando estos cuatro años que
estuvo corriendo el tren” y evaluó que “hemos cumplido satisfactoriamente casi
en un 98 por ciento”, ya que fueron “muy pocos los trenes que se quedaron o que
tuvieron grandes atrasos por problemas, entre comillas, de la seguridad, que es
la razón por la cual el Gobierno dice que hay que sacarlo”.
Por
otra parte, sin poder evitar quebrarse, destacó el trabajo de sus compañeros
que “han dado todo durante esto cuatro años, hemos dado todo”.
“El
Gobierno no puede decir que en el tren de Tandil haya habido una falla humana
de parte nuestra”, enfatizó.
Deseó
que “se pueda restablecer lo más pronto posible” porque llevó “mucho tiempo
recuperarlo”.
Y
consideró que “todas las grandes ciudades necesitan un tren de pasajeros. El
transporte de la ruta también tiene falencias de seguridad, tenemos que tener
varios medios para poder comunicarnos con el resto del país”.
En
ese contexto, expresó su deseo de que “el Gobierno se ponga en campaña de poder
ir achicando esa brecha, de poder tener un buen ferrocarril en toda la Nación,
porque es un país muy grande donde hay distintos climas, distintos terrenos.
Hay muchos trastornos para recorrerlo en un vehículo. Y sobre todo lo necesita
Tandil, siendo la cuarta o quinta ciudad más importante de la Argentina. No
podemos ser una ciudad sin ferrocarril”.
El
estado de las vías
Llamó
al Gobierno provincial a recapacitar y marcó que el tramo de vías que habría
que reparar en el caso del servicio que une esta ciudad con Constitución es
“poco en relación a la distancia”. Y detalló que se trata de “recomponer
mayormente la vía de acá a Las Flores que no está en tan buenas condiciones
como el tramo de Las Flores a Capital y poner equipos nuevos y que la gente de
Tandil esté orgullosa de su tren”.
Planteó
que se debería “tomar una resolución política bien pensada, arreglar la vía en
partes estratégicas y colocar unidades nuevas, que ya están compradas y volver
a dotar a Tandil de un ferrocarril que podría ser mejor que antes”.
En
Tandil, puntualizó que son 17 familias las vinculadas al ferrocarril y aseguró
que “no hay ninguna seguridad de nuestro trabajo. El Gobierno dice que sí, pero
si cualquier patrón manda al empleado a la casa con sueldo yo creo que esa
persona va a desayunar un poco preocupada todos los días”.
“La
razón nuestra, de los empleados, es que circule el tren. Por eso luchamos
tanto”, concluyó.
Oídos
sordos
La
concejal del Frente para la Victoria, María Eugenia Poumé, la única edil que
participó de la manifestación, explicó que cuando tomaron conocimiento de la
resolución se contactaron con los trabajadores que les dijeron que “esto ya lo
preveían, por eso hace casi dos meses estuvieron juntando firmas en la Plaza
Independencia para que no cesara el servicio del tren de pasajeros de Tandil y
sorpresivo fue también porque sacaron el tren turístico”.
“Lo
más llamativo es que no ha cesado el transporte de carga, si las vías están en
tan mal estado, tampoco debiera haber tren de carga”, sostuvo.
Y
remarcó que “al tren lo usan los trabajadores, los estudiantes, sale 170 pesos,
es el único medio que tiene mucha gente para ir y venir de Capital Federal”.
“Es
muy lamentable esta medida y más lamentable es que no se haya hecho presente
ningún funcionario”, fustigó. Y cuestionó que “cuando volvió el tren era una
fiesta” en la que estaban todos los funcionarios, pero “no los veo acá al lado
de la gente diciendo que van a gestionar para que vuelva el tren”.
Criticó
que el Municipio “hace oídos sordos a las cosas que le importan a la gente
vulnerable”.
“No
somos asesinos que manejamos un tren que no está en condiciones”, afirmó uno de
los maquinistas
Adrián
Olano es maquinista y forma parte del Sindicato de La Fraternidad. Expresó que
sienten “mucha incertidumbre. Se preveía que en algún momento podía suceder pero
nunca pensamos que sería de esta manera”.
“Desde
el año pasado hay una ley sin reglamentar, la 27.132, con la cual se
enmarcarían las pautas de cómo desarrollar los servicios de media y larga
distancia. Nuestros políticos de turno en la Cámara de Diputados están
durmiendo esas leyes, y nosotros estamos en estas condiciones”, cuestionó.
Lamentó
que “no sabemos qué va a pasar con nosotros, por lo pronto sabemos que el
sueldo de este mes va a estar asegurado, pero no sabemos más nada”.
“El
servicio siempre se desarrolló con normalidad. Algunos funcionarios salieron a
decir que era por cuestiones de seguridad, pero si el tren hubiese circulado en
condiciones inseguras, nosotros no hubiésemos desarrollado nuestras tareas”,
remarcó.
Y
lanzó que “no somos asesinos que andamos manejando una locomotora que no está
en condiciones”
“Por
eso les recomendamos primero a los funcionarios que se dediquen a capacitarse o
instruirse sobre el tema ferroviario. La seguridad estaba dada y avalada por la
CNRT (Comisión Nacional de Regulación de Transporte) y de hecho la CNRT estuvo
hasta la semana pasada en Tandil. Si no hubiese sido seguro el servicio, lo
hubiese prohibido”, finalizó.ElEco.com