El plazo actual vence mañana, pero lo extienden a la espera de la pericia judicial.
Tras la decisión del juez federal, Claudio Bonadio de trasladar la presentación de las pericias del choque para la próxima semana, el Gobierno se encamina ahora a prorrogar por segunda vez la intervención transitoria que rige sobre la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA).
Según las normas vigentes, mañana vence el plazo de la intervención “administrativa, técnica y operativa” que la administración kirchnerista había dispuesto, una semana después de la tragedia ferrovía de Once, a la concesionaria del grupo Cirigliano.
Foto: Rodolfo Risciotti
Ante esa situación, el Ministerio de Planificación se apresta a extender por otros 15 días hábiles el tiempo de la intervención que pesa sobre TBA.
La nueva prórroga se enmarca en la “estrategia” inicial que se había fijado el Gobierno tras la crisis planteada por el trágico choque del 22 de febrero que dejó 51 muertos y más de 700 heridos.
La misma consiste en no tomar ninguna medida de fondo sobre el futuro de TBA hasta tanto se conozcan los resultados de las pericias técnicas que ordenó el juez Bonadío para determinar las causas del accidente.
Tanto en la resolución 199 que designó a Raúl Baridó como interventor, como en la resolución 568 que estableció la primera prorroga de su mandato, el Gobierno reconoció implícitamente el deficiente estado de los trenes y la falta de controles oficiales.
Lo hizo al destacar que los fines principales de la intervención son para “asegurar la continuidad y regularidad del servicio público y garantizar la seguridad de los usuarios”.
Tras asumir a fines de febrero, el interventor Baridó adoptó dos medidas para atemperar las quejas de los usuarios y garantizar la prestación de los servicios.
Por un lado, reemplazó los trenes que salieron de servicio por problemas técnicos con colectivos que unen las estaciones del Sarmiento en los horarios pico con usuarios que abonan las tarifas del tren. Y por otro lado, trasladó locomotoras de la línea Roca para reforzar los servicios diesel del ramal Moreno-Mercedes y los adicionales entre Once-Moreno.
En la primera semana de gestión, Baridó había sacado de circulación 8 de los 22 trenes que integran la flota de la línea Sarmiento porque no cumplían con las condiciones técnicas que marcan los reglamentos de seguridad. Con la compra de repuestos y un mayor actividad en los talleres, en las últimas semanas la línea logró recuperar 5 de las 8 formaciones que estaban fuera de servicio.
Si bien inicialmente mantuvo una serie de reuniones con los intendentes de los partidos que recorre el Sarmiento y con los dirigentes sindicales del sector con el fin de sumarlos a la gestión, en la práctica el interventor ha tomado la mayor parte de las decisiones apoyado en los cinco técnicos que llevó de la SIGEN y en los gerentes técnicos de TBA.
Su principal objetivo ha sido poner en servicio la mayor cantidad de trenes posibles y resolver los problemas operativos para el servicio no sufra interrupciones ni demoras.
Con ese fin, una de las medidas más llamativas que adoptó, fue la creación de una “guardia especial de 30 repositores de barreras” para que acuden de inmediato a solucionar los daños e inconvenientes operativos que se registran en los pasos a nivel.Clarín