El Gobierno porteño anunció que durante este año construirá seis estaciones de la línea H de subtes, lo que permitirá viajar bajo tierra desde Pompeya hasta Recoleta.
La obra está pautada para comenzar en agosto, y demorará unos cuatro años. Las seis estaciones se inaugurarán en simultáneo .
Hacia el norte, se agregarán cuatro estaciones, siempre bajo la avenida Pueyrredón: Córdoba, Santa Fe, Las Heras y Plaza Francia. Esto traerá dos ventajas: primero, la conexión con la línea D (a la altura de Santa Fe); segundo, que la línea llegará hasta el corazón de Recoleta y a metros de la Facultad de Derecho de la UBA, en Pueyrredón y Libertador.
Hacia el sur las estaciones serán dos: Sáenz y Nueva Pompeya, que quedará muy cerca del puente Alsina. De esta manera, la línea H se convertirá en la que más cerca llegue del límite de la Ciudad con el Conurbano (Lanús), lo que permitirá que muchos bonaerenses que se mueven en Capital lo hagan bajo tierra y no en colectivo. Hoy la que más se acerca es la estación Congreso de Tucumán, de la D, que de todas formas está a unas 20 cuadras de la General Paz, en el límite con Vicente López.
Previamente, a fines de este año y mediados del que viene, está planeado terminar las dos estaciones de la H que se están construyendo: Parque Patricios y Hospitales.
Cuando además de estas dos se sumen las seis, a la H le quedarían sólo dos estaciones para completar su traza, las de 9 de Julio y Libertador y la de Retiro, que permitirían unirla con la C y la E también en esa terminal ferroviaria y de colectivos. Pero para estas obras no hay por ahora fechas.
El Gobierno ya abrió el proceso de licitación, y recibió tres ofertas de distintos grupos de empresas. Son las que componen Techint y la española Dycasa por un lado; la UTE que armaron por otro Roggio, Esuco, Cartellone e Isolux; y por último OHL en conjunto con Rovella Carranza. Según explicaron en la Ciudad, son algunas de las principales constructoras del país y tres de las principales de España (OHL, Isolux y Dycasa).
“Las obras costarán unos 400 millones de dólares, pero lo importante es que tienen la financiación garantizada . La mitad se cubrirá con el bono Tango que ya fue emitido, y el resto con lo que se vaya agregando en los próximos años por la parte de la recaudación del ABL que obligatoriamente se debe destinar a los subtes”, explicó Juan Pablo Piccardo, el presidente de SBASE, la empresa estatal porteña encargada de la expansión de la red subterránea.
La construcción de la línea H ya tiene diez años de historia. Comenzó durante la gestión de Aníbal Ibarra en la Ciudad, en octubre de 2007 Jorge Telerman inauguró las primeras cinco estaciones, y ahora es Mauricio Macri quien la continúa, y de hecho el 7 de diciembre inauguró la conexión de la H con la B, en la estación Corrientes.
Hasta esa última inauguración la H transportaba a unas 30.000 personas por día. Se espera que para marzo, con el fin de las vacaciones, la conexión con la B aporte otras 20.000 . Y según SBASE, cuando se completen las dos en marcha y las seis ahora anunciadas, la línea podrá llevar unas 200.000 por día.
Será además la primera obra de subtes nueva que arrancará la gestión de Macri, quien en su campaña electoral prometió hacer “diez kilómetros de subte por año”. Es que tanto la estación Corrientes como las de Puán y Carabobo, de la A, que inauguró el actual jefe de Gobierno ya habían comenzado en anteriores administraciones.
La necesidad de ampliar la red de subtes es tan evidente como su demora en hacerlo. Hace tres meses, la empresa Metrovías, que opera toda la red, informó que ya estaban viajando 1,5 millón de personas por día, más del doble que las 700.000 que transportaba en 1993, cuando se inició la concesión. También aumentó la participación del subte en el total de pasajeros transportados en la Ciudad: en 1993 la red absorbía al 6% de las personas, mientras que el año pasado fue el 12% .
Por eso, los especialistas afirman que además de ampliar la red también hace falta invertir para que las formaciones puedan pasar más rápido y que los vagones tengan mejor confort.(Fuente y foto: Clarín)