1 de noviembre de 2021

España: El tren de Barcelona a Francia se debate entre la cooperación y la competencia

Exterior

Renfe y su homóloga francesa negocian la continuidad del servicio internacional operado hasta ahora mediante una empresa conjunta

La liberalización del sector ferroviario está llamada a revolucionar el mundo del tren, como hace veinte años hizo con el sector aéreo. Aun así, el cambio está siendo lento y se dan situaciones peculiares de futuro incierto. Renfe y su homóloga francesa –SNCF– son competidoras en el cotizado corredor Barcelona-Madrid y, a la vez, aliadas en los trayectos internacionales que conectan diversos destinos de España y Francia mediante una empresa participada al 50% por ambas operadoras públicas estatales.

La entrada de la empresa francesa en el mercado español con su marca de bajo coste Ouigo ha cambiado el panorama. Si antes cada una se movía por su país y los trenes internacionales se operaban de manera conjunta, ahora son competencia en el corredor más rentable para Renfe. El cambio puede afectar a las relaciones entre los dos miembros de la sociedad que explota los trenes que unen ambos lados de la frontera, cuyo contrato acaba en 2022.

La liberalización del sector abre dudas sobre una continuidad que el director general de la compañía da por hecha

Las negociaciones están abiertas y las dudas planean sobre su futuro. Aun así, el director general de Renfe-SNCF en cooperación, David Cortés, asegura que “la intención es que el acuerdo continúe, ya tenemos planes para el 2023”. En la primera entrevista que concede Cortés desde su nombramiento, en plena pandemia, reconoce que “se puede competir y cooperar a la vez”. Como demostración de ello pone la continuidad del acuerdo sellado entre la operadora francesa y la Deutsche Bahn alemana, similar al que tiene con España para trayectos desde París a Munich y Frankfurt.

La decisión tomada por Renfe y SNCF recientemente también lleva a pensar que la cooperación en los trayectos internacionales se mantendrá. “En el 2020 se prorrogó el acuerdo dos años pero había una cláusula que permitía salir a finales del 2021 y los dos accionistas han decidido continuar”, destaca Cortés, que esta misma semana ha presentado en Francia el plan de transporte para el 2022 y apuntado una posible ampliación de las frecuencias entre Barcelona y París en el 2023.

Fuentes del sector, en cambio, se muestran escépticas sobre el mantenimiento de la colaboración. El éxito de Ouigo en territorio español puede llevar a los franceses a querer aventurarse en solitario en los trayectos internacionales. Por su parte, Renfe trabaja en la creación de una filial con sede en París y aspira a operar el Eurotúnel entre la capital gala y la británica. Con todo, si alguien tiene las de ganar en solitario es la SNCF, que ya opera en España mientras las autoridades francesas ponen miles de trabas burocráticas para que Renfe haga lo mismo en Francia y siguen sin permitir que los trenes españoles, ni aunque sea en cooperación, circulen en el tramo más rentable, entre Lyon y París.

Descartados los trenes nocturnos

Sea como sea, de mantenerse el acuerdo, en la hoja de ruta no se contemplan los trenes nocturnos, que copan los principales proyectos de futuro en el sector ferroviario a nivel europeo. La empresa austriaca OBB pondrá en marcha este mismo diciembre una ruta entre París y Viena. Renfe-SNCF en cooperación nació precisamente hace 25 años para gestionar los trenes-hotel de Madrid a París y de Barcelona a París, Zurich y Milán. Todos ellos se fueron perdiendo y dejaron paso en el 2010 a los servicios de alta velocidad que cruzan los Pirineos a través del túnel del Pertús y que se mantiene hasta el día de hoy, interrumpidos únicamente por la pandemia.LaVanguardia.com

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