EXTERIOR
La tradicional excursión cumple 37 años y ofrece un total de 300 plazas
de viaje.
El «tren de madera» de Feve volverá a ponerse en marcha mañana para
cubrir su tradicional viaje desde Mieres hasta la fiesta de la Virgen de la Guía de Llanes en el Día de
Asturias. El popular recorrido ferroviario cumple este año su 37ª edición y
sigue manteniendo su popularidad. Feve pondrá en marcha un tren con cinco
vagones que ofrecerán un total de 300 plazas.
Como ya es tradición, el «tren de madera» saldrá de la estación de
Mieres muy temprano, a las seis y veinticinco de la mañana. El convoy recogerá
viajeros en Ablaña, La Pereda ,
Baíña, Parteayer, Soto de Ribera, Palomar, Fuso de la Reina , Caces y Trubia y
parará en Arriondas para el reparto del bollu preñau. Aunque la fiesta ya
comenzará en el tren, la romería en toda regla estará esperando en Llanes. En
la estación llanisca, los viajeros del «tren de madera» serán recibidos por los
miembros de la Cofradía
de Nuestra Señora Virgen de la
Guía , que colabora en la celebración junto con la asociación
«Tren de Madera de Mieres» y Trenes Turísticos de Feve.
Los últimos billetes aún pueden adquirirse en las estaciones de Mieres y
Trubia. El pasaje tiene un coste de 25 euros y, además del trayecto, incluye el
tradicional bollu y la bebida. Con el fin de que los romeros expriman al máximo
su día de fiesta, está previsto que el tren no salga de Llanes hasta las doce
menos cuarto de la noche.
En la última década, el «tren de madera» se ha convertido en una
destacada cita para los mierenses. El encuentro, que cierra las fiestas
veraniegas, comenzó a celebrarse en los años setenta, a raíz de una
conversación de un grupo de amigos en la cantina de la estación de Feve. El
principal impulsor de la celebración fue César Sampedro, un conocido y
apreciado mierense que falleció en 2006.
Durante los meses siguientes a su muerte, una duda planeó sobre la
continuidad del evento. Pronto se disipó. La asociación «tren de madera», con
el respaldo de Feve, tomó las riendas y consiguió que el evento sobreviviera a
su fundador.LNE.es