Los viajes entre Estados fueron una realidad en Brasil. En la década del 60, llegaron a circular por vías de hierro 100 millones de pasajeros por año solamente en esas líneas.
Hoy, apenas dos operaciones de ese tipo permanecieron activas. Los vagones de pasajeros operan en las líneas mantenidas por la empresa Vale en la Estada de Hierro Carajás y en la Estrada de Hierro Vitoria-Minas. Mueven, juntas, 1,5 millón de pasajeros por año.
Para Bernardo Figueiredo, director general de la Agencia Nacional de Transportes Terrestres (ANTT), el proyecto de tren bala entre Campinas, San Pablo y Rio de Janeiro tiene el mérito de ser el gran estímulo para los trayectos que cortan Estados en el país, pero también destaca otras iniciativas en curso. Los más de 6.000 km de vías que la estatal Valec está construyendo en el país tendrán plena capacidad de soportar trenes de pasajeros con velocidad de hasta 200 km por hora. Además, hay otros proyectos privados que abrirán ese espacio, como la Transnordestina, en Pernambuco, que sigue la Compañía Siderúrgica Nacional (CSN), y Ferronorte, en las regiones Norte y Centro-Oeste, obra de América Latina Logística (ALL).
Hoy, por ley los actuales 30.000 km de vías en el país utilizados por las concesionarias para transportar carga podrían utilizarse para pasajeros. Sin embargo, las condiciones de seguridad y la velocidad de tráfico en esas vías, inviabilizan esa iniciativa. Con la creación de nuevas vías, el gobierno quiere analizar toda la estructura para verificar donde puede ser económicamente más viable el transporte de personas. También se analiza la construcción de nuevos ramales. Valec entregó a la ANTT un proyecto para la creación de un tren de velocidad mediana que unirá Brasilia y Goiania. Se trata de un proyecto antiguo, pero que saldrá ahora del papel, dijo José Francisco das Neves, presidente de Valec. Haremos ese ramal de enlace con el Ferrocarril Norte-Sur. Vamos a instalar un tren con velocidad promedio de 190 km por hora, un proyecto que costará cerca de R$ 1.000 millones, afirmó. Según Figueiredo, de la ANTT, el proyecto está bajo análisis y Valec deberá recibir la concesión para llevarlo adelante.
El tren bala, que hoy consume buena parte de la energía del gobierno en este sector, integra un proyecto más ambicioso. El PAC 2, prevé la realización de los estudios de viabilidad para aumentar los actuales 551 km de vías proyectadas a cerca de 1.500 km, según Figueiredo. La idea es que un día la estructura llegue a Curitiba, Belo Horizonte y el Triángulo minero.
La preocupación central del gobierno y de las empresas en el proceso de recuperación de esos proyectos fue analizar exhaustivamente la viabilidad de los proyectos. El objetivo es no repetir historias como la del Tren de Plata, que circuló entre 1994 y 1998 entre los estados que el tren de alta velocidad quiere unir ahora. Lujoso, el Tren de Plata fue un intento de retomar el viaje de ferrocarril entre San Pablo y Rio, pero el tren circulaba a la noche y demoraba más de 9 horas para completar el trayecto. El proyecto fracasó porque, entre otras razones, tuvo dificultades de circular en una red donde también circulaba la carga. (Fuente: ElCronista.com)