EXTERIOR
Hoy se
procede a la inauguración de la fase final de la línea del AVE entre Madrid,
Barcelona y la frontera francesa. Con la conclusión del tramo comprendido entre
Barcelona y Figueres finaliza un proyecto que se empezó a estudiar en la década
de 1970 y en cuyas obras han participado todos los gobiernos de la democracia.
El
ferrocarril español tuvo, desde la construcción de sus primeras líneas en las
décadas de 1840 y 1850, un signo de peculiaridad en su ancho de vía, de 1 metro y 672 milímetros . Este
ancho de vía fue decidido por coincidir con la medida de seis pies castellanos,
y por ser aproximadamente la media de los diferentes anchos de vía que había en
Europa por aquellos tiempos. Aquella decisión de los ingenieros decimonónicos
no constituyó un error en unos años en los que cada país (y a menudo cada
compañía) ponía las vías con el sistema que mejor estimaba. El error vino años
después, cuando España se obstinó en no cambiar el ancho de la vía mientras en
la inmensa mayoría de las naciones fue adoptando el ancho de vía de 1 metro y 435 milímetros como
estándar. Nuestros vecinos portugueses empezaron la construcción de su red con
el ancho estándar, pero para no quedar aislados de España tuvieron que hacer el
cambio a la vía ancha, que han compartido con nosotros durante años y años.
La idea de
construir un ferrocarril de ancho europeo que penetrara en territorio español
para solventar estos problemas fue muy comentada en los años del reinado de
Alfonso XIII, en que los franceses estuvieron interesados en construir una
línea que uniera algún punto de la frontera pirenaica con Madrid y con
Algeciras, para el paso directo de trenes entre París y sus entonces colonias
del norte de África. Nada de esto se llegó a construir, y el debate se olvidó
hasta los años 70. En 1969 se adoptó como solución provisional la circulación
de trenes internacionales entre España y Francia, por medio de un tren expreso
convencional de Madrid a París (el "Puerta del Sol") cuyos coches
eran izados -con viajeros y todo- con unos gatos en la frontera, mientras unos
obreros cambiaban los ejes, o por medio de trenes Talgo de ancho variable que
unían Barcelona con Francia. En 1975 ya se vislumbraba la construcción de un
ferrocarril enteramente nuevo entre Madrid, Barcelona y la frontera, con ancho
de vía europeo y radios de curva aptos para circulación a alta velocidad,
frente a los 140
kilómetros por hora que eran la máxima de entonces en
nuestras tierras (hasta 1986 Renfe no autorizó la circulación de trenes a
160km/h)
El proyecto
no se acometió hasta mucho más tarde, ya que en medio vinieron los años de la
transición democrática en los que el país tuvo que acometer retos más urgentes,
como la reforma política, la reconversión industrial y otros. Fue así que la
primera línea de ferrocarril de Alta Velocidad fue otra, la de Madrid a
Andalucía por Ciudad Real, decidida en 1986 como iniciativa del gobierno de
Felipe González para acabar con el "cuello de botella" de
Despeñaperros. En 1988 se decidió que ese ferrocarril, y los futuros que se hicieran
en España para larga distancia, se construyeran con vía de ancho estándar
europeo. La línea AVE de Andalucía se puso en servicio en la primavera de 1992,
cuando ya se volvía a hablar de la de Cataluña y Francia. Los primeros tramos
del AVE a Francia se acometieron en 1995 en las afueras de Zaragoza, siendo
ministro de Obras Públicas Josep Borrell.
La mayor
parte de las obras del recorrido Madrid-Lleida, inaugurado en el año 2003, se
hizo durante el mandato del popular Álvarez Cascos en el ministerio de Fomento,
y los tramos comprendidos entre Lleida y Barcelona se construyeron durante el
mandato de la socialista Magdalena Álvarez. El tramo de túnel internacional de
Le Perthus estaba funcionando desde hace un tiempo de manera provisional para
trenes de viajeros, y algunos de mercancías, las otras grandes beneficiadas del
ancho estándar, y lo que se inaugura hoy es la sección comprendida entre la
estación de Barcelona-Sants y la de Figueres-Vilafant, que incluye un nuevo
túnel bajo las calles de la
Ciudad Condal.
Los trenes de
viajeros empezarán a prestar servicio regular mañana día 9. En una primera fase
de la explotación los AVE españoles compartirán andenes en Figueres con los TGV
franceses, y a lo largo de la primavera, conforme finalicen los ajustes
técnicos de algunos trenes de ambos tipos, se establecerán servicios TGV que
alcancen Madrid-Atocha, y servicios AVE que alcancen varias ciudades francesas,
con independencia de los trenes especiales que se puedan hacer circular hacia
más países en temporadas turísticas. Con este enlace, las líneas que se vienen
construyendo en España con ancho europeo desde 1992, y que muchas veces han
estado infrautilizadas por ser una "isla" desconectada tanto de la
red convencional española como de la red europea, tendrán unas posibilidades de
servicio mucho mayores. Un tren procedente del otro lado de los Pirineos,
dotado de los equipos electrónicos adecuados, podrá alcanzar puntos tan al sur
como Sevilla o Málaga sin necesidad de cambiar sus ejes. Cuando dentro de un
tiempo se inaugure el nuevo túnel madrileño de la calle de Serrano, la línea
que une la capital de España (estación de Chamartín) con Valladolid, y que se
encuentra en obras de prolongación hacia Burgos y Palencia, dejará de ser otra
"isla" y se incorporará a estos itinerarios.DiarioProgresista