Actualidad
La renovación de las señales en los ramales diésel de la Línea Sarmiento demandará más de $20 mil millones. Te contamos en qué consiste esta obra clave y repasamos brevemente la historia ferroviaria de la zona.
Los dos ramales diésel de la Línea Sarmiento están a las puertas de una transformación sin precedentes. Con una inversión estimada en más de $20.000 millones, Trenes Argentinos Infraestructura avanza con las licitaciones para renovar completamente el sistema de señales, una obra clave para mejorar la seguridad y eficiencia del servicio en los tramos Merlo-Lobos y Moreno-Mercedes.
En los últimos días se conocieron las ofertas económicas de seis empresas, entre ellas Benito Roggio e Hijos, BTU y varias uniones transitorias, para llevar adelante esta ambiciosa intervención. Los montos presentados oscilan entre los $9.300 millones y los $15.700 millones, dependiendo del corredor y la empresa oferente.
El objetivo principal es reemplazar el actual sistema de “autorización de uso de vía” (AUV) por el moderno “bloqueo absoluto”, que permitirá la automatización de semáforos y la incorporación del sistema de frenado automático (ATS, por sus siglas en inglés). Esta tecnología se instalará en estaciones estratégicas como Mariano Acosta, Marcos Paz, General Hornos, General Las Heras, Empalme Lobos, General Rodríguez y Luján, además de las cabeceras.
A su vez, se realizarán obras complementarias como la desobstrucción de desagües, reparación de alambrados, mantenimiento de pasillos de circulación y revisión integral de pasos a nivel y componentes técnicos.
Un salto tecnológico en una línea con historia
El ramal diésel del Sarmiento es heredero de una rica tradición ferroviaria que remonta a finales del siglo XIX, cuando el tren fue una herramienta clave para unir la Ciudad de Buenos Aires con el interior de la provincia. Localidades como Luján, Lobos y Mercedes crecieron al calor del desarrollo ferroviario, convirtiéndose en puntos de conexión agrícola, industrial y cultural.
Durante décadas, estos ramales cumplieron un rol esencial en el transporte de pasajeros y cargas, aunque en los últimos años comenzaron a evidenciar signos de deterioro. La falta de mantenimiento y actualización tecnológica relegó a estos servicios frente a otros modos de transporte.
Hoy, con esta inversión histórica, el Estado apuesta por modernizar las señales y mejorar sustancialmente la seguridad operativa, confiabilidad y frecuencia de los trenes en estas trazas que todavía conectan zonas rurales y suburbanas con el conurbano bonaerense.
¿Qué se espera del nuevo sistema de señales?
El reemplazo por el sistema de bloqueo absoluto busca minimizar el margen de error humano y garantizar que dos trenes no puedan circular por el mismo tramo de vía al mismo tiempo. Además, el frenado automático (ATS) actuará en caso de que el conductor no respete las señales, ofreciendo un nivel extra de protección para los pasajeros y el personal ferroviario.
Las obras representan un paso fundamental para saldar una deuda histórica con los usuarios de los ramales diésel, y sientan las bases para un servicio más moderno y seguro en el corazón ferroviario de la provincia.ElDiariodeLuján.com