EXTERIOR
En las ciudades más importantes de América eligen el tren eléctrico por las ventajas que ofrece en comparación a otros sistemas de transporte, como por ejemplo Lima, Panamá, San Pablo. Acá insisten con el metrobús que restará superficie a una de las principales vías de acceso a la capital y encima bajo el riesgo de que fracase porque se concibió mal.
Mientras en otras ciudades importantes de la región latinoamericana los gobiernos locales optan por desarrollar el tren eléctrico -a nivel o elevados-, acá se insiste con el metrobús, un sistema que en numerosos lugares no logró solucionar el problema del transporte público.
Uno de los casos que merece nuestra atención es el de Lima (Perú) donde se ha logrado instalar un tren eléctrico para un recorrido de alrededor de 24 kilómetros. La inversión ronda los US$ 560 millones. Los trenes y vagones son de segunda mano y fueron adquiridos de un país asiático.
En la misma ciudad planean ejecutar otro megaproyecto que permitirá la conexión de varias provincias con una inversión privada de poco más de US$ 800 millones.
De acuerdo a las publicaciones, el tren irá a una gran velocidad y permitirá, por ejemplo, cubrir la ruta Cañete-Lima en solo 45 minutos, beneficiando a los comerciantes que llevan sus productos a la capital y suelen viajar aproximadamente tres horas. Añade que la rentabilidad del proyecto está asegurada porque se trabajará con una concesión a 25 o 30 años.
Otra ciudad importante que decidió invertir en la construcción de un monorriel eléctrico es San Pablo (Brasil). La red unirá el aeropuerto con el estadio Morumbí. Tendrá una extensión de 24 kilómetros, 17 estaciones, y circulará sobre pilares de 15 a 20 metros de altura. Operará en 2014.
Panamá, también desarrollará un tren eléctrico con una extensión de 15,6 kilómetros. En parte será subterránea, con un puente sobre el canal y un paso elevado para la navegación de los transatlánticos, con una inversión de 1 mil millones de euros.
En la isla caribeña, San Juan de Puerto Rico, también se optó por el tren eléctrico ligero con una inversión de US$ 500 millones. La red tendrá 16,5 kilómetros, según las publicaciones, y empezará a operar a fines de 2012.
En nuestro país, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), impulsor del sistema metrobús, proyecta invertir US$ 200 millones para un recorrido de 18,4 kilómetros.
Un empresario europeo vinculado a una fábrica de trenes eléctricos estimó que la construcción de una vía elevada de esa misma extensión costaría alrededor de US$ 420 millones. Serían seis trenes eléctricos con diez vagones cada uno. El presupuesto incluye todo.
En el caso del metrobús o trolebús, los empresarios interesados en ofrecer el servicio deberán adquirir las 200 unidades de transporte eléctrico, cuyo costo unitario ronda los US$ 200.000. Sumando todo encontramos que el costo del metrobús o trolebús se disparará a US$ 240 millones.
Queda una significativa diferencia de US$ 170 millones, pero no sería tan importante ante los problemas que se podrían evitar con el sistema impulsado por el MOPC, puesto que no hay garantías de que funcione. Comenzó con errores y es posible que termine como la terminal construida en Ñemby en 2007, que ahora funciona como mercado.ABC Color
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